Israel lle­va a cabo la mayor ope­ra­ción de segu­ri­dad en la his­to­ria del con­flic­to: ¿Se han abier­to las puer­tas a la gue­rra sin con­tro­les, lími­tes ni fronteras?

En un minu­to, el enemi­go logró ases­tar su gol­pe más duro al cuer­po de la Resis­ten­cia Islá­mi­ca des­de el comien­zo del con­flic­to con el enemi­go, en una ope­ra­ción de segu­ri­dad excep­cio­nal en tér­mi­nos de capa­ci­dad de alcan­zar obje­ti­vos y medios de comu­ni­ca­ción, y en demos­trar ele­men­tos de La supe­rio­ri­dad tec­no­ló­gi­ca y de inte­li­gen­cia israe­lí, que pro­vo­có heri­das a más de 3.000 per­so­nas. Un com­ba­tien­te de la resis­ten­cia y un civil de las uni­da­des de Hez­bo­llah, los hos­pi­ta­les del sur, la Bekaa, Bei­rut y los subur­bios se lle­na­ron de ellos. Lo ocu­rri­do ayer cau­sa un gran asom­bro ante la capa­ci­dad del enemi­go para cau­sar dolor a sus opo­nen­tes y su fal­ta de disua­sión para rea­li­zar cual­quier acción. Si quie­re con­fir­mar su supe­rio­ri­dad en mate­ria de segu­ri­dad y que se encuen­tra en un esta­do de vigi­lan­cia cons­tan­te, enton­ces ha con­fir­ma­do lo que es segu­ro: quien­quie­ra que con­ti­núe con sus crí­me­nes sin pre­ce­den­tes en Gaza y Pales­ti­na pue­de hacer mucho, de modo que ya no haya lugar para hablar de solu­ción o de solu­cio­nes, sabien­do que, lejos de con­sig­nas y de ele­var la moral, el enemi­go, que se jac­ta­ba de lo con­se­gui­do ‑aun­que estu­vie­ra fue­ra de los focos‑, es muy cons­cien­te de que su obje­ti­vo real en la ope­ra­ción no se ha con­se­gui­do, que es obli­gar a la resis­ten­cia en el Líbano a ren­dir­se y dejar de brin­dar apo­yo a Gaza.

Lo que hizo ayer el enemi­go repre­sen­tó la auda­cia en uti­li­zar el mal que resi­de en la men­te y el cora­zón de quie­nes pen­sa­ron, pla­ni­fi­ca­ron, pro­gra­ma­ron, deci­die­ron y eje­cu­ta­ron las más viles y mali­cio­sas ope­ra­cio­nes. Es un mal que nadie ha hecho nun­ca antes. En con­se­cuen­cia, la ope­ra­ción repre­sen­tó un cam­bio en su enfo­que de la gue­rra con el Líbano, espe­cial­men­te por­que lan­zó, con ideas pre­con­ce­bi­das y deter­mi­na­ción, un ata­que que sabía de ante­mano que afec­ta­ría a los civi­les, y es muy cons­cien­te de que las medi­das adop­ta­das por las fuer­zas de resis­ten­cia obli­gan a gran par­te de ellos a no intro­du­cir estos dis­po­si­ti­vos en muchos luga­res, como lo demues­tra el hecho de que cien­tos de estos dis­po­si­ti­vos explo­ta­ron ayer en ofi­ci­nas, hoga­res y automóviles.

Lo que el enemi­go con­fir­mó en la ope­ra­ción de ayer es que no quie­re res­pe­tar las reglas de enfren­ta­mien­to que impi­den acer­car­se a civi­les o ins­ta­la­cio­nes civi­les, que ya no dis­tin­gui­rá entre un com­ba­tien­te en el fren­te o un par­ti­sano que tra­ba­ja en una ofi­ci­na dis­tan­te, que ya no está intere­sa­do en limi­tar los com­ba­tes al per­so­nal mili­tar. Dice cla­ra­men­te que está har­to de la gue­rra de des­gas­te que la resis­ten­cia le libra y quie­re cam­biar la ecuación.

¿Qué pasa con nosotros?

Hay una dis­cu­sión que tie­ne su pro­pia dimen­sión y que se ha lan­za­do con fuer­za den­tro del seno de la resis­ten­cia, ya sea para cono­cer la ver­dad sobre lo suce­di­do, o en tér­mi­nos de escru­ti­nio de segu­ri­dad del ori­gen de la bre­cha por la que el enemi­go se infil­tró para rea­li­zar este gran ata­que. Es un pro­ce­so que comien­za con cómo el enemi­go obtu­vo infor­ma­ción que le per­mi­tió acce­der al car­ga­men­to de dis­po­si­ti­vos de comu­ni­ca­cio­nes que explo­tó ayer, a tra­vés de las medi­das que se adop­ta­ron para ase­gu­rar su acce­so a manos de los com­ba­tien­tes de la resis­ten­cia, has­ta el final. Méto­do de imple­men­ta­ción y con­teo de pér­di­das y su refle­jo en el fren­te de resistencia.

La ira que se apo­de­ró de la gen­te ayer no se refle­jó en nin­gún movi­mien­to o reac­ción impru­den­te. Dada la mag­ni­tud de lo suce­di­do, y a pesar de la sed de una res­pues­ta amplia y rui­do­sa, la resis­ten­cia no cede­rá a las emo­cio­nes. Pero el enemi­go sabe muy bien que una vez empu­jó a la resis­ten­cia a aban­do­nar el mar­co de las reglas tra­di­cio­na­les de la gue­rra que han esta­do vigen­tes duran­te apro­xi­ma­da­men­te un año, y que nos enfren­ta­mos a una nue­va situación.

Israel está empu­jan­do a la resis­ten­cia a bus­car una res­pues­ta, uti­li­zan­do aque­llo en lo que des­ta­ca y lo que exi­ge del enemi­go: un ejér­ci­to, ins­ti­tu­cio­nes y colo­nos, el pre­cio del crimen.

Duran­te poco menos de un año, el enemi­go esta­ba con­fun­di­do sobre el resul­ta­do de la situa­ción en la fron­te­ra nor­te y tra­ta­ba dia­ria­men­te de limi­tar los daños al Fren­te de Apo­yo Liba­nés. Cuan­do lle­ga al pun­to de deci­dir­se a hacer una locu­ra como la que hizo ayer, está tra­tan­do de hacer­nos enten­der que está muy pre­pa­ra­do para enfren­tar­se a nues­tro fren­te. Todo lo que ha hecho has­ta aho­ra, inclui­da la ope­ra­ción de ayer, con­fir­ma que está hacien­do alar­de de sus múscu­los demos­tran­do su supe­rio­ri­dad téc­ni­ca y de segu­ri­dad y su poten­cia de fue­go, pero toda­vía no ha demos­tra­do estar pre­pa­ra­do para una gue­rra que le gol­pea en el cue­llo, por lo que recu­rre a accio­nes que se supo­ne deben evi­tar ampliar el círcu­lo de fue­go. El enemi­go toda­vía teme dos cosas: la pri­me­ra es el temor de que la Fuer­za Rad­wan lan­ce un ata­que terres­tre con­tra las colo­nias del nor­te o inclu­so más allá y, la segun­da, es que la resis­ten­cia recu­rri­rá al uso de un arse­nal de misi­les de alta cali­dad para bom­bar­dear sus ins­ta­la­cio­nes mili­ta­res o inclu­so estratégicas.

El mie­do a estas dos mate­rias sur­ge de su con­cien­cia de su fal­ta de exce­len­cia en ellas. Por ello, pre­fie­re librar una bata­lla que requie­ra herra­mien­tas de segu­ri­dad avan­za­das y auda­ces, y com­bi­nar­las con accio­nes mili­ta­res muy vio­len­tas, como vio­len­tos bom­bar­deos aéreos sobre luga­res que con­si­de­ra cen­tros o bases de la resis­ten­cia, o lle­var a cabo accio­nes más atre­vi­das. Ope­ra­cio­nes, como ocu­rrió en Siria, cuan­do lle­vó a cabo una ope­ra­ción com­ple­ja, que inclu­yó un bom­bar­deo aéreo y un ate­rri­za­je mili­tar en una ins­ta­la­ción mili­tar sen­si­ble, el bom­bar­deo aéreo con­ti­nuo fue inú­til. Se tra­ta de ope­ra­cio­nes que el enemi­go está con­si­de­ran­do imple­men­tar en el Líbano, y que en años ante­rio­res inten­tó hacer­lo de mane­ra peque­ña y limi­ta­da, pero se abs­tu­vo de repe­tir­las al com­pro­bar que los gru­pos de resis­ten­cia lo espe­ra­ban en más de un punto.

En la prác­ti­ca, Israel está empu­jan­do a la resis­ten­cia a bus­car una res­pues­ta según la regla de sime­tría. Se tra­ta aquí de que la resis­ten­cia recu­rra a uti­li­zar lo que tie­ne de supe­rior, con lo que exi­ge del enemi­go, del ejér­ci­to, de las ins­ti­tu­cio­nes y de los colo­nos, como pre­cio del crimen.

Lo suce­di­do demues­tra la nece­si­dad de razón y cora­je, pero pue­de abrir la puer­ta a algu­na locu­ra, que a veces es útil para des­per­tar los sen­ti­dos de quien ya no tie­ne nin­gún tipo de sentimiento.

Ibrahim Al Amin

18 de sep­tiem­bre de 2024

Fuen­te: https://​www​.al​-akh​bar​.com/​L​e​b​a​n​o​n​/​3​8​7​025

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