[Car­tas des­de lejos] El nue­vo gobierno y el proletariado

Segun­da car­ta1

El nue­vo gobierno y el proletariado

El prin­ci­pal docu­men­to de que dis­pon­go hoy ‑8 (21) de mar­zo- es un núme­ro del 163 del perió­di­coin­glés más con­ser­va­dor y bur­gués, el Times, con una tan­da de noti­cias sobre la revo­lu­ción en Rusia.Está cla­ro que sería difí­cil encon­trar una fuen­te mejor dis­pues­ta ‑para decir­lo con sua­vi­dad- hacia elgo­bierno de Guch­kov y Miliukov.

El corres­pon­sal de este dia­rio infor­ma des­de Peters­bur­go el miér­co­les 1 (14) de mar­zo, cuan­do aúne­xis­tía el pri­mer Gobierno Pro­vi­sio­nal, es decir, el Comi­té Eje­cu­ti­vo de la Duma, com­pues­to por tre­ce­miem­bros, enca­be­za­do por Rod­zian­ko2 y que inclu­ye a dos «socia­lis­tas», como diceel perió­di­co, Kerensky y Chjeídze:

Un gru­po de 22 miem­bros elec­tos de la Cáma­ra Alta (Con­se­jo de Esta­do) ‑inclu­yen­do a Guchkov,Stájovich, el Prín­ci­pe Tru­bets­kói, el pro­fe­sor Vasí­liev, Grimm y Ver­nads­ki- envió ayer unte­le­gra­ma al zar», rogán­do­le que, para sal­var la «dinas­tía», etc., etc., con­vo­ca­se la Duma yde­sig­na­se un jefe de gobierno que goza­ra de la «con­fian­za de la nación». «En el momen­to dedes­pa­char este tele­gra­ma, aún no se sabe ‑dice el corres­pon­sal- qué resol­ve­rá el empe­ra­dor cuan­do­lle­gue hoy; pero una cosa es indu­da­ble. Si su majes­tad no acce­de inme­dia­ta­men­te a los deseos delos ele­men­tos más mode­ra­dos entre sus fie­les súb­di­tos, la influen­cia que hoy ejer­ce el Comi­té­Pro­vi­sio­nal de la Duma Impe­rial pasa­rá ínte­gra­men­te a manos de los socia­lis­tas, que quie­re­nes­ta­ble­cer una repú­bli­ca, pero que son inca­pa­ces de ins­ti­tuir nin­gún tipo de gobierno de orden yque pre­ci­pi­ta­rían inevi­ta­ble­men­te el país en la anar­quía en el inte­rior y el desas­tre en elexterior. 

¡Qué saga­ci­dad polí­ti­ca, y qué cla­ri­dad reve­la esto! ¡Qué bien com­pren­de este inglés que pien­sa­co­mo los Guch­kov y los Mili­ukov (si es que no los diri­ge), la ali­nea­ción de fuer­zas e intere­ses decla­se! «Los ele­men­tos más mode­ra­dos entre sus fie­les súb­di­tos», es decir, los terra­te­nien­tes yca­pi­ta­lis­tas monár­qui­cos desean asir el poder, pues com­pren­den per­fec­ta­men­te que, de no ocu­rrir así,la «influen­cia» pasa­rá a manos de los «socia­lis­tas». ¿Por qué los «socia­lis­tas» y no otro cualquiera?Porque el guch­ko­vis­ta inglés com­pren­de per­fec­ta­men­te que en la are­na polí­ti­ca no hay ni pue­de habe­ro­tra fuer­za social. La revo­lu­ción fue obra del pro­le­ta­ria­do. Éste dio mues­tras de heroís­mo; derra­mó susan­gre: arras­tró tras de sí a las más amplias masas de tra­ba­ja­do­res y de pobres; exi­ge pan, paz yli­ber­tad; exi­ge una repú­bli­ca y sim­pa­ti­za con el socia­lis­mo. Pero un puña­do de terra­te­nien­tes yca­pi­ta­lis­tas, enca­be­za­dos por los Guch­kov y los Mili­ukov, quie­ren bur­lar la volun­tad, o los anhelos,de la inmen­sa mayo­ría de la pobla­ción, y pac­tar con la monar­quía tam­ba­lean­te, apun­ta­lar­la, salvarla:designe a Lvov y Guch­kov su majes­tad y noso­tros esta­re­mos con la monar­quía, con­tra el pue­blo. ¡Éste esel sen­ti­do ínte­gro, la esen­cia de la polí­ti­ca del nue­vo gobierno!

Pero, ¿cómo jus­ti­fi­car el frau­de, el enga­ño al pue­blo, la bur­la de la volun­tad de la inmen­sa­ma­yo­ría de la población?

Calum­nian­do al pue­blo, el vie­jo y eter­na­men­te nue­vo méto­do de la bur­gue­sía. Y el guch­ko­vis­ta inglés­ca­lum­nia, incre­pa, escu­pe y mas­cu­lla: ¡¡«anar­quía en el inte­rior, desas­tre en el exte­rior», ningún«gobierno de orden»!!

¡Esto es men­ti­ra, hono­ra­ble guchkovista!

Los obre­ros quie­ren una repú­bli­ca, y una repú­bli­ca es un gobierno más «de orden» que la monarquía.¿Qué garan­tía tie­ne el pue­blo de que el segun­do Romá­nov no se pro­cu­ra­rá un segun­do Rasputín?

El desas­tre lo pro­vo­ca­rá pre­ci­sa­men­te la con­ti­nua­ción de la gue­rra, es decir, el nue­vo gobier­no­pre­ci­sa­men­te. Sólo una repú­bli­ca pro­le­ta­ria, res­pal­da­da por los obre­ros agrí­co­las y el sec­tor más­po­bre de los cam­pe­si­nos y de los habi­tan­tes de la ciu­dad, pue­de ase­gu­rar la paz, brin­dar pan, orden ylibertad.

Todos los gri­tos sobre la anar­quía no son más que una pan­ta­lla para ocul­tar los mez­qui­nos intere­ses­de los capi­ta­lis­tas, que desean bene­fi­ciar­se con la gue­rra, con los emprés­ti­tos de gue­rra, que desean­res­tau­rar la monar­quía con­tra el pueblo.

Ayer ‑con­ti­núa el corres­pon­sal- el Par­ti­do Social­de­mó­cra­ta lan­zó una pro­cla­ma de un carác­ter enex­tre­mo sedi­cio­so, que se difun­dió por toda la ciu­dad. Ellos (es decir el Par­ti­do Social­de­mó­cra­ta) son­sim­ples doc­tri­na­rios, pero en los tiem­pos que corren pue­den cau­sar un daño inmen­so. Los seño­res­Ke­rensky y Chjeíd­ze, quie­nes com­pren­den que no pue­den espe­rar evi­tar la anar­quía sin el apo­yo de loso­fi­cia­les y los ele­men­tos más mode­ra­dos del pue­blo, deben tener en cuen­ta a sus socios menos­pru­den­tes, e insen­si­ble­men­te son lle­va­dos a asu­mir una acti­tud que com­pli­ca la tarea del Comitéprovisional…

¡Oh, gran diplo­má­ti­co inglés guch­ko­vis­ta! ¡Cuán «impru­den­te­men­te» ha deja­do esca­par usted la verdad

«El Par­ti­do Social­de­mó­cra­ta» y sus «socios menos pru­den­tes», a quie­nes Kerensky y Chjeíd­ze «deben­te­ner en cuen­ta» son, evi­den­te­men­te, el Comi­té Cen­tral, o el Comi­té de Peters­bur­go de nues­tro partido,que fue reno­va­do en la Con­fe­ren­cia de enero de 1912, esos mis­mos «bol­che­vi­ques» a quie­nes la bur­gue­sía­lan­za siem­pre el tér­mino inju­rio­so de «doc­tri­na­rios», debi­do a su fide­li­dad a la «doc­tri­na», es decir,a los fun­da­men­tos, los prin­ci­pios, las ense­ñan­zas, los obje­ti­vos del socia­lis­mo. Está cla­ro que elguch­ko­vis­ta inglés apli­ca los tér­mi­nos inju­rio­sos de sedi­cio­so y doc­tri­na­rio al lla­ma­mien­to3 y al pro­ce­der de nues­tro par­ti­do, queins­ta a luchar por una repú­bli­ca, por la paz, por la total des­truc­ción de la monar­quía zaris­ta, por elpan para el pueblo.

El pan para el pue­blo y la paz: eso es sedi­ción, pero car­te­ras minis­te­ria­les para Guch­kov yMi­liu­kov, eso es «orden». ¡Vie­jos y cono­ci­dos discursos!

¿Cuál es, enton­ces, la tác­ti­ca de Kerensky y de Chjeíd­ze, según el guch­ko­vis­ta inglés?

La vaci­la­ción: por una par­te, el guch­ko­vis­ta los elo­gia: «com­pren­den» (¡exce­len­tes muchachos!¡inteligentes!) que sin el «apo­yo» de los ofi­cia­les del ejér­ci­to y de los ele­men­tos más mode­ra­dos nose pue­de evi­tar la anar­quía (en cam­bio noso­tros siem­pre hemos pen­sa­do, de acuer­do con nues­tra­doc­tri­na, con las ense­ña­zas del socia­lis­mo, que son pre­ci­sa­men­te los capi­ta­lis­tas quie­nes intro­du­cen­la anar­quía y la gue­rra en la socie­dad huma­na, ¡que sólo el paso de todo el poder polí­ti­co alpro­le­ta­ria­do y a los sec­to­res más pobres del pue­blo pue­de librar­nos de la gue­rra, de la anar­quía y delham­bre!) Por otra par­te Kerensky y Chjeíd­ze «deben tener en cuen­ta a sus socios menos pru­den­tes», esde­cir, a los bol­che­vi­ques, al Par­ti­do Obre­ro Social­de­mó­cra­ta de Rusia, reno­va­do y uni­do por el ComitéCentral.

¿Cuál es la fuer­za que obli­ga a Kerensky y Chjeíd­ze a «tener en cuen­ta» al par­ti­do bol­che­vi­que, alque jamás per­te­ne­cie­ron, al que ellos mis­mos o sus repre­sen­tan­tes lite­ra­tos (socia­lis­tas­re­vo­lu­cio­na­rios, socia­lis­tas popu­la­res, los men­che­vi­ques del CO, etc.) siem­pre han injuriado,condenado, denun­cia­do como un círcu­lo clan­des­tino insig­ni­fi­can­te, como una sec­ta de doctrinarios,etc., etc.? ¿Dón­de y cuán­do ha ocu­rri­do que en tiem­pos de revo­lu­ción, en tiem­pos en que la acción dema­sas es lo pre­do­mi­nan­te, polí­ti­cos cuer­dos deban tener en cuen­ta a «doc­tri­na­rios»?

Nues­tro pobre guch­ko­vis­ta inglés se ha hecho un lío, no ha podi­do dar un argu­men­to lógi­co, no hasa­bi­do decir ni una men­ti­ra com­ple­ta ni la ver­dad com­ple­ta: sim­ple­men­te ha mos­tra­do la oreja.

Kerensky y Chjeíd­ze se han vis­to obli­ga­dos a tener en cuen­ta al Par­ti­do Social­de­mó­cra­ta del Comi­té­Cen­tral debi­do a la influen­cia que éste ejer­ce sobre el pro­le­ta­ria­do, sobre las masas. Nues­tro par­ti­does­tu­vo siem­pre liga­do a las masas, al pro­le­ta­ria­do revo­lu­cio­na­rio, a pesar del arres­to y lade­por­ta­ción de nues­tros dipu­tados a Sibe­ria ya en 1914, a pesar de las terri­bles per­se­cu­cio­nes yde­ten­cio­nes de que fue obje­to nues­tro Comi­té de Peters­bur­go por su acti­vi­dad clan­des­ti­na duran­te lague­rra, con­tra la gue­rra y con­tra el zarismo.

«Los hechos son obs­ti­na­dos», reza un dicho inglés. ¡Per­mí­ta­me que se lo recuer­de, mi muy esti­ma­do­guch­ko­vis­ta ingles! Que nues­tro par­ti­do diri­gió a los obre­ros de Peters­bur­go, o por lo menos les­pres­tó una ayu­da abne­ga­da en los gran­des días de la revo­lu­ción, es un hecho que se ha vis­to obli­ga­do are­co­no­cer el «pro­pio» guch­ko­vis­ta inglés. E igual­men­te, se ha vis­to obli­ga­do a reco­no­cer el hecho deque Kerensky y Chjeíd­ze vaci­lan entre la bur­gue­sía y el pro­le­ta­ria­do. Los par­ti­da­rios de Gvóz­diev, los«defensistas», esto es, los social­cho­vi­nis­tas, es decir, los defen­so­res de la gue­rra impe­ria­lis­ta, dera­pi­ña, hoy siguen com­ple­ta­men­te a la bur­gue­sía; Kerensky, al entrar en el gabi­ne­te, es decir, en else­gun­do Gobierno pro­vi­sio­nal, tam­bién se ha pasa­do total­men­te a la bur­gue­sía; Chjeíd­ze no; Chjeíd­ze­con­ti­núa vaci­lan­do entre el Gobierno pro­vi­sio­nal de la bur­gue­sía, los Guch­kov y los Mili­ukov, y el«gobierno pro­vi­sio­nal» del pro­le­ta­ria­do y de las capas más pobres del pue­blo, el soviet de dipu­tado­so­bre­ros y el Par­ti­do Obre­ro Social­de­mó­cra­ta de Rusia uni­do por el Comi­té Central.

La revo­lu­ción ha con­fir­ma­do, por con­si­guien­te, lo que noso­tros afir­má­ba­mos con par­ti­cu­la­rin­sis­ten­cia cuan­do ins­tá­ba­mos a los obre­ros a esta­ble­cer con cla­ri­dad la dife­ren­cia de cla­se entre los­prin­ci­pa­les par­ti­dos y las prin­ci­pa­les ten­den­cias den­tro del movi­mien­to obre­ro y en la peque­ña­bur­gue­sía; ha con­fir­ma­do lo que diji­mos noso­tros, por ejem­plo, en el núm. 47 del Sotsial-Demo­krat deGi­ne­bra hace casi año y medio, el 13 de octu­bre de 1915:

«Segui­mos cre­yen­do que los social­de­mó­cra­tas pue­den acep­tar par­ti­ci­par en un Gobier­no­pro­vi­sio­nal revo­lu­cio­na­rio, jun­to con la peque­ña bur­gue­sía demo­crá­ti­ca, pero no con los­re­vo­lu­cio­na­rios cho­vi­nis­tas. Con­si­de­ra­mos revo­lu­cio­na­rios cho­vi­nis­tas a los que quie­ren ven­cer alza­ris­mo para ven­cer a Ale­ma­nia, para expo­liar a otros paí­ses, para afian­zar la domi­na­ción de los­gran rusos sobre los otros pue­blos de Rusia, etc. La base del cho­vi­nis­mo revo­lu­cio­na­rio es lasi­tua­ción de cla­se de la peque­ña bur­gue­sía. Ésta vaci­la siem­pre entre la bur­gue­sía y elpro­le­ta­ria­do. Aho­ra vaci­la entre el cho­vi­nis­mo (que le impi­de ser con­se­cuen­te­men­te revolucionaria,aun en el sen­ti­do de la revo­lu­ción demo­crá­ti­ca) y el inter­na­cio­na­lis­mo pro­le­ta­rio. Los por­ta­vo­ces­po­lí­ti­cos de esta peque­ña bur­gue­sía en Rusia son actual­men­te los tru­do­vi­ques, los socia­lis­tas­re­vo­lu­cio­na­rios, Nasha Zariá4 (aho­ra Die­lo), el gru­po de Chjeíd­ze, el CO, el señor Ple­já­nov y otros­por el esti­lo. Si los revo­lu­cio­na­rios cho­vi­nis­tas triun­fa­ran en Rusia, esta­ría­mos con­tra lade­fen­sa de su «patria» en la gue­rra actual. Nues­tra con­sig­na es: con­tra los cho­vi­nis­tas, aun­que­sean revo­lu­cio­na­rios y repu­bli­ca­nos; con­tra ellos y por la alian­za del pro­le­ta­ria­do inter­na­cio­nal­con vis­tas a la revo­lu­ción socia­lis­ta»*5

Pero, vol­va­mos al guch­ko­vis­ta inglés.

Com­pren­dien­do el peli­gro que ame­na­za ‑con­ti­núa el guchkovista‑, el Comi­té pro­vi­sio­nal de la DumaIm­pe­rial se ha abs­te­ni­do inten­cio­na­da­men­te de lle­var a cabo su plan ori­gi­nal de dete­ner a los­mi­nis­tros, aun­que podría haber­lo hecho ayer con muy poca difi­cul­tad. Por lo tan­to, la puer­ta haque­da­do abier­ta para nego­cia­cio­nes, gra­cias a lo cual noso­tros («noso­tros» = capi­tal finan­cie­ro eim­pe­ria­lis­mo ingle­ses) podre­mos obte­ner todos los bene­fi­cios del nue­vo régi­men sin pasar por late­rri­ble prue­ba Comu­na y la anar­quía de una gue­rra civil.…

Los par­ti­da­rios de Guch­kov esta­ban de acuer­do con una gue­rra civil con la cual ellos pudie­ran­be­ne­fi­ciar­se, pero están con­tra la gue­rra civil con la cual el pue­blo, es decir, la real mayo­ría delos tra­ba­ja­do­res, pue­de beneficiarse.

… Las rela­cio­nes entre el Comi­té pro­vi­sio­nal de la Duma, que repre­sen­ta a toda la nación ¡decir esto del Comi­té de la IV Duma terra­te­nien­te y capi­ta­lis­ta!) y el Con­se­jo de dipu­tado­so­bre­ros, que repre­sen­ta exclu­si­va­men­te intere­ses de cla­se (éste es el len­gua­je de un diplo­má­ti­co­que ha escu­cha­do pala­bras sabias con un oído y desea ocul­tar el hecho de que el Soviet dedipu­tados obre­ros repre­sen­ta al pro­le­ta­ria­do y a los pobres, es decir los 910 de la población),pero que en una cri­sis como la actual adquie­re enor­me poder, han sus­ci­ta­do no pocos rece­los entre­hom­bres razo­na­bles res­pec­to de la posi­bi­li­dad de un con­flic­to entre unos y otros, cuyos resul­ta­dos­po­drían ser dema­sia­do terribles.
Feliz­men­te, este peli­gro ha sido con­ju­ra­do, al menos por el momen­to (¡obsér­ve­se este «alme­nos»!), gra­cias a la influen­cia de señor Kerensky, joven abo­ga­do con gran­des dotes ora­to­rias que­com­pren­de cla­ra­men­te (¿a dife­ren­cia de Chjeíd­ze, que tam­bién «com­pren­dió», aun­que, por lo visto,con menos cla­ri­dad, según nues­tro guch­ko­vis­ta?) la nece­si­dad de cola­bo­rar con el Comi­té en interés­de sus elec­to­res obre­ros (es decir, para ase­gu­rar­se los votos de los obre­ros, para coque­tear cone­llos). Hoy ‑miér­co­les 1º de mar­zo (14)- se ha con­clui­do un acuer­do satis­fac­to­rio6, por elcual se evi­ta­rá toda fric­ción innecesaria.

Qué acuer­do fue ése, si fue rea­li­za­do con todo el Soviet de dipu­tados obre­ros y en qué términos,eso no lo sabe­mos. Esta vez el guch­ko­vis­ta inglés nada dice sobre este pun­to fun­da­men­tal. ¡Es lógico!¡A la bur­gue­sía no le con­vie­ne que esos tér­mi­nos sean cla­ros y pre­ci­sos, que los conoz­ca todo elmun­do, pues enton­ces le sería más difí­cil violarlos!

Ya había escri­to las líneas ante­rio­res, cuan­do leí dos noti­cias muy impor­tan­tes. En pri­mer lugar,el tex­to del mani­fies­to del Soviet de dipu­tados obre­ros lla­man­do a «apo­yar» al nue­vo gobierno,publicado el 203 en Le Temps7, el perió­di­co pari­sien­se más con­ser­va­dor ybur­gués, y, en segun­do lugar, un extrac­to del dis­cur­so pro­nun­cia­do el 1 (14) de mar­zo por Skobelev[not]Skobelev, Mat­vei Iva­no­vich (1885−1939): men­che­vi­que que fue cuar­to vice­pre­si­den­te del soviet dePe­tro­gra­do y miem­bro del comi­té eje­cu­ti­vo. Fue minis­tro de Tra­ba­jo en el Gobierno Pro­vi­sio­nal entre­ma­yo y sep­tiem­bre de 1917. Se unió al Par­ti­do Comu­nis­ta en 1922.[/note] en la Duma del Estado,reproducido en un perió­di­co de Zurich (el Neue Zür­cher Zei­tung, 1 Mit.-bl., 213) que lo tomó de unpe­rió­di­co ber­li­nés (el National-Zeitung).

El Mani­fies­to del Soviet de dipu­tados obre­ros, si el tex­to no ha sido fal­sea­do por losim­pe­ria­lis­tas fran­ce­ses, es un docu­men­to nota­ble. Mues­tra que el pro­le­ta­ria­do de Peters­bur­go seha­lla­ba, por lo menos cuan­do fue lan­za­do el Mani­fies­to, bajo la influen­cia pre­do­mi­nan­te de los­po­lí­ti­cos peque­ño bur­gue­ses. Recuér­de­se que inclu­yo en esta cate­go­ría de polí­ti­cos, como lo hese­ña­la­do ante­rior­men­te, a gen­te del tipo de Kerensky y de Chjeídze.

En el Mani­fies­to vemos dos ideas polí­ti­cas y dos con­sig­nas que corres­pon­den a ellas.

Pri­me­ro. El Mani­fies­to dice que el gobierno (el nue­vo gobierno) está com­pues­to por «ele­men­tos­mo­de­ra­dos». Extra­ña defi­ni­ción y de nin­gu­na mane­ra com­ple­ta, de carác­ter pura­men­te libe­ral, nomar­xis­ta. Tam­bién yo estoy dis­pues­to a admi­tir que en cier­to sen­ti­do ‑en mi pró­xi­ma car­ta espe­ci­fi­ca­réen qué sen­ti­do pre­ci­sa­men­te- aho­ra, una vez com­ple­ta­da la pri­me­ra eta­pa de la revo­lu­ción, todo­go­bierno debe ser «mode­ra­do». Pero es abso­lu­ta­men­te inad­mi­si­ble ocul­tar a uno mis­mo y al pue­blo quees­te gobierno quie­re con­ti­nuar la gue­rra impe­ria­lis­ta; que es un agen­te del capi­tal inglés; que quie­re­res­tau­rar la monar­quía y for­ta­le­cer la domi­na­ción de los terra­te­nien­tes y capitalistas.

El Mani­fies­to decla­ra que todos los demó­cra­tas deben «apo­yar» al nue­vo gobierno y que el Soviet dedipu­tados obre­ros supli­ca a Kerensky que par­ti­ci­pe en el Gobierno pro­vi­sio­nal y lo auto­ri­za a ello.Las con­di­cio­nes: lle­var a la prác­ti­ca las refor­mas pro­me­ti­das ya duran­te la gue­rra, garan­tías para el«libre desa­rro­llo cul­tu­ral» (¿¿sólo??) de las nacio­na­li­da­des (pro­gra­ma pura­men­te kadete,miserablemente libe­ral), y la crea­ción de un comi­té espe­cial com­pues­to por miem­bros del Soviet dedipu­tados obre­ros y por «mili­ta­res» encar­ga­do de super­vi­sar las acti­vi­da­des del Gobierno provisional.

De este Comi­té super­vi­sor, que entra den­tro de la segun­da cate­go­ría de ideas y consignas,hablaremos espe­cial­men­te más adelante.

La desig­na­ción de un Louis Blanc ruso, Kerensky, y el lla­ma­do a apo­yar al nue­vo gobierno son, sepue­de decir, un ejem­plo clá­si­co de trai­ción a la cau­sa de la revo­lu­ción y a la cau­sa del proletariado,traición que con­de­nó a muer­te a muchas revo­lu­cio­nes del siglo XIX, inde­pen­dien­te­men­te de lo sin­ce­ros ylea­les al socia­lis­mo que hayan sido los diri­gen­tes y los par­ti­da­rios de tal política.

El pro­le­ta­ria­do no pue­de y no debe apo­yar a un gobierno de gue­rra, a un gobierno de restauración.Para com­ba­tir la reac­ción, para recha­zar todas las posi­bles y pro­ba­bles ten­ta­ti­vas de los Romá­nov y desus ami­gos de res­tau­rar la monar­quía y orga­ni­zar un ejér­ci­to con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rio, es nece­sa­rio, noa­po­yar a Guch­kov y Cía., sino orga­ni­zar, engran­de­cer y for­ta­le­cer una mili­cia pro­le­ta­ria, armar alpue­blo bajo la direc­ción de los obre­ros. Sin esta medi­da prin­ci­pal, bási­ca, radi­cal, no se pue­de niha­blar de ofre­cer una resis­ten­cia seria a la res­tau­ra­ción de la monar­quía y a los inten­tos de anu­lar ocer­ce­nar las liber­ta­des pro­me­ti­das, o de mar­char fir­me­men­te por el camino que dará al pue­blo pan, pazy libertad.

Si es cier­to que Chjeíd­ze, que con Kerensky era miem­bro del pri­mer Gobierno pro­vi­sio­nal (Comi­té dela Duma de los tre­ce), se abs­tu­vo de par­ti­ci­par en el segun­do Gobierno pro­vi­sio­nal por con­si­de­ra­cio­nes­de prin­ci­pio como las men­cio­na­das más arri­ba o de un carác­ter simi­lar, eso le hace honor. Hay que­de­cir­lo fran­ca­men­te. Por des­gra­cia, tal inter­pre­ta­ción está en con­tra­dic­ción con los hechos, sobre­to­do con el dis­cur­so de Sko­be­lev, que siem­pre ha esta­do de acuer­do con Chjeídze.

Sko­be­lev dijo, si se pue­de con­fiar en la fuen­te antes men­cio­na­da, que «el gru­po social (¿?evi­den­te­men­te el social­de­mó­cra­ta) y los obre­ros tie­nen un leve con­tac­to (tie­nen poca afi­ni­dad) con losob­je­ti­vos del Gobierno pro­vi­sio­nal»; que los obre­ros recla­man la paz y que, si la gue­rra con­ti­núa, deto­dos modos se pro­du­ci­rá el desas­tre en la pri­ma­ve­ra, que «los obre­ros han con­cer­ta­do con la socie­dad la socie­dad libe­ral) un acuer­do tem­po­ral (eine vor­läuf­ge Waf­fen­freunds­chaft), aun­que sus obje­ti­vos­po­lí­ti­cos están tan dis­tan­tes de los obje­ti­vos de la socie­dad como la tie­rra del cie­lo»; que «los­li­be­ra­les deben renun­ciar a los insen­sa­tos (unsin­ni­ge) obje­ti­vos de la gue­rra», etc., etc.

Este dis­cur­so es un ejem­plo de lo que más arri­ba lla­ma­mos, en el extrac­to del Sotsial-Demokrat,«oscilar» entre la bur­gue­sía y el pro­le­ta­ria­do. Los libe­ra­les, mien­tras sean libe­ra­les, no pueden«renunciar» a los «insen­sa­tos» obje­ti­vos de la gue­rra, que, entre parén­te­sis, no los deter­mi­nan ellos­so­los, sino el capi­tal finan­cie­ro anglo-fran­cés, una poten­cia mun­dial cuya fuer­za se mide encen­te­na­res de miles de millo­nes. La tarea no con­sis­te en «per­sua­dir» a los libe­ra­les, sino expli­car alos obre­ros por qué los libe­ra­les se encuen­tran en un calle­jón sin sali­da, por qué se ven ellos ata­dos­de pies y manos, por qué ocul­tan tan­to los tra­ta­dos con­cer­ta­dos por el zaris­mo con Ingla­te­rra, y otros­paí­ses, como los pac­tos secre­tos entre el capi­tal ruso y el anglo-fran­cés, etc.

Si Sko­be­lev dice que los obre­ros han con­cer­ta­do un acuer­do con la socie­dad libe­ral, no impor­ta dequé tipo, y pues­to que no pro­tes­ta con­tra él, no expli­ca des­de la tri­bu­na de la Duma cuán per­ju­di­cia­les para los obre­ros, quie­re decir, enton­ces, que él aprue­ba ese acuer­do. Y eso es exac­ta­men­te, lo queno debió hacer.

La apro­ba­ción direc­ta o indi­rec­ta de Sko­be­lev, cla­ra­men­te expre­sa­da o táci­ta, del acuer­do del­So­viet de dipu­tados obre­ros con el Gobierno pro­vi­sio­nal, seña­la la osci­la­ción de Sko­be­lev hacia labur­gue­sía. La afir­ma­ción de Sko­be­lev de que los obre­ros recla­man la paz, de que sus obje­ti­vos están­tan dis­tan­tes de los obje­ti­vos de los libe­ra­les como la tie­rra del cie­lo, seña­la la osci­la­ción deS­ko­be­lev hacia el proletariado.

Pura­men­te pro­le­ta­ria, autén­ti­ca­men­te revo­lu­cio­na­ria y pro­fun­da­men­te acer­ta­da por su con­cep­ción esla segun­da idea polí­ti­ca que con­tie­ne el Mani­fies­to del Soviet de dipu­tados obre­ros que esta­mo­ses­tu­dian­do, es decir, la idea de cons­ti­tuir un «Comi­té super­vi­sor» (no sé si es pre­ci­sa­men­te así como­se lla­ma en ruso, yo tra­duz­co libre­men­te del fran­cés), de super­vi­sión del gobierno pro­vi­sio­nal poro­bre­ros y soldados.

¡Eso sí que está bien! ¡Eso sí que es digno de los obre­ros, que han derra­ma­do su san­gre por lali­ber­tad, la paz y pan para el pue­blo! ¡Es un paso real hacia garan­tías reales con­tra el zarismo,contra la monar­quía y con­tra los monár­qui­cos Guch­kov, Lvov y Cía! ¡Es indi­cio de que el pro­le­ta­ria­do­ru­so, a pesar de todo, ha ido más allá que el pro­le­ta­ria­do fran­cés en 1848, cuan­do «dio ple­nos­po­de­res» a Louis Blanc! Es prue­ba de que el ins­tin­to y la razón de las masas pro­le­ta­rias no se dan por­sa­tis­fe­chos con decla­ma­cio­nes, excla­ma­cio­nes, pro­me­sas de refor­mas y de liber­ta­des, con el títu­lo de«ministro facul­ta­do por los obre­ros» y oro­pe­les simi­la­res, sino que bus­can un apo­yo sólo allí don­de­de­ben hallar­lo, en las masas popu­la­res arma­das, orga­ni­za­das y diri­gi­das por el pro­le­ta­ria­do, loso­bre­ros con con­cien­cia de cla­se. Éste es un paso por el buen camino, pero sólo el pri­mer paso.

Si este «Comi­té super­vi­sor» se limi­ta a ser una ins­ti­tu­ción par­la­men­ta­ria de tipo pura­men­te­po­lí­ti­co, un comi­té que «for­mu­la­rá pre­gun­tas» al Gobierno pro­vi­sio­nal y reci­bi­rá res­pues­tas de él,entonces no será más que un jugue­te, no será nada.

Por el con­tra­rio, si se orien­ta inme­dia­ta­men­te y a pesar de todos los obs­tácu­los, a orga­ni­zar una­mi­li­cia obre­ra o una guar­dia obre­ra inter­na, en la que par­ti­ci­pe efec­ti­va­men­te todo el pue­blo, todos­los hom­bres y muje­res, que no sólo rem­pla­ce la poli­cía exter­mi­na­da y dis­per­sa­da, que no sólo hagaim­po­si­ble el res­ta­ble­ci­mien­to de ésta por nin­gún gobierno, monár­qui­co cons­ti­tu­cio­nal o repu­bli­ca­no­de­mo­crá­ti­co, tan­to en Peters­bur­go como en cual­quier otro lugar de Rusia, enton­ces los obre­ro­sa­van­za­dos de Rusia habrán empren­di­do real­men­te el camino hacia nue­vas y gran­des vic­to­rias, el cami­noha­cia la vic­to­ria sobre la gue­rra, hacia la rea­li­za­ción de la con­sig­na que, como infor­man los­pe­rió­di­cos, enga­la­na­ba las ban­de­ras de las tro­pas de caba­lle­ría que des­fi­la­ron en Peters­bur­go, en lapla­za fren­te a la Duma del Estado.

¡Vivan las repú­bli­cas socia­lis­tas de todos los países!

En la car­ta pró­xi­ma expon­dré mis ideas sobre esta mili­cia obrera.

Tra­ta­ré de demos­trar en ella, por una par­te, que la crea­ción de una mili­cia que abar­que a todo elpue­blo, y diri­gi­da por los obre­ros es la jus­ta con­sig­na del momen­to, la que res­pon­de a las tareas­tác­ti­cas del ori­gi­nal perío­do de tran­si­ción que atra­vie­sa la revo­lu­ción rusa (y la revo­lu­ción­mun­dial), y por otra par­te, que, para que sea fruc­tí­fe­ra, esta mili­cia obre­ra debe, en pri­mer lugar,abarcar a todo el pue­blo, debe ser una orga­ni­za­ción de masas has­ta lle­gar a ser uni­ver­sal, debea­bar­car real­men­te a toda la pobla­ción físi­ca­men­te apta de ambos sexos, y, en segun­do lugar, debe­com­bi­nar no sólo fun­cio­nes pura­men­te poli­cia­les, sino todas las de inte­rés para el Esta­do con las­fun­cio­nes mili­ta­res y con el con­trol de la pro­duc­ción social y la distribución.

Zurich, 22 (9) de mar­zo de 1917.

  1. Publi­ca­da por pri­me­ra vez en 1924, en la revis­ta Bolshe­vik núme­ro 3 – 4.
  2. Rod­zian­ko, M. (1859−1924): fue líder del par­ti­do octubrista,partido monár­qui­co de la gran bur­gue­sía liberal.
  3. Lenin deno­mi­na lla­ma­mien­to al «Mani­fies­to del Par­ti­do Obre­ro Social­de­mó­cra­ta de Rusia a todos los­ciu­da­da­nos de Rusia» del CC del POSDR publi­ca­do en el Suple­men­to del núme­ro 1 de Izves­tia del Soviet­de Petro­gra­do del 28 de febre­ro (13 de mar­zo) de 1917.
  4. Nasha Zariá («Nues­tra auro­ra»): revis­ta men­sual publi­ca­da­le­gal­men­te por los men­che­vi­ques liqui­da­do­res; apa­re­ció en Peters­bur­go des­de enero de 1910 aSep­tiem­bre de 1914. Su direc­tor fue A.N. Potré­sov, cola­bo­ra­ron en ella F. I. Dan, C. O. Tse­der­baumy otros. Con el comien­zo de la Pri­me­ra Gue­rra mun­dial la revis­ta se colo­có en una posiciónsocialchovinista. 
  5. Véa­se V.I. Lenin, tomo XXII, «Algu­nas tesis».
  6. Se alu­de ala­cuer­do sobre la for­ma­ción del gobierno pro­vi­sio­nal bur­gués con­cer­ta­do en la noche del 1 al 2 demar­zo (14−15) de 1917 por el Comi­té Pro­vi­sio­nal de la Duma del Esta­do y los diri­gen­tes ese­ris­tas ymen­che­vi­ques del Comi­té Eje­cu­ti­vo del Soviet de dipu­tados obre­ros y sol­da­dos de Petro­gra­do. Lose­se­ris­tas y men­che­vi­ques entre­ga­ron volun­ta­ria­men­te, cedien­do al Comi­té Pro­vi­sio­nal de la Duma delEs­ta­do el dere­cho a for­mar el gobierno pro­vi­sio­nal de acuer­do con su criterio. 
  7. Le Temps: dia­rio con­ser­va­dor publi­ca­do en París des­de 1861 hasta1942. Refle­ja­ba los intere­ses de los círcu­los diri­gen­tes de Fran­cia; vir­tual­men­te era el órga­noo­fi­cial del minis­te­rio de Rela­cio­nes Exteriores.

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *