En Venezuela este domingo 18.000.000 de electores están llamados a ajercer el derecho a voto. Se estima que un 75% del censo electoral acudirá a las urnas, es decir, 12.000.000 de personas. Matemáticamente podemos afirmar con rotundidad que Hugo Chávez conseguira un 60% de los sufragios. La mayoría del proletariado le da su voto de confianza, pues él se ha convertido en su mentor, en el papá lindo que saca cara por sus hijos desvalidos El gobierno bolivariano ha desarrollado una política social sin precedentes en la historia de América Latina y recibirá el espaldarazo de sus incondicionales.
En Venezuela la dictadura burguesa ha prevalecido durante los últimos dos siglos de vida republicana. Los mandamases, patrones y terratenientes, hacían y deshacían a su antojo. La oligarquía usufructuó del poder expoliando a manos llenas las riquezas del país sin que nadie se opusiera a sus designios. Evidentemente los padres de la patria ejercían el poder por mandato divino y nadie podía hacerle sombra. Para solventar cualquier desavenencia contaban con el apoyo irrestricto de las Fuerzas Armadas cuya misión principal consiste en defender los intereses de la clase dominante.
Cuando en el año 98 Hugo Chavez llegó al poder la cosa cambió radicalmente. A partir de ese momento el proletariado se empoderó y asumió el papel que le corresponde en la construcción de la patria nueva. Los mestizos, negros, zambos, mulatos o indígenas por los siglos de los siglos marginados y excluidos recuperaron su conciencia de clase. Aquellos miserables analfabetas cuyo único destino es cargar bultos o limpiar las letrinas son capaces de retar a duelo a los pérfidos oligarcas.
Como olvidar esos siglos de explotación y de humillante esclavitud; primero en la conquista y la colonización española y, tras la independencia, bajo el yugo de los criollos mantuanos. Ahora los pobres, que por lo regular son apáticos y escépticos y piensan que no hay nada que hacer para cambiar su destino, levantan altivos el puño en alto y se lanzan a la conquista de su futuro.
Venezuela hoy es un país políticamente polarizado; por un lado las grandes masas populares apoyan al oficialismo y por el otro la clase media y la burguesía cierra filas en torno al candidato de la oposición Henrique Capriles. Este es el mejor ejemplo de confrontación derivada de la lucha de clases, una lucha en el que no sólo interviene el factor económico sino también el racial. Ya afirmaba Marx que el proletariado tenía que establecerse como clase dominante en una transición hacia una sociedad sin clases. La dictadura de los trabajadores, de los obreros y campesinos tiene por objetivo demoler las estructuras coloniales de una sociedad elitista como la venezolana que se ha distinguido por ser vendepatrias y peones del imperialismo.
Aunque el discurso chavista muchas veces esté impregnado de demagogia tropical eso para nada lo invalida, el carácter extrovertido y sus ínfulas de caudillo bolivariano hacen parte de una puesta en escena teatral no excenta de novelería. Algo que es del agrado de sus devotos. Se puede estar de acuerdo o desacuerdo con sus postulados pero lo cierto es que por primera vez los beneficios de los recursos petroliferos venezolanos se han invertido en las clases menos favorecidas. El socialismo del siglo XXI ha sido alabado hasta por el mismísimo candidato de la oposición Henrique Capriles quien tuvo que aceptar que el chavismo ha logrado erradicar la pobreza endémica que se asolaba a la inmensa mayoría del pueblo venezolano. Salud, educación, cultura y empleo para que la gente sea feliz y recobre la fe en la instituciones.
-Como lo dijera Lenin: «la democracia mentirosa siempre humilló a los más pobres» es la hora, entonces, de despojarse de la herencia del estado burgués y poner en pie un estado obrero y campesino basado en la organización colectiva o comunas. En Venezuela el pueblo se ha colocado en la vanguardia de este proceso revolucionario. Fielmente lo demostró el año 2002 cuando la burguesía reaccionaria quiso dar un golpe de estado contra Hugo Chávez y los parias bajaron de los cerros que rodean Caracas y sitiaron el palacio de Milaflores exigiendo la restitución del glorioso comandante y jefe.
La revolución bolivariana se ha fijado unas metas muy loables entre las que cabe resaltar: la «misión Ribas» «misión Sucre» «misión Robinson» de alfabetización, la misión «Vuelvan Caras» para la formación de cooperativas, la misión Mercal (mercado de alimentos en la comunidad) o abastos que dependen del gobierno y garantizan el acceso a bienes que son de primera necesidad a precios subsidiados. También se han tomado decisiones drásticas como la expropiación y nacionalización de empresas e industrias estratégicas. Sin olvidar el «Plan Masivo para la Construcción de Viviendas Populares», el sector salud no es un privilegio sino que es patrimonio de todos, igual que el acceso a la electricidad y el agua potable. Con la misión «Barrio Adentro» los equipos médicos y de salud actúan con un modelo preventivo creando una red de atención primaria, consultorios y clínicas populares en defensa del sistema de salud pública.
El Partido Socialista Unido de Venezuela elige a sus candidatos convocando elecciones primarias mientras la oposición los nombra a dedo. Esta actitud es muy importante para seguir manteniendo la confianza de sus bases. La nueva constitución aprobada mediante referendum el año 1999 proclama el nacimiento de la V Republica donde la igualdad y la justicia social son sus principales atributos. La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y El Caribe) señaló que actualmente Venezuela tiene la menor desigualdad social de América Latina.
¿Podrá sobrevivir el chavismo sin Chávez? Se ha primado la figura del líder carismático o caudillo redentor y va a ser muy dificil reemplazarlo. He aquí su talón de Aquiles. Chávez en la actual campaña presidencial 2012 ha tenido que ponerse a la defensiva por culpa del cáncer que padece. Al estar fisicamente impedido no le quedó otra alternativa que utilizar los medios de comunicación de masas y dejar a un lado las grandes manifestaciones o concentraciones de campaña. Debe tener fe en que su aura mitólogica obre prodigios.
En Caracas es muy normal ver por los barrios populares carteles dibujados con el rostro del «Comandante» y escuchar a la gente decir «por acá somos todos rojos rojitos» Millones de venezolanos de los estratos más humildes lo adoran pues el «papa lindo» no les abandona ni de noche ni de día. El progreso generado por la administración chavista en estos últimos 14 años ha sido algo espectacular. Como reza la canción de Geraldo Vandré «el pueblo es el que más ordena» y por eso apuestan a ojos cerrados por la continuidad de su gobierno «él me dio lo básico, lo que ningún otro presidente ha hecho. ¿por qué voy a votar por otro?
Es impensable que el pueblo venezolano renuncie a los derechos adquiridos durante el gobierno bolivariano. Se ha refundado Venezuela proclamando una nueva constitución que da prioridad al estado social de derecho y nadie quiere volver al antiguo régimen de explotación y de barbarie. La dictadura capitalista es la peor de las maldiciones pues eleva a los altares a los banqueros y usureros, a la clases más reaccionaria cuya única misión es vampirizar al pueblo hasta extraerle la última gota de sangre.
* Investigador de Colombia
La Haine