Enig­má­ti­co dere­cho a deci­dir- Borro­ka Garaia

Ayer EH Bil­du y EH Bai pre­sen­ta­ron una pro­pues­ta para abrir camino hacia un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te con el obje­ti­vo de imple­men­tar una cons­ti­tu­ción para una futu­ra Repú­bli­ca vas­ca inde­pen­dien­te. Y me da la impre­sión de que si pre­gun­ta­mos a cual­quie­ra que estu­vie­ra en Fico­ba o haya leí­do el docu­men­to, la mayo­ría sería inca­paz de expli­car sin­té­ti­ca y cla­ra­men­te cómo y qué es lo que se pro­po­ne exac­ta­men­te más allá de la nece­si­dad de abrir un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te. A lo que habría que aña­dir que muchos otros tam­po­co sabrían que es exac­ta­men­te un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te y que haría fal­ta un gru­po de vete­ra­nos y exper­tos crip­tó­gra­fos para des­en­tra­ñar los mis­te­rios que encie­rran nume­ro­sas fra­ses del documento.

“Aho­ra, nos dis­po­ne­mos a deci­dir para poder alcan­zar el dere­cho a hacerlo.”

“La capa­ci­dad de deci­sión lle­ga­rá toman­do y eje­cu­tan­do deci­sio­nes, no espe­ran­do a un reco­no­ci­mien­to formal.”

“En pri­mer lugar, los ciu­da­da­nos y ciu­da­da­nas de cada ámbi­to debe­rán dotar­se de la capa­ci­dad para mate­ria­li­zar el Dere­cho a decidir”

“Somos tam­bién cons­cien­tes de que el Dere­cho a deci­dir no se mate­ria­li­zá en un día mágico”

A ver quién es el valien­te de jun­tar las pie­zas del puzz­le enig­má­ti­co del dere­cho a deci­dir. A mi des­de lue­go tras leer deci­cirdere­cho a deci­dir en dife­ren­tes con­tex­tos, en sen­ti­dos con­tra­pues­tos, con sig­ni­fi­ca­dos dife­ren­tes cual como­dín de una par­ti­da de car­tas, mi cere­bro ha deci­di­do empe­zar a echar humo. Así que para inten­tar disi­par­lo y tras haber leí­do un manual de tra­duc­ción de tabli­llas sume­rias, allá voy a inten­tar expli­car en pla­ta lo que creo que se plan­tea en todo el documento;

La hora de la volun­tad popu­lar. Ese es el títu­lo del docu­men­to de 15 pági­nas. En las pri­me­ras cin­co pági­nas sim­ple­men­te se dice que hace fal­ta un esta­do vas­co y un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te para crear­lo. Bien. De la 5 a la 8 se le pone nom­bre a ese pro­ce­so como la vía vas­ca y se expli­ca como el camino que debe­mos acor­dar y reco­rrer entre todas y todos para lograr la capa­ci­dad de deci­dir. Vale. De la 9 a la 10 se dice que el dere­cho a deci­dir es la herra­mien­ta de ese pro­ce­so. Ya se sabe. Bien. De la 10 al 15 se habla final­men­te del pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te que debe ter­mi­nar en una cons­ti­tu­ción vasca.

Y aquí empie­za el popurri.

De entra­da se habla de la nece­si­dad de cons­ti­tuir un poder popu­lar para crear una estruc­tu­ra de esta­do, sigue con la acep­ta­ción de la par­ti­ción terri­to­rial como pun­to de par­ti­da para tres mar­cos dife­ren­cia­dos de avan­ce. Cla­ro que nin­guno de esos mar­cos tie­ne sobe­ra­nía ni capa­ci­dad para deci­dir nada rela­cio­na­do con un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te den­tro de la lega­li­dad espa­ño­la o fran­ce­sa. Por lo tan­to deci­dir y lle­var a cabo algo que no entre en el mar­co legal sería en sí mis­mo ya un pro­ce­so de ruptura.

Para todo ello en cada par­ti­ción terri­to­rial nos debe­mos dotar de la capa­ci­dad de mate­ria­li­zar el dere­cho a deci­dir (que no se sabe cómo ni median­te qué pro­ce­so). Una vez con esa capa­ci­dad, ven­dría la auto­or­ga­ni­za­ción en cada par­ti­ción terri­to­rial. De repen­te apa­re­ce de la nada Udal­bil­tza. Le sigue la deci­sión sobre el mode­lo jurí­di­co-polí­ti­co en las que cada ámbi­to debe­rá pre­ci­sar sus rela­cio­nes inter­nas –con el res­to de terri­to­rios vas­cos– y exter­nas –con los esta­dos. Sin embar­go, la rup­tu­ra se apla­za y el pri­mer obje­ti­vo a con­se­guir que se plan­tea es la uni­dad terri­to­rial de Eus­kal Herria sur a tra­vés de la lega­li­dad espa­ño­la (¿o no?) y del resul­ta­do de las elec­cio­nes en Nafa­rroa Garaia.

Enton­ces apa­re­ce Ipar Eus­kal Herria que habien­do apos­ta­do por la Colec­ti­vi­dad terri­to­rial, a raíz de las pro­pues­tas esbo­za­das por par­te del Esta­do, EHBai ha toma­do la deci­sión de tomar par­te en el deba­te. Por que tiran­do de una de esas pro­po­si­cio­nes podría for­mar­se una estruc­tu­ra espe­cí­fi­ca que reu­nie­se y reco­no­cie­se a Lapur­di, Nafa­rroa Behe­rea y Zube­roa. Le sigue un nue­vo esta­tús polí­ti­co para la CAV en el que no se reco­no­ce­rá nin­gún techo com­pe­ten­cial impues­to por el orde­na­mien­to jurí­di­co del Esta­do. Pero a la mis­ma vez se afir­ma que cada deci­sión de la mayo­ría de la ciu­da­da­nía de Ara­ba, Biz­kaia y Gipuz­koa se con­ver­ti­rá en com­pe­ten­cia a desa­rro­llar por el mar­co jurí­di­co-polí­ti­co de la Comu­ni­dad Autó­no­ma que pre­ci­sa­men­te no lo per­mi­te y por eso es comu­ni­dad autó­no­ma espa­ño­la sino sería otra cosa.

Vaya lío.

Para fina­li­zar el tex­to se habla de que el gran pro­ta­go­nis­ta y prin­ci­pal agen­te del Pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te debe ser la socie­dad vasca.
Este pro­ce­so no pue­de estar en manos exclu­si­va­men­te de la corre­la­ción de fuer­zas que sur­ja en el seno de las fuer­zas polí­ti­cas y las ins­ti­tu­cio­nes.
Pese a que no se haya habla­do mas que direc­ta o indi­rec­ta­men­te de ellas. Para avan­zar, resul­ta nece­sa­rio un poder popu­lar diná­mi­co y crea­dor, así como una socie­dad com­pro­me­ti­da y sobe­ra­na que lle­ve el pro­ce­so has­ta el final. El movi­mien­to popu­lar debe impri­mir­le pul­so, en muchas oca­sio­nes como aci­ca­te para dar pasos, y en otras para arro­par los ya dados. La pre­gun­ta es ¿de quié­nes?. De las ins­ti­tu­cio­nes cla­ra­men­te, colo­cán­do­se en gra­do subor­di­na­do por mucha auto­no­mía que ten­ga. Es decir el movi­mien­to popu­lar y la socie­dad debe pro­mo­ver pasos o arra­par­los pero no dar­los, por lo que se des­ac­ti­va­ría aque­llo del poder popu­lar del principio.

Lo cier­to es que hacía fal­ta ya que los agen­tes vas­cos empe­za­ran a lan­zar pro­pues­tas , aun­que así de entra­da esta de EH Bil­du y EH Bai resul­ta bas­tan­te farra­go­sa, con una exce­si­va depen­den­cia ins­ti­tu­cio­nal y difí­cil de coger. Y que de no con­cre­tar­se mas y de no dar la impor­tan­cia que se mere­ce al poder popu­lar podría sig­ni­fi­car que la apli­ca­ción de la vía vas­ca no ten­dría nin­gu­na dife­ren­cia con lo vis­to has­ta aho­ra de elec­cio­nes, institucionalismo,respeto y adap­ta­ción a la legalidad.

No ayu­da tam­po­co que haya sido EH Bil­du y EH Bai los que lan­cen una pro­pues­ta que pue­de ser enten­di­da como par­ti­dis­ta en vez de haber bus­ca­do algún meca­nis­mo pre­vio de deba­te entre dife­ren­tes agen­tes. Que pue­de que hubie­ra sido el mejor sitio por don­de empe­zar para abrir pre­ci­sa­men­te el deba­te a la socie­dad sin siglas.

En cual­quier caso si EH Bil­du y EH Bai como afir­man real­men­te dan por abier­to y no cerra­do el deba­te y cum­plen esa pro­me­sa, ponen las ins­ti­tu­cio­nes al ser­vi­cio de ese pro­ce­so, y no el pro­ce­so al ser­vi­cio de las ins­ti­tu­cio­nes como se des­pren­de de par­tes del tex­to, real­men­te la socie­dad es la pro­ta­go­nis­ta y no los pac­tos elec­to­ra­les ni las depen­den­cias hacia par­ti­dos, pues las defi­cien­cias que pue­dan exis­tir, las con­tra­dic­cio­nes de la pro­pues­ta y la fal­ta de con­crec­ción jun­to a los exce­si­vos luga­res comu­nes y retó­ri­cas varia­das podrán ser supe­ra­das por el pue­blo tra­ba­ja­dor vas­co, que es el úni­co que podrá tirar esto hacia ade­lan­te unilateralmente.

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