El BRICS es un desa­fío para Occi­den­te, dice direc­tor de Ins­ti­tu­to ruso de Amé­ri­ca Latina

Vla­dí­mir Davý­dov, direc­tor del Ins­ti­tu­to Ruso de Amé­ri­ca Lati­na, dijo que la huma­ni­dad es tes­ti­go “del naci­mien­to de una orga­ni­za­ción nue­va” en alu­sión al blo­que BRICS, al que con­si­de­ra “un desa­fío muy serio a Occidente”.

“El con­jun­to de Occi­den­te des­de hace mucho tiem­po se da cuen­ta de que el blo­que BRICS [for­ma­do por Bra­sil, Rusia, la India, Chi­na y Sudá­fri­ca] cons­ti­tu­ye un desa­fío a su sis­te­ma de seño­río feudal.

“No se tra­ta de un país o dos. Es casi medio mun­do: más del 43 por cien­to de la pobla­ción de la Tie­rra y más del 20 por cien­to del PIB glo­bal“, sub­ra­ya Davý­dov en una entre­vis­ta al por­tal Oko Planety.

Des­de su pun­to de vis­ta, el BRICS tie­ne un poten­cial sufi­cien­te para rom­per el lla­ma­do sis­te­ma de Bret­ton Woods, que se esta­ble­ció tras la con­fe­ren­cia mone­ta­ria de la ONU de 1944 y la deci­sión de crear el Ban­co Mun­dial y el Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal, usan­do el dólar como divi­sa de refe­ren­cia inter­na­cio­nal.

En estos momen­tos los paí­ses occi­den­ta­les están muy preo­cu­pa­dos con la pers­pec­ti­va de ceder sus posi­cio­nes, destaca.

“Siem­pre ‘el paque­te de con­trol de las accio­nes’ esta­ba en manos de Occi­den­te, sobre todo, de EE.UU. Pero el mun­do ha cam­bia­do. Las par­tes del PIB mun­dial son com­ple­ta­men­te dife­ren­tes. Es decir que, por moti­vos de equi­dad que la prác­ti­ca comer­cial no sue­le tener en cuen­ta, des­de hace tiem­po se ges­ta la redis­tri­bu­ción de las votos y la influen­cia den­tro de estas orga­ni­za­cio­nes”, expli­ca Davýdov.

Lo cier­to es que últi­ma­men­te se ha hecho evi­den­te que el núme­ro de cor­po­ra­cio­nes de los paí­ses del blo­que BRICS en los lis­ta­dos de las indus­trias finan­cie­ras más impor­tan­tes del mun­do ha cre­ci­do, mien­tras que la repre­sen­ta­ción occi­den­tal ha dis­mi­nui­do. El blo­que empe­zó a pene­trar en las estruc­tu­ras que regu­lan la eco­no­mía mun­dial no solo a nivel de esta­dos sino tam­bién a nivel empresarial.

Esto ha sido reci­bi­do como otra ame­na­za más, des­ta­ca el ana­lis­ta. El BRICS “es una alter­na­ti­va muy seria a Occi­den­te”: nece­si­ta­rá entre 5 y 7 años para “madu­rar” su poten­cial y empe­zar a plan­tear misio­nes revo­lu­cio­na­rias de lar­go pla­zo, con­clu­ye Davýdov.

(Con infor­ma­ción de Rus­sia Today)

brics1

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