Rosa Luxem­bur­go y el Espar­ta­quis­mo, a 96 años de su ase­si­na­to- Pedro Eche­ve­rría V.

Para mi ami­go Mario Rive­ra Ortiz, mili­tan­te, izquier­dis­ta por más de 60 años y ex pre­so político 

1. He reci­bi­do del siem­pre aten­to Jor­ge Elsur, de Red Lati­na Sin Fron­te­ras, la pelí­cu­la com­ple­ta acer­ca de la vida de Rosa Luxem­bur­go; la he vis­to de inme­dia­to y me pare­ció un docu­men­tal polí­ti­co bási­co. Hace 96 años fue­ron ase­si­na­dos Rosa Luxem­bur­go (RL) y Karl Liebk­necht, diri­gen­tes del Par­ti­do Espar­ta­quis­ta en medio de un gran esta­lli­do revo­lu­cio­na­rio. Rosa y Karl mili­ta­ron acti­va­men­te en el Par­ti­do Social­de­mó­cra­ta de Ale­ma­nia (SPD) has­ta que en 1914 se opu­sie­ron radi­cal­men­te a la par­ti­ci­pa­ción de la social­de­mo­cra­cia en la I Gue­rra Mun­dial, por con­si­de­rar­la un “enfren­ta­mien­to entre impe­ria­lis­tas”. Inte­gró enton­ces el gru­po inter­na­cio­nal que en 1916 se con­vir­tió en Liga Espar­ta­quis­ta, gru­po mar­xis­ta que sería el ori­gen del Par­ti­do Comu­nis­ta de Ale­ma­nia (KPD). Antes de ser ase­si­na­dos, al fina­li­zar la gue­rra fun­da­ron el perió­di­co La Ban­de­ra Roja.

2. El pasa­do 5 de enero se con­me­mo­ró el 96 ani­ver­sa­rio del ase­si­na­to de la mili­tan­te y acti­vis­ta polaca/​alemana, Rosa Luxem­bur­go. Su popu­la­ri­dad no lle­gó al nivel de Marx, Lenin, Trots­ki Sta­lin o Mao, pero su pre­sen­cia en Euro­pa y en Rusia fue muy impor­tan­te, sobre todo en los deba­tes con­tra el opor­tu­nis­mo de la II inter­na­cio­nal, el cen­tra­lis­mo a ultran­za de Lenin, la trai­ción del Par­ti­do Social­de­mó­cra­ta Ale­mán (SPD) y la fun­da­ción del Par­ti­do Espar­ta­quis­ta. Nació en el año 1871 en Rusia, ini­ció su acti­vis­mo polí­ti­co en Var­so­via, emi­gró a Zurich don­de estu­dió cien­cias natu­ra­les y se doc­to­ró en eco­no­mía polí­ti­ca con la tesis: El desa­rro­llo indus­trial de Polo­nia (1898). Se hizo ale­ma­na median­te el matri­mo­nio con un obre­ro ale­mán. Se afi­lió al SPD ale­mán, y más tar­de vol­vió a Var­so­via para par­ti­ci­par en la Revo­lu­ción Rusa de 1905, don­de fue dete­ni­da. Tras ser libe­ra­da impar­tió cla­ses de eco­no­mía polí­ti­ca y escri­bió su volu­mi­no­so libro La acu­mu­la­ción del capi­tal.

3. En el trans­cur­so de la I Gue­rra Mun­dial, RL y Karl Liebk­necht enca­be­za­ron la corrien­te más radi­ca­li­za­da y obre­ra del SPD, opues­ta al sec­tor mode­ra­do que apo­yó los cré­di­tos de gue­rra pro­pues­tos por el Gobierno ale­mán. Com­ba­tió RL el revi­sio­nis­mo de Berns­tein, en su obra Refor­ma o revo­lu­ción. Su radi­cal opo­si­ción a la entra­da de Ale­ma­nia a la gue­rra le lle­vó a ser encar­ce­la­da, y en pri­sión escri­bió su obra fun­da­men­tal, La cri­sis de la social­de­mo­cra­cia. A par­tir de 1916, Rosa Luxem­bur­go se encua­dró en la corrien­te Spa­ta­kus, jun­to con otros orto­do­xos como Liebk­necht, Mehe­ring, Zet­kin. Las cada vez mayo­res dife­ren­cias que man­te­nían con la direc­ción, fun­da­men­tal­men­te por la polé­mi­ca mili­ta­ris­ta, aca­ba­ron abo­can­do a un amplio sec­tor del Par­ti­do (cer­ca de un 30% de la orga­ni­za­ción) a escin­dir­se en abril de 1917 en el Par­ti­do Social­de­mó­cra­ta Ale­mán Inde­pen­dien­te (USPD), en el que se inte­gró el espartaquismo.

4. RL plan­teó que el movi­mien­to obre­ro no podía renun­ciar al fin revo­lu­cio­na­rio de aca­bar con el sis­te­ma capi­ta­lis­ta y sus­ti­tuir­lo radi­cal­men­te por un orden neta­men­te socia­lis­ta. La tác­ti­ca de luchar por refor­mas sólo tenía sen­ti­do como una estra­te­gia para lle­gar a la revo­lu­ción. En este pun­to dife­ría radi­cal­men­te de Berns­tein, quien decía que la izquier­da debía acep­tar la capa­ci­dad de adap­ta­ción del capi­ta­lis­mo, asu­mir que éste no iba a derrum­bar­se como con­se­cuen­cia de sus pro­pias con­tra­dic­cio­nes y actuar en con­se­cuen­cia, es decir, apos­tar por la vía refor­mis­ta y des­car­tar defi­ni­ti­va­men­te la opción revo­lu­cio­na­ria. Mien­tras para Berns­tein el fin era cada vez más inve­ro­sí­mil y lo impor­tan­te era el medio, para Rosa los medios (la estra­te­gia de con­quis­tas socia­les encua­dra­das en el sis­te­ma capi­ta­lis­ta) sólo tenían sen­ti­do como par­te de un plan más amplio que ten­día hacia la revo­lu­ción socialista.

5. El espar­ta­quis­mo ale­mán rei­vin­di­có a Espar­ta­co, el escla­vo, gue­rre­ro y estra­te­ga que lle­gó a reu­nir un ejér­ci­to de 5 mil lucha­do­res con­tra la escla­vi­tud. Aquel que, en los años 70 antes de nues­tra era, puso en jaque al impe­rio romano bus­can­do aca­bar con la escla­vi­tud y, aun­que no lo logró, dio ini­cio a esa gran bata­lla. En Méxi­co el espar­ta­quis­mo vivió unos 20 años (1957/​1977), des­de las luchas ideo­ló­gi­cas al inte­rior del Par­ti­do Comu­nis­ta Mexi­cano y lue­go el Par­ti­do Obre­ro Cam­pe­sino, enca­be­za­das por la «célu­la Car­los Marx», has­ta la apa­ri­ción de la revis­ta Auto­ges­tión, de abier­ta ten­den­cia radi­ca­li­za­da y liber­ta­ria, el mis­mo año en que Reyes Hero­les lan­zó la lla­ma­da Refor­ma Polí­ti­ca que abrió el regis­tro de par­ti­dos de izquier­da ofre­cien­do sub­si­dios y dipu­tacio­nes de par­ti­do. El espar­ta­quis­mo, en sus pri­me­ros años, rei­vin­di­có el «marxismo/​leninismo» fren­te a sus «defor­ma­do­res» del PCM, el POC y el PPS.

6. Ingre­sé al espar­ta­quis­mo des­pués de estar en la «juven­tud comu­nis­ta» los pri­me­ros años de la déca­da de los sesen­ta. Fue el defe­ño Víc­tor Gar­cía Mota quien, median­te mil argu­men­tos, me demos­tró que el PCM sólo era un par­ti­do anti­im­pe­ria­lis­ta por­que en Méxi­co esta­ba alia­do a un sec­tor de la bur­gue­sía; él me con­ven­ció que el tra­ba­jo polí­ti­co que yo hacía en Yuca­tán era infruc­tuo­so y que debe­ría vivir en la Ciu­dad de Méxi­co. Pro­mo­vió en el DF mi ingre­so en 1965 a una escue­la de cua­dros, mis­ma que me abrió el camino para asis­tir a círcu­los de estu­dios mar­xis­tas en 1966 en las casas de Enri­que Gon­zá­lez Rojo, José Revuel­tas y Jai­me Labas­ti­da. Allí cono­cí las revis­tas «Espar­ta­co», «Revo­lu­ción», «Pers­pec­ti­va revo­lu­cio­na­ria»; ana­li­za­mos libros de Marx y de mar­xis­tas con­tem­po­rá­neos, entre ellos a Mar­cu­se y Althus­ser. Gon­zá­lez impar­tía cur­sos de filo­so­fía en la UNAM (a los que asis­tía) y Revuel­tas tra­ba­ja­ba en el edi­fi­cio de la SEP, con Mau­ri­cio Mag­da­leno, en la secre­ta­ría de Cultura.

7. El libro más cono­ci­do del espar­ta­quis­mo y que se hizo his­tó­ri­co, fue escri­to por Revuel­tas: «El pro­le­ta­ria­do sin cabe­za», en el que se demos­tra­ba que la cla­se obre­ra mexi­ca­na no había con­ta­do nun­ca con un par­ti­do que la enca­be­za­ra por­que los par­ti­dos que se pro­cla­ma­ban como sus «van­guar­dias» la trai­cio­na­ban. En 1961, a raíz del ascen­so de los jru­che­via­nos Ver­du­go y Terra­zas a la direc­ción del PCM (des­pués de derro­car al sta­li­nis­ta Dio­ni­sio Enci­nas, que los acau­di­lló duran­te 20 años), el comi­té del DF enca­be­za­do por Gui­ller­mo Rous­set, creó otra ala del espar­ta­quis­mo des­pués de salir­se del PCM. En los hechos los par­ti­dos de izquier­da, los media­nos y peque­ños, cen­tra­ban su acti­vi­dad polí­ti­ca en los aná­li­sis mar­xis­tas y muchos no salían del tra­ba­jo polí­ti­co entre estu­dian­tes de la UNAM. De la UNAM salió la mayo­ría de los acti­vis­tas que tra­ba­jó den­tro del movi­mien­to obre­ro y cam­pe­sino, así como en el gran movi­mien­to médi­co de 1965 y estu­dian­til de 1968.

8. A raíz de la agu­di­za­ción de la polé­mi­ca chino/​soviética, en julio de1963 fue publi­ca­do un folle­to de 90 pági­nas: «¿Así se for­ma la cabe­za del pro­le­ta­ria­do?». En él vie­nen tra­ba­jos sobre la lucha inter­na entre frac­cio­nes enca­be­za­das por dos pare­jas: José Revuel­tas y Eduar­do Lizal­de defen­dien­do al PCUS y la liber­tad para publi­car en la pren­sa comer­cial; así como Gon­zá­lez Rojo y Jai­me Labas­ti­da a favor de los chi­nos, com­ba­tien­do el libe­ra­lis­mo y defen­dien­do el cen­tra­lis­mo demo­crá­ti­co. La reali­dad es que en aque­llos años esa polé­mi­ca entre los gran­des par­ti­dos comu­nis­tas de Rusia y Chi­na tuvo un gran peso en la polí­ti­ca mun­dial. La gue­rra de libe­ra­ción de Viet­nam depen­día del apo­yo que pudie­ran pro­por­cio­nar los lla­ma­dos paí­ses socia­lis­tas con­tra la inva­sión yan­qui a aquel pue­blo. En esa polé­mi­ca no solo par­ti­ci­pa­ban los par­ti­dos comu­nis­tas del mun­do, sino que tam­bién inte­lec­tua­les como Sas­tre, Bet­telheim, Rosan­da, Aron, Russel.

9. En 10 años (1966÷1976) los espar­ta­quis­tas mexi­ca­nos, en sus dos corrien­tes, Liga Comu­nis­ta Espar­ta­co y Par­ti­do Mexi­cano del Pro­le­ta­ria­do, jun­to a otras orga­ni­za­cio­nes trots­kis­tas, maoís­tas y gue­va­ris­tas, rea­li­za­mos un tra­ba­jo polí­ti­co que se desa­rro­lló en fábri­cas y sin­di­ca­tos, pero tam­bién entre estu­dian­tes y pro­fe­sio­nis­tas de la UNAM. El movi­mien­to estu­dian­til de 1968, la lucha del sin­di­ca­to elec­tri­cis­ta (enca­be­za­do por Gal­ván) por la titu­la­ri­dad del con­tra­to, muchos apo­yos a huel­gas obre­ras y la lucha con­tra la repre­sión des­ata­da por el gobierno en la gue­rra sucia, fue­ron bata­llas en las que estu­vo pre­sen­te el espar­ta­quis­mo. En 1977, con el regis­tro y la lega­li­za­ción de los par­ti­dos que los lle­vó a la bús­que­da de sub­si­dios millo­na­rios, car­gos legis­la­ti­vos y espa­cios de los medios de infor­ma­ción, auna­do a la inva­sión de Che­cos­lo­va­quia por la URSS en 1968 y lo suce­di­do en Viet­nam des­pués de la gue­rra, des­apa­re­ció el espar­ta­quis­mo en México.

10. La LCE sufrió un duro gol­pe en 1968 y prin­ci­pios de los seten­ta y el PMP des­pués de 1977 tomó el camino de la auto­ges­tión, muy cer­cano al anar­quis­mo. En aque­llos años, mien­tras los trots­kis­tas en sus dife­ren­tes corrien­tes publi­ca­ban los muy bue­nos perió­di­cos La Inter­na­cio­nal, Ban­de­ra Roja, El Socia­lis­ta, Cla­ve, Rojo, Ban­de­ra Roja y Ban­de­ra Socia­lis­ta y la LOM publi­ca­ba Voz Obre­ra, los maoís­tas publi­ca­ban dece­nas de perió­di­cos en fábri­cas y pobla­cio­nes. El PCM cir­cu­la­ba su revis­ta Opo­si­ción y un perió­di­co lla­ma­do Libe­ra­ción. Entre los estu­dian­tes se publi­có la revis­ta Pers­pec­ti­va, mien­tras noso­tros publi­ca­mos la revis­ta Acción pro­le­ta­ria de 1970 a diciem­bre de 1975 y duran­te los años 1976 y 1977 la revis­ta Auto­ges­tión. Des­pués de aque­llos años el espar­ta­quis­mo sólo fue his­to­ria, aun­que Rosa Luxem­bur­go sigue pre­sen­te con sus polé­mi­cas con­tra el refor­mis­mo de la social­de­mo­cra­cia y plan­tean­do fren­te al cen­tra­lis­mo de Lenin, un par­ti­do de masas.

11. Yo enten­dí siem­pre des­de 1966 que éra­mos espar­ta­quis­tas de una de las dos corrien­tes (la de Gui­ller­mo Rous­set) que fun­cio­na­ron en Méxi­co por­que, como Rosa Luxem­bur­go y sus cama­ra­das, nos había­mos ale­ja­do del Par­ti­do Comu­nis­ta Mexi­cano dado que era un par­ti­do social­de­mó­cra­ta muy entre­ga­do, pri­me­ro a la línea sta­li­nis­ta y lue­go a jrus­cho­via­na, así como la mayo­ría de noso­tros en el deba­te ideo­ló­gi­co chino-sovié­ti­co, apo­yá­ba­mos la línea de Mao que con­de­na­ba el cola­bo­ra­cio­nis­mo de la URSS y EEUU. Des­pués de ver la pelí­cu­la y refle­xio­nar sobre ella, encuen­tro que Rosa tuvo muchas más vir­tu­des revo­lu­cio­na­rias radi­ca­les que la lle­vó a pri­sión en nue­ve oca­sio­nes y ter­mi­nó su vida sien­do ase­si­na­da con la mayor bes­tia­li­dad por el Par­ti­do Social­de­mó­cra­ta de Ale­ma­nia enca­be­za­do por Frie­drich Ebert.

Blog del autor: http://​pedroe​che​ve​rriav​.word​press​.com

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