Viet­nam derro­tó al impe­ria­lis­mo hace 40 años

La libe­ra­ción de Sai­gon (hoy Ciu­dad Ho Chi Minh) el 30 de abril de 1975 dio el toque final de la pro­lon­ga­da lucha lle­na de sacri­fi­cios y haza­ñas glo­rio­sas del pue­blo viet­na­mi­ta por la reuni­fi­ca­ción nacio­nal.

En oca­sión del 40 ani­ver­sa­rio de la his­tó­ri­ca efe­mé­ri­de, la Agen­cia Viet­na­mi­ta de Noti­cias (VNA) ofre­ce a con­ti­nua­ción un bre­ve resu­men de las cam­pa­ñas más impor­tan­tes desa­rro­lla­das por las fuer­zas patrió­ti­cas del 4 de mar­zo al 30 de abril de 1975.

La cam­pa­ña estra­té­gi­ca de Tay Ngu­yen (Alti­pla­ni­cie Occi­den­tal) del 4 de mar­zo al 3 de abril de 1975, con asal­to al pun­to cla­ve de Buon Ma Thuot, cabe­ce­ra de la pro­vin­cia alti­pla­na de Dak Lak, ini­ció la Ofen­si­va Gene­ral y levan­ta­mien­tos popu­la­res de la Pri­ma­ve­ra de 1975.

En julio de 1954, bajo la orien­ta­ción del enton­ces secre­ta­rio gene­ral del Par­ti­do Comu­nis­ta de Viet­nam (PCV), Le Duan, el Esta­do Mayor Gene­ral del Ejér­ci­to Popu­lar de Viet­nam comen­zó la ela­bo­ra­ción del plan estra­té­gi­co de libe­ra­ción del Sur.

En los meses de octu­bre y diciem­bre, los miem­bros del Buró Polí­ti­co (BP) y la Comi­sión Mili­tar Cen­tral del PCV cele­bra­ron dos reunio­nes, duran­te las cua­les rati­fi­ca­ron su deter­mi­na­ción y apro­ba­ron la estrategia.

La deci­sión toma­da por el par­ti­do es libe­rar el Sur en dos años, el 1975 y 1976. Cons­ti­tu­ye­ron las prin­ci­pa­les metas en ese perío­do, con­so­li­dar las fuer­zas arma­das y lle­var a cabo suce­si­vos ata­ques y suble­va­ción popu­lar a fin de debi­li­tar al enemi­go y crear con­di­cio­nes favo­ra­bles para la gran ofen­si­va y levan­ta­mien­to gene­ral en 1976.

A ini­cios de 1975, basa­dos en sus esti­ma­cio­nes, el pode­río de las fuer­zas enemi­gas y de sí mis­mo, el BP tomó la deci­sión de lan­zar una ofen­si­va gene­ral para libe­rar total­men­te el Sur del país y derro­tar a los inva­so­res estadounidenses.

Con el fin de rea­li­zar con éxi­to el plan, se creó una posi­ción coor­di­na­da en todo el cam­po de bata­lla, estre­chan­do el cer­co en torno a Sai­gon y los muni­ci­pios de los alre­de­do­res, e impul­san­do la lucha en las tres regio­nes estra­té­gi­cas del terri­to­rio sureño.

a pri­me­ra cues­tión es selec­cio­nar un cam­po de bata­lla para comen­zar el des­plie­gue del plan estratégico.

Basa­do en un estu­dio inte­gral, el Buró Polí­ti­co y la Comi­sión Mili­tar Cen­tral del PCV deter­mi­na­ron que la Alti­pla­ni­cie Occi­den­tal cons­ti­tu­ye el esce­na­rio inex­pug­na­ble por su posi­ción geo­grá­fi­ca, y es don­de la fuer­za de defen­sa del enemi­go se mues­tra más débil com­pa­ra­do con los demás cam­pos de bata­lla a lo lar­go de la región de la lla­nu­ra cen­tral y el sureste.

Por otro lado, Tay Ngu­yen es para las fuer­zas revo­lu­cio­na­rias el lugar don­de pue­de movi­li­zar las fuer­zas diver­sas para for­mar un gran puño y rea­li­zar una ope­ra­ción apro­ve­chan­do los bos­ques para man­te­ner sus accio­nes en secre­to, garan­ti­zan­do la sor­pre­sa de los ata­ques a los enemi­gos. Com­pren­dien­do que la vic­to­ria en ese cam­po crea­rá un tram­po­lín para avan­zar en la zona del­tai­ca cen­tral y divi­dir así las fuer­zas enemi­gas. Los diri­gen­tes del PCV deci­die­ron ele­gir Buon Ma Thuot como el pun­to álgi­do para la arremetida.

La direc­ción nacio­nal desig­nó el 5 de febre­ro de 1975 al gene­ral de divi­sión Hoang Minh Thao jefe de la Coman­dan­cia de la Cam­pa­ña Tay Nguyen.

A las 2:30 de la madru­ga­da del 10 de mar­zo de 1975, el regi­mien­to de misión espe­cial núme­ro 198, for­ti­fi­ca­do con otras uni­da­des con armas B72 y DKZ, aco­me­tió el aero­puer­to de Buon Ma Thuot (cono­ci­do como aeró­dro­mo Hoa Binh).

Ho Chi Minh, for­ja­dor de la vic­to­ria, des­gra­cia­da­men­te murió antes de la misma.

Tras 30 horas de lucha con­se­cu­ti­vas, a las 11:00 del día siguien­te, Buon Ma Thuot fue libra­do total­men­te. Se tra­tó de una ofen­si­va de sig­ni­fi­ca­do estra­té­gi­co que mar­có el derrum­bo por “efec­to de domi­nó” de las tro­pas esta­dou­ni­den­ses. Según Le Duan, la haza­ña Buon Ma Thuot, dejó una gran hue­lla la his­to­ria viet­na­mi­ta como una epo­pe­ya que dio ini­cio a la Ofen­si­va gene­ral de la Primavera.

Con este triun­fo, el BP deci­dió el 18 de mar­zo de 1975 ade­lan­tar su plan de libe­rar el Sur en el mis­mo año.

La cam­pa­ña Tay Ngu­yen cul­mi­nó el 3 de abril, bajo la estre­cha coope­ra­ción entre las fuer­zas arma­das y los pobla­do­res y etnias mino­ri­ta­rias en la Alti­pla­ni­cie Occi­den­tal. Todas las pro­vin­cias alti­pla­nas y la región cen­tro­su­re­ña que­da­ron liberadas.

Según espe­cia­lis­tas, el ata­que a Buon Ma Thuot demos­tró el sabio lide­raz­go del PCV en todos los aspec­tos, des­de la selec­ción del cam­po de bata­lla, al momen­to para des­en­ca­de­nar la aco­me­ti­da y el pun­to cla­ve para el ata­que, has­ta el apro­ve­cha­mien­to de opor­tu­ni­da­des para empren­der y desa­rro­llar la operación.

La cam­pa­ña Tay Ngu­yen mar­có un cam­bio cru­cial en la estra­te­gia, crean­do con­di­cio­nes pro­pi­cias para que el ejér­ci­to nor­viet­na­mi­ta enca­mi­na­ra con un año de ante­la­ción la libe­ra­ción total del Sur. La vic­to­ria es fru­to de los 30 años pro­lon­ga­dos en la for­ma­ción de con­tin­gen­te y lucha ardua del pue­blo viet­na­mi­ta y las mino­rías de la Alti­pla­ni­cie Occi­den­tal. Hoang Minh Thao enfa­ti­zó que el éxi­to de esa cam­pa­ña creó nue­vas fuer­zas para el Ejér­ci­to nor­viet­na­mi­ta y apo­yó en gran medi­da al espí­ri­tu com­ba­ti­vo del pueblo.

En la lucha arma­da por la reuni­fi­ca­ción de Viet­nam, resul­tó estra­té­gi­ca la con­tri­bu­ción de las tro­pas espe­cia­les del Ejér­ci­to Popu­lar, con muchas de sus haza­ñas reve­la­das hace poco. Fun­da­das por orien­ta­ción del Pre­si­den­te Ho Chi Minh, esas uni­da­des eli­tes cre­cie­ron en el seno de la lucha liber­ta­do­ra con­tra los inva­so­res esta­dou­ni­den­ses y dis­pu­sie­ron de fuer­zas acuá­ti­cas, terres­tres y urba­nas. Su poten­cia no resi­dió en sofis­ti­ca­das armas sino en la expe­rien­cia acu­mu­la­da de las his­tó­ri­cas gue­rras de defen­sa nacio­nal, una pacien­cia ejem­plar, una rara capa­ci­dad de resis­ten­cia cor­po­ral y, sobre todo, una férrea voluntad.

Con esas cua­li­da­des, los com­ba­tien­tes de “cabe­za des­cu­bier­ta y pie des­cal­zo” se con­vir­tie­ron en una pesa­di­lla para los inva­so­res extran­je­ros al cum­plir misio­nes casi impo­si­bles. Para dar un ejem­plo, el coro­nel Do Van Ninh, ex-vice­co­man­dan­te y jefe del Esta­do Mayor de la Fuer­za Espe­cial, citó la des­truc­ción en mar­zo de 1975 del alma­cén de armas del aero­puer­to de Bien Hoa, don­de se encon­tra­ba la mayor reser­va de explo­si­vos esta­dou­ni­den­ses. Explo­ra­do­res del bata­llón espe­cial 113, asig­na­do para la tarea, se apro­xi­ma­ron y cava­ron un túnel para per­ma­ne­cer al lado del blan­co, pero no pudie­ron pene­trar a tra­vés de la den­sa cer­ca e inten­sa guar­dia del enemi­go, dada la impor­tan­cia estra­té­gi­ca del lugar.

Tras sema­nas de obser­va­ción y aná­li­sis del sis­te­ma defen­si­vo, cin­co com­ba­tien­tes fue­ron envia­dos al alma­cén por el río de Dong Nai, vía menos espe­ra­da por los defen­so­res. Logra­ron ins­ta­lar bom­bas de tiem­po en deter­mi­na­dos pun­tos y se reti­ra­ron antes de acti­var­las sin pér­di­da alguna.

Otra haza­ña poco con­ta­da fue la libe­ra­ción del archi­pié­la­go Truong Sa a prin­ci­pios de abril de 1975, según órde­nes direc­tas del legen­da­rio gene­ral y coman­dan­te en jefe Vo Ngu­yen Giap. “Una com­pa­ñía de 250 com­ba­tien­tes acuá­ti­cos tuvo la tarea de ata­car seis gru­pos de islas for­ti­fi­ca­das en una amplia y leja­na zona mari­na sin nin­gún vehícu­lo de gue­rra o cono­ci­mien­to del lugar y sis­te­mas defen­si­vos”, recor­dó el octo­ge­na­rio gene­ral Mai Nang, el coman­dan­te de esa campaña.

“La misión, aña­dió el ex Coman­dan­te de la Fuer­za Espe­cial, fue la pri­me­ra de su tipo, para la cual sus efec­ti­vos no tuvie­ron expe­rien­cia simi­lar algu­na, ni tiem­po para explo­ra­cio­nes por cues­tio­nes de urgen­cia y sor­pre­sa. Enton­ces, debi­mos apli­car una tác­ti­ca nue­va de explo­rar y ata­car a la vez, reve­ló el con­de­co­ra­do pos­te­rior­men­te con el títu­lo Héroe de las Fuer­zas Arma­das”.

Des­de tres bar­cos simu­la­dos como pes­que­ros, los sol­da­dos nada­ron dos millas mari­nas para apro­xi­mar­se a sus obje­ti­vos, con ple­na dis­po­si­ción de sacri­fi­car­se al saber que no tenían nin­gún tipo de refuer­zos, narró Nang. Pero sólo 15 minu­tos des­pués de bajar al agua, el enton­ces coro­nel reci­bió otra orden para dete­ner la ope­ra­ción. Vis­to que era impo­si­ble rever­tir el ata­que, Nang deci­dió asu­mir la res­pon­sa­bi­li­dad y lle­var­lo a cabo.

Con valen­tía, deter­mi­na­ción y magis­tral arte de com­ba­te, las tro­pas espe­cia­les acuá­ti­cas recu­pe­ra­ron un valio­so terri­to­rio y legí­ti­mo de Viet­nam en el Mar Orien­tal, con sólo dos bajas.

Otro his­tó­ri­co méri­to de estas fuer­zas en aque­lla glo­rio­sa pri­ma­ve­ra fue la ocu­pa­ción de 14 puen­tes alre­de­dor de Sai­gón, capi­tal del régi­men pro­nor­te­ame­ri­cano. Esta misión resul­tó vital para el avan­ce direc­to de las cin­co colum­nas liber­ta­do­ras hacia los cen­tros neu­rál­gi­cos del enemi­go y ace­le­ró así la reuni­fi­ca­ción del país.

A dife­ren­cia de otras ope­ra­cio­nes, cuyas metas solían ser ata­car y des­truir, esta misión fue la de ata­car ocu­par y defen­der la posi­ción, des­ta­có el coro­nel Van Ninh, tam­bién Héroe de las Fuer­zas Arma­das. Su pelo­tón logró ani­qui­lar uni­da­des guar­dia­nas de for­ma rápi­da en sor­pren­den­tes com­ba­tes noc­tur­nos en el puen­te Ghenh, narró y remar­có que la bata­lla para defen­der ese nudo de trans­por­te resul­tó mucho más cruen­ta. En varios casos, los equi­pos eli­tes com­ba­tían has­ta dos días bajo fue­go del enemi­go sin cono­cer el momen­to de la entra­da de las fuer­zas prin­ci­pa­les. En Ghenh, 50 de los 52 movi­li­za­dos caye­ron en com­ba­te, pero nin­guno aban­do­nó su pues­to y el pelo­tón logró defen­der­lo has­ta el final, con­tó el vete­rano coro­nel con expre­sa las­ti­ma y orgu­llo a la vez.

Otro per­so­na­je his­tó­ri­co, el sar­gen­to de tro­pas espe­cia­les Pham Duy Do par­ti­ci­pó en la ocu­pa­ción y defen­sa del puen­te de la carre­te­ra Bien Hoa y fue quien des­pués ondeó la ban­de­ra liber­ta­do­ra en el pala­cio pre­si­den­cial del gobierno títe­re de Sai­gón, hecho que mar­có la vic­to­ria final de los revolucionarios.

Ingre­sa­do al Ejér­ci­to a los 17 años de edad y en su vida mili­tar de seis años, Duy Do se esca­pó dos veces de la muer­te pese a gra­ves heri­das pero no pudo hacer lo pro­pio del Agen­te Naran­ja o la dio­xi­na espar­ci­da en los bos­ques viet­na­mi­tas duran­te la gue­rra, reve­ló el ex com­ba­tien­te eli­te en entre­vis­ta con la VNA. Sus hijos sufren hoy de defec­tos físi­cos y men­ta­les cau­sa­dos por ese tóxi­co, uno de los peo­res cono­ci­dos por el hom­bre, pero se con­si­de­ró aún afor­tu­na­do de poder dis­fru­tar una vida pací­fi­ca y sen­ci­lla cuan­do otros com­pa­ñe­ros caye­ron en la lucha. La ope­ra­ción de los 14 puen­tes fue el mayor ejer­ci­cio de las tro­pas espe­cia­les viet­na­mi­tas duran­te la gue­rra, con la par­ti­ci­pa­ción de una divi­sión, una bri­ga­da, cua­tro bata­llo­nes y nume­ro­sos coman­dos urbanos.

Esas cons­truc­cio­nes abrie­ron, el 30 de abril de 1975, el paso para la entra­da triun­fan­te del Ejér­ci­to Popu­lar en Sai­gón, inau­gu­ran­do una nue­va era de reuni­fi­ca­ción, paz y desarrollo.

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