por Nahmyr Zayas Rivas y Alejandro Rodríguez Putnam/Resumen Latinoamericano, 24 de julio de 2020
Las redes sociales son utilizadas por la juventud puertorriqueña como instrumentos para combatir la ideología normativa de la colonia nación sin Estado.
El ciberactivismo como poder contrademocrático
La indignación nacional estalló en Puerto Rico en julio de 2019 con la difusión del escandaloso #TelegramGate. El chat visibilizó la incuestionable mafia institucional y el necrorégimen del actual Partido Neoprogresista (PNP).
Hasta el 24 de julio de ese año, el exgobernador Ricardo “Ricky” Rosselló Nevares estuvo encomendado a rendir el peso del legado ejecutivo que heredó de su papá, Pedro “El Mesías”.
Los medios digitales, liderados por la juventud y la farándula cultural, fueron herramientas cruciales en el desarrollo creativo de continuas manifestaciones multisectoriales.
El cibermovimiento #RickyRenuncia trascendió las fronteras insulares para popularizar el discurso y unir a millones de connacionales boricuas a nivel global.
La ciudadanía ejerció sus contrapoderes democráticos hasta alcanzar su meta a corto plazo: la dimisión del primer mandatario.
Bajo la coyuntura de enfrentamientos civiles ante la violencia excesiva de la fuerza Uniformada, el pueblo exigió la renuncia en defensa de la dignidad y el desarrollo humano. La desconfianza organizada superó a la democracia de la legitimidad electoral.
Este fenómeno nada tiene que ver con cuestiones antidemocráticas. Desde la ciudadanía online se multiplica la participación en los asuntos públicos y se refuerza la rendición de cuentas. Las experiencias en la web constituyen un ecosistema híperreal de relaciones comunitarias e interacción política. El flujo de contenido incrementa a medida que las personas cibernautas participan como codesarrolladoras de las narrativas que consumen.
La redefinición de los valores democráticos de la población se confirmó con la diversidad de métodos alternos de protestas presenciales y virtuales.
En menos de dos semanas y sin muertes, se quebrantó con el esquema tradicional de manifestaciones hasta desembocar en un objetivo colectivo.
La atención internacional estuvo sobre la isla. Al igual que las huracanas Irma y María, la lucha del Verano Combativo marcó un hito en la memoria contemporánea de la sociedad puertorriqueña.
Al aniversario de los hechos, los funcionarios continúan impunes. LT10.com.ar
Hegemonía bipartidista anti libertad
La figura de Ricky se transformó en un símbolo de largas décadas de nepotismo, corrupción, impunidad e incompetencia de la clase política bipartidista. Una dimisión a la gobernación parecía inconcebible fuera del proceso de residenciamiento u otros parámetros convencionales.
Las luchas sociales y expresiones de protestas han sido históricamente criminalizadas para responder a los intereses imperialistas de los Estados Unidos. Contrario a la polarización izquierda-derecha de las naciones-Estado soberanas, la hegemonía bipartidista de la colonia se cimienta en la división de la opinión pública en torno a la preferencia de estatus político.
La libertad nacional de Puerto Rico está sometida involuntariamente a la soberanía estadounidense para satisfacer sus impulsos expansionistas. Desde la invasión de 1898, el archipiélago se ha convertido en una colonia con dos himnos nacionales, dos culturas, dos banderas, dos tribunales, dos gobiernos y dos partidos que se turnan en el poder.
La Constitución del Estado Libre Asociado (ELA, 1952) fue concedida por la metrópoli para tergiversar su propio coloniaje ante la comunidad internacional.
Los proyectos populistas impartidos por el liderato de Luis Muñoz Marín (1948−1964), junto al Partido Popular Democrático (PPD), institucionalizaron los valores culturales de la nación sin Estado.
El PNP favorece la anexión a EE. UU., mientras que el PPD defiende al ELA colonial.
Ambos partidos han emprendido la estafa y la demagogia cobijándose en leyes federales como la Ley Foraker (1900) y la Ley Jones (1917). Estas fijaron la ciudadanía estadounidense simbólica y el control de las relaciones comerciales de Puerto Rico con el resto del mundo.
Aludiendo a los regímenes de Cuba o Venezuela, el discurso bipartidista adoctrinó el pensamiento de que toda persona que lucha por los derechos humanos o ambientalistas es considerada comunista.
La acogida masiva del Verano Combativo se distingue de levantamientos legendarios dentro y fuera de la isla tales como:
- el Grito de Lares (1868) bajo el régimen español,
- la insurrección nacionalista en Jayuya (1950),
- el ataque al Congreso de los Estados Unidos (1954),
- la huelga de la telefónica (1998),
- la marcha Paz para Vieques (2000)
- y las huelgas estudiantiles de la Universidad de Puerto Rico (UPR) (1931, 1942, 1948, 1973, 1976, 1981, 2010 – 2011, 2017), entre otros.
La Ley de la Mordaza (1948) fue un nefasto carpeteo que consistió en décadas de persecución política. Desde entonces, la Policía de Puerto Rico ha gestionado miles de carpetas con información personalizada para criminalizar el derecho a la protesta.
Las administraciones bipartidistas han recopilado récords de personas identificadas con ideologías que favorecen el derecho a la autodeterminación de la nación puertorriqueña.
El Departamento de Justicia, bajo la jefatura de la actual gobernadora inelecta, Wanda Vázquez Garced, diligenció y consiguió la información de personas usuarias de Facebook que seguían a tres medios de comunicación estudiantil durante la #GranHuelga2017 de la UPR, la lucha que antecede al Verano Combativo.
Facebook respondió a la orden de allanamiento entregando datos de interacción, números de teléfono y comentarios de lxs seguidorxs de las cuentas de Diálogo UPR, Pulso Estudiantil y el Centro de Comunicación Estudiantil (CCE).
El legislador del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Denis Márquez Lebrón, denunció esto como un esquema de carpeteo electrónico. Se alegó que esta modalidad podría tratarse de una violación a los derechos humanos en el ámbito del derecho internacional público.
Contrastando con los precedentes de las décadas pasadas, la rebeldía de julio 2019 se caracterizó por un liderazgo descentralizado, una participación masiva multisectorial y una rampante creatividad. Esta coyuntura sin precedentes constituyó una redefinición irreprochable de la identidad nacional puertorriqueña.
Más allá de marchar y consignar, las protestas fueron tan variadas que incluyeron desde los clamores del perreo, cacerolazos, cabalgatas y corridas de motoras hasta la serenidad del yoga, buceo y kayaks.
La juventud empleó su dominio digital para organizar actividades, compartir información y expresar su descontento con la realidad sociopolítica. Mientras que la farándula de calibre mundial, atrajo la atención del exterior y contribuyó a la difusión de las convocatorias.
La resistencia veraniega se desligó de ideologías partidistas, religiones o niveles socioeconómicos. Incluso, en el escenario digital, la diáspora mostró su repudio al gobernador y se manifestó desde EE. UU., España y numerosos países.
El ciberactivismo posibilita la solidaridad y colaboración transnacional.
Luchando por el futuro y el presente…
La era digital está aliada a una revolución tecnológica que gobierna las relaciones interpersonales, socioculturales e internacionales. Casi toda la vida cotidiana de las recientes generaciones está intermediada por una pantalla virtual.
En un panorama donde se ha reestructurado la actuación política es fundamental tomar conciencia sobre las funciones que ocupan los medios sociales. Las innovaciones son esenciales para el cambio social, el desarrollo nacional y la competitividad de la sociedad en un entorno global hiperconectado. Dentro de una comunidad determinada, algunas personas adoptan las ideas innovadoras primero que otras.
Se parte de la premisa de que no todas están dispuestas al cambio en la misma velocidad y que algunas esperan a que otras lo adopten primero, de modo que tendrán más elementos para evaluar la efectividad de la innovación.
Durante el Verano Combativo, la innovación de la juventud y la visión de las celebridades resultó en una difusión comunicativa transcontinental de rápido alcance.
Algunos patrones de adopción de innovaciones son rápidos, como la idea de #RickyRenuncia, mientras que otros pueden tomar siglos, como la idea de la libertad para Puerto Rico.
La subordinación que sufre la colonia con la metrópoli rige la interacción insular con el exterior desde la pluralidad de ámbitos socioeconómicos, psicoculturales y morales. La actuación global de la isla se ve limitada, entre muchos factores, por leyes imperialistas, la poderosa presencia de multinacionales y las medidas supranacionales de austeridad que impone la Junta de Control Fiscal.
El sistema colonial institucionaliza las relaciones diplomáticas del archipiélago mediante el nacionalismo banal manifestado en la autonomía deportiva y la vigorosa exportación musical.Esos mecanismos ideológicos le recuerdan a la ciudadanía boricua su posición en el mundo de las naciones.
La persistente definición de lxs puertorriqueñxs como “nosotrxs” y lxs estadounidensxs como “ellxs” rebate en la asimilación simbólica de ambos territorios.
Uno de los efectos más sobresalientes del nacionalismo banal es borrar (al menos de manera momentánea) las diferencias de clases, razas y géneros para ratificar la pertenencia a una nación.
Este fenómeno es notable cuando la isla se enfrenta a su metrópoli en certámenes de belleza, las Olimpiadas y en deportes como boxeo, baloncesto o pelota. Aún bajo el dominio de la metrópoli española, el pueblo puertorriqueño ha luchado por la defensa del bien colectivo y por diferenciar la identidad del territorio entre la comunidad internacional.
La participación ciudadana no se limita a un solo espacio y no se ejerce cada cuatro años en las urnas. La política se construye a diario por las acciones de la mayoría, el control está en las manos de la mayoría.
Aunque la socialización geopolítica entre las naciones del Caribe está limitada por fronteras ideológicas, existen lazos históricos, físicos y culturales que representan oportunidades para la sustentabilidad regional a largo plazo.
“Este texto es una adaptación de la ponencia «El Verano Combativo 2019: ciberactivismo, contrademocracia e innovación del movimiento #RickyRenuncia en Puerto Rico». Será presentada en el VIII Congreso Internacional de Comunicación Política ante la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (ALICE). El estudio contó con la participación de 550 jóvenes boricuas entre 18 – 34 años. Acceda a la investigación aquí.”
FUENTE: 80 Grados