Por Cándida Cotto/Resumen Latinoamericano, 17 de julio de 2020
Puerto Rico se encuentra en una situación muy frágil ante el alza en contagios y la falta de disponibilidad de los reactivos para hacer la prueba molecular (PCR) del coronavirus. De acuerdo con las cifras del Departamento de Salud, a inicios de esta semana (13 de julio) el número de casos confirmados de COVID- 19 aumentó a 2,811, mientras el número de probables contagios suma 7,199. Pero los laboratorios del país se han quedado sin los reactivos para poder realizar la prueba molecular (PCR) ante el aumento de los casos en estados como la Florida y Texas.
La situación de la falta de reactivos fue revelada a CLARIDAD por Danilo Pérez Rivera, asesor del grupo de científicos de la Coalición de Sabiduría COVID 19 (CSC-PR), quien atribuyó la escasez al alza de contagios en esos dos estados y otras jurisdicciones de Estados Unidos, que han acaparado los recursos. En la isla ya no se está realizando la misma cantidad de pruebas. El suplidor principal de las pruebas PCR para los laboratorios en la isla es la compañía Roche.
“Lamentablemente, no estamos en una posición donde todo el mundo se pueda hacer la prueba. Vamos a tener que trabajar de manera estratégica e identificar quienes están en mayor riesgo”, declaró Pérez Rivera.
Confirmó que la Isla está básicamente al igual que al principio de la pandemia cuando no había en dónde comprar pruebas. “Por eso es por lo que siempre es importante pensar en el contexto nacional e internacional en que nos encontramos. Ser isla nos favorece para algunos aspectos, pero la realidad es que mientras la pandemia continúe siendo global hay que tomar en consideración que lo que está ocurriendo en otras partes nos incide”. Destacó que, por ejemplo, que en Nueva York se tenía planificado una reapertura y se canceló una vez se dieron cuenta de lo que está pasando en Florida y en Texas.
En el caso de Puerto Rico, el conducente a un doctorado en Biología Computacional insistió en que dado la posición en que está el país ahora es necesario que las personas se mantengan conscientes de que esto es una pandemia y que la pandemia es una situación en que nos va afectar lo que ocurra en cualquier otra jurisdicción, por lo que ha que estar pendientes.
A raíz del alza de casos que se ha producido desde mediados de junio en la isla, Pérez Rivera indicó que una de las estrategias que se debe articular es continuar de manera rápida con el programa de rastreo de contacto, para comenzar a cortar las cadenas de transmisión y lograr retrasar ese crecimiento. No obstante, advirtió que cuando se añade el hecho de que muchas de las pruebas pueden tardar entre tres a cuatro días en lo que se publican, muchas veces lo que se está viendo son los efectos de sucesos que ocurrieron bastante antes, “así que en definitiva, mi opinión personal es que anticipo que esto se va a poner peor antes de que se ponga mejor”.
El alza en los casos será uno independiente de que se vuelva a otra cuarentena porque ya ha pasado tiempo de intercambios y hay muchas dinámicas que influyen en la evolución de la epidemia sobre el tiempo, como lo es la tardanza de las pruebas, el periodo de incubación de esta enfermedad, la cual puede durar hasta 14 días en promedio. Tomando todos estos factores en consideración explicó que muchas veces los contagios que estamos viendo no corresponden a una actividad. Y una intervención inmediata no asegura un cambio inmediato. “Por eso repito, estamos trabajando para mejorar esto, pero la realidad es que se pondrá peor antes de que logremos efectivamente mejorar”.
Como todavía se está en julio, cree que se pudiese hablar, en una escala de mes a mes, que julio probablemente va a cerrar como un meses de mayor actividad pandémica en la isla. Si las intervenciones de rastreo son efectivas pudiese estar viéndose una mejoría y un cierto grado de control en agosto. “No me atrevería a proyectar hasta el fin de año; pero sí, julio en definitiva habrá sido uno de los peores meses en la pandemia”. De trabajarse bien el programa de rastreo, en agosto el panorama será otro.
El biólogo computacional rehusó atribuir a la responsabilidad ciudadana la totalidad del alza en contagios. Dijo que eso es complejo ya que con una reapertura económica casi total y la falta de una fiscalización y educación que faculte al gobierno para poder tener el control de brotes y otro tipo de eventos pandémicos de importancia no se va a lograr la mejoría. Aboga por que en su lugar se implemente el rastreo de infectados y se regrese a suspender ciertas actividades económicas que se sabe influyen en un gran riesgo de contagio. “Creo que es una medida que se debe considerar y entiendo que todo estará sobre la mesa próximamente”.
Pérez Rivera hizo un llamado a la ciudadanía a no minimizar el riesgo una vez se le realiza una prueba, una vez regresan de un viaje, de estar en una actividad de alto riesgo en donde no practicaron las debidas precauciones. En definitiva, el ciudadano debe de estar consciente y no debe evadir su responsabilidad con excusas como la de una sintomatología leve o inexistente. En esa línea, expresó que su opinión es que no se debe continuar con la reapertura según está pautada. Advirtió de que tampoco regresaría a un aislamiento total que no incorpore lo que ya se conoce acerca de los riesgos: “Llevamos meses en esta pandemia, hay mucho desconocido; pero hemos aprendido bastante y la incorporación de estrategias adecuadas va a ser clave a la hora de decidir cuál es la ruta que vamos a tomar”.
Sobre los casos surgidos en las islas de Vieques y Culebra, los cuales fueron identificados por el esfuerzo de rastreo, hizo énfasis en que el trabajo de rastreo va a ofrecer información para poder repensar las estrategias de reapertura e incidir de manera efectiva para limitar la explosión de casos. Aun cuando recalcó la importancia del trabajo de rastreo y de un mayor uso estratégico de las pruebas PCR, el científico de la CSC-PR admitió que debido a su escasez “en definitiva, muchas veces siento temor cuando veo las cosas que pasan; pero también reconozco el sentido de responsabilidad, que los profesionales puedan incorporar cambios en un mejor trabajo por el bien de Puerto Rico”.
FUENTE: Claridad 60