Por Danny Mota. Resumen Latinoamericano, 8 de septiembre de 2020.
El presente artículo se enfoca en la época actual que vive Venezuela, a raíz de la injerencia en los asuntos internos (políticos-económicos) que mantiene el gobierno de los EEUU sobre este país latinoamericano y específicamente en la industria petrolera, la cual ha sido el punto focal para buscar la desestabilización del gobierno de Nicolas Maduro.
En este sentido, y tomando en cuenta que el gobierno norteamericano respeta el derecho internacional cuando así conviene a sus intereses nacionales, es evidente que Venezuela debe buscar la manera de reinventarse a lo interno para salir de la crisis inducida en la que se encuentra, utilizando para ello la industria petrolera como punto de apoyo para esta misión, ya que este sector es visto como gran proveedor para concretar exportaciones y suministrar aportaciones al Estado.
Desde esta perspectiva es necesario identificar las fortalezas y debilidades que tiene actualmente PDVSA, a fin de coordinar acciones que lleven a su recuperación como una manera de impulsar el sector productivo nacional. En este caso, es imperativo reactivar el funcionamiento sistemático de la industria petrolera venezolana, concretar un cambio coordinado en el patrón de producción nacional, imponer las reformas administrativas que generen mayor orden y transparencia en la gestión de PDVSA, anular a los administradores o trabajadores enfocados en obtener los mayores beneficios personales, sin interés de promover los cambios necesarios para que la industria se reinvente en estos momentos de necesaria participación y unión para lograr estos objetivos en tiempos de crisis. A esto debe sumarse de manera general para la economía del país, el hecho de evaluar para corregir: la disminución del aparato productivo industrial, la actividad agrícola como fuente primaria para el abastecimiento nacional y para la exportación, las presiones inflacionarias, la descomposición administrativa en general, entre otras.
Ahora bien, retomando el tema de la recuperación progresiva de PDVSA, se estima lo siguiente: la alta gerencia debe ser consciente del momento crítico por el que atraviesa la empresa nacional y gestionar la administración de la misma con conocimiento profesional o asesoría, que conlleve al cumplimiento de los procedimientos necesarios para la recuperación, ya que una eficaz y eficiente administración basada en la ética profesional en tiempos de necesario compromiso con la institucionalidad y el desarrollo nacional, es obligatorio. El sentido de pertenencia, la institucionalidad y la voluntad política y profesional deben ser las bases en las cuales se sustente esta alta gerencia.
De igual manera se asoma el tema de la contratación de proveedores, contratistas, adquisición de insumos, pagos de servicios básicos (agua, luz, vapor, aire), entre otros, lo cual debe enfocarse en la correcta utilización de los recursos aprobados para tales fines, y con el adecuado perfil de empresas con experiencia en el área petrolera. De igual manera, es necesaria la ocupación del personal técnico activo y jubilado de la empresa para asumir la restauración de infraestructura, fabricación de partes y repuestos, entre otros elementos afines con la industria (En este punto son importantes los siguientes institutos: INTEVEP: El Instituto Tecnológico Venezolano del Petróleo como brazo tecnológico de PDVSA, encargado de la investigación y desarrollo de la corporación y el CIED: Centro Internacional de Educación y Desarrollo de Petróleos de Venezuela S.A.). Las instituciones educativas creadas para el sector petrolero deben ser la base para su recuperación, tal y como lo hace el sector aeronáutico venezolano, el cual mantiene su estándar de calidad apoyándose en su institución académica actualizada constantemente, gracias a que en sus instituciones educativas se forma el personal técnico que trabaja en ese sector, disminuyendo en gran medida la contratación de terceros para esta labor.
En cuanto a la recuperación de las plantas, es necesaria la correcta y ética administración de los recursos aprobados por el gobierno, además de un control y seguimiento estricto y dependiente directamente del despacho de la Presidencia de la República (a través de instancias creadas por el propio Presidente de la República) como principal interesado en la correcta administración de estos recursos en momentos de crisis.
Siguiendo con el tema de las plantas, y con base a la experiencia técnica de ingenieros de la industria petrolera, es importante el mantenimiento mayor de las mismas, tomar en cuenta el tiempo de inoperatividad que presentan los equipos y procesos de producción, por lo que toda actividad de recuperación debe ejecutarse como si fuese la etapa de construcción de la planta, para lo cual se sugiere que se realice de la siguiente manera:
- El Pre-commissioning (Precomisionamiento) Traducido como “actividades previas a la puesta en servicio”. Se refiere al conjunto de actividades de chequeo y verificación de instalaciones que permite asegurar que lo construido es concordante con la ingeniería aprobada. Se trabaja sobre los sistemas en que se divide la planta en una condición de fuera de servicio. Esto nos dará garantía de que los equipos cumplen aún con las especificaciones de diseño y operatividad.
- Commissioning (Comisionamiento). Traducido como “puesta en servicio”. Corresponde a las actividades asociadas con la operación de equipos individuales y facilidades en preparación para el arranque, incluye las verificaciones y test con los sistemas ya en condición de servicio, tanto desde el punto de vista eléctrico como del ingreso de fluidos a presión, conduciendo a la planta a la condición de “lista para puesta en marcha”.
- El Star-Up. Conocido como el “inicio exitoso de las operaciones de una planta”. Es la etapa donde deben confluir todos los aspectos de diseño, seguridad y operación, con el objetivo de lograr el arranque inicial, el ajuste de los parámetros operativos y el test run final de la Planta. La complejidad de esta fase requiere que el personal involucrado tenga un alto nivel de entrenamiento y educación en el área operacional y de mantenimiento de las instalaciones; al igual que el compromiso con la industria y certeza de trabajo en equipo para lograr la puesta en marcha de las plantas.
Lo importante de cubrir estos aspectos, se considera una de las mejores formas de controlar todos los procesos de acuerdo a las normativas exigentes para el arranque de estas plantas, tomando en cuenta las condiciones en las que quedaron y que obligaron a catalogarlas como “fuera de servicio”.
A pesar de que la recuperación del sector petrolero venezolano abarca una mayor escala de prioridades, acciones y áreas necesarias para cumplir con la misma; acá se hace un recorrido general y superficial por los temas mas relevantes del sector y principalmente desde adentro, es decir, tomando en cuenta lo que se tiene en el país y lo que se puede hacer con ello. En otros artículos se tocará el tema de la internacionalización del petróleo venezolano, para lo cual se podría detallar un poco más la posibilidad de instalar nuevas refinerías venezolanas en el exterior, pues la posibilidad de colocación del crudo venezolano en tierras extranjeras es una de las mayores fortalezas de la industria petrolera venezolana, tomando en cuenta las relaciones internacionales que mantiene Venezuela con países que si bien no figuran como países industrializados, muy bien pueden entrar en una relación transversal dentro de las políticas de “Diplomacia de Paz” y “Diplomacia Transversal” que Venezuela impulsa en la arena internacional. Asimismo, se escribirá sobre el sector petroquímico como elementos de gran importancia para el sector agrícola venezolano y su influencia en el desarrollo de este sector.
Fuente: TeleSUR