Resumen Latinoamericano, 7 de enero de 2021.
Con información propia y de Mundo Gremial, Info Gremiales, Noticias Gremiales, Gremiales del Sur, Enfoque Sindical, Línea Sindical, Corriente Federal de Trabajadores, Canal Abierto, ANRed, Estado de Alerta y Agencia ACTA y otras agencias.
23 despidos en Guerrero Motos: dos incendios y una audiencia sin parte empresarial
La empresa Guerrero Motos que opera en San Lorenzo y en Rosario, Santa Fe envió 23 telegramas de despido antes de Navidad. A medida que pasaron los días el conflicto escaló brutalmente sin solución hasta el momento. Este jueves los trabajadores representados por el SMATA tenían cita para audiencia de negociación en la sede Rosario del Ministerio de Trabajo provincial pero la parte empresarial no se presentó y ahora se interpone la feria judicial.
Román Moyano, el Secretario Gremial del SMATA habló con Rosario Plus: “La empresa venía bien, se vendieron muchas motos durante la pandemia. Pero hacia fin de año empezaron los conflictos. Para nosotros, la raíz de todo esto es que ellos cambiaron su estudio de abogados y empezaron a generar causas”
“En la planta hay 60 trabajadores bajo convenio y otros veinte que no están conveniados. De esos, hace poco más de un mes que hay 23 a los que no dejan entrar. Hemos hecho constataciones con el Ministerio de Trabajo, porque el personal se presenta pero no lo dejan ingresar”, aseveró Moyano.
«La empresa no cumple la ley y ahora ni siquiera se presentaron a la audiencia. Y el problema extra que tenemos ahora es que está la feria judicial, porque si no haríamos un recurso de amparo para que puedan volver al trabajo”, lamentó.
Desde que la empresa decidió la veintena de desvinculaciones la situación con los trabajadores fue de mal en peor al punto que el lunes uno de los despedidos desesperado amenazó con prenderse fuego a lo bonzo y se roció con nafta frente a toda su familia. El dramático episodio fue afortunadamente interrumpido por sus compañeros.
Otro terrible momento se dio en una de las protestas que organizaron los trabajadores en la calle, frente a una de las sedes de la empresa, donde montaron un piquete que le cortaba el paso a la camioneta del dueño. Este se bajó junto a otro hombre a mover las gomas y maderas incendiadas pero en un movimiento imprudente, terminó llevando unas maderas prendidas hasta el auto de uno de los trabajadores, que se comenzó a incendiar rápidamente. El propietario del vehículo lo movió a tiempo para evitar un incidente mayor como una explosión (quien filma dice «Estás loco, tiene gas») aunque se logra ver que quedó muy dañado.
El dueño colabora para apagarlo con un matafuegos y asegura que le va a pagar el arreglo del auto pero le responden «Si no pagás los sueldos, menos vas a pagar por esto».
Fuente: Info Gramiales
Denuncian «relaciones peligrosas» entre Santa María, Larreta, Majdalani y Sáenz Valiente, un abogado de Clarín
Una investigación del periodista de El Destape, Ari Lijalad, relacionó al secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), Víctor Santa María, con el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodriguez Larreta, la ex subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Silvia Majdalani e Ignacio Sáenz Valiente, uno de los abogados más importantes del Grupo Clarín.
Lijalad afirma que Santa María «es parte del Frente de Todos mientras cultiva relaciones con los hacedores del lawfare.»
Las relaciones incluyen un hotel del sindicato cuya concesión estaría a cargo de la hermana de Larreta, la hija de Majdalani y el abogado Saénz Valiente, «a cambio de un canon irrisorio». Por otra parte, los hijos de Santa María trabajan en empresas vinculadas a los mismos personajes, pero también habría otros negociados con los hoteles del sindicato y «algunas fuentes señalan también la existencia de otros manejos inmobiliarios», aseguró en su nota de este jueves.
Lijalad también recordó que El Cohete a la Luna hace unos días apuntó que «en los medios del Grupo Octubre existe una lista negra de personas que no se pueden mencionar. Entre ellas figuran Majdalani y Sáenz Valiente. A Larreta no se lo puede silenciar, aunque sí proteger.«
Un apartado especial mereció la sociedad Midas Hotel Management, a la que la FATERYH, la Federación de encargados de edificios, entregó la concesión de un hotel turístico de Iguazú para uso y explotación a cambio de 150 mil pesos por mes. Monto menor. En esa sociedad estarían involucrados directa o indirectamente todos los mencionados personajes.
Graves acusaciones recaen sobre el presidente del PJ Capital y el dueño del floreciente Grupo Octubre.
Fuente: Info Gramiales
Aceiteros lograron la reinstalación de un despedido en Dánica Llavallol
El Poder Judicial ordenó este jueves mediante una medida cautelar, la reinstalación en su puesto de trabajo de Lucas Suárez, trabajador aceitero despedido por el Grupo Beltrán. La desvinculación formó parte de la guerra de la empresa contra el Convenio Colectivo de Trabajo 420⁄05, los derechos laborales y la constante bajada antisindical que expusieron en más de una oportunidad.
La jueza Rosalía Romero resolvió ordenar a Avex S.A. la reinstalación en un plazo de 48 horas máximo luego de la notificación que tuvo lugar el mismo jueves y proceder al pago de los salarios caídos que Suárez dejó de percibir en junio de 2020.
«Se señala en el texto que el despido es violatorio del DNU 329⁄2020, que los prohíbe durante la emergencia sanitaria de la pandemia del COVID-19, y por resultar discriminatorio en el marco de las conductas persecutorias y antisindicales que llevó adelante el Grupo Beltrán.», explicaron desde el SOEIA Capital en un comunicado.
Como suelen hacer, los aceiteros resaltaron a quienes protagonizaron el logro, las y los trabajadores, en este caso de Dánica Llavallol, quienes «han sostenido contra la prepotencia patronal del Grupo Beltrán, a pesar de todos los intentos de atemorizarlos y dividirlos, nunca dejaron de pelear por todos sus derechos, por su Convenio aceitero, por su salario y por sobre todas las cosas nunca dejaron de pelear por la reincorporación.», reconocieron.
«Eso es tener conciencia de clase, eso es ser solidario, eso es construir fuerza colectiva, es la manera y el camino para continuar avanzando por nuestros derechos», señalaron.
«Pocas horas después de la gran victoria de la Huelga Nacional, celebramos un nuevo logro. Esta es la forma en que luchan las y los aceiteros. Este es el camino que nos enseña nuestra Federación, construyendo unidad y solidaridad obrera, siempre para la lucha por la dignidad de los trabajadores y sus familias.», cerraron.
Fuente: Info Gramiales
Las docentes de la primera línea
Por fuera del estatuto y sin obra social. En pandemia el lema del Ministerio de Educación fue “Seguimos educando”. Pero nadie nos contó qué tuvieron que hacer las maestras para poder cumplir con esa misión. Si en la tele no te invitaron a darles un aplauso de balcones a las docentes, lo hacemos nosotras, porque “la educación NO se vende, SE DEFIENDE.” Hablamos con cinco docentes de la Provincia de Buenos Aires que nos cuentan cómo garantizaron la educación durante la pandemia. Por Corresponsal popular para ANRed.
María es mamá de tres hijos menores, un varón y dos nenas. El 22 de diciembre falleció su esposo. Se enfermó de cáncer y fue cuestión de meses, en una de las tantas internaciones encima de todo, contrajo COVID. Pasaron pocos días, pero no tuvo tiempo para transitar el duelo. Piensa en las cuentas, en que cualquiera de los trámites por la pensión de su marido va a llevar “mínimo seis meses”. Piensa en los actos públicos que no salieron en todo el año. Piensa en los planes precarizadores que le imponen trabajar por un sueldo de hambre, menor al que si estuviera bajo estatuto. Piensa en cómo cambió todo desde el año anterior, en que el trabajo nunca le faltaba. Piensa en cuánto la apoyaba su compañero para que estudie, en los planes que tenían, en que “a él siempre lo echaban por sindicalista” porque no se podía callar la boca frente a las injusticias, “él no pedía por sus derechos, él reclamaba por los de todos”.
“Cuando algo estaba mal y me quejaba, me decía, entonces cambialo.”
María estudió la carrera de Ciencias de la Educación. Está a punto de recibirse. El año 2020 para ella se fue a las corridas entre la atención de su madre primero, la enfermedad de su hijo después, su esposo, el trabajo que no podía darse el lujo de perder estando su compañero enfermo y ahora nuevamente, la preocupación por el sustento económico y “las horas que no salen” y la enfermedad de su hijo otra vez.
En enero de 2020 falleció su madre. Tenía un tumor. Su obra social era PAMI. Tardaron en detectárselo. Finalmente los médicos le comunicaron que no le quedaba mucho tiempo más y recomendaron una internación domiciliaria. Ella lo prefería así también, para poder acompañarla y que esté bien. PAMI no respondía por la cama de terapia que necesitaba su madre, entonces, hizo los trámites para tenerla como familiar a cargo en IOMA. Meses pasaron, la cama no llegaba. Hace unos días, después del fallecimiento de su marido, recién en diciembre, casi un año después, le mandaron un mensaje de whatsapp para avisarle que la cama ya estaba. Con el corazón en la mano, y lágrimas, María tuvo que responder que su mamá había fallecido en enero.
En abril su esposo fue diagnosticado con cáncer. Era gastronómico. Dado que los locales gastronómicos estaban cerrados por la pandemia, le dieron el subsidio, pero solo cobraba la mitad de su sueldo por esa vía, porque le pagaban mitad en blanco, mitad en negro. Como si nada de esto fuera poco, en internación contrajo COVID.
María no podía dejar de trabajar. Ahora los gastos corrían por su cuenta. No le pasaron licencia por familiar a cargo porque ninguno de los dos programas docentes que se implementaron durante la pandemia en la Provincia de Buenos Aires estaban bajo estatuto –ni el PIEDAS ni el ATR‑, pero este dato no fue algo que se haya comunicado transparentemente a l@s docentes que se inscribieron en ellos. “El ATR es de cumplimiento efectivo”, le decían, no podía dar clases desde su casa. Y, una vez más, nadie respondía por la posibilidad de que María contrajera COVID y contagiara a su marido y a sus tres hijas, sobre todo a su hijo mayor, con una enfermedad de riesgo. María tenía que seguir trabajando.
En marzo, su hijo de 16 años entonces se descompuso, tuvo un infarto intestinal. Lo internaron, lo operaron de urgencia, resultado de lo cual, le sacaron dos metros de intestino. Al ser paciente de riesgo, entró y salió de internaciones todo el año, tiene alta probabilidad de transplante, que solo podría llevarse a cabo en la Fundación Favaloro. Necesita controles periódicos. Por el momento, con una dieta está fuera de peligro, pero no puede bajo ningún punto de vista estar sin cobertura médica.
Hace unos días fue el primer acto público del verano. Los actos públicos son donde l@s docentes toman cargo. En medio de su duelo la compañera fue a tomar horas, no hubo caso, tomaron solo l@s titulares, gente que ya tiene trabajo, cobra vacaciones y no se quedó sin obra social terminado el año.
Por momentos su voz se escucha entrecortada, de a ratos continúa, con una fuerza inquebrantable, nos dice:
Es triste que nos traten así, pero no solamente a las docentes, sino a los que menos tenemos, solo a través de la lucha se consiguen derechos, la salida es por la educación, yo como mujer pido igualdad, pero en todos los ámbitos, quiero que me paguen igual, si somos un puñado, igual hay que salir a las calles.
Es como cuando hacés el asado, debajo de toda la madera hay que poner un pedacito de papel, y darle aire, y ahí surge una chispa…
El derecho a la salud es un derecho humano. Los únicos muertos que importan son los muertos por covid. Hasta la salud dejó de ser un derecho. Si no podés sacar turno te morís tranquilo. En el hospital me dijeron cuando llevé a mi hijo: vamos a hacer lo que podamos con lo que tenemos. La vida no vale nada.
Mientras atravesaba las enfermedades de su marido y de su hijo, y la pérdida de su madre, María fue una de las docentes que se encargó de lo que se dio en llamar “revinculación” con los estudiantes, por medio de un programa implementado ya casi sobre fin de año, que se llamó ATR. L@s docentes iban a la casa de las estudiantes que habían perdido contacto con la escuela, en la mayoría de los casos por falta de conectividad, para acercarles la tarea y explicarles. El protocolo establecía que se las docentes, munidos de un traje “espacial” como les dijeron vari@s chistosamente, barbijos descartables y máscara, acercaban las tareas a la puerta de la casa de las estudiantes y en no más de 15 minutos explicarían contenidos de todo un año a alumnos que habían perdido vínculo con las escuelas todo el año. El programa se implementó en primaria y en secundaria. Cuentan inclusive que a profes de historia les asignaron horas de matemática, a profes de secundaria, alumn@s de primaria…
PIEDAS se implementó en abril y se comenzó a cobrar en mayo. Habíamos contratado internet porque como mi esposo estaba mal, muy débil, prácticamente no se levantaba de la cama, recortamos gastos de otro lado. Dejamos de darnos algunos gustos que generalmente tenían que ver con la comida, porque somos de comer bien. Mi marido decía lo más importante es la comida. Dejamos de comer facturas los domingos… porque viste que hay veces que si vos te ponés a sumar todos los domingos una docena de facturas, cuatro domingos son la mitad del abono de internet. Entonces contratamos internet, por el trabajo y para que mi esposo no se aburra cuando yo no estuviera en casa. Eso fue llevadero…
Se complicó cuando el programa pasó de ser PIEDAS a ser PIEDAS – ATR-. Porque con el PIEDAS- ATR cuando yo planteé el problema de salud de mi esposo y de mi hijo me dijeron que el ATR era de cumplimiento efectivo, no había licencia. Mi esposo se había contagiado de COVID en agosto en una de las internaciones, estuvo 21 días. Gracias a dios él fue dado de alta de COVID. Y como se lo contagió de ahí, y recién volvió cuando le dieron el alta del COVID, yo no podía contagiarlo a él ni él podía contagiar a nadie en la familia porque ya lo habían dado de alta. A él como estaba con altas dosis de corticoide por el cáncer no le afectó tanto. Después le quedaron secuelas que eso derivó en la neumonía que termina con la vida de él. Pero en principio el COVID no lo transitó ni entubado, no necesitó respirador ni nada. Pero mi miedo era por mi hijo, porque él no había tenido COVID. Y cuando le dieron el alta de la internación –por el infarto intestinal que tuvo en marzo- el médico me dijo que durante seis meses iba a estar inmunodeprimido. Entonces es grupo de riesgo, pero me dijeron que ATR era de cumplimiento efectivo, no había licencia ‑por familiar a cargo-.
Yo no soy docente de primaria, tengo formación en Ciencias de la Educación. Ahora bien, me enviaron por ATR a primaria. Tenía asignados siete nenes. Tenía dos alumnos de primer grado, una alumna de segundo y cuatro alumnos de sexto, siete alumnos en total. Había dos alumnos que eran hermanitos, pero después tenía que recorrer las casas de seis nenes, tenía que ir a seis casas distintas.
Cuando llegabas te explicaban que no había sido falta de voluntad –la desvinculación con la escuela- sino que no habían tenido conectividad. O que tenían un solo teléfono para una familia de seis que lo usaba el papá que tenía un autito viejo y hacía remis, y la madre que vendía ropa y también usaba el teléfono para vender ropa, entonces no se lo daban al teléfono al nene. Yo veía que había –en la mayoría de los casos- muy buena predisposición a la propuesta. La mayoría de las actividades las mandaban por whatsapp las docentes. Y el nene necesitaba leer y no tenía plata para imprimir. En la mayoría de los casos se planteaban situaciones de los padres no tenían más que la primaria hecha. Entonces dejaron de mandar las tareas pero no porque no les importara sino porque no lo podían acompañar al hijo.
Yo no era que iba, entregaba la tarea en la puerta de la casa y me iba a mi casa, sino que entraba. Yo como algunas compañeras hacíamos lo mismo. Si el pibe con que vos les lleves la tarea a la puerta de la casa no va a aprender. Necesita que te sientes, necesita que alguien lea con él las actividades, que lean los textos. Necesita una guía. Necesita alguien que lo acompañe en la construcción de herramientas, para poder abordar cada nuevo tema, cada nuevo texto, cada información que se le presente. Están en eso, están en un proceso de formación de esas herramientas necesarias para desarrollar la actividad intelectual. Yo iba y las mamás me preparaban una mesa con dos sillas en el patio, adelante, yo iba, me sentaba y me quedaba con los chicos.
Nos dieron el equipito, el mameluco blanco, la máscara y un solo barbijo para los dos meses. La máscara era como muy impersonal, un nene de primer grado, de seis años, vos le vas con la máscara… entonces era el barbijo únicamente que lo iba cambiando yo. Tuve un lindo grupo de docentes titulares. Eran bastante abiertos a poder cambiar algún texto, alguna metodología de trabajo. La nena de segundo grado no estaba alfabetizada, los nenes de primero tampoco, a los nenes de sexto les costaba leer. No tenían lectura comprensiva, así que estuvimos trabajando en eso.
Los nenes que no tenían conectividad eran los de los sectores más vulnerables. Ahora, si vos me preguntás a mí si servía, para mí no servía. Porque un niño que no había tenido contención por parte de la institución desde abril, que se envíe un docente en noviembre para una revinculación pedagógica con un mes y medio de trabajo a toda furia… me parece que esas son medidas que se tendrían que haber pensado antes.
Me parece que se tenía que pensar antes cómo se podía llegar a los sectores más vulnerables, o más vulnerados. Porque no son vulnerables los sectores sino que están siendo vulnerados en sus derechos. A mí la expresión sectores vulnerables no me parece.
Era exponernos a nosotros al virus y mi mayor miedo era siempre traer el virus a casa. Por eso yo pasaba antes por la casa de un familiar, para sacarme la ropa, sanitizarla. Para no llegar directamente desde la calle a mi casa. Porque tenía miedo de contagiar a mi familia. Más que nada por mi nene, que él está inmunodeprimido y que él no se puede enfermar.
Paola es mamá de cuatro hijos varones. Su nene más grande tuvo hace pocos días una operación de riesgo. Su esposo es camionero. Cobra un sueldo mínimo por debajo del convenio, porque está como empleado de comercio. Encima de todo se le cortaron las horas extra. Paola además está terminando el profesorado de Matemáticas, lo dejó inconcluso cuando formó su familia y lo retomó cuando sus nenes estaban un poquito más grandes. En octubre en el profesorado enviaron un formulario para que ella y sus compañeras se anoten en el Programa ATR que tanto el gobernador de la provincia como varios docentes del terciario en el que estudia promocionaban como beca. Esta inscripción compulsiva además fue celebrada por el intendente de su localidad, quien organizó una charla por zoom para darles la bienvenida a las ATR, y se felicitó a sí mismo porque habían tenido más inscriptos que en municipios vecinos.
A Paola nunca le pagaron, frente a los reclamos recibe evasivas, inclusive les ha preguntado a sus docentes del profesorado, que son quienes se encargaron de inscribir compulsivamente al Programa ATR, también ellos la evaden. Una de sus compañeras en la misma situación envió un mail a Recursos Humanos, le contestaron que solo habían pagado a una parte de los inscriptos porque eran much@s.
El marido de Rosana es gráfico. La empresa para la que trabaja presentó quiebra en 2015. Desde ese momento no tuvo obra social. Cobra por semana, en negro. Por eso tiene la obra social de su esposa. Este año le detectaron un tumor maligno, en el píloro donde se unen el hígado y el intestino delgado. Se tenía que operar de urgencia hace un par de días. Le cortaron la obra social el 1ero de enero. Aunque habló con IOMA y la superintendencia de salud, además de avisar de esta situación a la médica, en principio, le informaron que no habría problemas, pero el día prefijado para la operación la cobertura ya se había caído y por ende la intervención se suspendió. Su marido no puede esperar hasta marzo, evitar que no se expanda el tumor es una carrera contra el tiempo. Aunque se ha anunciado ayer desde SUTEBA que la obra social continuaría para l@s docentes que cumplieron horas por medio de los programas Piedas y ATR en 2020, la realidad es que las usuarias aún aparecen como inactivos.
Valeria es maestra, en abril la llamó la inspectora porque había ingresado al Programa Piedas, dado que no llegó a tomar horas en acto público:
“La vicedirectora me explica que la docente que estaba en tercer grado se toma licencia por embarazo y yo quedaba a cargo de este grado. Me hice cargo de todo, de lo que son secuencias, las reuniones con los padres, reuniones con directivos, todo, como si fuese la docente de ellos, igual no me puedo quejar de la escuela, siempre apoyándome en todo. Hasta el 31 de octubre que llega un mail diciendo que estoy dada de baja por yo no me había postulado. Cuando en realidad yo me postulo pero como no hay ningún certificación en donde diga que yo me postulé no puedo comprobar nada. Bueno, listo. Qué pasa los directivos no querían que yo me fuera de la escuela volver a subir las horas a acto público el cargo porque es todo un tema con la vinculación de los nenes, que imaginate que yo ya los conocía desde abril, yo conocía a los padres, todo. Me dice la vicedirectora, que si yo quería seguir trabajando me pagaban desde cooperadora. Me pagaban lo que me pagaban lo que me pagaban en el Plan Piedas.Yo les dije que sí, porque bueno, a mí la plata me servía y porque me había re encariñado con los nenes. Llegan los días de cobro, en noviembre, no tengo sueldo. Había cobrado 3000 pesos por unos aumentos que había habido, nada más. Le mando el COULI ‑recibo de sueldo- al director para que haga el reclamo. Hasta el día de hoy, jamás le llegó una notificación, nada. Yo me cansé de mandar mails con reclamos. Todos me destinaban a otros lugares –para hacer el reclamo-.”
Hasta que desde Mesa de Ayuda, la destinaron a un mail de Piedas. No respondían nunca, hasta que la última vez que envió un mail les dijo que le respondieran porque sino iba a ir por las vías legales porque los iba a denunciar. Eso fue el 16 de noviembre. Valeria dio clases hasta diciembre, el estado le adeuda el sueldo de octubre y la dio de baja. Otro de sus compañeros se encuentra exactamente en la misma situación. Ambos hicieron los reclamos correspondientes a la Jefatura Distrital pero no obtuvo respuestas. Para cubrir lo que le adeudaba el estado, Valeria, que está sola con dos nenes, tuvo que salir a buscar otro trabajo.
Ayelén vive en una localidad rural y aunque una de las condiciones que debían respetar las Jefaturas distritales para asignar horas a los docentes era la cercanía del domicilio de las estudiantes, esto no sucedió en su caso. El Programa ATR pagaba 8000 pesos, y un viático de 800. El viático se esfumaba en solo tres visitas. Luego de esas tres visitas, le quedaban por realizar nueve más las subsiguientes semanas del mes. Sobraba mes … Le asignaron niños que vivían muy lejos de su domicilio, a muchos kilómetros, en el límite con otro partido.
Hasta el domicilio de las estudiantes se trasladaba en moto. Primero iba sola pero luego la empezaron a acompañar alternadamente su padre y su novio, eran entonces dos motos. Los hechos de inseguridad también estaban al acecho. Su novio trabaja de noche, llegaba a la mañana y la acompañaba en sus recorridos. En alguno de los barrios, no habían calles trazadas, con lo cual la gente había abierto el camino a machetazos. Su novio la esperaba a veces en la puerta, otras en la esquina. Cierta vez le dio miedo porque a medida que Ayelén iba camino a la casa del estudiante que tenía que visitar la vio desapareciendo entre la maleza. Así de complejo era llegar a las casas de los estudiantes. Una vez que estaba en la puerta también era complejo implementar la revinculación. Algunas familias no querían atenderla o le decían que vuelva otro día. Había otras que le brindaban “hasta lo que no tenían”. Si bien el protocolo decía que la conversación con las chicas y con sus familias tenía que darse en la vereda, nos dice: “yo rompía el protocolo porque las madres me invitaban a pasar, y qué les vas a explicar a los chicos en la vereda en 15 minutos. Una madre me dijo, por favor, no veas mi casa. A mí no me importaba la casa, sino el nene.” Pero eran muy difíciles las situaciones materiales en uno de los barrios que le asignaron la precariedad era mucha, había casas que eran cuatro paredes de chapa. Los chicos que más difícil situación económica tenían, fueron los que más hicieron las tareas.
Fuente: ANRed
La FATPREN denuncia que diarios y portales periodísticos incumplen el convenio de prensa
La denuncia, que aún se mantiene vigente, fue realizada el miércoles 23 de diciembre por la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) en el Ministerio de Trabajo de la Nación ante el incumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo N° 541⁄08 – que rige la actividad de los y las trabajadoras de prensa – por parte de empresas periodísticas, diarios y portales en distintos puntos del país, como Corrientes, Formosa, Chubut y Buenos Aires. «Buscamos poner fin a estas situaciones de incumplimiento del convenio que son muy graves, ya que perjudican seriamente los salarios y las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores de prensa», expresó Carla Gaudensi, Secretaria General de la FATPREN. Por ANRed.
Así lo informó en un comunicado la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), publicado el 23 de diciembre del año pasado, con respecto al Convenio Colectivo de Trabajo N° 541⁄08, incumplido por muchas empresas periodísticas a lo largo del país, que rige la actividad laboral y establece el piso de derechos, tanto en materia salarial como de condiciones de trabajo de los y las trabajadoras de prensa en todo el país
«Para que exista libertad de expresión y se garantice el derecho a la información es imprescindible que se cumpla con los convenios colectivos y se respeten los derechos de los trabajadores y trabajadoras de prensa. Desde la FATPREN, de conjunto con los sindicatos locales, continuaremos exigiendo el efectivo cumplimiento de los convenios y leyes que amparan nuestra actividad en todo el país», expresó la federación de prensa en el comunicado.
«Esta denuncia que estamos realizando ante el Ministerio de Trabajo acompaña el proceso de reclamo que se viene llevando adelante desde hace tiempo en las redacciones y por parte de la FATPREN y los sindicatos locales, y busca poner fin a estas situaciones de incumplimiento del convenio que son muy graves, ya que perjudican seriamente los salarios y las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores de prensa», declaró Carla Gaudensi, Secretaria General de la Federación.
A modo de repaso de la situación, la federación detalló: «la situación en Corrientes es crítica ya que las empresas, entre las que se encuentran los diarios Época, Libertador, El Litoral, La República y Norte de Corrientes, se niegan a reconocer la vigencia del CCT N° 541⁄08 en la provincia pese a las resoluciones ministeriales y fallos judiciales firmes que ratifican la obligatoriedad de su cumplimiento en dicho territorio». En ese sentido, el Secretario General de la Asociación de Periodistas de Corrientes (APC), Atilio Ramírez, aseguró: “desde el año 2008 las empresas se rehúsan a cumplir con el el convenio 541 en Corrientes. Por lo tanto, no hay ningún tipo de parámetro para las escalas salariales en prensa. Los empresarios insisten en mantenerse por fuera de la ley y eso nos deja en una situación de gran vulnerabilidad con salarios por debajo del mínimo vital y móvil y sin obra social, entre otros perjuicios. Desde las redacciones, con los cuerpos de delegados, la Asociación de Periodistas de Corrientes (APC) y la FATPREN estamos peleando para revertir esta situación. Las empresas tienen que ponerse a tono con la ley y empezar a aplicar el convenio», remarcó.
Otro caso emblemático en el que la federación hizo incapié es la de El Patagónico de Comodoro Rivadavia, propiedad de IGD S.A., empresa que desde el año 2017 no cumple con la escala salarial correspondiente. Sobre este caso puntual, Mónica Baeza, Secretaria General del Sindicato de Prensa de Comodoro Rivadavia expresó: «tenemos compañeros que están cobrando 17 mil pesos porque no se aplicaron las actualizaciones salariales de los últimos años. Esperamos que la empresa cumpla con esta obligación fundamental, porque hablamos de trabajadores que están bajo la línea de pobreza frente a una canasta que está por encima de los 50 mil pesos. Estos compañeros ni siquiera han podido acceder a subsidios – más allá de los contemplados por la pandemia en forma reciente y acotada – porque son trabajadores registrados y además declarados esenciales», denunció Baeza.
Fuente ANRed
Otra victoria aceitera: reinstalación en Dánica Llavallol
La jueza Rosalía Romero ordenó la reinstalación de Lucas Suárez a su puesto de trabajo y determinó que se proceda con el pago de los salarios caídos desde su cesantía el 26 de junio de 2020. Suárez fue despedido por el Grupo Beltrán como parte del ataque empresarial contra el Convenio Colectivo aceitero y los derechos laborales, sindicales y sanitarios de la planta de Dánica Llavallol. «Las compañeras y compañeros de Dánica en vez de resignarse se pusieron de pie y en asamblea junto a su Sindicato reorganizaron la lucha. La prepotencia del Grupo Beltrán no logró encontrar más brechas para avanzar ante los trabajadores», afirman desde el SOEIA Capital y GBA.
Compañeras y compañeros, en el día de la fecha el Poder Judicial ordenó mediante una medida cautelar, la reinstalación en su puesto de trabajo del compañero Lucas Suárez, trabajador aceitero despedido por el Grupo Beltrán como parte de su ataque contra el Convenio Colectivo de Trabajo 420⁄05 y los derechos laborales, sindicales y sanitarios de las trabajadoras y los trabajadores aceiteros de la planta de Dánica Llavallol. ¡Es una nueva victoria de la unidad y la solidaridad obrera!
En la presentación realizada por María Paula Lozano y Matías Cremonte, asesores legales del SOEIA y la FTCIODyARA, la jueza Rosalía Romero resolvió ordenar a Avex S.A. que proceda a reinstalar a Lucas Suárez en su puesto de trabajo, tras ser notificada, y proceder al pago de los salarios caídos que dejó de percibir desde su despido el 26 de junio de 2020.
Se señala en el texto que el despido es violatorio del DNU 329⁄2020, que los prohíbe durante la emergencia sanitaria de la pandemia del COVID-19, y por resultar discriminatorio en el marco de las conductas persecutorias y antisindicales que llevó adelante el Grupo Beltrán.
Agrega la magistrada que los recursos que pueda presentar la empresa no suspenden el cumplimiento de la medida.
Compañeras y compañeros, este logro es fruto de la inmensa lucha que las trabajadoras y los trabajadores de Dánica Llavallol han sostenido contra la prepotencia patronal del Grupo Beltrán. A pesar de todos los intentos de atemorizarlos y dividirlos, nunca dejaron de pelear por todos sus derechos, por su Convenio aceitero, por su salario y por sobre todas las cosas nunca dejaron de pelear por la reincorporación.
¡Eso es tener conciencia de clase, eso es ser solidario, eso es construir fuerza colectiva, es la manera y el camino para continuar avanzando por nuestros derechos!
Las compañeras y compañeros de Dánica, en el momento que recibían los golpes más duros de la patronal, en vez de resignarse se pusieron de pie y en asamblea junto a su Sindicato reorganizaron la lucha. Y desde ese día la prepotencia del Grupo Beltrán no logró encontrar más brechas para avanzar ante los trabajadores firmes y dignos de Dánica Llavallol.
Pocas horas después de la gran victoria de la Huelga Nacional, celebramos un nuevo logro. Esta es la forma en que luchan las y los aceiteros. Este es el camino que nos enseña nuestra Federación, construyendo unidad y solidaridad obrera, siempre para la lucha por la dignidad de los trabajadores y sus familias.
En esa senda está este Sindicato, de pie defendiendo a cada afiliado y afiliada, comprometido con los derechos de los trabajadores, dispuesto a jugarse hasta el final y así lo va a seguir haciendo.
¡Porque una vez más queda demostrado que el camino hacia la victoria no es otro que la lucha y la unidad de todas y todos los compañeros!
Por todo esto, hoy celebramos y abrazamos a la familia aceitera del SOEIA, de cada planta y sector, y también a todas las compañeras y los compañeros aceiteros del país.
¡Viva la solidaridad obrera! ¡Viva la lucha aceitera! ¡Viva la clase trabajadora!
¡Por un 2021 de lucha y victoria, felicidades!
Comisión Directiva
SOEIA Capital y GBA
Fuente: ANRed
A 85 años de la huelga general de 1936: el partidazo de la clase obrera
En Buenos Aires, un día como hoy, pero de 1936, el empuje aguerrido de una lucha llevada adelante desde meses por parte de las y los empleados de la rama de la construcción consagró la solidaridad de la mayoría de la clase para producir una huelga general de características semiinsurreccionales. Aunque tal vez poco recordado, el acontecimiento reaparece como un juego pasado de fútbol. Un encuentro donde la clase obrera acaparó la pelota y con vocación ofensiva le hizo partido – partidazo – al gobierno y a las patronales. Por Máximo Paz, para ANRed.
Cuando la huelga general proclamada por las y los trabajadores para el 7 de enero de 1936 fue un hecho, se supo, entonces, que el lanzamiento que podría desembocar en una posible insurrección de masas ya había pegado en el palo del arco burgués y estaba recorriendo la línea del arco.
Los que sabían bautizaron a aquella media ciudad porteña tomada por el ataque proletario como “El cinturón Rojo obrero y popular”: piquetes, barricadas y asambleas. Actos, festivales y eventos propiciados por personalidades del mundo artístico. Movilizaciones masivas, choques sangrientos con la policía y, fundamentalmente, el desarrollo constante de una gran solidaridad obrera.
La huelga se trató de una batalla directa en las calles de Villa Crespo, Saavedra, Villa Urquiza, Chacarita, Paternal, Villa Devoto, Villa del Parque, Flores, Villa Luro, Liniers, Mataderos, Parque Chacabuco, Parque Patricios, Boedo y Nueva Pompeya.
La jugada histórica merece su relato, puesto que se trató de una larga partida iniciada a partir de las crecientes demandas que se pedía por mejoras en la industria de la construcción. Eso hizo que para junio de 1935 se funde, basado en una gran red de delegados y asambleas de base, la Federación Obrera de Sindicatos de la Construcción (FOSC), predecesora de la – años más tarde – burocratizada UOCRA. Meses luego, un accidente laboral que recayó fatalmente sobre varios trabajadores albañiles logró que los pedidos se condensen y amplíen. La réplica negativa por parte de la patronal, también. La táctica para seguir atacando fue producto de innumerables asambleas, dónde se estableció una huelga para el 23 de octubre de 1935 y que, además, la medida de fuerza se extendiera por casi 100 días continuos.
Los rivales eran duros. Se trataban de los funcionarios al mando del general Agustín Pedro Justo (elegido presidente con el llamado «fraude patriótico») y empresarios de la rama, en su mayoría alemanes, enlazados con el Partido Nazi, como la Compañía General de Construcciones y la Siemens Baunion. Todo ello empantanado en plena década infame, su permanente estado de sitio y con las directrices puestas en relanzar a la actividad económica nacional luego del crack del ’29 sabiendo que el negocio agroexportador con Europa no volvería a ser el que fue.
La obra pública, entonces, se hizo insignia. En lo que es hoy la CABA y en provincia de Buenos Aires se iniciaron obras de calibre y magnitud: el edificio del Ministerio de Obras Públicas, el estacionamiento y los talleres de la Policía de la Capital, el cuartel de la Policía Montada, la comisaría de Puerto Nuevo, los nuevos cuarteles de Palermo y el nuevo edificio del Colegio Militar en El Palomar. También se continuó con la construcción de la Cárcel de Villa Devoto, se completó el edificio del Colegio Nacional de Buenos Aires y se iniciaron los de la Academia Nacional de Medicina, de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, del Museo Bernardino Rivadavia, del Ministerio de Hacienda y del Ministerio de Guerra. Además se construyeron barrios de viviendas, puentes en el Riachuelo, el primer tramo del subterráneo a Palermo, la rectificación del Riachuelo, el entubamiento del arroyo Maldonado, y, sobre él, la avenida Juan B. Justo. También se hicieron iglesias católicas en cada barrio, como expresión de la nueva alianza entre la dictadura y el Vaticano. Y la mayoría de los grandes estadios de fútbol que conocemos hoy, incluyendo al Monumental.
Esta tanda de obras constituyó una renovada industria de andamio, lejos de aquella donde primó la acción estelar de los oficios más tradicionales para configurarlo en funciones más sencillas y poco calificadas. Las jornadas eran de 11 y hasta 14 horas, seis días a la semana, retribuidos con salarios irrisorios. No se soportaba.
Las asambleas se vuelven multitudinarias. Para el 15 de noviembre se desarrolla una de ellas en un colmado Luna Park, donde se votó una huelga general para todas las ramas del gremio. La repercusión de la medida dio sus frutos: los ecos del parate llegaron a tener plegamientos hasta en la ciudad de Montevideo. Entonces, el que fuera el Departamento Nacional de Trabajo llamó a las partes a negociar.
Pero no hubo arreglo. Las patronales no estaban dispuestas a ceder, sobre todo a lo concerniente al reconocimiento del flamante sindicato dirigido por la militancia obrera del Partido Comunista y de la Anarco Comunista Alianza Obrera Spartacus. Todo volvió a foja cero.
O más o menos. Para aquella altura del conflicto, la escalada entre las partes se había llevado a 60 obreros del andamio a la cárcel de Devoto. Desde el otro lado, el aspecto fraterno comienza a elevarse a magnitudes pocas veces vista. A partir de la configuración de Comités de Solidaridad en cada zona barrial, se comienzan a realizar festivales para recaudar fondos para las y los huelguistas, choferes de colectivos pequeños propietarios determinan trasladar sin cargo a los huelguistas y, de esa manera, solventar la vigilancia sobre la efectividad de la huelga en cada lugar de trabajo, así como a la vez se conformaron brigadas destinadas a empapelar los barrios con afiches que ponían al día a las y los vecinos sobre lo que estaba sucediendo en el conflicto.
Asimismo, las organizaciones solidarias pusieron en pie comisiones de mujeres, colonias de vacaciones para los hijos que ya disponían de sus vacaciones post escolares y, como punto sobresaliente, la conformación del Comité de Defensa y Solidaridad a partir de la intervención de, al menos, 68 organizaciones gremiales que se pliegan a ella.
Ya para fines del año ‘35 los encuentra con un festival en Plaza Once asistido por alrededor de 100.000 participantes.
Los brindis festivos y el comienzo de un nuevo año no producen nada. Empresarios niegan rotundamente todo y plantean la resolución de la contienda a través de un leve aumento salarial.
La réplica obrera surgió desde el Comité de Defensa cuando en la asamblea se votó casi por unanimidad la realización de una huelga general para el 7 de enero.
De inmediato, desde los despachos del Estado se declaró a la medida de fuerza como ilegal mientras fueron encarcelados los dirigentes organizativos, clausurados los locales y los comedores y las fuerzas represivas ocuparon la ciudad.
Las y los trabajadores no dieron marcha atrás. Supieron desde el vamos que estaban en área de definición y, por ello, fueron a la carga por su objetivo. La lucha tremenda apareció en los barrios que habitaban los obreros (volantes de Spartacus llamaban a «meter fuego en los barrios»): los huelguistas formaron barricadas, movilizaciones y pasaron a incinerar a todo vehículo que se muestre contrariando la orden de huelga. La policía castiga, sin miramientos. Hay detenidos. Hay muertos. De ambos bandos.
Finalmente, la guardia represiva no logra hacer pie y retrocede. El “Cinturón rojo” queda a manos de las y los obreros quienes, envalentonados en su moral, deciden dilatar la huelga un día más para pedir por los compañeros presos.
Y, sí, pasó. Esta vez pasó: la medida de fuerza, arrojada y valiente, produjo que el presidente inste a las patronales a que reconozcan el pliego de demandas de su cuerpo asalariado sobreexplotado. La liberación de los detenidos, las mejoras salariales, la reducción de horas y el reconocimiento del sindicato se hicieron realidad. Las y los trabajadores ganaron.
Su balón, que pegó en el palo y que recorrió la línea, entró, por fin, a la red. Pidiendo permiso, de visitantes y con árbitro ajeno, pero entró. Ganaron su partido. Su partidazo.
Fuente: ANRed
Espacio Producción y Trabajo: Balance 2020 y perspectivas
Compartimos el documento del Espacio Producción y Trabajo donde confluyen organizaciones sindicales, pymes, cooperativas, agrarias y sociales. Balance 2020 y perspectivas.
Click para ver el documento del Espacio Producción y Trabajo: Balance 2020 y perspectivas
Fuente: Sindical Federal