Gua­te­ma­la. El con­flic­ti­vo avan­ce de la pal­ma aceitera

Por Mar­vin Del Cid y Sonny Figue­roa, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 11 de febre­ro de 2021. 

Con un cre­ci­mien­to apro­xi­ma­do al 400 por cien­to en los últi­mos 17 años, la pal­ma de acei­te se for­ta­le­ce en la agro­in­dus­tria de Gua­te­ma­la. La expan­sión del mono­cul­ti­vo tam­bién ha traí­do pro­ble­mas en comu­ni­da­des ale­da­ñas a las plan­ta­cio­nes, entre ellos, des­vío de ríos, con­ta­mi­na­ción y deforestación.

La comu­ni­dad de San­ta Odi­lia se ubi­ca en el depar­ta­men­to cos­te­ño de Escuintla, a unos 150 kiló­me­tros de la Ciu­dad de Gua­te­ma­la. A un cos­ta­do del pue­blo hay una plan­ta­ción de pal­ma de acei­te que le per­te­ne­ce al Gru­po HAME, máxi­mo pro­duc­tor en el país. El terreno en el que se siem­bra pal­ma tie­ne una exten­sión de 17 kiló­me­tros de lar­go por un kiló­me­tro de ancho y la comu­ni­dad se encuen­tra esta­ble­ci­da en no más de dos kiló­me­tros cuadrados.

Cada año, con la lle­ga­da de las llu­vias, se regis­tran inun­da­cio­nes en el pue­blo. La empre­sa cons­tru­yó un pare­dón para que los cul­ti­vos de pal­ma no sean afec­ta­dos por el río Coyo­la­te. Esa cons­truc­ción aca­ba con la capa­ci­dad de reten­ción de hume­dad de la ribe­ra y pro­vo­ca que, duran­te las cre­ci­das, se inun­den con mayor faci­li­dad las casas y siem­bras de los resi­den­tes de San­ta Odi­lia río abajo.

“Yo me fui (de) moja­do a Esta­dos Uni­dos y cuan­do regre­sé (en 2005) esta­ban cons­tru­yen­do el pare­dón. Cuan­do se vie­ne la tem­po­ra­da de llu­via el río cre­ce y vie­ne con más fuer­za. Cuan­do el agua vie­ne con fuer­za rebo­ta en ese pare­dón y toda el agua inun­da par­te de la comu­ni­dad”, expli­có Adán Ruiz, pre­si­den­te del Con­se­jo Comu­ni­ta­rio de Desa­rro­llo (Coco­de) de San­ta Odilia.

Isla Chi­ca­les en Nue­va Con­cep­ción, Escuintla, se ubi­ca a unos 400 metros del mar, un lugar en don­de el cri­men orga­ni­za­do ope­ra con liber­tad ya que la pre­sen­cia de las auto­ri­da­des es casi nula, según refie­ren los habi­tan­tes. Otro de los múl­ti­ples pro­ble­mas de un pobla­do cos­te­ro en Guatemala.

José Alfre­do Gar­cía Bor­ja, un defen­sor de los man­gla­res en esta comu­ni­dad, como él se defi­ne, resal­tó las difi­cul­ta­des con las fin­cas en don­de se cul­ti­va palma.

“Las fin­cas que siem­bran pal­ma des­vían los ríos y un ejem­plo de ello es que en varias oca­sio­nes los man­gla­res aquí en nues­tra comu­ni­dad se han seca­do y eso es muy gra­ve, ya que el río Madre Vie­ja no lle­ga con sufi­cien­te agua”, resaltó.

En la actua­li­dad los man­gla­res han recu­pe­ra­do su nivel de agua, agre­gó, pero en su comu­ni­dad siem­pre deben estar atentos.

Todos los años, pobla­do­res del muni­ci­pio de Tiqui­sa­te luchan con­tra el des­vío del río Madre Vie­ja lle­va­do a cabo por per­so­nal de las fin­cas de pal­ma. Este cam­bio de tra­yec­to­ria ya per­ma­nen­te reper­cu­te en la eco­no­mía de los pobla­do­res que sobre­vi­ven de la pesca.

Ade­más, los peque­ños agri­cul­to­res son afec­ta­dos por la esca­sez de agua para uso de rie­go de los cul­ti­vos que siem­bran para el autoconsumo.

En el muni­ci­pio de Sayax­ché, depar­ta­men­to del Petén, los habi­tan­tes siguen lidian­do con la con­ta­mi­na­ción del río La Pasión cin­co años des­pués. En 2015 la empre­sa Refo­res­ta­do­ra de Pal­mas del Petén, Socie­dad Anó­ni­ma (Rep­sa), empre­sa del Gru­po HAME, con­ta­mi­nó 150 kiló­me­tros del cuer­po de agua afec­tan­do al eco­sis­te­ma. Se encon­tra­ron más de 50 tone­la­das de peces muertos.

Los veci­nos de Sayax­ché denun­cian que en los últi­mos años han ocu­rri­do otros derra­mes de quí­mi­cos y acei­te en las cer­ca­nías de las zonas de cul­ti­vo de pal­ma. Esto no ha podi­do con­fir­mar­se por las auto­ri­da­des por­que cuan­do la Muni­ci­pa­li­dad de Sayax­ché toma mues­tras se tar­da más de doce horas en lle­gar a los labo­ra­to­rios de la Uni­ver­si­dad de San Car­los, ubi­ca­dos en la Ciu­dad de Gua­te­ma­la, incum­plién­do­se los perio­dos en la cade­na de cus­to­dia que debe ser menos de diez horas.

Saúl Paau, líder comu­ni­ta­rio de Sayax­ché, dijo que por años el río ha sido con­ta­mi­na­do por los cul­ti­vos de pal­ma de acei­te. Expli­có que esta situa­ción afec­ta apro­xi­ma­da­men­te a la mitad de la pobla­ción del muni­ci­pio que se ali­men­ta de peces y con­su­me su agua.

María Mar­ga­ri­ta Her­nán­dez, líder comu­ni­ta­ria del case­río Canaán, Sayax­ché, resal­tó que el daño pro­vo­ca­do por la con­ta­mi­na­ción del río La Pasión dejó gra­ves daños ambien­ta­les y que el Esta­do de Gua­te­ma­la lejos de cas­ti­gar a los res­pon­sa­bles los ha pro­te­gi­do, su tes­ti­mo­nio es par­te de un docu­men­to titu­la­do: Los impac­tos del cul­ti­vo del acei­te de pal­ma en mate­ria de DDHH, ela­bo­ra­do por el Colec­ti­vo Madre Selva.

“Fue una lucha don­de deja­mos nues­tros zapa­tos tira­dos, por­que tuvi­mos ame­na­zas y per­se­cu­cio­nes por defen­der los dere­chos de las 22 comu­ni­da­des. Pelea­mos el agua por­que es el sus­ten­to, es el prin­ci­pal sus­ten­to de la vida.

Hacía­mos cam­pa­ña en las comu­ni­da­des para que no se metie­ran al río y hubo reunio­nes per­ma­nen­tes. Unía­mos a los gru­pos para dar­le segui­mien­to al caso. El caso jurí­di­co con­tra la empre­sa ya no avan­zó y sobre el ase­si­na­to de un com­pa­ñe­ro pues deja­mos de insis­tir por­que la fami­lia no qui­so. Hubo muchas com­pras de volun­ta­des bajo la mesa”.

En Gua­te­ma­la, los con­flic­tos socia­les por el cul­ti­vo de pal­ma se han vuel­to habi­tua­les. En los últi­mos 17 años la siem­bra de pal­ma de acei­te cre­ció casi 400 por cien­to; de 31 mil hec­tá­reas en 2003 pasó a 171 mil 581 en 2019. Esto ha con­ver­ti­do a Gua­te­ma­la en el sex­to pro­duc­tor de pal­ma a nivel mun­dial y el ter­cer expor­ta­dor. Según datos de la Gre­mial de Pal­mi­cul­to­res de Gua­te­ma­la (Gre­pal­ma) hay 235 pro­duc­to­res de pal­ma a nivel nacional.

La gre­mial infor­ma que en 2019 gene­ra­ron 28 mil 575 empleos direc­tos y 145 mil indi­rec­tos. Ade­más, que el sec­tor pal­mi­cul­tor apor­ta el 1.09 por cien­to del Pro­duc­to Interno Bru­to (PIB).

Infor­ma­ción del Fon­do Mun­dial para la Natu­ra­le­za (WWF por sus siglas en inglés) resal­ta que uno de cada diez pro­duc­tos que se ven­den en los super­mer­ca­dos con­tie­ne acei­te de pal­ma, entre ellos, jabo­nes, ali­men­tos con­ge­la­dos, dul­ces, acei­tes para freír, hela­dos y sopas ins­tan­tá­neas. Tam­bién es uti­li­za­do como com­bus­ti­ble para la gene­ra­ción de elec­tri­ci­dad y Euro­pa es uno de los prin­ci­pa­les compradores.

Pero, con el boom mun­dial de la deman­da, la expan­sión de este mono­cul­ti­vo en Gua­te­ma­la ha pro­du­ci­do impac­tos sobre el medio ambien­te y las pobla­cio­nes ale­da­ñas, repro­du­cien­do un mode­lo agrí­co­la que deja pocos rédi­tos a las comu­ni­da­des rodea­das por las plantaciones.

Una comu­ni­dad en pobreza

San­ta Odi­lia es un ejem­plo de las comu­ni­da­des en las que pre­do­mi­na la fal­ta de desa­rro­llo y pobre­za, ubi­ca­da en las inme­dia­cio­nes de las fin­cas de pal­ma de acei­te. Mien­tras los pue­blos se man­tie­nen en la mis­ma con­di­ción des­de hace déca­das, el sec­tor pal­mi­cul­tor cre­ce y gene­ra millo­nes de quetza­les para la industria.

En San­ta Odi­lia viven apro­xi­ma­da­men­te tres mil per­so­nas, no hay calles asfal­ta­das ni dre­na­jes. Algu­nas vivien­das care­cen de agua pota­ble. Más de la mitad de los habi­tan­tes son pobres.

Según la Secre­ta­ría de Pla­ni­fi­ca­ción y Pro­gra­ma­ción de la Pre­si­den­cia de Gua­te­ma­la en el muni­ci­pio de Nue­va Con­cep­ción, al que per­te­ne­ce la comu­ni­dad San­ta Odi­lia, el 54.5 por cien­to de la pobla­ción vive en pobre­za y el 8.2 por cien­to en pobre­za extrema.

El Ins­ti­tu­to Nacio­nal de Esta­dís­ti­ca (INE) seña­la que una per­so­na que está en con­di­cio­nes de pobre­za usa cua­tro dóla­res dia­rios para ali­men­tar­se y la que vive en pobre­za extre­ma ape­nas dos dóla­res al día para con­su­mir alimentos.

Mar­ga­ri­ta Girón, veci­na de San­ta Odi­lia, resal­tó que en su comu­ni­dad hay gran­des caren­cias y por ello gran can­ti­dad de per­so­nas migran a los Esta­dos Uni­dos, “duran­te varios meses del año hay tra­ba­jo en las fin­cas, pero el pago es muy poco y por eso muchos pre­fie­ren irse, noso­tros no esta­mos en con­tra de la siem­bra de pal­ma, pero las empre­sas se debe­rían de preo­cu­par más por las comu­ni­da­des”, resaltó.

Edgar Del Cid Lei­va, párro­co de la igle­sia de Nue­va Con­cep­ción, muni­ci­pio al que per­te­ne­ce la comu­ni­dad San­ta Odi­lia, expli­có que en la épo­ca de los noven­ta la empre­sa San­ta Rosa, Socie­dad Anó­ni­ma, se apro­pió de una calle y sem­bró pal­ma de aceite.

“La fin­ca Cua­tro Robles (San­ta Rosa, S.A.) del gru­po HAME sem­bró pal­ma en cami­nos comu­na­les y eso ha afec­ta­do el des­pla­za­mien­to de los veci­nos. Uno cami­na por esas calles, pero al lle­gar a la fin­ca se topa con que el camino está blo­quea­do por las pal­mas. Hay varios temas que deben ser tra­ta­dos con urgen­cias, pues todo eso podría repli­car en pro­ble­mas mayo­res”, expli­có el líder religioso.

En la épo­ca de los noven­ta el terreno de pal­ma de San­ta Rosa, S.A no lle­ga­ba has­ta la ori­lla del río Coyo­la­te. Había un camino que era usa­do por los pobla­do­res para comu­ni­car­se, pero al pasar los años la empre­sa fue sem­bran­do pal­ma de acei­te y se apro­pió del espa­cio, blo­quean­do el paso.

“Hace 25 años había calles que comu­ni­ca­ban las fin­cas de los pobla­do­res, pero aho­ra al lle­gar a la fin­ca de pal­ma ya no se pue­de pasar por­que ellos aga­rra­ron un terreno de 40 metros por un kiló­me­tro para sem­brar pal­ma. Al usar esa calle nos blo­queó el paso y debe­mos cami­nar 10 kiló­me­tros para redon­dear el paso que cerra­ron”, expli­có Adam Cruz, pre­si­den­te del Con­se­jo Comu­ni­ta­rio de San­ta Odilia.

La orga­ni­za­ción denun­ció que la empre­sa San­ta Rosa, S.A. los pre­sio­na para que fir­men un docu­men­to en el que deben agra­de­cer por pro­yec­tos que, a decir de los pobla­do­res, no exis­ten en la comu­ni­dad. Cruz seña­ló que no fir­ma­rán has­ta que libe­ren las calles públi­cas en las que han sem­bra­do pal­ma de aceite.

Otra de las peti­cio­nes es que cons­tru­yan un pare­dón que fre­ne las inun­da­cio­nes para el pue­blo. Solo este año con­ta­bi­li­zan seis inundaciones.

La tor­men­ta Eta dejó inun­da­cio­nes en San­ta Odi­lia a pesar que el fenó­meno tro­pi­cal no pasó cer­ca de la comu­ni­dad. Duran­te algu­nos días el agua lle­gó has­ta el cen­tro de la aldea e inun­dó algu­nos sem­bra­di­llos de elo­te para con­su­mo de sus pobla­do­res. Eso tam­bién afec­tó a los ani­ma­les de corral como vacas, cer­dos, galli­nas y patos. Algu­nos murie­ron por­que los veci­nos no tenían don­de refugiarlos.

En San­ta Odi­lia hay casas que están cons­trui­das de block, y otras de made­ra y lámi­nas. Estás son las más afec­ta­das por las inun­da­cio­nes por­que si la corrien­te es fuer­te, las destruye.

Cada año la his­to­ria se repi­te en las rive­ras del río Coyo­la­te. El afluen­te de unos 160 kiló­me­tro nace en el depar­ta­men­to de Chi­mal­te­nan­go, al occi­den­te del país, y desem­bo­ca en el Océano Pacífico.

Todos los años los habi­tan­tes deben cons­truir un puen­te de made­ra sobre el río y pasar des­de San­ta Odi­lia has­ta las fin­cas de caña de azú­car (otra fuen­te de tra­ba­jo). Con la lle­ga­da del invierno el paso de unos 200 metros es destruido.

La geren­te de comu­ni­ca­ción cor­po­ra­ti­va, Xio­ma­ra Lima y el geren­te de pro­yec­tos, Gus­ta­vo Cha­cón del gru­po HAME indi­ca­ron en rela­ción a la bor­da que se encuen­tra en la fin­ca Cua­tro Robles (San­ta Rosa, S.A.) que la mis­ma no influ­ye en las inun­da­cio­nes que se dan en terre­nos de la comu­ni­dad San Odi­lia y lejos de afec­tar bene­fi­cia a la población.

“La bor­da de la fin­ca Cua­tro Robles, ade­más de pro­te­ger el área de cul­ti­vo de la empre­sa, pro­te­ge la comu­ni­dad de San­ta Odi­lia y las áreas de cul­ti­vo de la comu­ni­dad en una de las vuel­tas del río. La bor­da es más lar­ga y tie­ne un nivel más alto de lo reque­ri­do para res­guar­dar los cul­ti­vos de la empre­sa, esto apo­ya a la comu­ni­dad en la épo­ca de llu­via. Ade­más, damos man­te­ni­mien­to para for­ta­le­cer la bor­da a fin de evi­tar que la comu­ni­dad se inun­de”, des­ta­ca­ron los entrevistados.

Seña­lan que cons­tan­te­men­te están en comu­ni­ca­ción con los líde­res de la comu­ni­dad para evi­tar conflictos.

Lima y Cha­cón recha­zan tam­bién que el gru­po HAME haya inva­di­do los cami­nos de comu­ni­da­des. Ade­más que en nin­gún momen­to los pobla­do­res se han que­ja­do de ello.

Des­mien­ten que se pre­sio­ne a per­so­nas de San­ta Odi­lia para que fir­men docu­men­tos en apo­yo a los proyectos.

“Gru­po HAME no pre­sio­na para que se fir­me nin­gún docu­men­to en agra­de­ci­mien­to por los pro­yec­tos. Sin embar­go, Gru­po HAME está cer­ti­fi­ca­do con la Nor­ma ISO37001, enfo­ca­da en la éti­ca y trans­pa­ren­cia, por lo que cum­plien­do con el pro­ce­so de debi­da dili­gen­cia todo apo­yo, cola­bo­ra­ción o dona­ción de par­te de la empre­sa a cual­quier comu­ni­dad, ins­ti­tu­ción públi­ca o pri­va­da, así como a cual­quier orga­ni­za­ción, debe que­dar debi­da­men­te docu­men­ta­da y regis­tra­da, invo­lu­cran­do los acto­res cla­ve en el pro­ce­so como sopor­te de la entre­ga de dichas ges­tio­nes”, indicaron.

El eco­no­mis­ta y ana­lis­ta de El Obser­va­dor, Luis Solano, con­si­de­ra que los due­ños de tie­rras siguen aca­pa­ran­do más áreas afec­tan­do a las fami­lias, pues cien­tos de cam­pe­si­nos que­dan ence­rra­dos en las gran­des exten­sio­nes de las pro­pie­da­des y se ven obli­ga­dos a vender.

“Mucha de la com­pra de tie­rras por par­te de las gran­des empre­sas se da bajo ame­na­zas o des­pla­za­mien­to for­za­do, lo cual es muy gra­ve”, resal­tó Solano, quien agre­gó que debe poner­se aten­ción al depar­ta­men­to del Petén, pues la siem­bra de pal­ma cre­ce a rit­mo ace­le­ra­do y sin control.

El inves­ti­ga­dor seña­ló que los tres fac­to­res que ayu­dan a que Gua­te­ma­la sea de los prin­ci­pa­les pro­duc­to­res de pal­ma de acei­te son la can­ti­dad de ríos, la llu­via y la bue­na tierra.

Enfa­ti­zó que la siem­bra de pal­ma requie­re de gran­des can­ti­da­des de agua y pre­ci­sa­men­te ese es uno de los prin­ci­pa­les con­flic­tos en torno a su cultivo.

Solano dijo que “el boom” en la siem­bra de pal­ma en Gua­te­ma­la se dio a par­tir del año 2000, sien­do uno de los prin­ci­pa­les moti­vos el aumen­to de la comi­da cha­ta­rra y con­su­mo de agro­com­bus­ti­bles. El acei­te de pal­ma es más bara­to y sus­ti­tu­ye a otros más caros como el de oli­va, cano­la, soya y algodón.

Ante los seña­la­mien­tos de apro­pia­ción de tie­rra, la con­ta­mi­na­ción de ríos y el des­gas­te de los sue­los pro­duc­to de la pal­ma de acei­te, el Esta­do no ha emi­ti­do reso­lu­cio­nes para regu­lar o enfren­tar estos efec­tos nega­ti­vos. En octu­bre de 2019 el Minis­te­rio de Ambien­te y Recur­sos Natu­ra­les publi­có el acuer­do minis­te­rial 204‑2019 (Lis­ta­do Taxa­ti­vo de Pro­yec­tos, Obras y Acti­vi­da­des Industriales).

El acuer­do modi­fi­có la cla­si­fi­ca­ción de cada acti­vi­dad agro­in­dus­trial según su impac­to en el medio ambien­te, una de ellas la siem­bra de la pal­ma de acei­te. Dicho lis­ta­do seña­la­ba que toda plan­ta­ción de mono­cul­ti­vos por arri­ba de las 500 hec­tá­reas se cla­si­fi­ca­ba como cate­go­ría A, es decir, de alto ries­go para el ambien­te. Con la modi­fi­ca­ción de la cate­go­ría, las siem­bras por arri­ba de 500 hec­tá­reas ya no son con­si­de­ra­das como alto ries­go. Esto bene­fi­ció a media­nos y gran­des empre­sa­rios de pal­ma de aceite.

Días antes de esa modi­fi­ca­ción, el enton­ces pre­si­den­te Jimmy Mora­les estu­vo pre­sen­te en el III Con­gre­so Pal­me­ro. Ahí feli­ci­tó a la Gre­mial de Pal­mi­cul­to­res de Gua­te­ma­la por su “com­pro­mi­so” por no defo­res­tar. Ade­más, recha­zó que la pal­ma de acei­te sea una de las cau­sas de la des­truc­ción de bos­ques del país.

Dos años antes, en 2017, Mora­les deci­dió decla­rar non gra­to a Iván Velás­quez, jefe de la Comi­sión Inter­na­cio­nal Con­tra la Impu­ni­dad en Gua­te­ma­la (CICIG), un ente de Nacio­nes Uni­das que inves­ti­ga­ba corrup­ción. El sec­tor empre­sa­rial repre­sen­tan­do en el Comi­té Coor­di­na­dor de Aso­cia­cio­nes Agrí­co­las, Comer­cia­les, Indus­tria­les y Finan­cie­ras (CACIF) ava­ló la deci­sión del gober­nan­te por medio de un comu­ni­ca­do de pren­sa, lo mis­mo hizo Grepalma.

El 14 de agos­to pasa­do, el pre­si­den­te Ale­jan­dro Giam­mat­tei par­ti­ci­pó en un acto de Gre­pal­ma en el que se pre­sen­tó “Los apor­tes de la agro­in­dus­tria de acei­te de pal­ma en Gua­te­ma­la”. En la reu­nión, el man­da­ta­rio dijo que con ese tipo de acti­vi­da­des agro­in­dus­tria­les se pue­de sacar de la pobre­za a los guatemaltecos.

“Somos el país con mejor tie­rra para cul­ti­var esto, somos el más pro­duc­ti­vo. Somos el ter­cer lugar en el mun­do y podría­mos ser el pri­me­ro. Ape­lo al sec­tor pri­va­do orga­ni­za­do a que fije­mos jun­tos los obje­ti­vos del país, solo así pode­mos sacar a la gen­te de la pobre­za, la gen­te lo que quie­ren son opor­tu­ni­da­des”, dijo Giammattei.

Los impac­tos negativos

Sin embar­go, algu­nos no están de acuer­do con la afir­ma­ción del pre­si­den­te. Julio Gon­zá­lez, de la orga­ni­za­ción ambien­ta­lis­ta Madre Sel­va, reite­ró que la siem­bra de pal­ma gene­ra impac­tos nega­ti­vos en las comu­ni­da­des como el des­vío de ríos, con­ta­mi­na­ción, defo­res­ta­ción y enfer­me­da­des para los pobladores.

“La expan­sión de los mono­cul­ti­vos ha pro­vo­ca­do el des­alo­jo de comu­ni­da­des, ya que muchos pobla­do­res son expul­sa­dos de dis­tin­tas for­mas, entre ellas, la com­pra de tie­rra bajo ame­na­zas. El uso inten­si­vo de agro­quí­mi­cos es gra­ve para la salud de los tra­ba­ja­do­res y de los pobla­do­res que viven cer­ca de las plan­ta­cio­nes. Ade­más, deja la tie­rra inser­vi­ble por muchos años”, explicó.

Para esta inves­ti­ga­ción, se soli­ci­tó al Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra, Gana­de­ría y Ali­men­ta­ción (MAGA) el núme­ro de hec­tá­reas usa­das para la siem­bra de pal­ma de acei­te en Gua­te­ma­la, así, como su ubi­ca­ción y las empre­sas pro­pie­ta­rias. La res­pues­ta fue: “no con­ta­mos con la infor­ma­ción que soli­ci­ta, pue­de comu­ni­car­se con la Gre­mial de Pal­mi­cul­to­res de Guatemala”.

Así, el estu­dio Per­fil Ambien­tal de Gua­te­ma­la 2010 – 2012 ela­bo­ra­do por el Ins­ti­tu­to de Agri­cul­tu­ra, Recur­sos Natu­ra­les y Ambie­Pe de la Uni­ver­si­dad Rafael Lan­dí­var, seña­la que la expan­sión de mono­cul­ti­vos como la pal­ma acei­te­ra pro­vo­ca la defo­res­ta­ción de Gua­te­ma­la. La expan­sión de la pal­ma acei­te­ra ha lle­va­do a que se inva­dan áreas pro­te­gi­das por el Esta­do don­de se bus­ca la con­ser­va­ción de la flo­ra y fau­na sil­ves­tre en esos territorios.

El infor­me reve­la que 22,967 hec­tá­reas de plan­ta­ción de pal­ma se encuen­tran en áreas pro­te­gi­das, lo que equi­va­le al 13.38 por cien­to de las hec­tá­reas de pal­ma de acei­te repor­ta­das en 2019, que son 171,581. La Uni­ver­si­dad Rafael Lan­dí­var seña­la que el 90.6 por cien­to de las áreas pro­te­gi­das en las que se siem­bra este mono­cul­ti­vo se encuen­tra en el depar­ta­men­to de Petén.

De esas 22,967 hec­tá­reas de pal­ma de acei­te, 80 están en reser­vas natu­ra­les pri­va­das, las demás están en terre­nos de reser­vas, refu­gios, monu­men­tos y zonas de amor­ti­gua­mien­to que per­te­ne­cen al Esta­do de Gua­te­ma­la, según el Sis­te­ma Gua­te­mal­te­co de Áreas Pro­te­gi­das –SIGAP-.

El secre­ta­rio eje­cu­ti­vo del Con­se­jo Nacio­nal de Áreas Pro­te­gi­das (CONAP), Abraham Estra­da, dijo que cual­quier mono­cul­ti­vo con­lle­va un impac­to rele­van­te sobre la diver­si­dad bio­ló­gi­ca. Si no se toman las medi­das de miti­ga­ción nece­sa­rias esto pue­de impli­car pér­di­da de eco­sis­te­mas impor­tan­tes y úni­cos, hume­da­les con­ta­mi­na­dos y afec­ta­dos que son hábi­tat de espe­cies nati­vas y de aves migratorias.

“La defo­res­ta­ción para imple­men­tar plan­ta­cio­nes de pal­ma, lle­va tam­bién a la defau­na­ción de las áreas que son des­ti­na­das a estos cul­ti­vos, ya que los ani­ma­les no pue­den des­pla­zar­se por estas gran­des exten­sio­nes de cul­ti­vo, por­que no encuen­tran en ellas los recur­sos que nece­si­tan para sobre­vi­vir”, añadió.

Sobre el ingre­so de la pal­ma de acei­te en áreas pro­te­gi­das, Estra­da men­cio­nó “no pue­do hablar sobre las cau­sas que pro­vo­can la inva­sión de áreas pro­te­gi­das (para la siem­bra de pal­ma de acei­te) pues las des­co­noz­co. Lo que sí pue­do decir es que si en el CONAP reci­bi­mos denun­cias de inva­sio­nes en áreas pro­te­gi­das esta es veri­fi­ca­da y tras­la­da­da al Minis­te­rio Público”

En 2017 el Con­se­jo Nacio­nal de Áreas Pro­te­gi­das pre­sen­tó el infor­me titu­la­do “Eva­lua­ción de los fac­to­res cau­san­tes del uso de la tie­rra, cau­sas y agen­tes de defo­res­ta­ción y degra­da­ción de bos­ques en Gua­te­ma­la” sobre la situa­ción de las áreas pro­te­gi­das y la plan­ta­ción de monocultivos.

En el docu­men­to se ase­gu­ra que las plan­ta­cio­nes de pal­ma de acei­te se han exten­di­do en terri­to­rios que tra­di­cio­nal­men­te eran usa­dos para el desa­rro­llo gana­de­ro. Ade­más, que dichas plan­ta­cio­nes han des­pla­za­do a pobla­cio­nes indígenas.

“En los últi­mos diez años la expan­sión de las cor­po­ra­cio­nes dedi­ca­das al cul­ti­vo de caña de azú­car y pal­ma afri­ca­na en la región nor­te de Gua­te­ma­la han inva­di­do las tie­rras habi­ta­das his­tó­ri­ca­men­te por las pobla­cio­nes indí­ge­nas Q’eqchies, habien­do des­pla­za­do a cien­tos de fami­lias y comu­ni­da­des ente­ras, gene­ran­do incre­men­to en la pobre­za, ham­bre, des­em­pleo y fal­ta de tie­rras para su sus­ten­to”, pun­tua­li­za el escrito.

El infor­me hace la reco­men­da­ción al Con­gre­so de la Repú­bli­ca a que legis­le para con­tro­lar el cre­ci­mien­to de los mono­cul­ti­vos como la pal­ma de aceite.

Las áreas pro­te­gi­das tam­bién son afec­ta­das por la con­ta­mi­na­ción que deja a su paso la pal­ma de acei­te. La fal­ta de con­tro­les esta­ta­les en la pro­duc­ción de esta sus­tan­cia vege­tal pro­vo­ca que las empre­sas con­ta­mi­nen ríos. Un ejem­plo, es lo ocu­rri­do en 2015 en el río La Pasión, ubi­ca­do en el muni­ci­pio de Sayax­ché del depar­ta­men­to de Petén.

En 150 kiló­me­tros del río murie­ron peces, rep­ti­les, mamí­fe­ros y otras for­mas de vida que habi­ta­ban y se ali­men­ta­ban del cuer­po de agua. El des­bor­da­mien­to de las pile­tas de oxi­da­ción de la Refo­res­ta­do­ra de Pal­mas del Petén (Rep­sa), per­te­ne­cien­te al Gru­po HAME, cau­só la con­ta­mi­na­ción, según una inves­ti­ga­ción de la Agen­cia de Pro­tec­ción Ambien­tal (EPA) de Esta­dos Uni­dos, que con­clu­yó que Rep­sa arro­ja­ba sus dese­chos más con­ta­mi­nan­tes al río.

Este infor­me es usa­do por las orga­ni­za­cio­nes ambien­ta­lis­tas que deman­dan a la empre­sa por los daños provocados.

Sin embar­go, des­de el 2015 a la fecha el caso no ha avan­za­do penal­men­te por­que el equi­po jurí­di­co de Rep­sa ha pre­sen­ta­do accio­nes lega­les para retra­sar el pro­ce­so que des­pués de cin­co años con­ti­núa impu­ne. Lo que hizo el Esta­do a tra­vés del Minis­te­rio de Ambien­te y Recur­sos Natu­ra­les fue impo­ner mul­tas a la empre­sa por 15 mil dólares.

Rafael Mal­do­na­do, quien fun­gió como abo­ga­do del Cen­tro de Acción Legal, Ambien­tal y Social de Gua­te­ma­la (Calas), orga­ni­za­ción ambien­ta­lis­ta que denun­ció la con­ta­mi­na­ción, resal­tó que el caso penal con­tra Rep­sa es deli­ca­do por­que tie­nen mucho poder. “Hubo aco­so en con­tra mía y ame­na­zas con el obje­ti­vo de que die­ra mar­cha atrás con el pro­ce­so penal”, dijo.

Mal­do­na­do ejem­pli­fi­ca el poder que a su jui­cio tie­ne esta empre­sa. En sep­tiem­bre de 2015 la jue­za de Deli­tos Con­tra el Ambien­te de Petén, Car­la Her­nán­dez, orde­nó un cese de ope­ra­cio­nes de Rep­sa para que se inves­ti­ga­ra más a fon­do la con­ta­mi­na­ción, pero la empre­sa la deman­dó civil­men­te por el deli­to de res­pon­sa­bi­li­dad de fun­cio­na­rios públicos.

“Accio­nes como de este tipo tie­nen dete­ni­do el caso con­tra Rep­sa. Nun­ca hubo cap­tu­ras y el caso se encuen­tra dete­ni­do en la Fis­ca­lía de Deli­tos con­tra el Ambien­te des­de 2015. Esta empre­sa usó sus argu­cias lega­les para empan­ta­nar el caso y evi­tar más inves­ti­ga­cio­nes”, comen­tó el abogado.

“Exis­te una inves­ti­ga­ción en cur­so por esos even­tos deri­va­do de la denun­cia penal pre­sen­ta­da por el Minis­te­rio de Ambien­te y Recur­sos Natu­ra­les (MARN) ante el Minis­te­rio Públi­co en con­tra de Refo­res­ta­do­ra de Pal­mas de El Petén, S.A. (Rep­sa), empre­sa miem­bro de Gru­po HAME, por los inci­den­tes del mes de abril y junio de 2015 en el Río la Pasión en el Depar­ta­men­to de Petén. El pro­ce­so se encuen­tra aún en fase de inves­ti­ga­ción a car­go del Minis­te­rio Públi­co con el cual se ha cola­bo­ra­do sin nin­gu­na res­tric­ción para el escla­re­ci­mien­to de los hechos. Rep­sa, es res­pe­tuo­sa de la ley y del debi­do pro­ce­so, es el más intere­sa­do en que se resuel­va esta situa­ción, por lo que esta­mos anuen­tes a toda la cola­bo­ra­ción que se requie­ra”, dijo Xio­ma­ra Lima geren­te de comu­ni­ca­ción cor­po­ra­ti­va del Gru­po HAME.

Aura Mari­na López, jefa de la Fis­ca­lía de Deli­tos Con­tra el Medio Ambien­te del Minis­te­rio Públi­co, men­cio­nó que en el caso con­tra Rep­sa se va a pre­sen­tar una sali­da pro­ce­sal alter­na como resar­ci­mien­to a las comu­ni­da­des afec­ta­das por­que no se encon­tró res­pon­sa­bi­li­dad de la empre­sa aceitera.

“No hay indi­cios sufi­cien­tes para pro­ce­sar penal­men­te a los pro­pie­ta­rios o eje­cu­ti­vos de la empre­sa por la con­ta­mi­na­ción”, dijo López, quien aña­dió que, pese a que la Agen­cia de Pro­tec­ción Ambien­tal de Esta­dos Uni­dos con­clu­yó que Rep­sa arro­ja­ba sus dese­chos más con­ta­mi­nan­tes en el río, su ofi­ci­na no pudo docu­men­tar esa situa­ción en el pro­ce­so penal.

El Con­se­jo Nacio­nal de Áreas Pro­te­gi­das es que­re­llan­te en el pro­ce­so legal con­tra Rep­sa. El secre­ta­rio eje­cu­ti­vo, Abraham Estra­da, res­pon­dió que la empre­sa bus­ca que el sis­te­ma judi­cial les otor­gue la opción de dar resar­ci­mien­to por el daño cau­sa­do a las comu­ni­da­des que depen­dían de la pesca.

Debi­do a la mag­ni­tud de la con­ta­mi­na­ción en el río La Pasión, en 2018, la mul­ti­na­cio­nal sui­za de ali­men­tos y bebi­das Nestlé, anun­ció la sus­pen­sión de las com­pras de acei­te de pal­ma a Rep­sa por­que no que­ría ver­se invo­lu­cra­da en actos con­tra el ambiente.

En 2015 se regis­tró un eco­ci­dio en el Río La Pasión. 150 kiló­me­tros fue­ron con­ta­mi­na­dos por acei­te de pal­ma pro­du­ci­do por la empre­sa REPSA. (Foto­gra­fías: Pren­sa Libre)

Según datos de la Gre­mial de Pal­mi­cul­to­res de Gua­te­ma­la hay 235 pro­duc­to­res de pal­ma de acei­te. El 12 por cien­to (29) son pro­duc­to­res que tie­nen más de 500 hec­tá­reas de siem­bra, es decir, con­tro­lan los cul­ti­vos de pal­ma en el país. Detrás de este nego­cio hay gran­des cor­po­ra­cio­nes y giran alre­de­dor de varias fami­lias en Guatemala.

La fami­lia Moli­na Espi­no­za es la pro­pie­ta­ria de los gru­pos HAME y MEME, fun­da­dos por los her­ma­nos Hugo Alber­to y Mil­ton Enri­que Moli­na Espi­no­za. De acuer­do a un estu­dio rea­li­za­do por Luis Solano, estas empre­sas tie­nen más de 45 mil hec­tá­reas de pal­ma acei­te­ra a nivel nacio­nal dis­tri­bui­das en los depar­ta­men­tos de Petén, Escuintla, San Mar­cos y Quetzaltenango.

De acuer­do con datos de la revis­ta de aná­li­sis El Obser­va­dor, el gru­po HAME y MEME tam­bién tie­nen pre­sen­cia en otros paí­ses de Cen­troa­mé­ri­ca como Hon­du­ras y Nica­ra­gua. Pro­nos­ti­ca que el cul­ti­vo aumen­ta­rá debi­do a la alta deman­da del acei­te en varios mer­ca­dos, entre ellos, el mexi­cano y el holandés.

Bene­fi­cios fiscales

Todas las empre­sas que se dedi­can al cul­ti­vo de pal­ma de acei­te se encuen­tran bene­fi­cia­das por el régi­men de la Ley de Maqui­la decre­to 29 – 89. Esta nor­ma­ti­va per­mi­te que este tipo de nego­cios no paguen el Impues­to Sobre la Ren­ta (ISR), Impues­to de Soli­da­ri­dad (ISO) y aran­ce­les de impor­ta­ción de maqui­na­ria duran­te diez años.

Ade­más, les otor­ga un meca­nis­mo de rápi­da devo­lu­ción del Impues­to al Valor Agre­ga­do (IVA) por expor­ta­cio­nes duran­te toda su vida. Y cuan­do com­pran insu­mos en el mer­ca­do nacio­nal, pue­den soli­ci­tar que el IVA les sea devuelto.

Algu­nas ins­ti­tu­cio­nes han reco­men­da­do al Con­gre­so de la Repú­bli­ca que se legis­le, para poner un alto a la con­ta­mi­na­ción de ríos, inva­sión de áreas pro­te­gi­das y uso correc­to de los sue­los. Sin embar­go, no hay avan­ces en esta materia.

La dipu­tada Sonia Gutié­rrez, inte­gran­te de la Comi­sión de Ambien­te del Con­gre­so, seña­la que duran­te la actual legis­la­tu­ra no se ha pues­to el tema sobre la mesa por­que hay gru­pos de dipu­tados afi­nes a este sec­tor empre­sa­rial. Expli­có que debe ana­li­zar­se tan­to la expan­sión del mono­cul­ti­vo como los apo­yos fiscales.

“Es fun­da­men­tal legis­lar en torno a la siem­bra de pal­ma afri­ca­na, ya que los cul­ti­vos cre­cen a un rit­mo ace­le­ra­do y sin con­trol por par­te del Esta­do. La fis­ca­li­za­ción en la siem­bra de pal­ma es un tema al que se le debe dar prio­ri­dad, pues giran muchos pro­ble­mas en torno a esa indus­tria, des­de explo­ta­ción labo­ral has­ta con­ta­mi­na­ción de ríos, así como los bene­fi­cios fis­ca­les”, resal­tó la congresista.

Al con­sul­tar al Minis­te­rio de Ambien­te y Recur­sos Natu­ra­les (MARN) sobre el impac­to de la siem­bra de pal­ma se indi­có de for­ma gene­ral que las empre­sas deben cum­plir con la legis­la­ción nacio­nal y evi­ta­ron hacer comen­ta­rios sobre los seña­la­mien­tos en con­tra de las empresas.

“Exis­ten ins­tru­men­tos jurí­di­cos y téc­ni­cos dis­po­ni­bles para pre­ve­nir y redu­cir los impac­tos de cual­quier pro­yec­to, obra, indus­tria o acti­vi­dad. Como eje estra­té­gi­co se tie­ne el for­ta­le­ci­mien­to ins­ti­tu­cio­nal para que el Esta­do, en coor­di­na­ción con los sec­to­res, logre la apli­ca­ción efec­ti­va de los dife­ren­tes ins­tru­men­tos para pre­ve­nir y redu­cir los impac­tos”, resal­tó el MARN.

La pos­tu­ra de Grepalma

La Gre­mial de Pal­mi­cul­to­res de Gua­te­ma­la (Gre­pal­ma) por medio de su comu­ni­ca­do­ra, Leti­cia Enrí­quez, res­pon­dió las inte­rro­gan­tes y resal­ta­ron que la siem­bra de pal­ma es posi­ti­va para Guatemala.

“El cul­ti­vo de pal­ma de acei­te se loca­li­za en la región nor­te, noro­rien­te y sur de Gua­te­ma­la. En estos luga­res, la agro­in­dus­tria gua­te­mal­te­ca de acei­te de pal­ma gene­ra 30 mil empleos direc­tos y 143 mil empleos indi­rec­tos, gene­ran­do opor­tu­ni­da­des de cre­ci­mien­to para los pobla­do­res y sus comu­ni­da­des veci­nas en áreas don­de había esca­sas o nulas inver­sio­nes pre­vio al esta­ble­ci­mien­to de pro­yec­tos pal­me­ros. En el año 2020, pese a la cri­sis por covid-19, el sec­tor de pal­ma logró man­te­ner e incre­men­tar en un cin­co por cien­to los empleos direc­tos gene­ra­dos, con­tri­bu­yen­do de esta mane­ra con la reac­ti­va­ción eco­nó­mi­ca y las opor­tu­ni­da­des para el país”, des­ta­có Enríquez.

Agre­gó que el apor­te de las empre­sas aso­cia­das a Gre­pal­ma al desa­rro­llo local de las comu­ni­da­des veci­nas va más allá de la crea­ción de fuen­tes de empleo y la dina­mi­za­ción de eco­no­mías loca­les, pro­mo­vien­do el bien­es­tar de los pobla­do­res con la imple­men­ta­ción de pro­gra­mas y pro­yec­tos en mate­ria de salud, segu­ri­dad ali­men­ta­ria, edu­ca­ción, acce­so a agua pota­ble, acce­so a ener­gía eléc­tri­ca y acce­so a infra­es­truc­tu­ra vial.

Fuen­te: Pren­sa Comunitaria

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