Perú. El acce­so a la vacu­na covid-19: entre la cari­dad y las reglas justas

Arie­la Ruiz Caro /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 10 de mar­zo de 2021

A pesar de la evi­den­cia de las fala­ces inter­pre­ta­cio­nes del bió­lo­go Ernes­to Bus­ta­man­te en el canal Willax, ase­sor en temas de salud y can­di­da­to de Kei­ko Fuji­mo­ri al Con­gre­so, con­ti­núa el cli­ma de des­con­fian­za con res­pec­to a la ido­nei­dad de la vacu­na de Sinopharm, apli­ca­da a médi­cos y enfer­me­ras en el Perú. 

Bus­ta­man­te nos dijo que las vacu­nas tenían efi­ca­cia insu­fi­cien­te, por lo que debía ini­ciar­se un nue­vo pro­ce­so de vacu­na­ción con Pfi­zer. El can­di­da­to pre­si­den­cial Rafael López Alia­ga, par­te del ope­ra­ti­vo, pidió la vacan­cia de Sagas­ti y dijo que los perua­nos nos mere­cía­mos las mejo­res vacunas.

Difun­dir un docu­men­to par­cial, de una inves­ti­ga­ción con­fi­den­cial es de por sí un deli­to. Pero mani­pu­lar la infor­ma­ción y enga­ñar a la ciu­da­da­nía res­pon­de a una con­duc­ta que debe ser san­cio­na­da. El daño está hecho a pesar de los des­men­ti­dos, al día siguien­te, del Minis­te­rio de Salud, del pro­pio labo­ra­to­rio Sinopharm, de la Uni­ver­si­dad Perua­na Caye­tano Here­dia (UPCH), del Cole­gio Médi­co del Perú, y, el lunes, por las decla­ra­cio­nes de la doc­to­ra Cora­lith Gar­cía, res­pon­sa­ble del ensa­yo clí­ni­co de Sinopharm en la UPCH en el Congreso.

Dicha vacu­na ha sido auto­ri­za­da en 16 paí­ses de todo el mun­do, ade­más de Perú. Su efi­ca­cia, infor­ma­da por Sinopharm el 29 de diciem­bre de 2020, es del 79,3%, pero los resul­ta­dos no han sido publi­ca­dos en una revis­ta cien­tí­fi­ca. Sin embar­go, los ensa­yos clí­ni­cos de las Fases I y II, sí lo fue­ron en la revis­ta médi­ca The Lan­cet, don­de se infor­mó que la vacu­na es segu­ra e indu­ce una res­pues­ta inmu­ne. Los ensa­yos de Fase III se vie­nen lle­van­do a cabo en la Argen­ti­na, Perú, Egip­to, Jor­da­nia, Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos y Bah­réin. En los Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos, país don­de se les inocu­ló la vacu­na de Sinopharm a las infan­tas Ele­na y Cris­ti­na, hijas del rey emé­ri­to de Espa­ña, se con­fir­mó una efi­ca­cia del 86%. Se apli­ca ade­más en Ser­bia, Hun­gría, Laos, Sey­che­lles, Gui­nea Ecua­to­rial, Zim­bab­we, entre otros. 

El mer­ca­do mun­dial de las vacunas

La redu­ci­da ofer­ta para satis­fa­cer la deman­da mun­dial de las vacu­nas con­tra la covid-19 es una preo­cu­pa­ción cre­cien­te para los gobier­nos, los orga­nis­mos mul­ti­la­te­ra­les y foros inter­gu­ber­na­men­ta­les. Las far­ma­céu­ti­cas que poseen los dere­chos de pro­pie­dad inte­lec­tual de la vacu­na no cuen­tan con capa­ci­dad de pro­duc­ción sufi­cien­te para abas­te­cer las nece­si­da­des glo­ba­les. El 10 de febre­ro la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS) y la UNICEF denun­cia­ron con­jun­ta­men­te el aca­pa­ra­mien­to de las vacu­nas de par­te de los paí­ses desa­rro­lla­dos. Del total de 128 millo­nes de dosis admi­nis­tra­das has­ta ese momen­to, más de las tres cuar­tas par­tes habían teni­do lugar solo en diez paí­ses que repre­sen­ta­ban 60% del PBI global. 

Amé­ri­ca Lati­na tie­ne dosis para inmu­ni­zar a menos del 3% de su pobla­ción. Has­ta el día de las irres­pon­sa­bles decla­ra­cio­nes de Bus­ta­man­te, la región había reci­bi­do solo 37 millo­nes de dosis que ape­nas alcan­za para vacu­nar a 18,5 millo­nes de per­so­nas. La pro­duc­ción es insu­fi­cien­te y estas han sido aca­pa­ra­das por los paí­ses desa­rro­lla­dos quie­nes han com­pra­do entre dos y tres veces las nece­si­da­des de su pobla­ción, acción cono­ci­da como “nacio­na­lis­mo de las vacunas”. 

Los meca­nis­mos de carác­ter volun­ta­rio para apo­yar el acce­so a las vacu­nas para los paí­ses de ingre­sos bajos y medios no han fun­cio­na­do. El Cen­tro de Acce­so Glo­bal a Vacu­nas covid-19 (Covax) una ini­cia­ti­va de cola­bo­ra­ción glo­bal de finan­cia­mien­to, de la que par­ti­ci­pa Bill Gates para que los paí­ses de meno­res ingre­sos no que­den sin acce­so, fun­cio­na de mane­ra muy limi­ta­da. Estas lle­gan a cuen­ta gotas. Al momen­to de escri­bir estas líneas, solo habían lle­ga­do 117 mil dosis a Colom­bia, en nues­tra región.

Tam­po­co ha fun­cio­na­do el “lla­ma­do a la acción soli­da­ria” anun­cia­do en mayo por la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS) para con­for­mar un Tech­no­logy Access Pool (C‑TAP), una suer­te de ban­co de datos que per­mi­ti­ría cen­tra­li­zar el cono­ci­mien­to dis­po­ni­ble para la pre­ven­ción y el tra­ta­mien­to de la covid-19. A pesar de su carác­ter volun­ta­rio, la Fede­ra­ción Inter­na­cio­nal de Com­pa­ñías y Aso­cia­cio­nes Far­ma­céu­ti­cas (IFPMA) la recha­zó. El día que la OMS lan­zó esta pro­pues­ta, Donald Trump anun­ció su reti­ro de esa orga­ni­za­ción por con­si­de­rar­la fun­cio­nal a China. 

La cla­ve: libe­rar tem­po­ral­men­te los dere­chos de pro­pie­dad intelectual

En este esce­na­rio, Sudá­fri­ca e India plan­tea­ron en la Orga­ni­za­ción Mun­dial del Comer­cio (OMC) sus­pen­der tem­po­ral­men­te los dere­chos de pro­pie­dad inte­lec­tual para los pro­ce­sos de tra­ta­mien­to y pre­ven­ción de la covid-19, has­ta dis­po­ner de una ofer­ta que per­mi­tie­ra pro­veer las vacu­nas a toda la pobla­ción mun­dial. Si bien en el Acuer­do sobre los Aspec­tos de los Dere­chos de Pro­pie­dad Inte­lec­tual rela­cio­na­dos con el Comer­cio (ADPIC) de la OMC exis­ten algu­nas exen­cio­nes pre­vis­tas como el hecho de que, por razo­nes de inte­rés públi­co, un Esta­do pue­de pedir­le al titu­lar de una paten­te que auto­ri­ce a un ter­ce­ro a que pro­duz­ca su medi­ca­men­to o vacu­na, el pro­ce­so es com­ple­jo y engorroso.

La ini­cia­ti­va de ambos paí­ses con­si­de­ra que la úni­ca mane­ra de satis­fa­cer la deman­da de vacu­nas reque­ri­da por la pobla­ción mun­dial con­sis­te en faci­li­tar el cono­ci­mien­to a los paí­ses que tie­nen la capa­ci­dad de pro­du­cir medi­ca­men­tos tan­to para su con­su­mo interno como para expor­tar­los a otros, sin ser san­cio­na­dos por vio­lar las nor­mas de pro­pie­dad inte­lec­tual de la OMC. Asi­mis­mo, advier­te sobre la impor­tan­cia de la rapi­dez y simul­ta­nei­dad con la que la pobla­ción mun­dial debe ser vacu­na­da para derro­tar la pandemia.

Más de 100 de los 164 paí­ses miem­bros la res­pal­dan, así como por lo menos 350 orga­nis­mos no guber­na­men­ta­les, entre ellos Médi­cos sin Fron­te­ras y Amnis­tía Inter­na­cio­nal. En cam­bio, se opo­nen los paí­ses sede de la indus­tria far­ma­céu­ti­ca: Esta­dos Uni­dos, Japón, la Unión Euro­pea, Rei­no Uni­do, Sui­za y Cana­dá. Se podría supo­ner que la impor­tan­te can­ti­dad de fon­dos públi­cos que se inyec­ta­ron a los labo­ra­to­rios para que desa­rro­lla­ran las vacu­nas en algu­nos de estos paí­ses per­mi­ti­ría a los Gobier­nos obte­ner de las empre­sas sufi­cien­tes licen­cias para una pro­duc­ción mun­dial gene­ra­li­za­da a pre­cios ase­qui­bles. Sin embar­go, el poder de la Big Phar­ma es enor­me y tie­ne un rol fun­da­men­tal en el finan­cia­mien­to de las cam­pa­ñas políticas.

La fal­ta de dis­po­ni­bi­li­dad de las vacu­nas dio lugar a que el can­ci­ller de Méxi­co, Mar­ce­lo Ebrard, ins­ta­ra a los paí­ses desa­rro­lla­dos, en nom­bre de Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be, a evi­tar el aca­pa­ra­mien­to de vacu­nas y a ace­le­rar su entre­ga al meca­nis­mo Covax. En su dis­cur­so, duran­te una sesión del Con­se­jo de Segu­ri­dad de las Nacio­nes Uni­das, el 17 de febre­ro, seña­ló que “Covax ha resul­ta­do insu­fi­cien­te has­ta aho­ra (…) El esce­na­rio que que­ría­mos evi­tar des­gra­cia­da­men­te se está con­fir­man­do”. A la fecha, seña­ló, “toda­vía no se han dis­tri­bui­do vacu­nas por vía de este ins­tru­men­to mul­ti­la­te­ral”. Sin embar­go, las invo­ca­cio­nes de Ebrard se direc­cio­na­ron a los meca­nis­mos de cari­dad y no se refi­rió a la pro­pues­ta de India y Sudá­fri­ca que abo­ga por reglas equi­ta­ti­vas para el acce­so glo­bal a las vacu­nas. En ese mis­mo orga­nis­mo, el direc­tor gene­ral de la OMS, Tedros Adha­nom Ghe­bre­ye­sus, apun­tó al núcleo cen­tral del pro­ble­ma e incre­pó a los paí­ses desa­rro­lla­dos en el Con­se­jo de Segu­ri­dad para que apo­yen la pro­pues­ta de India y Sudá­fri­ca. “Si no es aho­ra, ¿cuán­do?”, señaló.

A dife­ren­cia de la Unión Afri­ca­na, orga­ni­za­ción inter­gu­ber­na­men­tal polí­ti­ca y de coope­ra­ción que agru­pa a los 56 paí­ses de ese con­ti­nen­te, que el 22 de febre­ro sus­cri­bió un comu­ni­ca­do en el que apo­ya la ini­cia­ti­va plan­tea­da por India y Sudá­fri­ca en la OMC, Amé­ri­ca Lati­na está lejos de tener una voz con­jun­ta y solo se une para ape­lar a la bue­na volun­tad de los meca­nis­mos de cari­dad de la Big Phar­ma: C‑TAC y Covax. Estos no fun­cio­nan y los paí­ses en desa­rro­llo se vuel­can deses­pe­ra­da­men­te a Chi­na y, en menor medi­da a Rusia, para acce­der a las vacunas. 

Según un recien­te estu­dio de The Inte­lli­gen­ce Eco­no­mist Unit (EIU), muchos paí­ses no podrán vacu­nar a la mayo­ría de su pobla­ción has­ta 2023 –Perú cul­mi­na­ría en 2022 – , lo que fre­na­rá la recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca glo­bal. Lo más preo­cu­pan­te es que esas regio­nes podrían incu­bar nue­vas varian­tes de la covid-19. Fren­te a estas, las vacu­nas y tra­ta­mien­tos dis­po­ni­bles hoy podrían ser inefi­ca­ces. La libe­ra­ción tem­po­ral de las paten­tes pare­ce el úni­co camino via­ble para dis­po­ner de una ofer­ta de vacu­nas sufi­cien­te para erra­di­car la pan­de­mia en el cor­to pla­zo. Debe­mos estar aten­tos a los deba­tes que se rea­li­za­rán en la OMC este mes y el Gobierno debe dar a cono­cer la posi­ción adop­ta­da por el Perú.

FUENTE: Otra Mirada

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