Resumen Latinoamericano, 18 de mayo de 2021.
Hace 131 años, el 19 de mayo de 1890, nacía en Vietnam Nguyen Sinh Cung, un nombre que con el correr de los años y las gestas de lucha en que se enroló en defense de su pueblo, Vietnam y el mundo lo conocerían como Ho Chi Minh, pero el pueblo llano lo bautizó Tío Ho.
Nacido y criado en una familia patriótica confuciana, en un pueblo rico en historia, cultura y revolución; al presenciar la desaparición del país, pronto fomentó su voluntad y aspiraciones de independencia y libertad para el pueblo y para el país. En mayo de 1911, con el nuevo nombre de Van Ba, abordó un barco, dejando el puerto de Nha Rong hacia Marxon (Francia).
Desde 1921 hasta junio de 1923, Ho Chi Minh participó en muchas actividades: estableciendo la Unión de Naciones Coloniales, asistiendo al primer y segundo congresos del Partido Comunista Francés. El 13 de junio de 1923 salió de Francia rumbo a Alemania y se dirigió a la ciudad de San Petersburgo, en la ex Unión Soviética.
Desde julio de 1923 hasta octubre de 1924, trabajó activamente en el movimiento comunista internacional, complementando y desarrollando la teoría de la revolución colonial. Asistió al segundo Congreso de la Sociedad Roja, el Congreso Internacional de la Juventud Comunista; continuó escribiendo muchos libros y artículos para propagar la revolución, completar la obra de juicio sobre el régimen colonial francés; estudiando en Eastern University; participó en el 5º Congreso de la Internacional Comunista y fue nombrado funcionario del Comité Oriental de la Internacional Comunista.
Durante varios años pasó de un país al otro, predicando la necesidad de unirse para luchar para conseguir la libertad de su nación y a la vez acentuando el conocimiento de la teoría marxista.
Hacedor de rebeliones
Primero fueron los franceses, los que a mediados del Siglo XIX habían emprendido la conquista del país, y se encontraron con una resistencia heroica que “una y mil veces nos hizo retroceder en nuestros intentos”, como lo explicaría posteriormente uno de los jefes militares de París. Sin embargo, el poderío de fuego y la masividad en la intervención militar facilitó que progresivamente el país se convirtiera en una colonia. Pero desde el establecimiento de la dominación de los imperialistas franceses el Movimiento de Liberación Nacional del pueblo vietnamita se desarrolló continuamente.
En 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial, Francia fue rápidamente ocupada por los nazis, y Vietnam pasó a transformarse en colonia de los japoneses. Fue ese el momento en que el Partido Comunista de Vietnam analizó con prontitud y certeza la nueva situación, concluyendo que se iniciaba un nuevo ciclo de guerras y revoluciones. Poco después se formaba el Vietminh (Frente de la Independencia de Vietnam) que inició la guerra de guerrillas, que se agigantarían a partir de 1945 (cuando el Ejército Rojo soviético y las fuerzas aliadas derrotarían al ejército japonés) y culminarían con una insurrección general y la instauración del poder popular en Hanoi y en todo el país. Ho Chi Mính, el máximo líder de todas las victorias vietnamitas presidía el gobierno y se proclamaba la independencia y se creaba la República Democrática de Vietnam, primera democracia popular del sudeste asiático.
Sin embargo, el 23 de septiebre de 1945, el Cuerpo Expedicionario francés abrió el fuego en Saigón, generando a partir de ese día, y durante nueve años, el desarrollo de una guerra de liberación nacional que finalizó con la victoria vietnamita en Dien Bien Fu.
En los años 1945 – 1946, el Tío Ho y el Comité Central del Partido llevaron al pueblo a construir y defender el incipiente gobierno revolucionario, lidiar con enemigos internos y externos y llevar la revolución vietnamita a través de la situación de «mil libras colgando de hilos»; organizó las elecciones generales a nivel nacional, eligió la Asamblea Nacional y aprobó la primera Constitución democrática de Vietnam. La Primera Asamblea Nacional (1946) lo eligió presidente de la República Democrática de Vietnam.
Después de la victoria en Đien Bien Phủ, los franceses se retiraron, y el norte quedó completamente liberado. Pero el imperialismo estadounidense que durante años tuvo la intención de invadir Vietnam, aprovechó la oportunidad, destituyó a los franceses, comandó el poder títere, y convirtió al Sur en una nueva colonia, dividiendo permanentemente eñ país. Toda la nación entró en la nueva lucha contra la invasión. En ese contexto, el Comité Central del Partido y el presidente Ho Chi Minh continuaron liderando al pueblo para realizar simultáneamente dos tareas estratégicas: la revolución socialista en el Norte y la revolución democrática popular en la región Sur. O sea, liberar al Sur y unificar el país.
La nueva invasión comenzó en 1959 y se prolongó hasta 1975, protagonizando esta vez el intento el poderoso aparato militar de los Estados Unidos, que trataba así de impedir la reunificación de Vietnam en una sola nación. Cientos de miles de marines se dispusieron a defender al gobierno títere de Vietnam del Sur, y como le ocurriera a franceses y japoneses, chocaron con el muro de resistencia de todo un pueblo enrolado en el Frente de Liberación de Vietnam. A partir de ese momento y durante quince largos años de contienda despareja, en la que los invasores utilizaron las más sofisticadas armas de destrucción masiva contra la población civil vietnamita, se escribió una de las páginas más estremecedoras y emotivas de la historia revolucionaria mundial.
Junto al Comité Central del Partido, el presidente Ho Chi Minh propuso el camino correcto, liderando la guerra de resistencia contra Estados Unidos para salvar al país y el triunfo de la renovación y construcción del socialismo en el Norte; sentando las bases y fomentando constantemente la amistad entre la gente de Vietnam y de todo el mundo, entre el Partido Laborista de Vietnam (ahora el Partido Comunista de Vietnam) y el Partido Comunista y el movimiento obrero nacional.
El 2 de septiembre de 1969, la muerte del presidente Ho Chi Minh fue una pérdida tremenda. Sus compatriotas y soldados querían y respetaban mucho. El Tío Ho dedicó toda su vida a la causa revolucionaria del Partido, del pueblo y por la paz y el progreso social en el mundo. La vida del presidente Ho Chi Minh y su gran carrera revolucionaria representaron una vida llena de arduos sacrificios, extremadamente noble y rica. Un ejemplo brillante para que las nuevas generaciones vietnamitas recojan su legado y sigan defendiendo todo lo conquistado.