Resumen Latinoamericano, 5 de noviembre de 2021.
El incremento de las acciones de bandas armadas que ha elevado los niveles de inseguridad en Haití atenta contra la continuidad de estudios de cientos de jóvenes, alertó la Unión de Padres Progresistas de Estudiantes de Haití (Upeph, por sus siglas en francés). Al menos siete colegios de la capital han tenido que pagar a grupos armados a cambio de seguridad.
La Upeph ha reclamado a las autoridades pertinentes detener la creciente actividad de bandas armadas que ha obligado el cierre de al menos 200 escuelas, por lo cual miles de niños han quedado sin recibir clases.
La organización de padres hizo énfasis en las zonas más desfavorecidas como Martissant, los bajos de Delmas y Cité Soleil; además de denunciar hechos como el acaecido en Grand Ravine, al sur de Puerto Príncipe, donde un grupo gansteril prendió fuego a una institución escolar.
Este jueves, medios locales informaron sobre la visita realizada al colegio Saint-Louis en Bourdon el pasado miércoles por la ministra de Educación Nacional y Formación Profesional, Marie Lucie Joseph, para “mostrar mi solidaridad y la del Gobierno a la escuela fuertemente afectada tras esta terrible tragedia”, afirmó.
La funcionaria se refirió al hecho acontecido el pasado sábado 30 de octubre cuando bandidos armados irrumpieron en el patio de la escuela y mataron a una persona, padre de uno de los estudiantes, e hirieron a tres niños.
De igual forma, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha revelado el pasado miércoles que, desde el inicio del curso en septiembre, al menos siete colegios de la capital haitiana han tenido que pagar a grupos de bandidos a cambio de seguridad.
El ente ha develado que la cantidad de dinero exigida por los grupos criminales suele ser equivalente a las tasas de matrícula de tres estudiantes por clase, mientras que el director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough, ha denunciado que los profesores, padres y alumnos están bajo amenazas de muerte constantes.