Decla­ra­ción del Minis­te­rio de Exte­rio­res ruso sobre los Acuer­dos Ali­men­ta­rios de Estambul

Hace casi un año, el 22 de julio de 2022, en Estam­bul fue­ron fir­ma­dos dos acuer­dos inter­re­la­cio­na­dos: la Ini­cia­ti­va del mar Negro ela­bo­ra­da para sacar cerea­les ucra­nia­nos y amo­nía­co ruso y el Memo­rán­dum Rusia-ONU ela­bo­ra­do para nor­ma­li­zar las expor­ta­cio­nes de pro­duc­tos agrí­co­las y abo­nos rusos.

Este paque­te de docu­men­tos, como bien se sabe, fue apro­ba­do por ini­cia­ti­va y con la par­ti­ci­pa­ción del Secre­ta­rio Gene­ral de la ONU, Anto­nio Gute­rres. Los obje­ti­vos anun­cia­dos eran garan­ti­zar la segu­ri­dad ali­men­ta­ria glo­bal, redu­cir la ame­na­za del ham­bre y ayu­dar a los nece­si­ta­dos paí­ses de Asia, Áfri­ca y Amé­ri­ca Latina.Un año des­pués, los resul­ta­dos de la pues­ta en prác­ti­ca de los men­cio­na­dos acuer­dos no pare­cen muy alentadores.

La Ini­cia­ti­va del mar Negro fue lan­za­da lite­ral­men­te una sema­na des­pués de su fir­ma. En pla­zos míni­mos se defi­nió un corre­dor marí­ti­mo huma­ni­ta­rio y for­ma­do en Estam­bul un Cen­tro coor­di­na­dor con­jun­to, encar­ga­do de rea­li­zar el regis­tro y las ins­pec­cio­nes de los buques par­ti­ci­pan­tes. Ya el 1 de agos­to de 2022 de Ode­sa salió el pri­mer buque gra­ne­le­ro, Razo­ni. Ello demos­tró la bien­in­ten­cio­na­da y res­pon­sa­ble acti­tud de los repre­sen­tan­tes rusos, como par­te del acuer­do, que pro­ce­die­ron a cum­plir de mane­ra con­cien­zu­da con los com­pro­mi­sos asumidos.

Sin embar­go, en con­tra de los anun­cia­dos obje­ti­vos huma­ni­ta­rios, los pro­duc­tos ali­men­ti­cios ucra­nia­nos ense­gui­da empe­za­ron a ser saca­dos del país con obje­ti­vos mera­men­te comer­cia­les y has­ta el últi­mo momen­to dicho pro­ce­so corres­pon­dió con los intere­ses lucra­ti­vos de Kiev y de sus patro­nos occi­den­ta­les. Los hechos y las cifras, lo que se dice, hablan por sí solos. Duran­te la pues­ta en prác­ti­ca de la Ini­cia­ti­va del mar Negro, en total se saca­ron 32.8 millo­nes de tone­la­das de car­gas, más del 70% de las cua­les (26.3 millo­nes de tone­la­das) fue­ron envia­do a paí­ses con nivel de ingre­sos alto y medio alto, inclui­dos los paí­ses de la UE. A los paí­ses más pobres, en con­cre­to, Etio­pía, Yemen, Afga­nis­tán, Sudán y Soma­lia les tocó menos del 3%, tan solo unas 922.092 toneladas.

Esta geo­gra­fía y carác­ter comer­cial que adqui­rió una ini­cia­ti­va ini­cial­men­te huma­ni­ta­ria que­dan cla­ros, si se tie­ne en cuen­ta que una par­te con­si­de­ra­ble de terre­nos de cul­ti­vo de Ucra­nia, más de 17 millo­nes de hec­tá­reas, les per­te­ne­ce a las cor­po­ra­cio­nes occi­den­ta­les Car­gill, DuPont y Mon­san­to. Fue­ron estas empre­sas las que com­pra­ron tie­rras ucra­nia­nas, ense­gui­da des­pués de que Kiev levan­tó, por exi­gen­cia del FMI, la mora­to­ria de su ven­ta de 20 años de dura­ción. Son estas empre­sas los prin­ci­pa­les bene­fi­cia­rios de las expor­ta­cio­nes de cerea­les ucranianos.

Por otra par­te, lo son los euro­peos que adquie­ren a pre­cios dum­ping pro­duc­tos ali­men­ti­cios ucra­nia­nos, para pro­ce­sar­los en sus empre­sas y ven­der como pro­duc­to aca­ba­do con un alto valor aña­di­do. Los paí­ses occi­den­ta­les, de hecho, sacan un doble bene­fi­cio, con la com­pra y con el pro­ce­sa­mien­to de los cerea­les. Ade­más de ello, EEUU y la UE, hacien­do espe­cu­la­cio­nes con los pre­cios, pro­vo­can esca­sez arti­fi­cial de pro­duc­tos y des­pla­zan pro­duc­tos agrí­co­las rusos de los mer­ca­dos mun­dia­les vía apli­ca­ción de san­cio­nes uni­la­te­ra­les ilegales.

Mere­ce la pena seña­lar que duran­te el año que se puso en prác­ti­ca la Ini­cia­ti­va del mar Negro, el régi­men kie­vi­ta no des­de­ñó la posi­bi­li­dad de lan­zar, bajo la cober­tu­ra del corre­dor marí­ti­mo huma­ni­ta­rio y la nave­ga­ción, pro­vo­ca­cio­nes y ata­ques a las ins­ta­la­cio­nes rusas civi­les y mili­ta­res. De hecho, los puer­tos que se encuen­tran bajo el con­trol de Kiev y el corre­dor segu­ro crea­do por Rusia para la sali­da de los cerea­les ucra­nia­nos fue­ron usa­dos para lan­zar ata­ques terro­ris­tas, con­tra el espí­ri­tu y la letra de la Ini­cia­ti­va del mar Negro.

En cuan­to al Memo­rán­dum Rusia-ONU, en la prác­ti­ca no ha lle­ga­do a fun­cio­nar. Con las hipó­cri­tas con­ver­sa­cio­nes sobre las nece­si­da­des de los paí­ses del Sur glo­bal y las san­cio­nes que supues­ta­men­te no se apli­ca­ban a los ali­men­tos ni a los abo­nos como telón de fon­do, Washing­ton, Bru­se­las y Lon­dres con­ti­nua­ron «acu­ñan­do» sus res­tric­cio­nes. Tan sólo la UE apro­bó en 2022 5 paque­tes de san­cio­nes. Tam­po­co se que­dan atrás los esta­dou­ni­den­ses y los bri­tá­ni­cos afi­cio­na­dos a las limi­ta­cio­nes extra­te­rri­to­ria­les. Como resul­ta­do, las tran­sac­cio­nes ban­ca­rias rusas, los segu­ros de trans­por­te y la logís­ti­ca, así como los sumi­nis­tros de pie­zas de repues­to y los acti­vos rusos en el extran­je­ro que­da­ron com­ple­ta­men­te bloqueados.

Un ejem­plo muy ilus­tra­ti­vo son los envíos gra­tui­tos de abo­nos mine­ra­les rusos a los paí­ses más pobres efec­tua­dos bajo la égi­da de la ONU. Des­de el momen­to, en el que se decla­ró el ini­cio de la apli­ca­ción de esta ini­cia­ti­va, en sep­tiem­bre de 2022, de las 262.000 tone­la­das de pro­duc­tos blo­quea­das en Leto­nia, Esto­nia, Bél­gi­ca y los Paí­ses Bajos, fue­ron envia­das sólo 2 par­ti­das, unas 20.000 a Malaui y unas 34.000 tone­la­das, a Kenia. Y eso, a pesar de que se tra­ta de una ini­cia­ti­va mera­men­te huma­ni­ta­ria, a la que en gene­ral no deben apli­car­se nin­gu­nas san­cio­nes. Al mis­mo tiem­po, la empre­sa rusa a la que le per­te­ne­cían los pro­duc­tos en cues­tión cubrió ade­más los gas­tos de su envío y trans­por­te. Apar­te se pagó a la ONU y a los leto­nes, tras lo cual el MAE de Leto­nia no dudó en anun­ciar des­de la tri­bu­na de la Asam­blea Gene­ral de la ONU su dis­po­si­ción a donar nues­tros abo­nos a los nece­si­ta­dos. Repre­sen­tan­tes de la ONU, a su vez, pri­me­ro no encon­tra­ron la posi­bi­li­dad de men­cio­nar a Rusia en sus comu­ni­ca­dos de pren­sa y lue­go ni siquie­ra acu­die­ron a la cere­mo­nia de la entre­ga de la carga.

Hemos de hacer cons­tar que de los 5 obje­ti­vos sis­té­mi­cos pre­vis­tos por el Memo­rán­dum Rusia-ONU no se cum­plió nin­guno. A Ros­sel­joz­bank no se le vol­vió a conec­tar al sis­te­ma SWIFT. La pro­pues­ta for­mu­la­da fre­né­ti­ca­men­te en el últi­mo momen­to por el Secre­ta­rio Gene­ral de la ONU sobre unas tales opcio­nes de acce­so a SWIFT para una sucur­sal o estruc­tu­ra afi­lia­da a nues­tro ban­co ape­nas es vital ni pue­de ser pues­ta en prác­ti­ca. De acuer­do con nues­tros datos, la UE tam­bién lo reco­no­ce. De hecho, se nos ha vuel­to a inten­tar ven­der una pro­me­sa vacía de con­te­ni­do, para que sea pro­rro­ga­da la Ini­cia­ti­va del mar Negro.

La entra­da en Rusia de pie­zas de repues­to y equi­po para la pro­duc­ción de pro­duc­tos ali­men­ti­cios y abo­nos está prohi­bi­da, por ser pro­duc­tos «de doble uso». Todo el terri­to­rio de nues­tro país es decla­ra­do zona de ries­gos mili­ta­res, sien­do apli­ca­das unas tari­fas de segu­ros desor­bi­ta­das que rayan en prohi­bi­ti­vas. Los puer­tos extran­je­ros no per­mi­ten el acce­so a nues­tros buques y car­gas. Cuen­tas en el extran­je­ro de las empre­sas agrí­co­las rusas están con­ge­la­das, a pesar de que las san­cio­nes occi­den­ta­les supues­ta­men­te no afec­tan a ali­men­tos ni a abo­nos. Los fon­dos par­cial­men­te des­blo­quea­dos pasa­ron al bol­si­llo de los repre­sen­tan­tes de los paí­ses occi­den­ta­les, como can­ce­la­ción de prés­ta­mos y pago por los envíos gra­tui­tos de nues­tros abonos.

Por fin, la his­to­ria con la reanu­da­ción del fun­cio­na­mien­to del duc­to de amo­nía­co Togliat­ti-Ode­sa pre­vis­ta por ambos Acuer­dos de Estam­bul demues­tra mejor que las pala­bras la acti­tud del régi­men kie­vi­ta y de la ONU con res­pec­to a los com­pro­mi­sos asu­mi­dos. Pri­me­ro, a cam­bio de su lan­za­mien­to se inten­tó sacar ven­ta­jas adi­cio­na­les de amplia­ción de la Ini­cia­ti­va del mar Negro, en con­cre­to, la inclu­sión de nue­vos puer­tos, la diver­si­fi­ca­ción del sur­ti­do de las car­gas y el aumen­to de las ins­pec­cio­nes, así como de la pró­rro­ga de la mis­ma, en el mar­co de la pro­pues­ta espe­cial for­mu­la­da por Anto­nio Gute­rres el pasa­do 24 de abril. Más tar­de, sin haber­se alcan­za­do estos obje­ti­vos, el régi­men kie­vi­ta hizo sal­tar por los aires el 5 de junio de 2023 el duc­to de amo­nía­co, apli­can­do el prin­ci­pio de «no hay tubo, no hay pro­ble­ma». La Secre­ta­ría de la ONU guar­dó un elo­cuen­te silencio.

En dichas cir­cuns­tan­cias de evi­den­te sabo­ta­je de la pues­ta en prác­ti­ca de los Acuer­dos de Estam­bul, care­ce de sen­ti­do con­ti­nuar con la Ini­cia­ti­va del mar Negro que no cum­plió con sus obje­ti­vos humanitarios.

De acuer­do con el pun­to N de los Acuer­dos, la par­te rusa pro­tes­ta con­tra su pos­te­rior pró­rro­ga, de lo cual hoy han sido noti­fi­ca­das de mane­ra ofi­cial las par­tes tur­ca y ucra­nia­na, así como la Secre­ta­ría de la ONU. Ello sig­ni­fi­ca que serán revo­ca­das las garan­tías de segu­ri­dad de la nave­ga­ción, eli­mi­na­do el corre­dor marí­ti­mo huma­ni­ta­rio, res­ti­tui­do el régi­men de tem­po­ral peli­gro en la par­te noroes­te del espa­cio acuá­ti­co del mar Negro y disuel­to el Cen­tro coor­di­na­dor con­jun­to de Estam­bul. Sin la par­ti­ci­pa­ción de Rusia, la Ini­cia­ti­va del mar Negro deja de estar en vigor, a par­tir del pró­xi­mo 18 de julio.

Supo­ne­mos que ha lle­ga­do el momen­to de mani­fes­tar la decla­ra­da soli­da­ri­dad de los alia­dos euro­peos de Kiev que pue­den sacar los cerea­les ucra­nia­nos a tra­vés de corre­do­res terres­tres. La ver­dad es que el tri­go bara­to y de bajo nivel que entra­rá sin nin­gún con­trol ame­na­za con aca­bar inva­dien­do los mer­ca­dos euro­peos, pro­vo­can­do las pro­tes­tas de los gran­je­ros loca­les que ya se hacen notar. Si es algo que real­men­te le preo­cu­pa a Bru­se­las, la UE pue­de per­fec­ta­men­te com­prar dicho pro­duc­to y, en vez de hablar de la lucha con­tra el ham­bre, pro­ce­der a enviar­lo a los paí­ses necesitados.

Si las capi­ta­les euro­peas real­men­te apre­cian la Ini­cia­ti­va del mar Negro, qué se plan­teen en serio cum­plir con los com­pro­mi­sos asu­mi­dos y levan­tar las san­cio­nes apli­ca­das a abo­nos y ali­men­tos rusos. Úni­ca­men­te, tras reci­bir resul­ta­dos con­cre­tos en vez de pro­me­sas y ase­ve­ra­cio­nes, Rusia esta­rá dis­pues­ta a con­si­de­rar la reanu­da­ción del Pacto.

Can­ci­lle­ría de Rusia

19 de julio de 2023

Fuen­te: https://​mid​.ru/​e​s​/​f​o​r​e​i​g​n​_​p​o​l​i​c​y​/​n​e​w​s​/​1​8​9​7​1​57/

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