40 ani­ver­sa­rio del 3 de mar­zo de Gas­teiz, la expe­rien­cia de una lucha que no debe­mos olvidar.

Hace cua­ren­ta años, el 3 de mar­zo de 1976, cin­co obre­ros de Gas­teiz fue­ron ase­si­na­dos y más de cien resul­ta­ron heri­dos, la mayo­ría de bala, como con­se­cuen­cia de los dis­pa­ros efec­tua­dos por la poli­cía española.

Los tra­ba­ja­do­res de varias empre­sas de Gas­teiz esta­ban en huel­ga des­de hacía dos meses y des­de hacía dos días había huel­ga gene­ral en Gas­teiz en soli­da­ri­dad con su lucha. La huel­ga era con­tra el decre­to de topes sala­ria­les, en defen­sa de mejo­res con­di­cio­nes de tra­ba­jo y para exi­gir que no hubie­ra nin­gún despedido.

A pesar de que Fran­co ya había muer­to toda­vía esta­ban prohi­bi­dos los dere­chos de reu­nión, mani­fes­ta­ción y huel­ga, pero eso no fre­na­ba, como no la había fre­na­do duran­te la dic­ta­du­ra fran­quis­ta, a la cla­se tra­ba­ja­do­ra a con­vo­car huel­gas, a luchar por sus derechos.

Ese 3 de mar­zo la huel­ga gene­ral con­ti­nua­ba y se había con­vo­ca­do una asam­blea gene­ral infor­ma­ti­va en la igle­sia de San Fran­cis­co de Asís en el barrio de Zara­ma­ga. La gen­te fue entran­do en la igle­sia y cuan­do estu­vo lle­na las fuer­zas de ocu­pa­ción, las fuer­zas de orden públi­co espa­ño­las, FOP, orde­na­ron des­alo­jar la igle­sia lan­zan­do a su inte­rior gases lacri­mó­ge­nos, ame­tra­llan­do a los y las tra­ba­ja­do­ras que salían asfi­xia­das de la iglesia. 

La poli­cía actuó, como corres­pon­de a los guar­dia­nes del capi­ta­lis­mo, con la máxi­ma violencia.

Las órde­nes fue­ron con­clu­yen­tes como lo demues­tran las gra­ba­cio­nes de ese día. Las indi­ca­cio­nes de los man­dos polí­ti­co-poli­cia­les deja­ban cla­ro que había que actuar con la máxi­ma dure­za. «No os impor­te matar» dije­ron los man­dos, y los poli­cías espa­ño­les mataron.

Mata­ron a cin­co obre­ros: Romual­do Barro­so Cha­pa­rro, Pedro Mari Mar­tí­nez Ocio, Fran­cis­co Aznar Cle­men­te, Bien­ve­ni­do Pere­da, que murió dos meses más tar­de a cau­sa de las heri­das de bala, y José Cas­ti­llo. Algu­nos no tenían toda­vía 20 años de edad, pero ya eran lucha­do­res y cono­cían lo que es la soli­da­ri­dad obre­ra. Sabían que para cons­truir la Eus­kal Herria que el Pue­blo Tra­ba­ja­dor Vas­co nece­si­ta es impres­cin­di­ble la par­ti­ci­pa­ción acti­va de la cla­se obre­ra, por­que pre­ci­sa­men­te es la más intere­sa­da en una patria socia­lis­ta y feminista.

La res­pues­ta de las y los tra­ba­ja­do­res fue una huel­ga gene­ral. El 8 de mar­zo más de medio millón de tra­ba­ja­do­res para­ron, en Eus­kal Herria, en soli­da­ri­dad. Ya el día 5, en el fune­ral estu­vo pre­sen­te todo el pue­blo tra­ba­ja­dor de Gas­teiz. Esos dos días de lucha mos­tra­ron la rabia y la deci­sión de los tra­ba­ja­do­res de con­ti­nuar la lucha con­tra la patro­nal ase­si­na, con­tra el Esta­do asesino.

La soli­da­ri­dad con estos tra­ba­ja­do­res ase­si­na­dos fue repri­mi­da tam­bién dura­men­te, en Basau­ri murió Vicen­te Anton, joven obre­ro vas­co que par­ti­ci­pa­ba en una con­cen­tra­ción de pro­tes­ta. Inclu­so el inter­na­cio­na­lis­mo fue masa­cra­do. En Tarra­go­na fue ase­si­na­do otro tra­ba­ja­dor, Juan Gabriel Rodri­go, al disol­ver la poli­cía una mani­fes­ta­ción de soli­da­ri­dad con la lucha de los obre­ros de Eus­kal Herria. En Roma el movi­mien­to estu­dian­til y la izquier­da revo­lu­cio­na­ria ita­lia­na habían con­vo­ca­do una movi­li­za­ción con­tra la matan­za obre­ra de Gas­teiz, dos jóve­nes mani­fes­tan­tes fue­ron heri­dos de bala y un vian­dan­te Mario Marot­ta fue ase­si­na­do por los dis­pa­ros de la policía. 

Eso era el fran­quis­mo, que repre­sen­ta­ba los intere­ses de la bur­gue­sía espa­ño­la, y eso es la demo­cra­cia bur­gue­sa, ya sea en Espa­ña, en Ita­lia o en cual­quier otro país capi­ta­lis­ta. Plo­mo y muer­te para el pro­le­ta­ria­do y la cla­se obre­ra cuan­do asu­me su papel de van­guar­dia y afron­ta con todas las con­se­cuen­cias los rigo­res de la lucha por la eman­ci­pa­ción de los y las opri­mi­das y de los pueblos.

«Eus­ka­di inde­pen­dien­te, cla­se obre­ra al fren­te» se decía en aque­llos años y ese es un espí­ri­tu que es vital recu­pe­rar. O dicho de otra mane­ra, y qui­zá más actual, para que Eus­kal Herria sea de ver­dad inde­pen­dien­te los sec­to­res opri­mi­dos no solo en su ver­tien­te nacio­nal sino tam­bién de cla­se y de géne­ro deben asu­mir la res­pon­sa­bi­li­dad his­tó­ri­ca de lide­rar ese pro­ce­so. Por­que sino es así, y como decía James Con­noly, si no colo­ca­mos entre todas y todos una ban­de­ra roja al lado de la iku­rri­ña, tan solo habre­mos cam­bia­do de opre­sor. Y un explo­ta­dor, tam­bién es explo­ta­dor aun­que por­te una txapela. 

El ciu­da­da­nis­mo, el elec­to­ra­lis­mo, el ceder la direc­ción del pro­ce­so inde­pen­den­tis­ta a la peque­ña bur­gue­sía autóc­to­na, no nos va a traer la eman­ci­pa­ción de cla­se, nacio­nal y de géne­ro por la que caye­ron estos compañeros.

No pode­mos olvi­dar estos hechos, ni debe­mos ter­gi­ver­sar­los. La asam­blea de tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras, la movi­li­za­ción obre­ra, sigue sien­do un refe­ren­te de lucha para con­se­guir el Esta­do Obre­ro Vas­co. Y quien diga que hoy día ape­nas que­da cla­se obre­ra es que no quie­re ver la reali­dad de la explo­ta­ción en un momen­to en que el capi­ta­lis­mo está expri­mien­do al máxi­mo a los y las tra­ba­ja­do­ras para así salir lo mejor posi­ble de una cri­sis que ha pro­vo­ca­do él mismo.

Eus­kal Herria no debe olvi­dar jamás a estos obre­ros que die­ron todo por la lucha de la cla­se obre­ra por sus dere­chos, que vivie­ron, tra­ba­ja­ron y lucha­ron por otra reali­dad. Y esa reali­dad solo pue­de ser la patria socia­lis­ta y femi­nis­ta. O sen­ci­lla­men­te no sere­mos del todo libres. Solo el socia­lis­mo apor­ta la ver­da­de­ra libertad.

Boltxe Kolek­ti­boa

2 de mar­zo de 2016

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