Resumen Latinoamericano, 1 abril 2020
FOTOS: Familiares cargan un féretro en Guayaquil, donde las funerarias dejaron de trabajar por miedo a l Covid-19.
La ciudad de Guayaquil es la más golpeada por el Covid-19. Los
servicios fúnebres no llegan a cubrir la demanda. El gobierno de Lenín
Moreno puso en marcha una fuerza conjunta para hacer frente a la crisis.
Los casos de coronavirus se multiplican sin pausa en Ecuador,
donde el gobierno intenta hacer frente a una crisis que se desborda,
especialmente en Guayaquil, una de las ciudades del mundo más castigadas
por la pandemia. donde los cadáveres se acumulan en las calles,
La fulminante propagación del Covid-19 en la provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, ha creado una situación de abandono de víctimas fatales que las autoridades tratan de resolver.
El desborde de la situación en Guayas (suroeste), donde han muerto 52
de los 79 fallecidos por coronavirus en todo Ecuador, ha llevado al
gobierno de Lenín Moreno a poner en marcha esta semana una Fuerza de Tarea Conjunta, y coordinar la recolección general de cadáveres.
Para
Jorge Wated, jefe de esa Fuerza, en estos momentos la presencia de
cadáveres en las viviendas «está relacionada con la poca capacidad que
tienen las funerarias de la ciudad de dar sus servicios mortuorios en
conexión con los camposantos de Guayaquil».
A las funerarias
desbordadas de trabajo, se sumaron otras, generalmente pequeñas, que se
niegan a seguir los procesos por temor a contagios al desconocer la
causa del fallecimiento.
Y a esto, se sumó la dificultad que conlleva el toque de queda,
por quince horas, a partir de las 14 hora local, en todo el país, que
complica los trámites de defunción, algo que intentan solucionar ahora
con la extensión de ciertos horarios de trabajo.
Un policía pide documentos a un automovilista para entrar a la ciudad de Guayaquil, en Ecuador. /BLOOMBERG
Por ello, con la nueva Fuerza de Tarea se busca facilitar la
realización de trámites, evitar que personas salgan a las calles y
entregar los documentos en el hogar en caso de que la gente desee
enterrar por cuenta propia a sus muertos.
Pero hay cuerpos que las
familias han preferido que sean retirados por las autoridades. Entre el
lunes y martes «hemos sepultado aproximadamente cincuenta personas»,
aseguró Wated a la agencia EFE.
Muertos sin sepultura
Y es
que el dolor por las muertes en la provincia ecuatoriana del Guayas,
donde el contagio de la COVID-19 es de los más altos del mundo si se
tiene en cuenta el número de población, se ha duplicado por la imposibilidad de enterrar a muchas personas que han fallecido en sus hogares, donde han permanecido durante días.
«¿Qué
está pasando en el sistema de salud pública del país? No retiran a los
muertos de las casas, los dejan en las veredas, caen frente a
hospitales, nadie los quiere ir a recoger», alertaba el fin de semana la
alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, desde el aislamiento en su casa
por ser una de las contagiadas de Covid-19.
Se hacía así eco de las denuncias ciudadanas que, a través de la prensa y en redes sociales, clamaban para que las autoridades levanten los cadáveres de los domicilios, mientras otros, envueltos en llanto, ruegan que les entreguen los cuerpos de sus familiares fallecidos en hospitales hace días.
Colapsó el sistema de salud y hay toque de queda en todo el país
Ecuador muestra la peor cara del coronavirus
Imágenes dantescas empiezan a verse en Ecuador por el avance del coronavirus. En Guayaquil, la ciudad más afectada por el Covid-19, las personas empezaron a dejar en las calles a sus muertos ante la falta de respuesta del sistema de salud. En Guayas, provincia a la que pertenece esta ciudad, hay 1937 infectados, es decir el 70 por ciento del total nacional que llegó a 2748. Los muertos en el país son 93. El gobierno de Lenín Moreno decretó hace tres semanas el Estado de excepción. Días después ordenó el toque de queda en todo el país que rige entre las 2 de la tarde y las 5 de la mañana. A su vez, organismos de Derechos Humanos denuncian golpizas y tratos vejatorios por parte de las fuerzas de seguridad en las barrios populares.
Guayaquil: tierra de nadie
Los videos de los cadáveres abandonados en las calles de Guayaquil son
la expresión más clara de un sistema de salud desbordado en la región
de Guayas. Allí buena parte de las funerarias dejaron de trabajar por
miedo a contraer el Covid-19, según informó el sitio ecuatoriano Portal V. Se estima que muchas de esas muertes no corresponden a casos de coronavirus, pero no hay certezas ya que los médicos no llegan hasta los cadáveres. Como las funerarias no pasan a retirar los cuerpos y el sistema de público no da respuesta, algunos difuntos llegaron a estar más de tres días en sus casas.
“Si bien la falta de recursos en los barrios populares lleva a que los
velorios se hagan en las casas, nunca antes ocurrió algo como esto”,
dijo en diálogo con Página/12 Billy Navarrete, Secretario
Ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos
de Guayaquil. Las personas no pueden llevar los cuerpos a los
cementerios ya que tampoco acceden a los certificados de defunción.
“Además, hasta hoy el gobierno obligaba a hacer sólo cremaciones.
Sin embargo en la ciudad sólo existen tres crematorios, todos privados,
que cobran sumas imposibles para las clases populares. Es increíble pero en esta situación encontraron lugar para el lucro”, denunció el defensor de ddhh. Para sumar más caos a la situación, el
vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, dijo el viernes pasado
que los muertos por coronavirus serían enterrados en fosas comunes. Tras una ola de críticas el presidente dio marcha atrás y dijo que habrían “entierros dignos”.