Ernesto Cabral y Aramís Castro /Resumen Latinoamericano, 16 de abril de 2020
Una oficina de un solo empleado en Ámsterdam y sociedades offshore en Luxemburgo y las Islas Caimán son los dueños de Pluspetrol Norte, una compañía acusada de contaminar la Amazonía peruana. OjoPúblico recorrió pozos abandonados por esta compañía en Loreto y siguió la ruta del dinero hasta los Países Bajos para reconstruir el camino offshore del petróleo peruano.
El pasado 10 de marzo, en Holanda, Aurelio Chino Dahua, apu indígena de la Amazonía peruana, dijo frente a un grupo de representantes de la sociedad civil: «No he venido a este país a pasear, estoy aquí para buscar justicia”. Su declaración coincidió con el día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al brote del Covid-19 como una pandemia. Chino Dahua había viajado durante varios días, recorrido más de 10 mil kilómetros desde su comunidad de Nueva Andoas, en Loreto, hasta La Haya, para exponer los abusos de años de extracción de petróleo en su territorio.
La comitiva inicial estaba conformada además por los dirigentes Igler y Carlos Sandi, en representación de las comunidades ubicadas en los ríos Corrientes, Marañón, Tigre y Pastaza en Loreto. Sin embargo, los bloqueos en estas cuencas y problemas de salud complicaron el viaje. Chino Dahua fue el único que llegó hasta los Países Bajos para presentar una queja formal ante dicho gobierno contra la multinacional Pluspetrol, una compañía cuya fundación se remonta a 1994 y que actualmente es el mayor productor de petróleo y gas en Perú.
El líder de la Federación Indígena Quechua del Pastaza (Fediquep) viajó hasta allá porque la petrolera registra su matriz en Holanda desde el año 2010. El líder, cansado de que nadie en Perú remedie las zonas contaminadas, llevó consigo una queja formal preparada por las comunidades afectadas. Aunque sin proponérselo, el viaje implicó un riesgo para Chino.
“¿DÓNDE ESTABA LA SEDE DE PLUSPETROL?”, FUE LA PRINCIPAL PREGUNTA DE AURELIO CHINO ESTOS ÚLTIMOS AÑOS.
El 18 de marzo, el Instituto Nacional de Salud (INS) de Perú le informó que había dado positivo para Covid-19. Así lo anunció luego la organización Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios (Puinamudt). Desde ese momento, el dirigente indígena guarda aislamiento sin complicaciones en su salud en casa de sus familiares en la región de San Martín, con el fin de evitar la expansión del virus en su comunidad. A la fecha, comunidades amazónicas, quechua y aymaras han cerrado sus fronteras por la pandemia.
La queja por años de contaminación
En el documento llevado por Chino Dahua a Europa, los representantes indígenas cuestionan dos temas centrales: que Pluspetrol contaminó sus territorios, y que tienen un sistema offshore en paraísos fiscales que podría generar esquemas de elusión tributaria. El viaje y asesoría en la elaboración de la queja contó con el apoyo de las organizaciones Perú Equidad, el Centro para la Investigación de Corporaciones Multinacionales (SOMO) de Holanda y Oxfam.
La queja fue presentada ante el Punto de Contacto Nacional con la OECD del gobierno holandés, e incluye la firma de la Federación de Comunidades Nativas de la Cuenca del Corrientes, la Organización de Pueblos Indígenas Kichwas Amazónicos Fronterizo Perú Ecuador, y la Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishc, que están organizadas alrededor de Puinamudt.
Un reportaje publicado el 2015 por OjoPúblico advirtió que desde el año 2010, Pluspetrol, inicialmente de capitales argentinos, instaló su matriz en Holanda a través de Pluspetrol Resources Corporation B.V, una compañía offshore ubicada en el centro de Ámsterdam, y que controla a la petrolera que operó en el distrito de Andoas durante 15 años. En un informe elaborado durante los últimos meses, SOMO detalla ahora que la offshore holandesa registra como accionistas a otras tres empresas con sede en Luxemburgo.
UN REPORTAJE PUBLICADO EL 2015 POR OJOPÚBLICO ADVIRTIÓ QUE PLUSPETROL, INSTALÓ SU MATRIZ EN HOLANDA EL 2010.
La queja se sostiene en resoluciones y evidencias que exponen los altos niveles de contaminación por petroleo en comunidades amazónicas. La última semana de febrero, OjoPúbllico recorrió la comunidad de Nuevo Andoas, en Loreto, donde Aurelio Chino inició su viaje. En ese territorio los líderes mostraron que la herencia petrolera persiste acumulada en el bosque, destruyendo suelos y afectando el agua.
El inicio del viaje
“Este palo tiene dos metros, pero no alcanza, va hasta el fondo”, dice Benjamín Cuje Dahua, miembro de la comunidad indígena 12 de Octubre, ubicada en la antigua área de operaciones de Pluspetrol Norte, en la Amazonía de Loreto, mientras hunde una gruesa rama en la tierra. Cuando lo saca a la superficie, el improvisado bastón luce impregnado de restos de crudo. “Aquí han cavado con tractor y luego han botado todo; esto era como un pozo, pero luego se inundó”, recuerda antes de recoger su machete del suelo y seguir la ruta en la selva.
OjoPúblico visitó tres pozos abandonados en las comunidades indígenas de 12 de Octubre y Nueva Andoas durante tres días. En estos lugares el petróleo permanece camuflado en el suelo y por momentos se apodera del ambiente con un olor más intenso que el de la gasolina. La queja internacional contra la compañía le exige que se comprometa a limpiar de manera efectiva estos impactos.
Los cerca de 1.900 sitios contaminados por la empresa, según las resoluciones del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), alcanzan a más de 20 comunidades. Por este motivo, ellos piden que los impactos de Pluspetrol en el Lote 192, antes llamado 1AB, sean remediados con la aprobación previa de los ciudadanos indígenas, pues la contaminación ha impactado en su salud y no se ha pagado “ninguna compensación ni se proporcionó atención médica integral directamente a las familias afectadas”.
En unos de los puntos visitados, a menos de una hora caminando desde 12 de Octubre, se ubica un pozo cubierto por una capa de agua verdosa que en el pasado fue una pequeña cocha o laguna. En este lugar está una tubería oxidada donde conviven aves y mamíferos, como la sachavaca o el sajino. La zona corresponde a la batería petrolera de San Jacinto, cuya producción diaria en tiempos de Pluspetrol superaba los 3.000 barriles de crudo.
“Los animales comen en este lugar, pero no saben que se están contaminando”, explicó John García Ruiz, monitor ambiental de la comunidad 12 de Octubre. García Ruiz está encargado de ubicar en un mapa, con la ayuda de un GPS y gracias a la capacitación de organizaciones internacionales como Digital Democracy, aquellos incidentes ambientales en los alrededores de su comunidad, que han sido incluidos en la queja presentada ante el gobierno holandés.
“NOS TRATAN COMO QUE NO SABEMOS PENSAR, COMO SALVAJES Y ESO NO ES JUSTO; SOMOS SERES HUMANOS QUE EXISTIMOS EN ESTE MUNDO”, DICE EL LÍDER INDÍGENA SOBRE EL ESTADO.
Ante este tipo de hechos de contaminación y faltas administrativas en sus operaciones, el OEFA ha iniciado 112 procesos administrativos contra Pluspetrol, por sus actividades en la concesión del Lote 192, y en sus otras dos inversiones en el país: los lotes 8 y 56, el último correspondiente al Consorcio Camisea. Sin embargo, la empresa ha judicializado una parte importante de estos casos.
Nuevo Andoas y los impactos de Pluspetrol
A los impactos ambientales se suman cambios sociales en las comunidades indígenas, explicó Aurelio Chino en entrevista con OjoPúblico. “Algunos ya no quieren hablar nuestro propio idioma originario, todos quieren hablar en español”, precisó el líder indígena, quien además reclamó por el trato que han recibido del gobierno peruano: “nos tratan como que no sabemos pensar, como salvajes y eso no es justo; somos seres humanos que existimos en este mundo”.
A raíz de estas quejas, en el año 2008 se registró uno de los principales enfrentamientos entre ciudadanos del distrito de Andoas y miembros de la Policía Nacional. “Cuando no resistimos la desesperación, tenemos que sacar nuestras lanzas, y [las autoridades] empiezan a decir que los indios son terroristas […] No sé hasta cuándo vamos a tener una autoridad que entienda y que valore de qué etnia somos”, reclamó Chino.
«PLUSPETROL SE HA LARGADO SIN ASUMIR SU RESPONSABILIDAD, CONTAMINANDO NUESTRAS AGUAS», ACUSA AURELIO CHINO.
Sin embargo, para el dirigente, uno de los principales impactos de Pluspetrol tiene que ver con las relaciones que desarrollan los trabajadores con las mujeres de las comunidades: “Hay muchas mujeres que están con hijos de diferentes apellidos, [de trabajadores] de las empresas petroleras. Las mujeres no saben qué apellido poner a sus hijos, buscan cómo registrar la partida de nacimiento”.
Esta comunidad también es afectada por el abandono de tuberías por Pluspetrol, que extrajo más de 2,5 millones de barriles de crudo solo entre enero y agosto de 2015 en el Lote 192, de acuerdo a cifras reportadas por Perupetro. “Nos dijeron que nos traerían medicinas pero nos engañan, también nos dicen que no comamos pescado, carne o yuca, ¿qué vamos a comer entonces?”, preguntó Imelda Chung, madre de cuatro niños y exdirigente indígena de Nueva Andoas.
Los indígenas de Nuevo Andoas presenciaron un caso emblemático de contaminación vinculado a las operaciones de Pluspetrol Norte: la laguna Shanshococha. En 2012, en base a las evidencias de los monitores ambientales, OEFA impuso a Pluspetrol una multa de más de S/20 millones, por una incorrecta remediación de esta laguna, que ocasionó su desaparición. El hecho es recogido en la queja presentada ante las autoridades holandesas.
Pluspetrol redujo esta multa en S/15 millones, en el marco de una serie de medidas impulsadas por el gobierno el 2015. Ese mismo año, la empresa incluso solicitó la anulación de la sanción ante el Poder Judicial de Loreto, luego de argumentar que OEFA no era competente para sancionarla, según explicó en entrevista con este medio el entonces presidente del Instituto de Defensa Legal del Ambiente y el Desarrollo (Idlads), Henry Carhuatocto. La solicitud fue denegada.
El abandono de Pluspetrol
En este contexto de sanciones y reclamos, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) ha rechazado dos veces el Plan de Abandono de la compañía, que debe incluir un compromiso de remediación de sitios contaminados. «Pluspetrol se ha largado sin asumir su responsabilidad, contaminando nuestras aguas, nuestros peces, nuestros animales, nuestra tierra. Se ha largado tranquilamente», acusó Chino.
En su primer Plan de Abandono de 2015, según la queja presentada ante las autoridades de los Países Bajos, Pluspetrol propuso solo 49 sitios contaminados, y no incluyó otros 92 sitios que OEFA identificó en un reporte de un año anterior. Por este motivo, el Minem rechazó este documento. “La compañía presentó una apelación sobre esta decisión, pero el viceministerio de Energía y Minas confirmó el rechazo en agosto de 2015”, precisa la queja.
«NOS DICEN QUE NO COMAMOS PESCADO, CARNE O YUCA, ¿QUÉ VAMOS A COMER?”, EXDIRIGENTE INDÍGENA IMELDA CHUNG.
La segunda versión del Plan de Abandono, presentada en 2016 y también criticada por las comunidades, volvió a incluir solo los 49 sitios contaminados y “apenas incluyó más páginas de contexto descriptivo”. Ese mismo año, OEFA inició un proceso sancionador por, entre otros motivos, no incorporar un total de 1.199 sitios contaminados en este Plan de Abandono.
Consultado por OjoPúblico, el Minem aseguró que actualmente evalúa un tercer Plan de Abandono de Pluspetrol, que fue presentada a fines de 2019 en el marco del reglamento de protección ambiental en las actividades de hidrocarburos. Sin embargo, esta empresa reconoce solo 35 sitios contaminados, por este motivo “se espera que el plan sea rechazado como ocurrió con los dos primeros”, explica el documento llevado hasta Holanda.
La primera visita de Chino a Holanda ocurrió en 2015, en el contexto del primer Plan de Abandono presentado por Pluspetrol, según el mismo recordó en conversación con nuestro medio en el aeropuerto Jorge Chávez, la noche del pasado 8 de marzo. En aquel viaje, según el dirigente, los representantes de SOMO le anunciaron los resultados de su investigación: la matriz de la compañía estaba en los Países Bajos.
LA COMPAÑÍA PETROLERA DEJÓ DE OPERAR EL 2015, PERO AÚN NO IMPLEMENTA UN PLAN DE ABANDONO. RECONOCE SOLO 35 DE LOS 1.199 SITIOS CONTAMINADOS.
Desde Perú hasta la capital de Holanda
“Sí, aquí es Pluspetrol”, confirmó a OjoPúblico una de las dos recepcionistas que el pasado 12 de marzo se encontraban en la entrada del Edificio Baxter, un inmueble de cinco pisos ubicado a menos de 15 minutos a pie desde la estación central del tren en Ámsterdam, en Países Bajos, y a más de 10 horas de vuelo desde Perú. En este edificio, según su página web, operan negocios que “no necesitan oficina física”. Entre ellos, la matriz de Pluspetrol.
La petrolera acusada de contaminar la Amazonía peruana es controlada, según SOMO, por la sociedad holandesa Pluspetrol Resources Corporation B.V. Esta compañía offshore opera en la capital de los Países Bajos desde el 2000, y entre los años 2017 y 2018 ha registrado solo un empleado. En esta dirección además funcionan otras cuatro empresas vinculadas a Pluspetrol, según información de la Cámara de Comercio de Holanda.
“[Pluspetrol] utiliza estrategias y una estructura artificial de elusión tributaria, que incluye sociedades offshore y una compañía de fachada, para minimizar el pago de impuestos en los países donde opera”, asegura la queja presentada por las comunidades indígenas, sostenida en información elaborada por SOMO. La queja sobre la matriz holandesa de Pluspetrol además ocurre a pocas semanas de que el Tax Justice Network ubicara a los Países Bajos como el octavo país de mayor opacidad tributaria.
“AHORA SABEMOS QUE PLUSPETROL ESTÁ ESCONDIDO EN ESTE PAÍS”, DIJO AURELIO CHINO EN LA CIUDAD DE LA HAYA, EN HOLANDA.
La matriz holandesa controla cuatro empresas peruanas a través a una offshore homónima en el paraíso fiscal de las Islas Caimán. Esta última compañía ha sido dueña de más de la mitad de las acciones de Pluspetrol Norte, que hoy comparte con la Corporación Nacional de Petróleo de China. La offshore ademá tiene bajo su posesión casi la totalidad del accionariado de Pluspetrol Lote 56, Pluspetrol Camisea y Pluspetrol Perú Corporation. Las Islas Caimán además resguardan otras siete sociedades offshore vinculadas a la transnacional petrolera.
Los operadores de Pluspetrol en Holanda
A 40 minutos a pie desde el Edificio Baxter está ubicado el Amstel Gebouw, un edificio de 10 pisos en Ámsterdam. En el primer piso opera la compañía Intertrust, que administra Pluspetrol Resources Corporation B.V. y otras cuatro sociedades neerlandesas vinculadas al grupo petrolero. La firma brinda servicios financieros en 30 países y cuenta entre sus clientes a seis de las empresas con mayores ingresos a nivel global, según su sitio web.
Uno de sus folletos sobre sus servicios para administrar la riqueza de clientes privados, colocado en un anaquel de su recepción y revisado en esta sede por OjoPúblico, cita la declaración de un empresario anónimo: “Ellos entienden el negocio de sus clientes; son más comprometidos, al día con los negocios, y hacen que las cosas salgan mucho mejor”. Actualmente, la empresa es gerenciada por la empresaria Stephanie D. Miller, y registró ingresos por más de 500 millones en 2019, según su informe anual.
El informe de SOMO determinó que el rol de Intertrust como directora de la matriz de Pluspetrol en Países Bajos, y la presencia de subsidiarias de este grupo en otros paraísos fiscales son características de riesgo de elusión tributaria, según el estudio realizado por las entidades Profundo y el Centro de Investigación Offshore, realizado en el año 2016 a solicitud del propio Ministerio de Relaciones Exteriores holandés.
“Hemos recibido consultas para Pluspetrol de otros periodistas”, comentó una de las trabajadoras de Intertrust, aunque sin identificarse. El documento presentado ante el gobierno de los Países Bajos explica que “el uso de la compañía Intertrust para que administre las empresas vinculadas de Pluspetrol indica un intento de usar el sistema tributario holandés […] con el propósito de eludir impuestos”. Los brazos de la petrolera e Intertrust, según la queja, alcanzan un tercer paraíso.
Los dueños en Luxemburgo
La matriz holandesa de Pluspetrol es, a su vez, controlada por dos sociedades en el paraíso fiscal de Luxemburgo: Century Holdings SARL y Endurance Corporation SARS, que son dueñas del 67% de las acciones de la empresa en Países Bajos, según la queja presentada por los dirigentes indígenas esta semana. Ambas compañías, según la misma fuente, no registran empleados y son administradas también por la firma Intertrust, a través de su oficina luxemburguesa.
“Cuando Pluspetrol trasladó su matriz a los Países Bajos en 2000, la propiedad corporativa fue establecida en Luxemburgo […] que ofrece varios beneficios fiscales como la falta de retención de impuestos sobre los intereses y regalías”, explica la queja presentada el pasado miércoles ante el gobierno holandés. El informe de este año del Tax Justice Network ubica a Luxemburgo en el sexto puesto de los principales paraísos fiscales a nivel global.
PARAÍSOS FISCALES.La organización SOMO identificó que Pluspetrol cuenta con una matriz en Holanda y sociedad offshore en las Islas Caimán y Luxemburgo.
El informe además identificó que otro 17% de las acciones de la matriz en Holanda pertenecen a la sociedad neerlandesa Investeerders Corporation y la offshore Willow Tree en Luxemburgo. Sin embargo, esta última fue liquidada en 2018 y “no [se] ha podido establecer quién ha reemplazado [a Willow Tree] como accionista de Pluspetrol Resources Corporation”. Hasta el momento, no se conoce al dueño del 30% de acciones restantes de la sede central de Pluspetrol en Países Bajos.
De igual forma, la investigación de SOMO ha identificado que Century Holding y Endurance Corporation, las dos únicas compañías identificadas como accionistas de Pluspetrol en Holanda son controladas a su vez por la sociedad Berna II Settlement. Aunque los documentos revisados por SOMO sugieren que esta última compañía está registrada en las Islas Cook, otros documentos incluidos en la queja vinculan a esta sociedad con Bahamas y Nueva Zelanda.
«Creemos que los dueños de la compañía, la familia Rey y Poli [quienes fundaron Pluspetrol en la década de los 70′], manejan estas sociedades en las Bahamas y Nueva Zelanda», explicó a nuestro medio Jasper van Teeffelen, especialista en elusión tributaria en SOMO y uno de los principales autores de la queja presentada contra Pluspetrol. Para Van Teeffelen no hay ninguna duda de que esta compañía «constituyó esta estructura para eludir impuestos sobre las ganancias que obtienen en Perú».
«[INTERTRUST] HACE QUE LAS COSAS SALGAN MUCHO MEJOR”, CLIENTE ANÓNIMO DE ESTA COMPAÑÍA.
Para el economista y coordinador de investigaciones de la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd), Rodolfo Bejarano, empresas como Pluspetrol se aprovechan de este tipo de estructuras y usan a sus subsidiarias para generar «operaciones ficticias [en paraísos fiscales] para trasladar el beneficio tributario». Bejarano también señaló a OjoPúblico que este tipo de esquemas, además de permitir la evasión y elusión tributaria, son empleados para «reducir el pago de utilidades de los trabajadores».
“¿Dónde estaba la sede de Pluspetrol?”, fue la principal pregunta de Aurelio Chino estos últimos años, según contó él mismo a nuestro medio y en su exposición en Oxfam del pasado 10 de marzo. Antes de volver a Lima, luego de una semana en La Haya, el dirigente indígena asegura que se define como un “perro cazador en el monte”. Según relata, para este animal la presa se escapa, lo deja lejos, pero el perro igual la huele, la persigue y «al final lo encuentra y lo atrapa, como nosotros a la empresa Pluspetrol».
Fuente: Ojo Público