Argen­ti­na. Obser­va­to­rio gre­mial. Con un hori­zon­te de pan­de­mia que se pro­lon­ga en el tiem­po, la lucha no es retórica/​Fuer­te crí­ti­ca de abo­ga­dos labo­ra­lis­tas al acuer­do CGT-UIA: sugie­ren par­ti­ci­pa­ción de los tra­ba­ja­do­res en ganan­cias … (Más info)

Resu­men Latinoamericano*/ 3 de mayo 2020 . — — — — — –

EL QUINTO MANDAMIENTO NO TIENE SELLO 

Con un hori­zon­te de pan­de­mia que se pro­lon­ga en el tiem­po, la lucha no es retórica

POR VICTORIO PAULÓN

Gra­ba­do de 1889 con el momen­to de la explo­sión de la bom­ba arro­ja­da por un provocador.

Pero, papá, pre­gun­tó Josep, llo­ran­do, si Dios no exis­te, ¿quién hizo el mundo?

Y el obre­ro, cabiz­ba­jo, casi en secre­to, dijo:

¡Ton­to, ton­to! ¡Al mun­do lo hici­mos noso­tros, los albañiles!

EDUARDO GALEANO

El home­na­je a los tra­ba­ja­do­res eje­cu­ta­dos por la jus­ti­cia cla­sis­ta nor­te­ame­ri­ca­na en 1887 tie­ne cada año un reno­va­do con­te­ni­do de rei­vin­di­ca­cio­nes socia­les y labo­ra­les. El Día Inter­na­cio­nal de los Tra­ba­ja­do­res es una jor­na­da de home­na­je a los sin­di­ca­lis­tas anar­quis­tas ahor­ca­dos en los Esta­dos Uni­dos por par­ti­ci­par en las mani­fes­ta­cio­nes por la jor­na­da de ocho horas. Este año, el Covid-19 pone en el cen­tro de la dis­cu­sión la con­fron­ta­ción entre la salud y la eco­no­mía, entre la con­ti­nua­ción de la mise­ria cre­cien­te bajo el capi­ta­lis­mo y la vida dig­na. Inter­pe­la la vida misma.

Un men­sa­je soli­da­rio de los meta­lúr­gi­cos del cor­dón indus­trial ABC de San Pablo, dolo­ro­so cen­tro de la pan­de­mia en nues­tra Suda­mé­ri­ca, con­vo­ca a la soli­da­ri­dad con todos aque­llos que sufren las pér­di­das de vidas huma­nas. “En el Día del Tra­ba­ja­dor vamos a con­ti­nuar home­na­jean­do a nues­tra cla­se, pero con un cari­ño espe­cial para quie­nes se fue­ron y a quie­nes tal vez per­die­ron seres que­ri­dos en el mar­co de la pan­de­mia del coro­na­vi­rus. Este 1º de mayo en Bra­sil y en el mun­do colo­que­mos un pañue­lo blan­co a la vis­ta en res­pe­to por las vidas perdidas».

Se avi­zo­ra un futu­ro de exten­di­da mise­ria para millo­nes de per­so­nas. Cen­te­nas de millo­nes de niñes para los que el pre­sen­te es sufri­mien­to y el futu­ro indig­na­ción. Cen­te­na­res de millo­nes de muje­res cuyas con­di­cio­nes de vida se dete­rio­ra­rán a cau­sa de la com­bi­na­ción de capi­ta­lis­mo y patriar­ca­do. El mito de una glo­ba­li­za­ción neo­li­be­ral a favor del desa­rro­llo humano se derrum­ba bajo los gol­pes de la pan­de­mia de los pobres. El Pri­me­ro de Mayo exi­ge la demos­tra­ción de que el fra­ca­so está en rela­ción direc­ta con lo actua­do a fin de fun­dar una alter­na­ti­va cier­ta y evi­tar un paté­ti­co remien­do del sistema.

Como si fue­ra un tri­bu­to ade­lan­ta­do al 1º de mayo, 28 repre­so­res fue­ron con­de­na­dos a pri­sión per­pe­tua y otros 7 con penas de 7 a 25 años. Los miles de mili­tan­tes obre­ros alcan­za­dos por el geno­ci­dio cívi­co mili­tar de la dic­ta­du­ra encuen­tran jus­ti­cia lue­go de más de 40 años de aque­lla per­se­cu­ción. El Tri­bu­nal Fede­ral de Mar del Pla­ta juz­gó a repre­so­res impli­ca­dos en la tor­tu­ra y des­apa­ri­ción de cen­te­na­res de mili­tan­tes obre­ros y popu­la­res. Fue en una audien­cia sin públi­co a cau­sa de las medi­das de res­tric­ción vigen­tes en medio de la pan­de­mia de coro­na­vi­rus. Los deli­tos pues­tos en deba­te fue­ron per­pe­tra­dos en la lla­ma­da “Sub­zo­na 15”, un área de ope­ra­cio­nes de las fuer­zas de la repre­sión con eje en la ciu­dad de Mar del Pla­ta y sus alrededores.

Exis­ten más de mil casos regis­tra­dos de los des­apa­re­ci­dos que tenían res­pon­sa­bi­li­dad sin­di­cal al momen­to de su deten­ción, según con­sig­na el Regis­tro de Víc­ti­mas del Terro­ris­mo de Esta­do (RUVTE).

En el ojo del huracán

Aplau­sos en el Fer­nán­dez para con­se­guir EPP. De saco ver­de, Zul­ma Lobay.

El gobierno de CABA (Jun­tos por el Cam­bio) con­fir­mó al menos 124 casos (en aumen­to expo­nen­cial) de coro­na­vi­rus solo en villas y barrios humil­des. La mayor can­ti­dad de casos se con­cen­tran en la Villa 31 de Reti­ro y la 1−11−14, de Bajo Flo­res. “Todas las villas tie­nen al menos un caso con­fir­ma­do”, sos­tu­vo el minis­tro por­te­ño de salud. La explo­sión de casos en los geriá­tri­cos para­li­za de terror a la pobla­ción con mayo­res internados.

En ese gra­ví­si­mo mar­co sani­ta­rio la TV públi­ca dio a cono­cer el recla­mo del per­so­nal del Hos­pi­tal Fer­nán­dez (y otros noso­co­mios como el Hos­pi­tal Riva­da­via), uno de los mayo­res cen­tros de urgen­cias del país. En el cen­tro de la dis­tan­cia social y los aplau­sos de pro­tes­ta, la enfer­me­ra Zul­ma Lobay, a su vez direc­ti­va de ATE Capi­tal, habló con cali­dez fue­ra de cáma­ra: “Don­de hay una enfer­me­dad, hay un dere­cho… Don­de esté el tra­ba­ja­dor de salud como un Qui­jo­te luchan­do con­tra la furia de esta pan­de­mia, nos arma­mos con paz, amor y ter­nu­ra para ir a la gue­rra con­tra un enemi­go invi­si­ble. Cuan­do aten­de­mos a un pacien­te pasan cosas difí­ci­les de expli­car: para que no nos roben la ale­gría ni los virus ni los tira­nos, a veces can­ta­mos baji­to como un sal­mo, más bien un himno: ‘Vamos com­pa­ñe­ros /​La vida espe­ra /​Con la Salud /​Como ban­de­ra’”.

“Esta­mos tra­ba­jan­do con fal­ta de ele­men­tos de pro­tec­ción per­so­nal (EPP). Somos cul­pa­bles si nos enfer­ma­mos por ir a tra­ba­jar afie­bra­dos. ¡Tene­mos un direc­tor que tra­ta de igno­ran­tes a los enfer­me­ros!”, son­ríe iró­ni­ca­men­te. “Dice que hay EPP para médi­cos y otros para enfer­me­ría, como si nos hicie­ra fal­ta com­pro­bar téc­ni­ca­men­te la nece­si­dad de ele­men­tos que cum­plan con las con­di­cio­nes de bio­se­gu­ri­dad ade­cua­das des­pués de los ríos de tin­ta escri­tos sobre bar­bi­jos ven­ci­dos. Los tra­ba­ja­do­res de salud del Fer­nán­dez, no solo enfer­me­ría, sufri­mos de estrés, páni­co, depre­sión e ira. Todo jun­to y revuel­to, como en el ojo de un huracán”.

Miles de esta­ta­les pelean en la pri­me­ra línea de con­ten­ción de esta cri­sis sin pre­ce­den­tes. Lo hacen en tareas de toda índo­le, esen­cia­les y estra­té­gi­cas. Sólo como ejem­plo, la acti­vi­dad sani­ta­ria invo­lu­cra a per­so­nas que se desem­pe­ñan en muchas dis­ci­pli­nas. Todas y todos son esen­cia­les. Pero no gozan todes del mis­mo reco­no­ci­mien­to, de los ele­men­tos de pro­tec­ción nece­sa­rios, ni de igua­les o equi­ta­ti­vas con­di­cio­nes de tra­ba­jo. Mere­cen ese reco­no­ci­mien­to por­que se jue­gan la vida.

ATE Capi­tal recla­mó por lar­gos meses el cum­pli­mien­to de las leyes de segu­ri­dad e higie­ne en el tra­ba­jo en los Hos­pi­ta­les de la Ciu­dad, par­ti­cu­lar­men­te con la entre­ga de EPP (ambos, cal­za­dos de segu­ri­dad, pro­tec­cio­nes facia­les, bar­bi­jos, etc.) para los y las tra­ba­ja­do­ras del sec­tor. Hora­cio Rodrí­guez Larre­ta hizo caso omi­so. En el mar­co de des­pro­tec­ción habi­da en los hos­pi­ta­les y CeSACs de la Ciu­dad, se pidió una medi­da cau­te­lar a los fines de orde­nar­le al GCBA y Pro­vin­cia ART que cum­plan con el cui­da­do de la salud no solo a favor de los y las tra­ba­ja­do­ras, sino tam­bién de la salud públi­ca de la Ciu­dad. Al fin se con­si­guió la cau­te­lar, que está pen­dien­te de cum­pli­mien­to. Tras tomar cono­ci­mien­to de la facul­tad ple­ni­po­ten­cia­ria con que bus­can dotar en la legis­la­tu­ra a Larre­ta entre­gán­do­le un ili­mi­ta­do poder para con­tra­tar, des­pe­dir, pagar suel­dos en cuo­tas y demás, Daniel el Tani­to Cata­lano expre­só con con­tun­den­cia a quien qui­sie­ra escu­char: “Si hay des­pi­dos, no hay cuarentena”.

Cau­te­lar orde­na al gobierno por­te­ño pro­veer ele­men­tos de pro­tec­ción a per­so­nal de salud.

Es pro­ba­ble que cuan­do ter­mi­ne esta pan­de­mia gran par­te del mun­do haya cam­bia­do. Se valo­ri­za­rá el rol de un Esta­do acti­vo, se habrán estre­cha­do los víncu­los de soli­da­ri­dad hacia el inte­rior de las socie­da­des. Y, aun­que nos encon­tra­rá más pobres, nos dará la posi­bi­li­dad de cons­truir una socie­dad más igua­li­ta­ria, cuyo des­tino tie­ne que estar en sus pro­pias manos y no en manos de los poderosos.

Arre­glos por arri­ba y pro­tes­tas por abajo

Dece­nas de pro­tes­tas que no son tele­vi­sa­das suce­den todos los días: por insu­mos de salud, con­tra el cre­cien­te des­em­pleo, con­tra el hambre.

Los tra­ba­ja­do­res empie­zan a sen­tir que el ais­la­mien­to social obli­ga­to­rio, decre­ta­do por el gobierno para pre­ser­var la salud de todos, empie­za a ser mate­ria de nego­cia­ción entre una cúpu­la sin­di­cal y lo más gra­na­do de los empre­sa­rios loca­les. La polí­ti­ca de salud imple­men­ta­da que evi­tó has­ta hoy la leta­li­dad masi­va de la pan­de­mia, comien­za a ser moti­vo de encono para quie­nes quie­ren aban­do­nar­la, vol­ver a la pro­duc­ción a como dé lugar y dejar libra­do al dar­wi­nis­mo social el futu­ro de la humanidad.

La pan­de­mia dejó en evi­den­cia a los mise­ra­bles de siem­pre. A quie­nes des­pi­den, sus­pen­den y reba­jan los sala­rios, para defen­der sus ganan­cias. Toma regis­tro del sin­di­ca­lis­mo cóm­pli­ce que aprue­ba qui­tas sala­ria­les y des­ta­ca a quie­nes des­de orga­ni­za­cio­nes y cen­tra­les impul­san el impues­to a las gran­des for­tu­nas. La salud y la vida de la mayo­ría por sobre la eco­no­mía de unos pocos. Para que el día des­pués de la pan­de­mia nada vuel­va a ser como era antes.

La sema­na pasa­da fue­ron las sec­cio­na­les de la UOM las que recha­za­ron la reba­ja de los sala­rios per­ci­bi­dos duran­te la cri­sis por los tra­ba­ja­do­res sus­pen­di­dos. Tra­ba­ja­do­res tex­ti­les de Tre­lew se movi­li­za­ron masi­va­men­te rom­pien­do la cua­ren­te­na. Cues­tio­na­ron el recor­te sala­rial del 30% al 50% acor­da­do por la Aso­cia­ción Obre­ra Tex­til y la Fede­ra­ción de Indus­trias Tex­ti­les Argentinas.

Deses­pe­ra­dos por el des­cuen­to sala­rial, los tex­ti­les rom­pie­ron la cua­ren­te­na en Trelew.

La cúpu­la cege­tis­ta deci­dió por su cuen­ta acor­dar con la UIA la reduc­ción por deba­jo del 70% del mon­to sala­rial de las sus­pen­sio­nes a cam­bio de no des­pe­dir tra­ba­ja­do­res (que ya están ampa­ra­dos por el decre­to anti­des­pi­dos del gobierno). Pro­fun­di­zar la dife­ren­cia de lo que per­ci­ben quie­nes pres­tan ser­vi­cios y quie­nes están en sus casas por impo­si­ción de la pan­de­mia es una obse­sión de los empre­sa­rios por­que “el que no tra­ba­ja no cobra”. Amén de des­em­bol­sar ape­nas un 25% de lo que se paga pre­ten­den obli­gar a los que están alcan­za­dos por la cua­ren­te­na a cla­mar por vol­ver a sus tra­ba­jos. Acin­dar bus­ca ejem­pli­fi­car en su plan­ta de La Tabla­da, en repre­sa­lia por­que la sec­cio­nal local no fir­mó el con­ve­nio acor­da­do en otras plan­tas. Hugo Melo, secre­ta­rio gene­ral de La Matan­za, mani­fes­tó que “jun­to con la comi­sión inter­na y el cuer­po de dele­ga­dos rea­li­za­mos una con­sul­ta vir­tual y el 60% de los tra­ba­ja­do­res recha­zó la reba­ja sala­rial que pre­ten­de la empre­sa. En repre­sa­lia deja­ron a 6 tra­ba­ja­do­res en la calle y a los que tra­ba­jan en 3 y 4 tur­nos le apli­có una for­ma de pago que repre­sen­ta una pér­di­da cer­ca­na al 40%”.

Los per­de­do­res de la cuarentena

El escar­mien­to sigue sien­do la prin­ci­pal línea de pen­sa­mien­to patro­nal en esta Argen­ti­na. Para coro­la­rio la fra­se lapi­da­ria del labo­ra­lis­ta Héc­tor Recal­de: “El 14 bis de la Cons­ti­tu­ción Nacio­nal pre­vé la par­ti­ci­pa­ción de los tra­ba­ja­do­res en las ganan­cias de las empre­sas. De nin­gu­na mane­ra par­ti­ci­pa­ción en las pér­di­das”. Algu­nos pien­san que no es así.

Con aumen­tos de pre­cios impa­ra­bles y empre­sa­rios pre­sio­nan­do con­tra el ASPO y diri­gen­tes sin­di­ca­les nacio­na­les acor­dan­do reba­ja en las sus­pen­sio­nes, tras cua­ren­ta y pico de días de encie­rro, el futu­ro inme­dia­to se nos mues­tra incier­to. La para­li­za­ción del apa­ra­to pro­duc­ti­vo impo­ne con­di­cio­nes difí­ci­les para los tra­ba­ja­do­res orga­ni­za­dos y su resis­ten­cia orga­ni­za­da será deter­mi­nan­te para la eta­pa que se abre.

La cua­ren­te­na per­fi­la per­de­do­res. Pese al ya des­di­bu­ja­do DNU pre­si­den­cial hay des­pi­dos, vio­la­ción de per­mi­sos a mayo­res y enfer­mos cró­ni­cos, sus­pen­sio­nes y fal­tas de pago de suel­dos en empre­sas de todo el país. Techint, Far­ma­city, Fri­go­rí­fi­co Pen­ta (inclu­ye repre­sión ile­gal), Cra­ve­ri, Cine­mark y GSA (ter­ce­ri­za­da de Cable­vi­sión) achi­ca­ron plan­te­les. Gene­ral Motors, Side­rar, Never­land, EMA e Imant sus­pen­die­ron per­so­nal y Pol-ka, Veró­ni­ca, Atlán­ti­da, Amé­ri­ca liqui­dan habe­res en cuotas.

Hacen lo que se les can­ta. Los recor­tes sala­ria­les entre el 30 y el 50% son sin siquie­ra vali­dar argu­men­tos. Dano­ne, Wendy’s, McDonald’s, Bur­ger King, Star­bucks, Tena­ris-SIAT, Gar­ba­rino, Fly­bon­di, LATAM, Pecom, Plus­mar, Vía Bari­lo­che y las turís­ti­cas onli­ne Des­pe­gar, Al Mun­do y Avan­trip. Inda­lo y Dia­rio Popu­lar direc­ta­men­te se nega­ron a pagar sueldos.

La opo­si­ción par­la­men­ta­ria ali­nea­da con las gran­des patro­na­les ope­ra en el mis­mo sen­ti­do. La inten­ción de eli­mi­nar los apor­tes sin­di­ca­les en el con­tex­to de la cri­sis apun­ta no a un ali­vio para el tra­ba­ja­dor sino el debi­li­ta­mien­to de la estruc­tu­ra de repre­sen­ta­ción de los tra­ba­ja­do­res. Des­de la Ley Muc­ci en ade­lan­te, el sue­ño de la dere­cha radi­cal apun­tó siem­pre a des­es­truc­tu­rar al movi­mien­to sin­di­cal. La pan­de­mia se les apa­re­ce como una nue­va opor­tu­ni­dad para lograr­lo. Esta pelea silen­cio­sa, de baja inten­si­dad, no debe poner en un plano secun­da­rio a la exi­gen­cia prin­ci­pal de cara a los empre­sa­rios que es la pre­ser­va­ción de la vida y la salud de los trabajadores.

Perio­dis­mo en emer­gen­cia. Dele­ga­dos de Sipre­ba recha­zan­do la manio­bra de Magnetto.

Cla­rín hizo saber a sus emplea­dos que este mes paga­rá los sala­rios en dos veces. Nin­gu­na cri­sis expli­ca que el gru­po en cues­tión no pue­da pagar los suel­dos en tiem­po y for­ma. El Sipre­ba reali­zó un encuen­tro de dele­ga­dos fren­te al dia­rio para seña­lar la con­ti­nui­dad de sus luchas y rei­vin­di­car el carác­ter esen­cial de los dere­chos de los tra­ba­ja­do­res de prensa.

El perio­dis­ta de Info­gre­mia­les Jor­ge Duar­te reve­ló que “la minis­tra de Tra­ba­jo bonae­ren­se, Mara Ruiz Malec, tomó la deter­mi­na­ción de asu­mir la res­pon­sa­bi­li­dad de encon­trar­le una vía de solu­ción al exten­so con­flic­to del fri­go­rí­fi­co quil­me­ño Pen­ta. El esta­ble­ci­mien­to man­tie­ne sin cobrar sus sala­rios a algo más de 240 emplea­dos, que toda­vía no saben cuál será su futu­ro labo­ral”. El lunes ten­drá la pri­me­ra audien­cia en la moda­li­dad vir­tual entre las par­tes enfren­ta­das, la Fede­ra­ción de Sin­di­ca­tos de Tra­ba­ja­do­res de la Car­ne (Fesit­ca­ra) y al oscu­ro empre­sa­rio Ricar­do Bruz­ze­se. El fri­go­rí­fi­co ya acu­mu­la una deu­da de tres quin­ce­nas con sus emplea­dos y man­tie­ne la ame­na­za laten­te de bajar defi­ni­ti­va­men­te las per­sia­nas. Al pare­cer, Axel Kici­llof bus­ca enviar una fuer­te señal a los empre­sa­rios des­ca­rria­dos, como ya lo hizo en el caso de Danica.

Los tra­ba­ja­do­res de la fábri­ca de col­cho­nes Bed­Ti­me con­ti­núan con la ocu­pa­ción pací­fi­ca de la fuen­te de tra­ba­jo en repu­dio a los des­pi­dos y exi­gien­do el pago de los sala­rios adeu­da­dos, ya que no pue­den ale­gar fal­ta de deman­da de col­cho­nes en épo­cas de pan­de­mia y con­tra­tos para pro­veer a hos­pi­ta­les. Sin embar­go sus­pen­den y des­pi­den, a pesar de las prohi­bi­cio­nes legales.

Al lla­ma­do pre­si­den­cial y a las gene­ro­sas ofer­tas de ayu­da para cubrir los sala­rios, con prés­ta­mos a tasa cero la res­pues­ta que logra, por aho­ra, es más pre­sión, más exi­gen­cias, más crí­ti­cas. En este esce­na­rio cre­cien­te­men­te colé­ri­co y con un hori­zon­te de pan­de­mia que se pro­lon­ga en el tiem­po, la lucha no es mera retó­ri­ca por­que detrás de un error se nos va la vida de muchos compañeros.

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La eco­no­mía post-pandemia.

Los cam­bios que lle­ga­ron para que­dar­se en el mun­do del tra­ba­jo lue­go del aislamiento

Tele­tra­ba­jo, dis­tan­cia­mien­to social, fin de los via­jes labo­ra­les; tra­ba­jo por obje­ti­vos son algu­nas de las ten­den­cias que los ana­lis­tas avi­zo­ran que per­ma­ne­ce­rán lue­go del Covid-19

Por Nata­lia Donato

El teletrabajo es uno de los cambios a los que apelarán muchas empresas tras la pandemia
El tele­tra­ba­jo es uno de los cam­bios a los que ape­la­rán muchas empre­sas tras la pandemia

La con­me­mo­ra­ción del 1 de mayo, Día Mun­dial del Tra­ba­ja­dor, tuvo este año un con­di­men­to espe­cial. El coro­na­vi­rus COVID-19 y las medi­das de ais­la­mien­to obli­ga­to­rias que rigen en todo el mun­do ‑en algu­nos luga­res, ya con algo de fle­xi­bi­li­dad- modi­fi­ca­ron, a la fuer­za, las polí­ti­cas a las que el mer­ca­do labo­ral venía acos­tum­bra­do. Tra­ba­jo remo­to en muchas acti­vi­da­des; pro­to­co­los y y esque­mas de dis­tan­cia­mien­to físi­co; menor movi­li­dad por via­jes, reunio­nes y even­tos; y extre­mos cui­da­dos sani­ta­rios son algu­nos de los cam­bios más noto­rios que se pro­du­je­ron en el mun­do del tra­ba­jo, y que, según coin­ci­den muchos ana­lis­tas, lle­ga­ron para quedarse.

“En un con­tex­to en el que se extien­de el ais­la­mien­to pre­ven­ti­vo y obli­ga­to­rio, don­de muchas empre­sas están impo­si­bi­li­ta­das de ope­rar o debie­ron modi­fi­car radi­cal­men­te sus pau­tas de fun­cio­na­mien­to, con muchos tra­ba­ja­do­res con­fi­na­dos en sus hoga­res y tenien­do que con­ci­liar su vida pro­fe­sio­nal y labo­ral en un mis­mo espa­cio, y muchos otros sobre-exi­gi­dos por pres­tar ser­vi­cios en acti­vi­da­des con­si­de­ra­das esen­cia­les, es indis­cu­ti­ble que el mun­do del tra­ba­jo ya no será el mis­mo y todo indi­ca que algu­nos cam­bios lle­ga­ron para que­dar­se”, des­ta­ca un infor­me rea­li­za­do por Rands­tad, com­pa­ñía glo­bal de ser­vi­cios de recur­sos humanos.

Andrea Ávi­la, CEO de la fir­ma para la Argen­ti­na y Uru­guay, dijo a Info­bae: “de un día para el otro se armó el mayor expe­ri­men­to mun­dial de home offi­ce que ni la men­te más visio­na­ria pudo ima­gi­nar jamás, y eso no tie­ne vuel­ta atrás, muchas cosas no vol­ve­rán a ser como antes en el mun­do del tra­ba­jo cuan­do la cua­ren­te­na ter­mi­ne y vol­va­mos a una cier­ta, y nue­va, normalidad”.

Al res­pec­to, des­de la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal del Tra­ba­jo (OIT) advir­tie­ron sobre los ries­gos de esa “nue­va nor­ma­li­dad” y plan­tea­ron que, como suce­dió en otras cri­sis glo­ba­les, “se requie­re de una res­pues­ta inter­na­cio­nal que sea inte­gral y coor­di­na­da y que ten­ga como eje prio­ri­ta­rio a las per­so­nas”, ase­gu­ró, ante la con­sul­ta de Info­bae, el direc­tor de la OIT Argen­ti­na, Pedro Fur­ta­do de Oliveira.

El distanciamiento en las fábricas es uno de los cambios que, dicen los expertos, llegó para quedarse
El dis­tan­cia­mien­to en las fábri­cas es uno de los cam­bios que, dicen los exper­tos, lle­gó para quedarse

Nece­si­ta­mos dejar atrás la des­igual­dad, la fal­ta de garan­tías y de acce­so a dere­chos, con sis­te­mas más amplios de pro­tec­ción social, enten­dien­do que la segu­ri­dad y la salud en el tra­ba­jo son dere­chos, apos­tan­do a una tran­si­ción jus­ta, el apren­di­za­je per­ma­nen­te y una mayor for­ma­li­za­ción. Hoy 6 de cada 10 tra­ba­ja­do­res del mun­do están en la infor­ma­li­dad”, ase­gu­ró Oli­vei­ra, al agre­gar que “la expe­rien­cia de 2008 mues­tra el ries­go que exis­te al final de la catás­tro­fe, de res­ta­ble­cer una nor­ma­li­dad que ya era injus­ta«.

“Por esto, cuan­do supe­re­mos esta cri­sis, debe­mos pro­cu­rar que esta expe­rien­cia nos deje como lega­do una mejor nor­ma­li­dad, que eli­mi­ne las injus­ti­cias reve­la­das por la COVID-19 y nos dé herra­mien­tas para cons­truir un futu­ro del tra­ba­jo más inclu­si­vo y sos­te­ni­ble”, remar­có el titu­lar de la OIT en el país.

Cuan­do supe­re­mos esta cri­sis, debe­mos pro­cu­rar que esta expe­rien­cia nos deje como lega­do una mejor nor­ma­li­dad, que eli­mi­ne las injus­ti­cias reve­la­das por la COVID-19 y nos dé herra­mien­tas para cons­truir un futu­ro del tra­ba­jo más inclu­si­vo y sos­te­ni­ble (Pedro Fur­ta­do de Oli­vei­ra ‑OIT Argentina-)

Los exper­tos de Rands­tad ase­gu­ran que las prin­ci­pa­les ten­den­cias que sen­ta­rán las bases de un nue­vo esce­na­rio labo­ral a nivel mun­dial cuan­do pase la pan­de­mia son las siguientes:

1) Pau­tas de dis­tan­cia­mien­to en ofi­ci­nas, plan­tas y ámbi­tos laborales

El estu­dio sos­tie­ne que, aún cuan­do se levan­te de cua­ren­te­na y se reanu­de la acti­vi­dad pro­duc­ti­va, habrá que seguir con­vi­vien­do con los pro­to­co­los de dis­tan­cia­mien­to físi­co que afec­ta­rán sus­tan­cial­men­te la for­ma de vin­cu­la­ción en los dis­tin­tos ámbi­tos labo­ra­les. Las empre­sas debe­rán esfor­zar­se para gene­rar ambien­tes de tra­ba­jo segu­ros para los tra­ba­ja­do­res, ade­cuan­do sus ins­ta­la­cio­nes, pro­ce­sos y están­da­res de tra­ba­jo en línea con los nue­vos pará­me­tros de dis­tan­cia­mien­to. Así, mam­pa­ras divi­so­ras, zonas de segu­ri­dad y cir­cu­la­ción moni­to­rea­da, esta­cio­nes de sani­ti­za­ción, kits de ele­men­tos de pro­tec­ción per­so­nal y estric­tos pro­to­co­los de ocu­pa­ción en espa­cios comu­nes serán pro­ta­go­nis­tas de la nue­va nor­ma­li­dad en el tra­ba­jo, creen en Randstad.

2) Home Offi­ce y tra­ba­jo remoto

La situa­ción de ais­la­mien­to pre­ven­ti­vo obli­gó a muchas orga­ni­za­cio­nes a gene­rar las con­di­cio­nes para que sus cola­bo­ra­do­res reali­cen tele­tra­ba­jo, inclu­so cuan­do la cul­tu­ra pre­do­mi­nan­te se orien­ta­ba hacia el tra­ba­jo pre­sen­cial, el con­trol y el cum­pli­mien­to de hora­rios. “Lo posi­ti­vo de esta situa­ción for­za­da es que cola­bo­ró para derri­bar barre­ras cul­tu­ra­res, pre­jui­cios y mitos en rela­ción al tra­ba­jo remo­to y la pro­duc­ti­vi­dad, la auto­ges­tión y el com­pro­mi­so de los cola­bo­ra­do­res. Es alta­men­te pro­ba­ble que des­pués de haber tran­si­ta­do esta expe­rien­cia, muchas empre­sas no quie­ran vol­ver a tener a todos sus tra­ba­ja­do­res en sus ofi­ci­nas fren­te al escri­to­rio como antes, e inclu­so habrá muchos tra­ba­ja­do­res que tam­po­co quie­ran hacer­lo”, dice el informe.

Los expertos también creen que caerán los viajes corporativos porque las empresas apelarán a las videoconferencias por tiempo y dinero
Los exper­tos tam­bién creen que cae­rán los via­jes cor­po­ra­ti­vos por­que las empre­sas ape­la­rán a las video­con­fe­ren­cias por tiem­po y dinero

3) Des­pla­za­mien­tos, via­jes, even­tos y reuniones

La pan­de­mia COVID-19 para­li­zó el mun­do de los via­jes y el turis­mo y se espe­ra que sea una de las indus­trias que más demo­re en recu­pe­rar­se. Esta situa­ción, tras­la­da­da al mun­do del tra­ba­jo, impac­ta­rá direc­ta­men­te en la orga­ni­za­ción de con­ven­cio­nes, con­gre­sos, capa­ci­ta­cio­nes y otros even­tos cor­po­ra­ti­vos que deja­rán de ser pre­sen­cia­les y pasa­rán a entor­nos vir­tua­les. Lo mis­mo ocu­rri­rá con los for­ma­tos típi­cos de reunio­nes coti­dia­nas en las orga­ni­za­cio­nes, que muta­rán a video­con­fe­ren­cias para sos­te­ner el dis­tan­cia­mien­to físi­co que será nor­ma en adelante.

Por otra par­te, dice la con­sul­to­ra, “las empre­sas debe­rán adap­tar con crea­ti­vi­dad y fle­xi­bi­li­dad los esque­mas de hora­rios labo­ra­les para evi­tar el tras­la­do de los tra­ba­ja­do­res en trans­por­te públi­co en horas pico”, así como imple­men­tar días alter­na­ti­vos de con­cu­rren­cia y otras estra­te­gias que per­mi­tan cum­plir con el dis­tan­cia­mien­to de segu­ri­dad entre per­so­nas en los dis­tin­tos espa­cios de trabajo.

4) Se con­so­li­da el tra­ba­jo por objetivos

El tele­tra­ba­jo ins­tau­ra­do masi­va­men­te por las cir­cuns­tan­cias sani­ta­rias tuvo como efec­to secun­da­rio que muchas empre­sas se den cuen­ta de que no requie­ren basar­se en el con­trol de horas para ase­gu­rar la pro­duc­ti­vi­dad de su fuer­za labo­ral. Muchas orga­ni­za­cio­nes con cul­tu­ras de ges­tión que des­con­fia­ban de los for­ma­tos de tra­ba­jo fle­xi­bles, que prio­ri­za­ban el “estar” por sobre el “hacer”, han podi­do vivir la expe­rien­cia empí­ri­ca y com­pro­bar que el pre­sen­tis­mo no es garan­tía de resul­ta­dos. La con­fian­za en el desem­pe­ño a dis­tan­cia y la pro­duc­ti­vi­dad sos­te­ni­da duran­te el ais­la­mien­to han pues­to en evi­den­cia que el tra­ba­jo por horas está que­dan­do obso­le­to y va ganan­do terreno el tra­ba­jo por objetivos.

5) Cre­ce el tra­ba­jo free­lan­ce y otras opcio­nes de for­ma­tos de tra­ba­jo flexible

Con una menor depen­den­cia de la pre­sen­cia­li­dad, mayo­res posi­bi­li­da­des de tra­ba­jo remo­to y la con­so­li­da­ción de la ges­tión por obje­ti­vos, el mun­do del tra­ba­jo post COVID-19 ofre­ce­rá mayo­res posi­bi­li­da­des para for­ma­tos y expe­rien­cias de tra­ba­jo más fle­xi­bles y la inclu­sión de los free­lan­cers como par­te del pool de talen­to de las orga­ni­za­cio­nes, ase­gu­ran los ana­lis­tas de Randstad.

Con la tec­no­lo­gía como faci­li­ta­do­ra, se verá un nue­vo cre­ci­mien­to de la “Gig Eco­nomy”, como se deno­mi­na la nue­va eco­no­mía del tra­ba­jo móvil, remo­to, a deman­da e inde­pen­dien­te. En este sen­ti­do, dado que la espe­cia­li­za­ción y el cono­ci­mien­to no reco­no­cen for­ma­tos de con­tra­ta­ción, la incor­po­ra­ción de talen­tos en for­ma­to free­lan­ce, por pro­yec­to o part-time cre­ce­rá de la mano de un con­tex­to en el que las orga­ni­za­cio­nes nece­si­ta­rán más que nun­ca ser com­pe­ti­ti­vas para recu­pe­rar­se del impac­to eco­nó­mi­co que deja­rá la pan­de­mia, plan­tea el informe.

Dado que la espe­cia­li­za­ción y el cono­ci­mien­to no reco­no­cen for­ma­tos de con­tra­ta­ción, la incor­po­ra­ción de talen­tos en for­ma­to free­lan­ce, por pro­yec­to o part-time crecerá

El abo­ga­do labo­ra­lis­ta, vice­pre­si­den­te de la UIA y titu­lar de la Coor­di­na­do­ra de Indus­trias de Pro­duc­tos Ali­men­ti­cios (Copal), Daniel Funes de Rio­ja, coin­ci­dió en que el mun­do del tra­ba­jo sufri­rá trans­for­ma­cio­nes, que ya se venían ges­tan­do des­de antes de la COVID-19 por el cam­bio tecnológico.

«Esto no es un vien­to zon­da que pasó; muchas cosas no vol­ve­rán a ser como antes», plan­teó el abo­ga­do labo­ra­lis­ta Daniel Funes de Rioja

El sec­tor de la ali­men­ta­ción fue con­si­de­ra­do esen­cial des­de un pri­mer momen­to y tuvo que ade­cuar las jor­na­das de tra­ba­jo para res­pe­tar la dis­tan­cia social, ajus­tar la pro­duc­ción al nivel real de deman­da, y con­tra­tar per­so­nal even­tual o dar horas extras por todos los tra­ba­ja­do­res que por ser mayo­res o ser “de ries­go” no asis­ten a sus luga­res de tra­ba­jo, ade­más de apli­car todos los pro­to­co­los sani­ta­rios correspondientes.

Según Funes de Rio­ja, “esto no es un vien­to zon­da que pasó; hay cosas que no vol­ve­rán a ser como antes”. Plan­teó dudas sobre cómo se reac­ti­va­rán rubros como el turis­mo, la gas­tro­no­mía, las com­pa­nías aéreas: “En pri­mer lugar, no sé cuán­do pasa­rá esto. Estoy moni­to­rean­do 16 paí­ses emer­gen­tes y desa­rro­lla­dos y coin­ci­den que no será en menos de seis meses. Segun­do: esas acti­vi­da­des no sé si levan­ta­rán la cabe­za como lo hacían antes”, dijo.

Ten­go dudas sobre cómo se reac­ti­va­rán rubros como el turis­mo, la gas­tro­no­mía, las com­pa­nías aéreas. Estoy moni­to­rean­do 16 paí­ses emer­gen­tes y desa­rro­lla­dos y coin­ci­den que no será en menos de seis meses; y no sé si levan­ta­rán la cabe­za como la levan­ta­ban antes (Daniel Funes de Rioja)

Tam­bién plan­teó el diri­gen­te de la ali­men­ta­ción y vice­pre­si­den­te de la Unión Indus­trial Argen­ti­na la posi­bi­li­dad de que se reduz­can los via­jes cor­po­ra­ti­vos para par­ti­ci­par de con­gre­sos o con­fe­ren­cias. “¿Cuán­tas demos­tra­cio­nes esta­mos tenien­do de que las cosas se pue­den hacer dis­tin­tas?«, se pre­gun­tó el abo­ga­do, al remar­car que se la pasa conec­ta­do a video­con­fe­ren­cias por trabajo.

En las fábri­cas, en tan­to, Funes de Rio­ja ima­gi­na “tur­nos más rota­ti­vos para evi­tar gran­des con­cen­tra­cio­nes urba­nas”. “Esta situa­ción nos vino a plan­tear alter­na­ti­vas que tal vez sean mejo­res, por ejem­plo, para evi­tar el haci­na­mien­to”, dijo. Con res­pec­to al tele­tra­ba­jo, afir­mó que “tien­de a expan­dir­se”, aun­que habrá que ver lue­go en qué tipo de acti­vi­da­des ten­drá mayor participación.

Matías Cre­mon­te, pre­si­den­te de la Aso­cia­ción de Abo­ga­dos Labo­ra­lis­tas, es “escép­ti­co de que des­pués de la pan­de­mia pue­da lle­gar algo bueno”. ¿Real­men­te el tele­tra­ba­jo, si vino para que­dar­se, va a mejo­rar las con­di­cio­nes labo­ra­les y el tra­ba­ja­dor va a dis­po­ner más de su tiem­po? Le aho­rrás al emplea­dor el alqui­ler de un lugar, los ser­vi­cios, y la per­so­na se paga su Inter­net, su telé­fono. No hay una regu­la­ción en la Argen­ti­na del tele­tra­ba­jo; y veo rela­ti­vo eso de que la tec­no­lo­gía lle­gó para mejo­rar la socie­dad”, mani­fes­tó el abogado.

Los riesgos del teletrabajo y el freelance radican en la menor protección del trabajador, aseguran algunos analistas
Los ries­gos del tele­tra­ba­jo y el free­lan­ce radi­can en la menor pro­tec­ción del tra­ba­ja­dor, ase­gu­ran algu­nos analistas

Por otra par­te, agre­gó Cre­mon­te, hoy se están fir­man­do acuer­dos de sus­pen­sio­nes con reduc­cio­nes del 25% de los ingre­sos, por lo que será difí­cil recom­po­ner el mer­ca­do de tra­ba­jo una vez que pase la pan­de­mia. “Cuan­do los tra­ba­ja­do­res vuel­van al mer­ca­do, lo harán con sala­rios del 2019 y una impor­tan­te pér­di­da real; en algu­nos casos, inclu­sos con bajas nomi­na­les. Enton­ces, ¿cómo se rege­ne­ra el con­su­mo?, y si no hay deman­da, ¿cómo abren las empre­sas?”, se pre­gun­tó. Un fac­tor posi­ti­vo que con­si­de­ró que podría per­ma­ne­cer es que por la pan­de­mia algu­nas acti­vi­da­des tuvie­ron que incor­po­rar ele­men­tos de pre­ven­ción y eso fun­cio­nó muy bien don­de exis­ten comi­té mix­tos de segu­ri­dad e higiene.

“Creo que esta pan­de­mia va a ace­le­rar muchos cam­bios que esta­ban ya en cur­so. En pri­mer lugar, hubo una ace­le­ra­ción de los pro­ce­sos de digi­ta­li­za­ción masi­va. Los gobier­nos de la región están ope­ran­do en remo­to dia­ria­men­te. Y muchas empre­sas han reor­ga­ni­za­do sus ope­ra­cio­nes. Y por otra par­te, se abre una opor­tu­ni­dad para cam­biar mode­los de nego­cio, el con­su­mo y la pro­duc­ción, hacia sis­te­mas sus­ten­ta­bles des­de el pun­to de vis­ta del medio ambien­te», ase­gu­ró el eco­no­mis­ta y ex direc­tor de la Argen­ti­na en el Ban­co Inter­ame­ri­cano de Desa­rro­llo (BID), Fede­ri­co Poli.

Poli sos­tie­ne que los gran­des res­ca­tes públi­cos pue­den incluir con­di­cio­na­li­da­des ver­des y que al tener un esce­na­rio de has­ta dos años con movi­li­dad con­tro­la­da y medi­das de segu­ri­dad, habrá que repen­sar orga­ni­za­ción del tra­ba­jo y movi­li­dad, lo que podría per­mi­tir rom­per las barre­ras existentes.

Los gran­des res­ca­tes públi­cos pue­den incluir con­di­cio­na­li­da­des ver­des y que al tener un esce­na­rio de has­ta dos años con movi­li­dad con­tro­la­da y medi­das de segu­ri­dad, habrá que repen­sar orga­ni­za­ción del tra­ba­jo y movi­li­dad, lo que podría per­mi­tir rom­per las barre­ras existentes

“Ade­más, la digi­ta­li­za­ción jun­to con la pre­sión para el cui­da­do del medio ambien­te per­mi­ti­rían modi­fi­car el modo de pro­duc­ción (con la tra­za­bi­li­dad de la pro­duc­ción y la exi­gen­cia de for­mas de pro­duc­ción cui­da­do­sas del medio ambien­te y de stan­dards labo­ra­les) y al mun­do del tra­ba­jo (con mayor uso del tele­wor­king y las reunio­nes vir­tua­les)”, aña­dió.

Está cla­ro que la pan­de­mia y los efec­tos que está gene­ran­do en la eco­no­mía no se resol­ve­rán en tres meses, y qui­zá tam­po­co en seis, como avi­zo­ran en muchos paí­ses. Y que el mun­do labo­ral, que ya venía cam­bian­do por el avan­ce tec­no­ló­gi­co, será dife­ren­teEl desa­fío será com­pa­ti­bi­li­zar las nue­vas for­mas de tra­ba­jo que se ave­ci­nan con la nece­si­dad de los tra­ba­ja­do­res de con­tar con una mayor pro­tec­ción social.

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Usa­dos en la cose­cha, aban­do­na­dos en cuarentena

El estig­ma que car­gan los tra­ba­ja­do­res cíclicos

La cons­truc­ción his­tó­ri­ca de exclu­sión de estos sec­to­res de la socie­dad es ana­li­za­da por una inves­ti­ga­do­ra del CONICET. Des­de el Inadi tam­bién pidie­ron que no se los estigmatice.

Ima­gen: Red por los Dere­chos Huma­nos Mendoza

Si hay un gru­po que ha sido expues­to a la pan­de­mia des­de sus cuer­pos, el des­arrai­go, lo eco­nó­mi­co y la dis­cri­mi­na­ción, es el de los lla­ma­dos tra­ba­ja­do­res cícli­cos, migran­tes o golon­dri­na. A miles de kiló­me­tros de sus casas, fue­ron lle­va­dos a tra­ba­jar con per­mi­so para la cose­cha de tem­po­ra­da, pero olvi­da­dos a la hora del retorno en cuarentena.

Sus recla­mos rara vez ocu­pan un lugar en los medios, más intere­sa­dos, en gene­ral, en los vara­dos en el exte­rior. Muchas veces, la situa­ción de este sec­tor de la eco­no­mía sólo lle­gó a visi­bi­li­zar­se para sopor­tar humi­lla­cio­nes. Inclu­si­ve el pro­pio gober­na­dor de Sal­ta, Gus­ta­vo Sáenz, tra­tó de “delin­cuen­tes” e “incons­cien­tes” a dos tra­ba­ja­do­res golon­dri­na que deses­pe­ra­dos por retor­nar a su hogar eva­die­ron los con­tro­les per­ti­nen­tes. Uno de ellos resul­tó ser por­ta­dor asin­to­má­ti­co del virus, de lo que se ente­ró lue­go del aná­li­sis hecho en Salta.

Para Sora­ya Atai­debeca­ria pos­doc­to­ral del CONICET, quien rea­li­za sus tra­ba­jos en el Ins­ti­tu­to de inves­ti­ga­cio­nes en Cien­cias Socia­les y Huma­ni­da­des de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal de Sal­ta (UNSa)la coyun­tu­ra está des­en­mas­ca­ran­do “una racia­li­za­ción natu­ra­li­za­da sobre los cuer­pos de estos gru­pos y que jus­ti­fi­ca his­tó­ri­ca­men­te los dis­cur­sos y prác­ti­cas de los sec­to­res domi­nan­tes”.

La espe­cia­lis­ta divi­dió el tra­ba­jo en tres ejes de aná­li­sis. El pri­me­ro, se rela­cio­na con el con­tex­to de ori­gen de esa pobla­ción “¿Por qué migran? ¿Qué con­di­cio­nes de empleo, sub­em­pleo y exclu­sión viven en su lugar de origen?”.

Expli­có que hay sec­to­res cuya movi­li­dad es his­tó­ri­ca, “con un hábi­tus migra­to­rio”, que data de los años 60 y está direc­ta­men­te vin­cu­la­do al des­po­jo de cam­pe­si­nos e indí­ge­nas de sus tie­rras. “La migra­ción es una estra­te­gia de repro­duc­ción y de vida de las familias”.

El segun­do eje de aná­li­sis es el de las redes migra­to­rias, los meca­nis­mos que acti­van para des­pla­zar­se y las estra­te­gias uti­li­za­das para rea­li­zar­las, “nadie se mue­ve des­de y hacia la nada”.

Por lo gene­ral apa­re­cen aquí una serie de acto­res a lo lar­go de esa his­to­ria que gene­ran el víncu­lo y abren las puer­tas a este tipo de tra­ba­jos y sus nexos. “Está, por ejem­plo, el cua­dri­lle­ro, que es un peón de la zona ya esta­ble­ci­do y vin­cu­la­do al patrón pero con más lle­ga­da a los tra­ba­ja­do­res, por lo que logra­ba su dis­ci­pli­na­mien­to”. Lue­go apa­re­cie­ron coope­ra­ti­vas de tra­ba­jo y por últi­mo, las agen­cias, “todas inter­me­dia­rias del ver­da­de­ro empleador».

El ter­cer eje de aná­li­sis tie­ne que ver con las carac­te­rís­ti­cas de pro­duc­ción“liga­das a acti­vi­da­des diná­mi­cas que gene­ran muchas rique­zas pero vin­cu­la­das a un mer­ca­do de tra­ba­jo infor­mal, pre­ca­rio y sin registro”.

En Men­do­za, cuen­ta la inves­ti­ga­do­ra, «esa pro­duc­ción es diver­si­fi­ca­da, hay fru­ta­les, acei­tu­na, uva, ajo”. En tan­to, en el valle de Río Negro y Neu­quén, pre­do­mi­na la extrac­ción de fru­ta­les y hor­ta­li­zas (toma­te) para indus­tria. “Son empre­sas con alto dina­mis­mo, muchas de expor­ta­ción y muy impor­tan­tes que hacen a la rique­za de la región y del país”, aña­dió.

A pesar de las gran­des ganan­cias a las que acce­de este sec­tor de la eco­no­mía, el mer­ca­do de tra­ba­jo de estas acti­vi­da­des, “así como todo el tra­ba­jo rural en Argen­ti­na”, tien­de a ser infor­mal, poco regu­la­ri­za­do y sacri­fi­ca­do, y los tra­ba­ja­do­res cícli­cos en ese esla­bón son los más vul­ne­ra­bi­li­za­dos. “Quien lle­ga a un lugar des­co­no­ci­do está más expues­to a las con­di­cio­nes que se le ofrez­can y con menor capa­ci­dad de pre­sión y nego­cia­ción que un tra­ba­ja­dor local”.

Natu­ra­li­zar la explotación

Todas estas con­di­cio­nes, que sig­ni­fi­can vivir tras­la­dán­do­se, la pre­ca­rie­dad labo­ral, el haci­na­mien­to “van de la mano de un tipo de cons­truc­ción ideo­ló­gi­ca que sub­ya­ce al modo de cómo se arti­cu­lan sus rela­cio­nes labo­ra­les y están liga­das a una cier­ta per­te­nen­cia de cla­se y racia­li­za­ción de los cuer­pos”, sos­tu­vo la inves­ti­ga­do­ra del CONICET.

Se supo­ne que esos cuer­pos pue­den sopor­tar esos tra­ba­jos y por eso se natu­ra­li­za que se pue­den explo­tar”, aña­dió. Una mira­da vin­cu­la­da direc­ta­men­te a un idea­rio occi­den­tal euro­peo que racia­li­za a esos gru­pos por su ori­gen, el color de la piel y sus antepasados.

Lo impor­tan­te y la cuarentena

Es en este momen­to de ais­la­mien­to pre­ven­ti­vo cuan­do se vio cla­ra­men­te la dife­ren­cia que hicie­ron gober­na­do­res y pro­duc­to­res para garan­ti­zar que pue­dan movi­li­zar­se para tra­ba­jar y la indi­fe­ren­cia a la hora de pen­sar en el retorno de los tra­ba­ja­do­res ante el cie­rre de las fronteras.

“Rápi­da­men­te los bode­gue­ros y gober­na­do­res logra­ron el per­mi­so para que pue­dan seguir con la ven­di­mia, pero cuan­do ter­mi­na­ron de tra­ba­jar, todos se lava­ron las manos y nadie se hizo car­go de esos tra­ba­ja­do­res”, mani­fes­tó Ataide.

“Mien­tras que para el res­to de la pobla­ción era tra­tar de estar ais­la­dos, esta gen­te esta­ba en ter­mi­na­les com­par­tien­do baños, comi­da, dur­mien­do en el piso con sus hijos”, y con­clu­yó, “eso habla de todos noso­tros como socie­dad y evi­den­cia el racis­mo que se man­tie­ne en Argen­ti­na y cómo muchas per­so­nas tran­si­tan su vida”.

En defi­ni­ti­va, como ade­lan­tó la filó­so­fa Judith Butler, “El virus por sí solo no dis­cri­mi­na, pero los huma­nos segu­ra­men­te lo hace­mos, mode­la­dos como esta­mos por los pode­res entre­la­za­dos del nacio­na­lis­mo, el racis­mo, la xeno­fo­bia y el capitalismo”.

El Inadi pidió erra­di­car la estigmatización

En el infor­me del Ins­ti­tu­to Nacio­nal con­tra la Dis­cri­mi­na­ción, la Xeno­fo­bia y el Racis­mo (INADI) que se ela­bo­ró para el 1 de mayo, atra­ve­sa­do por la pan­de­mia de Covid-19, se ana­li­zó la par­ti­cu­lar situa­ción que atra­vie­san los tra­ba­ja­do­res “esta­cio­na­les o tem­po­ra­rios”.

“Las expre­sio­nes que ponen en los tra­ba­ja­do­res pro­ve­nien­tes de otros pue­blos o pro­vin­cias el ori­gen de los pro­ble­mas deben ser erra­di­ca­das y esos tra­ba­ja­do­res deben ser reci­bi­dos con los bra­zos abier­tos y se les deben garan­ti­zar todas las ins­tan­cias de pro­tec­ción reque­ri­das en pos de mini­mi­zar el ries­go de con­ta­gio en el ámbi­to del tra­ba­jo”, seña­la en dicho documento. 

Des­de el Inadi se des­ta­có que al ser tra­ba­ja­do­res de la ali­men­ta­ción y, por lo tan­to, esen­cia­les, no se debe per­der de vis­ta que se tra­ta de un colec­ti­vo his­tó­ri­ca­men­te vul­ne­ra­bi­li­za­dos. A esa carac­te­rís­ti­ca se suma­ron en la pan­de­mia “altos nive­les de estigmatización”. 

Tam­bién se aña­dió que a la fal­ta de ele­men­tos de pro­tec­ción para mini­mi­zar el con­ta­gio y los incon­ve­nien­tes para el tras­la­do entre juris­dic­cio­nes ‑muchas de ellas a cien­tos de kilómetros‑, se incor­po­ró un nue­vo moti­vo de dis­cri­mi­na­ción: la poten­cia­li­dad de con­traer o adqui­rir el virus a par­tir de un posi­ble con­tac­to con per­so­nas con Covid-19 debi­do a la cir­cu­la­ción des­de su hogar de ori­gen has­ta la región don­de se desa­rro­lla la acti­vi­dad productiva. 

Tan­to la comu­ni­dad de ori­gen como la comu­ni­dad recep­to­ra encuen­tran en este tipo de situa­cio­nes moti­vos no fun­da­dos para los actos dis­cri­mi­na­to­rios que se regis­tran en la estig­ma­ti­za­ción a dife­ren­tes colec­ti­vos de trabajadores/​as exceptuados/​as del ais­la­mien­to, entre ellos los/​as agrarios/​as”, afir­mó el orga­nis­mo nacional.

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Fuer­te crí­ti­ca de abo­ga­dos labo­ra­lis­tas al acuer­do CGT-UIA: sugie­ren par­ti­ci­pa­ción de los tra­ba­ja­do­res en ganancias

Dife­ren­tes gre­mios esta­ble­cie­ron que los tra­ba­ja­do­res sus­pen­di­dos en empre­sas en cri­sis por la pan­de­mia ten­drán un ajus­te en su sala­rio del 25%. 
Por LUCAS BO
Fuerte crítica de abogados laboralistas al acuerdo CGT-UIA: sugieren participación de los trabajadores en ganancias

Avan­zan los acuer­dos por sus­pen­sio­nes de tra­ba­ja­do­res con reduc­ción sala­rial. En este con­tex­to, sur­gen crí­ti­cas res­pec­to a los pun­tos esta­ble­ci­dos en el docu­men­to y al per­jui­cio que sig­ni­fi­ca para el tra­ba­ja­dor por el recor­te en su poder adqui­si­ti­vo ya gol­pea­do por la infla­ción de más del 50% que dejó Mau­ri­cio Macri solo en 2020. Abo­ga­dos labo­ra­lis­tas sugie­ren que así como el tra­ba­ja­dor cede par­te de su sala­rio en el con­tex­to de la cri­sis por coro­na­vi­rus, tam­bién par­ti­ci­pe de las ganan­cias de los empre­sa­rios cuan­do la acti­vi­dad pro­duc­ti­va se recomponga.

Un infor­me del Cen­tro de Eco­no­mía Polí­ti­ca Argen­ti­na (CEPA) indi­có que, entre el 15 de mar­zo y el 15 de abril, se pro­du­je­ron en el país 5.386 cesan­tías7.223 sus­pen­sio­nes, 3.070 atra­sos de pago de sala­rios54.030 reduc­cio­nes de habe­res, 8.480 sus­pen­sio­nes y 231.483 con­ve­nios obre­ro-patro­na­les de baja de ingre­sos, y pun­tua­li­zó que «no obs­tan­te la crí­ti­ca reali­dad nacio­nal no se per­ci­bió en ese perío­do una can­ti­dad nume­ro­sa de casos de despidos».

Esto gene­ró que un acuer­do entre la CGT y la UIA, ava­la­do por el Gobierno, para lle­var a cabo sus­pen­sio­nes de tra­ba­ja­do­res de empre­sas en cri­sis por la cua­ren­te­na con un recor­te sala­rial del 25% del neto a cam­bio de una garan­tía de esta­bi­li­dad que regi­rá para el perío­do abril-mayo. El Des­ta­pe con­sul­tó a los abo­ga­dos labo­ra­lis­tas Héc­tor Recal­de y Álva­ro Ruiz y ambos com­par­tie­ron crí­ti­cas a los tér­mi­nos del acuer­do y al con­tex­to en el que se dio cuan­do el Gobierno imple­men­tó medi­das para garan­ti­zar el 50% del sala­rio del tra­ba­ja­dor, cré­di­tos y sus­pen­sión del pago de con­tri­bu­cio­nes patronales.

«La Cons­ti­tu­ción nacio­nal en su art.14 bis esta­ble­ce que los tra­ba­ja­do­res tie­nen dere­cho a par­ti­ci­par en las ganan­cias de las empre­sas», ase­gu­ró Recal­de. «No se pue­de admi­tir que se los los haga par­ti­ci­par en las pér­di­das», sumó.

«No está cla­ro qué pier­de el sec­tor empre­sa­rio y cómo com­pen­sa lo que pier­den los tra­ba­ja­do­res de acá para delan­te», con­si­de­ró Ruiz y seña­ló que «com­pro­me­ter­se a man­te­ner el per­so­nal no sig­ni­fi­ca nada por­que ya están prohi­bi­dos los des­pi­dos por decre­to». Sobre esto, agre­gó: «El man­te­ni­mien­to del pues­to de tra­ba­jo ten­dría sen­ti­do como bene­fi­cio para el tra­ba­ja­dor post pan­de­mia. Si se com­pro­me­ten de acá a un año a man­te­ner el pues­to de tra­ba­jo y a una devo­lu­ción de lo que tra­ba­ja­do­res pier­den una vez que se reac­ti­ve la acti­vi­dad sería com­pen­sa­to­rio. De eso no hay nada».

En la sema­na, en diá­lo­go con Mal­di­ta Suer­te (El Des­ta­pe Radio), el pre­si­den­te de la Aso­cia­ción de Abo­ga­dos Labo­ra­lis­tas, Matías Cre­mon­te, expre­só: “Es un men­sa­je, una suer­te de car­ta de inten­ción que ava­la la reduc­ción de sala­rios”. Y siguió: “Venía­mos en la defen­sa de que la cri­sis por el ais­la­mien­to no debía sig­ni­fi­car nin­gún tipo de pér­di­das en el sala­rio de nin­gún tra­ba­ja­dor, va en el sen­ti­do con­tra­rio de lo que dicen los pri­me­ros decre­tos del Gobierno. Incli­nan la balan­za para un lado en la dis­cu­sión de quién debe pagar los cos­tos de la crisis”. 

Por últi­mo, en cuan­to al res­pal­do del acuer­do por par­te del Gobierno, Ruiz obje­tó: «El gobierno no debe­ría homo­lo­gar­lo por­que no es una expre­sión sin­di­cal que se pue­da tomar como gene­ral tal como se lo plan­tea. No es la expre­sión de una deci­sión de la cen­tral sino de algu­nos de los que están en el con­se­jo direc­ti­vo. Corrien­tes inter­nas no han teni­do part­ci­pa­ción. por lo que esto demues­tra un debi­li­ta­mien­to del movi­mien­to obrero».

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El mer­ca­do de tra­ba­jo argen­tino: entre la pre­ca­ri­za­ción y la pandemia

Ilus­tra­ción: Ale­jan­dra Andreo­ne | Inter­ven­ción: Andrea Sosa Alfonzo

La cri­sis glo­bal expu­so la pre­ca­ri­za­ción del mer­ca­do de tra­ba­jo argen­tino y la situa­ción de vul­ne­ra­bi­li­dad que viven millo­nes de asa­la­ria­dosLa mer­ma en los ingre­sos y la impo­si­bi­li­dad de ais­lar­se mar­có, en gran medi­da, su reali­dad. Los más de 160 mil tra­ba­ja­do­res de las apli­ca­cio­nes móvi­les se con­vir­tie­ron en la cone­xión con “el afue­ra” de muchos. Los “héroes” en bici­cle­ta y sin pode­res que recla­man medi­das de pro­tec­ción. Por Jor­ge Duarte.


El para­te eco­nó­mi­co glo­bal pro­duc­to de la pan­de­mia de Coro­na­vi­rus tie­ne un inme­dia­to impac­to en el mer­ca­do de tra­ba­jo. Alre­de­dor del mun­do se están des­tru­yen­do millo­nes de empleos y, como efec­to domi­nó, caen indus­trias y comer­cios. Las pér­di­das de horas tra­ba­ja­das se cuen­tan por dece­nas de millo­nes en estu­dios que la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal del Tra­ba­jo (OIT) hace cir­cu­lar sema­na a sema­na entre los espe­cia­lis­tas. Los gobier­nos se deba­ten entre lais­sez fai­re, la ayu­da para sos­te­ner los pues­tos de tra­ba­jo y la esta­ti­za­ción. Inclu­so algu­nos ya explo­ran todo eso junto.

La Argen­ti­na no es ni será la excep­ción a esa reali­dad. En lo que se per­fi­la como la cri­sis más impor­tan­te de la his­to­ria recien­te de la huma­ni­dad, habrá que tomar deci­sio­nes tras­cen­den­ta­les fren­te al cie­rre de empre­sas, la suba de la des­ocu­pa­ción, el cre­ci­mien­to de la subocu­pa­ción, la des­truc­ción de los ingre­sos de las mayo­rías y el aumen­to de la vul­ne­ra­bi­li­dad. Toda una prue­ba de fue­go para tes­tear la capa­ci­dad del pero­nis­mo en el Gobierno de poner al Esta­do como motor de una eco­no­mía que que­da­rá en uno de sus pisos históricos.

Sin embar­go, el país arri­ba a esta cri­sis en con­di­cio­nes par­ti­cu­la­res, con un mer­ca­do de tra­ba­jo frag­men­ta­do y alta­men­te pre­ca­ri­za­do. De hecho esa cues­tión, que tie­ne tin­tes estruc­tu­ra­les, fue la ten­den­cia que se pro­fun­di­zó en toda la ges­tión de Cam­bie­mos, la cual se carac­te­ri­zó por des­truir el empleo for­mal y con dere­chos, para reem­pla­zar­lo, en el mejor de los casos, por empleos infor­ma­les y sin pro­tec­ción, o por mero cuen­ta­pro­pis­mo. Todo esto bajo el para­guas gene­ral de bajas remu­ne­ra­cio­nes. Ese pro­ce­so no fue gra­tui­to. Estu­vo acom­pa­ña­do por un dete­rio­ro pro­gre­si­vo de los ingre­sos y de la par­ti­ci­pa­ción de las remu­ne­ra­cio­nes en el valor de pro­duc­ción: de que­dar­se con el 51,8% de la “tor­ta” en 2016, cayó al 45,7% en 2019.

Si tene­mos en cuen­ta el empleo infor­mal, las tra­ba­ja­do­ras de casas par­ti­cu­la­res (4 de cada 5 están “en negro”), los mono­tri­bu­tis­tas socia­les, los/​as mono­tri­bu­tis­tas de diver­sas cate­go­rías y la cla­se no asa­la­ria­da, tene­mos un uni­ver­so de más de 7 millo­nes de per­so­nas que el 17 de mar­zo, día en el que ini­ció el ais­la­mien­to social, pre­ven­ti­vo y obli­ga­to­rio, se que­da­ron sin ingresos.

Esa apro­xi­ma­ción se con­fir­mó sema­nas más tar­de cuan­do el Gobierno apro­bó un plan que inte­gra­ba a más de 7.8 millo­nes de beneficiarios/​as para per­ci­bir el Ingre­so Fami­liar de Emer­gen­cia. Hablan­do en crio­llo: uno de cada dos hoga­res en el país se que­dó auto­má­ti­ca­men­te sin sus­ten­to y con nece­si­dad de asis­ten­cia esta­tal para poder cubrir algún gas­to mínimo.

Como decía­mos: una cri­sis glo­bal con carac­te­rís­ti­cas loca­les. La infor­ma­li­dad le suma mati­ces pro­pios y dra­má­ti­cos a la odi­sea del sec­tor asa­la­ria­do argen­tino. Los miles y miles que migra­ron “del blan­co al negro” en los últi­mos tiem­pos, en su gran mayo­ría per­die­ron en el camino la cober­tu­ra de salud, tan nece­sa­ria en este con­tex­to de emer­gen­cia sani­ta­ria, y tam­bién la posi­bi­li­dad de tener el acce­so a licen­cias pagas que podrían garan­ti­zar un piso de ingre­sos míni­mos para enca­rar la eta­pa más crí­ti­ca del ais­la­mien­to. De hecho para muchos no fue una opción el #Que­da­teEn­Ca­sa.

El tras­fon­do de los ‘rapihé­roes’ y el mer­ca­do de tra­ba­jo pre­ca­ri­za­do en el con­tex­to de la pandemia

El caso tes­ti­go es el de los aho­ra visi­bi­li­za­dos tra­ba­ja­do­res de apli­ca­cio­nes móvi­les, por algu­nas sema­nas úni­cos mora­do­res de calles vacías y silen­cio­sas de los gran­des cen­tros urba­nos. Héroes para algu­nos medios.

Un tra­ba­jo ela­bo­ra­do el año pasa­do por CIPPEC, BID Lab, y la OIT, úni­co exhaus­ti­vo sobre el tema en el país has­ta el momen­to, rele­vó que las pla­ta­for­mas emplea­ban al 1% de los ocu­pa­dos a esca­la nacio­nal. Eso has­ta mayo del año pasa­do por lo que se pue­de infe­rir que muy pro­ba­ble­men­te esa cifra haya aumen­ta­do en los últi­mos 12 meses. De ese con­jun­to de más de 160 mil tra­ba­ja­do­res, más 60 mil esta­ban dedi­ca­dos estric­ta­men­te al repar­to. A ellos se le suma­ron los que se recon­vir­tie­ron por los suce­sos recien­tes (Uber Eats, por ejem­plo). El estu­dio tam­bién refle­jó que el 45% de ese uni­ver­so no tie­ne apor­tes pre­vi­sio­na­les de nin­gún tipo y que menos del 10% está regis­tra­do en rela­ción de depen­den­cia. Pre­ca­ri­za­ción al palo.

Ese ejér­ci­to de más de 60 mil ciclis­tas infor­ma­les y mono­tri­bu­tis­tas es el que en los últi­mos 24 meses enca­ró una serie de pro­tes­tas e inten­tos de sin­di­ca­li­za­ción, pio­ne­ros a nivel regio­nal y mun­dial, que encon­tra­ron fuer­tes resis­ten­cias de las empre­sas. Tam­bién se topa­ron con una pasi­vi­dad esta­tal fun­cio­nal a las fir­mas. Los gobier­nos mos­tra­ron coin­ci­den­cia ideo­ló­gi­ca con las deno­mi­na­das eco­no­mías cola­bo­ra­ti­vas, o temor de inter­ve­nir en el úni­co sec­tor que en la prác­ti­ca gene­ra­ba empleo en un con­tex­to de rece­sión. Toda una señal de los tiem­pos. A pesar de eso fun­da­ron gre­mios, crea­ron agru­pa­cio­nes y dina­mi­za­ron a los sin­di­ca­tos que los tenían marginados.

En el mar­co de la pan­de­mia, estos emplea­dos sin emplea­do­res for­ma­les ni cober­tu­ra de ART, ves­ti­dos de estric­to rojo, ama­ri­llo o naran­ja, según el caso, se con­vir­tie­ron en el nexo entre los pro­duc­tos y miles y miles de con­su­mi­do­res de las urbes. Sin chan­ces eco­nó­mi­cas de optar por ais­lar­se, tuvie­ron que expo­ner­se al con­ta­gio y hacer­se car­go de sus pro­pias medi­das de segu­ri­dad. Según los pro­pios tes­ti­mo­nios de los repar­ti­do­res, las empre­sas entre­ga­ron pocos ele­men­tos sani­ta­rios y muy tar­de. Como si se tra­ta­ra de un últi­mo recur­so para evi­tar algu­na acción legal por venir.

A prin­ci­pios de abril Rap­pi lan­zó una cam­pa­ña publi­ci­ta­ria para pro­mo­cio­nar sus ser­vi­cios. Ahí habla­ba de sus repar­ti­do­res como “Rap­piHé­roes” de la pan­de­mia. Horas más tar­de la Aso­cia­ción del Per­so­nal de Pla­ta­for­mas (APP), gre­mio ceteís­ta de la acti­vi­dad, ins­crip­to en el Minis­te­rio de Tra­ba­jo en 2018, emi­tió un comu­ni­ca­do para res­pon­der­le: “No somos héroes ni heroí­nas, que­re­mos insu­mos de seguridad”.

Ese mis­mo recla­mo, entre varios otros, moti­vó que el 22 de abril se coor­di­ne una pro­tes­ta regio­nal de repar­ti­do­res, con fuer­te ancla­je en Argen­ti­na. En 6 paí­ses en simul­tá­neo pidie­ron ser reco­no­ci­dos como tra­ba­ja­do­res for­ma­les y ser pro­te­gi­dos del posi­ble con­ta­gio de Covid-19. Mien­tras tan­to, se espe­ra algún tipo de regu­la­ción esta­tal que impi­da la con­so­li­da­ción de un sta­tus quo que eter­ni­ce a una peque­ña éli­te vin­cu­la­da a las nue­vas tec­no­lo­gías apo­ya­da sobre una marea de trabajadores/​as con empleos poco cali­fi­ca­dos, de bajos ingre­sos y sin dere­chos laborales.

Jor­ge Duar­te es Lic. en Comu­ni­ca­ción Social de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal de Quil­mes. Perio­dis­ta, Direc­tor del por­tal InfoGremiales

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Entre­vis­ta al Dr. Rey­nal­do Sac­co­ne, ex pre­si­den­te de CICOP

«El Gobierno echa la cul­pa a los tra­ba­ja­do­res de la salud de los pro­ble­mas que no pue­de resolver»

Por Mario Her­nan­dez | 

M.H.: Recla­man test masi­vos para todos los tra­ba­ja­do­res de salud, hay un pro­yec­to pre­sen­ta­do a fines de mar­zo por el FIT, hay 40 tra­ba­ja­do­res con­ta­gia­dos en la Clí­ni­ca Pro­vi­den­cia, 19 en el Hos­pi­tal Ita­liano y la Argen­ti­na con una tasa muy alta de tra­ba­ja­do­res de la salud infec­ta­dos del 14%, 374 sobre 2669 casos.

R.S.: Es bas­tan­te com­pli­ca­do. Es un pro­ble­ma de salud públi­ca que tie­ne que tomar el gobierno nacio­nal. Para sor­pre­sa de muchos, no mía por­que lo conoz­co hace muchos años, el minis­tro de Salud, Ginés Gon­zá­lez Gar­cía, se tira con­tra los tra­ba­ja­do­res del área, el famo­so recur­so de que el cul­pa­ble es la víc­ti­ma. Eso es grave.

Has­ta aho­ra venía com­por­tán­do­se con deco­ro, acá se le sol­tó la cade­na por­que el gobierno no pue­de resol­ver el pro­ble­ma de pro­te­ger a los tra­ba­ja­do­res del sis­te­ma públi­co y menos del pri­va­do, por­que el caso que comen­tás de la Clí­ni­ca Pro­vi­den­cia es la pun­ta del ice­berg por­que detrás de la Pro­vi­den­cia está el Hos­pi­tal Ita­liano, el Sana­to­rio Güe­mes que vie­ne pilo­tean­do el silen­cio mediá­ti­co pero don­de hay muchí­si­mas que­jas tam­bién, y des­pués los geriá­tri­cos que, como se rebe­ló en Cór­do­ba, en la ciu­dad de Sal­dán, no se cum­plen los protocolos.

Hay un pro­ble­ma gra­ve, en el lado pri­va­do por­que el cui­da­do de los tra­ba­ja­do­res impli­ca un gas­to y es un gas­to impro­duc­ti­vo y la lógi­ca del nego­cio capi­ta­lis­ta que tie­nen las empre­sas pri­va­das pro­pie­ta­rias de clí­ni­cas y geriá­tri­cos, no están dis­pues­tas a gas­tar en eso ni licen­ciar al per­so­nal. Los hacen tra­ba­jar, por ejem­plo, los tra­ba­ja­do­res de la Clí­ni­ca La Pro­vi­den­cia, que que­da en la calle Tucu­mán entre Callao y Rio­bam­ba acá nomás en pleno cen­tro de la Ciu­dad; cuan­do tenían fie­bre les decían que no fue­ran a la guar­dia por­que la fie­bre era cau­sa­da por la vacu­na anti gripal.

Enton­ces, a tra­ba­ja­do­res con fie­bre que pedían ser aten­di­dos en la guar­dia les nega­ban la aten­ción. Así lo decla­ra­ron dele­ga­dos de ATSA. En el lado pri­va­do está eso, que es un gas­to impro­duc­ti­vo y baja la ganan­cia de la diná­mi­ca del nego­cio pri­va­do y en el sec­tor esta­tal tam­bién, en este caso no es por la no ganan­cia sino para no gastar.

Enton­ces, nos encon­tra­mos con situa­cio­nes muy com­pli­ca­das y si los tra­ba­ja­do­res come­ten erro­res o por fal­ta de entre­na­mien­to o por impru­den­cia o por lo que sea, enton­ces la acti­tud de las auto­ri­da­des de lan­zar­se sobre los tra­ba­ja­do­res en el mis­mo momen­to en que no les pro­veen los ele­men­tos nece­sa­rios, ya mues­tra la entra­ña de este gobierno que es echar­le la cul­pa a los tra­ba­ja­do­res de los pro­ble­mas que no pue­den resolver.

En la pro­vin­cia de Bue­nos Aires la CICOP logró imple­men­tar los comi­tés de cri­sis des­pués que el minis­te­rio de Salud se nega­ra por mucho tiem­po, y tam­bién los direc­to­res de hospital.

M.H.: Pero escu­cha­mos al direc­tor del hos­pi­tal Bel­grano de San Mar­tin que dice “CICOP y ATE ponen palos en la rueda”

R.S.: Sí, por­que defien­den a los tra­ba­ja­do­res, enton­ces eso es poner palos en la rue­da para ellos. Lo que que­ría comen­tar es que el lunes 20 se reali­zó la pri­me­ra reu­nión, CICOP logró que se hicie­ra una comi­sión cen­tral de cri­sis en La Pla­ta don­de par­ti­ci­pan los sin­di­ca­tos y las auto­ri­da­des del Minis­te­rio para dis­cu­tir toda la pro­ble­má­ti­ca. Ahí empe­zó a dis­cu­tir­se la pro­vi­sión de bar­bi­jos, se sacó la reso­lu­ción que indi­ca que todo el per­so­nal de salud tie­ne que usar bar­bi­jos y una serie de medi­das acor­da­das con los tra­ba­ja­do­res por­que ellos quie­ren defen­der­se, quie­ren tra­ba­jar sin enfermarse.

Eso indi­ca­ría un gas­to, que es lo que no quie­re hacer el gobierno pero los tra­ba­ja­do­res a nivel del Minis­te­rio logra­ron impo­ner­se, enton­ces es de espe­rar que baje la nor­ma­ti­va a todos los hos­pi­ta­les que acep­ten la con­for­ma­ción de los Comi­té de cri­sis con repre­sen­tan­tes de los tra­ba­ja­do­res y de la auto­ri­dad. Por­que has­ta aho­ra los Comi­té de cri­sis los hacía el direc­tor con algu­nos jefes de ser­vi­cio, obvia­men­te los más adep­tos para poder mane­jar las cosas, en una situa­ción de esca­sez de recur­sos y de nin­gu­na volun­tad para resol­ver esa esca­sez, obvia­men­te la pre­sen­cia de gen­te que cla­ma por su pro­tec­ción es una moles­tia; es un paso muy gran­de que se ha dado.

Y por otro lado está el entre­na­mien­to y el desa­rro­llo de la con­cien­cia, muchos tra­ba­ja­do­res no están acos­tum­bra­dos a cui­dar­se fren­te a la pan­de­mia en el hos­pi­tal, se sien­ten segu­ros, muchos hacen como siem­pre y eso tie­ne que cam­biar, pero cam­bia si hay una acti­tud edu­ca­ti­va y no repre­si­va como aca­ba de hacer Ginés Gon­zá­lez García.

M.H.: Aca­bo de leer una nota muy dura de la Dra. Cor­tés, del hos­pi­tal Tor­nú, pidien­do que “no la aplau­dan más”. Pare­ce ser algo gene­ra­li­za­do. Hoy me ente­ré de la situa­ción del hos­pi­tal Pen­na, don­de tam­bién hubo una comu­ni­ca­ción de los direc­ti­vos res­pon­sa­bi­li­zan­do al per­so­nal, inclu­si­ve plan­tean­do san­cio­nes. Ten­go enten­di­do que el día vier­nes hubo una asam­blea del per­so­nal, pero hay un recla­mo gene­ra­li­za­do en los hos­pi­ta­les por­te­ños por la fal­ta de ele­men­tos de protección.

R.S.: Así es. Lo nue­vo es que en las últi­mas dos sema­nas hay una reac­ción del per­so­nal, por­que en reali­dad ya se veía venir, por­que los recla­mos empe­za­ron antes de que empe­za­ra la cua­ren­te­na, y hemos habla­do que el gobierno se estu­vo movien­do con dos estra­te­gias, una la cua­ren­te­na, que es una estra­te­gia exi­to­sa y otra, no gas­tar un cen­ta­vo y man­te­ner el sis­te­ma de salud sin hacer las modi­fi­ca­cio­nes e inver­sio­nes que debie­ra. Eso se mani­fies­ta de mane­ra con­cre­ta en los recla­mos de los tra­ba­ja­do­res que ven en peli­gro su salud. Acá hay un pro­ble­ma gran­de, es la defen­sa de su salud por la que pro­tes­tan en todo el país, no solo en Bue­nos Aires, el área metro­po­li­ta­na, sino tam­bién en Cór­do­ba, San­ta Fe; sobre todo en los gran­des con­glo­me­ra­dos que es don­de está más pre­sen­te la viro­sis pandémica.

Es una lucha infer­nal para lograr un recla­mo de los tra­ba­ja­do­res que es muy sen­sa­to, la par­ti­ci­pa­ción en los Comi­tés de cri­sis, que haya en todos los hos­pi­ta­les, con par­ti­ci­pa­ción de los tra­ba­ja­do­res. Eso en la pro­vin­cia de Bue­nos Aires, des­pués de los epi­so­dios del hos­pi­tal Bel­grano, el minis­tro de Salud retro­ce­dió por­que se nega­ban rotun­da­men­te y habían baja­do la nega­ti­va todos los direc­to­res de hos­pi­tal pero ter­mi­nó cedien­do por­que se dio cuen­ta que era inma­ne­ja­ble. Sin la par­ti­ci­pa­ción de los intere­sa­dos en man­te­ner las con­di­cio­nes de pro­tec­ción no lo podés lograr.

Final­men­te en la pari­ta­ria que se hizo con la CICOP el minis­tro acep­tó, se hizo una comi­sión cen­tral que se reu­nió en La Pla­ta, ya tuvo dos reunio­nes que toma­ron reso­lu­cio­nes. En la pri­me­ra reu­nión el Minis­tro ela­bo­ró una reso­lu­ción minis­te­rial que bajó a todos los hos­pi­ta­les para que en todos los hos­pi­ta­les de la pro­vin­cia se hicie­ran los Comi­té de cri­sis con inter­ven­ción de los tra­ba­ja­do­res. Gene­ral­men­te es con los sin­di­ca­tos, el dele­ga­do de ATE, el de FATSA y el repre­sen­tan­te de CICOP o algu­na otra enti­dad que tam­bién par­ti­ci­pa. Eso es muy intere­san­te, ten­go el infor­me del Hos­pi­tal Esté­vez que es mono­va­len­te de salud men­tal en Tém­per­ley que tie­ne 600 inter­nos, es decir, pacien­tes que viven en el hos­pi­tal por­que es un hos­pi­tal de cró­ni­cos, tie­ne una par­te de agu­dos tam­bién. Ahí se reúne la comi­sión y tra­ta dis­tin­tos pro­ble­mas como las nor­mas de bio­se­gu­ri­dad al inte­rior del hos­pi­tal, ade­más están ela­bo­ran­do un pro­to­co­lo de cómo mane­jar­se en los hos­pi­ta­les mono­va­len­tes de inter­na­ción cró­ni­ca. Los cui­da­dos que deben tomar­se en rela­ción a los pacien­tes, por­que se infec­ta uno y se infec­tan todos.

M.H.: El 60% de las muer­tes, por ejem­plo en Espa­ña, se die­ron en resi­den­cias de ancianos.

R.S.: En Nue­va York el 72%.

M.H.: Hablas­te de pari­ta­ria, ¿abor­da­ron el tema salarial?

R.S.: Sí, se habló en for­ma inte­gral den­tro de la pari­ta­ria y uno de los temas fue el Comi­té de cri­sis, lo que pasa es que se con­vir­tió en algo muy impor­tan­te en estas con­di­cio­nes de pan­de­mia. Esta­mos en una situa­ción sala­rial muy difí­cil pero las asam­bleas de base de los hos­pi­ta­les acep­ta­ron bajo pro­tes­ta la ofer­ta del gobierno que fue de entre 21 y 25%. El mayor por­cen­ta­je para el ingre­san­te y el menor para las cate­go­rías más altas. Insu­fi­cien­te cla­ra­men­te, en rela­ción a todo y por deba­jo de lo que se pedía. No obs­tan­te lo cual, en las con­di­cio­nes actua­les los pro­fe­sio­na­les opta­ron por acep­tar­lo, a des­gano, pero el 82% acep­tó y el res­to lo recha­zó. Así que que­dó pero con un paque­te, en el que está la crea­ción de las comi­sio­nes, el fun­cio­na­mien­to de otras comi­sio­nes, el fun­cio­na­mien­to de nom­bra­mien­tos y con­cur­sos; y lo que es intere­san­te es ver cómo se com­pu­so ese aumen­to, por­que el aumen­to de toda la admi­nis­tra­ción públi­ca pro­vin­cial ya esta­ba esti­pu­la­do. Lo que pasa es que nues­tra pari­ta­ria par­ti­cu­lar, del sec­tor de pro­fe­sio­na­les de salud, per­mi­te den­tro de ese mar­co algu­nas cosas, enton­ces logra­mos unos cuan­tos pun­tos más que el res­to de la admi­nis­tra­ción públi­ca pro­vin­cial. Por ejem­plo, logra­mos que los 5.000 pesos que daba el gobierno nacio­nal para los que tra­ba­jan estric­ta­men­te con una per­so­na enfer­ma de Coro­na­vi­rus, des­co­no­cien­do que el hos­pi­tal es una enti­dad, enton­ces el que barre el piso o el cami­lle­ro o la enfer­me­ra que pone el ter­mó­me­tro, que­da­ba por fue­ra. El con­cep­to nues­tro, es que como el hos­pi­tal es una tota­li­dad y tra­ba­ja allí un equi­po de salud, el aumen­to va para todos. Que es con­tra­rio a todo ese esti­lo de foca­li­za­ción de estí­mu­los que pre­co­ni­za el Ban­co Mun­dial. Noso­tros tene­mos una tra­yec­to­ria de opo­ner­nos a esos incen­ti­vos por sec­tor. El Minis­te­rio y el gobierno de la pro­vin­cia acep­ta­ron. Todo esto yo lo cuen­to bre­ve­men­te pero son reunio­nes y reuniones.

M.H.: El vier­nes pasa­do rea­li­za­ron una asam­blea vir­tual médi­cos resi­den­tes de la pro­vin­cia de Bue­nos Aires recla­man­do insu­mos, pro­tec­ción per­so­nal, fal­ta de per­so­nal y ele­men­tos de lim­pie­za. ¿Tenés algu­na infor­ma­ción al respecto?

R.S.: Ese es un pro­ble­ma gene­ral, es muy bueno que los resi­den­tes empie­cen a reu­nir­se en torno a este pro­ble­ma por­que has­ta aho­ra no lo habían hecho. Has­ta aho­ra la CICOP resu­mía esos recla­mos, pero los resi­den­tes que siem­pre tie­nen una posi­ción más inde­pen­dien­te de los orga­nis­mos sin­di­ca­les, aun­que gran par­te de ellos están afi­lia­dos a la CICOP, toman esta medi­da por­que de ver­dad hay esca­sez. Voy a dar ejem­plos, una guar­dia con­ta­mi­na­da en un hos­pi­tal de la pro­vin­cia fue decla­ra­da en cua­ren­te­na, todos sus inte­gran­tes, y alguno que tenía sín­to­mas que­dó inter­na­do en el hos­pi­tal. Esa guar­dia tuvo que ser reem­pla­za­da con pro­fe­sio­na­les de otras guar­dias o de otros sec­to­res. Cuan­do se pro­du­ce una con­ta­mi­na­ción en un ser­vi­cio o en un equi­po de tra­ba­jo, todo el equi­po de tra­ba­jo que­da en cua­ren­te­na y se pro­du­ce un vacío. Ese es el pro­ble­ma que vio Ginés hace unos días y dijo “hay que cui­dar al per­so­nal” ese es el pro­ble­ma real que exis­te, no es sola­men­te que se enfer­men, sino que todos los con­tac­tos pasan a cua­ren­te­na y se pro­du­ce un vacia­mien­to de per­so­nal. Y eso que ya era crí­ti­co, por­que ya hay una cri­sis estruc­tu­ral de años de défi­cit en todo el sis­te­ma públi­co de la Argen­ti­na y en par­ti­cu­lar de la pro­vin­cia de Bue­nos Aires, lle­ga a lími­tes inima­gi­na­bles, por­que si noso­tros venía­mos dicien­do duran­te los vera­nos antes de esta epi­de­mia que no están las guar­dias com­ple­tas en casi nin­gún hos­pi­tal, ima­gi­na­te que sobre ese défi­cit hay una sobre exi­gen­cia enton­ces el sis­te­ma no pue­de responder.

M.H.: ¿El Covid19 es reco­no­ci­do como enfer­me­dad profesional?

R.S.: Esa es una dis­cu­sión. Lo que esta­mos recla­man­do des­de CICOP es que sea ins­crip­ta en el regis­tro de enfer­me­da­des pro­fe­sio­na­les, eso no ha sido has­ta aho­ra, lo que sí se hizo fue con­fe­rir­le un esta­tus que hace que que­de a reso­lu­ción caso por caso del comi­té de la comi­sión médi­ca supre­ma. No es lo que noso­tros que­re­mos, pero se le reco­no­ce un esta­tus sufi­cien­te como para ir a ese con­se­jo, des­pués lo que resuel­va ese con­se­jo depen­de de muchas variables.

M.H.: Esto solo para los tra­ba­ja­do­res de la salud ¿ver­dad?

R.S.: Has­ta aho­ra sí, no sé si se ampli­fi­ca o si el tex­to de la reso­lu­ción lo deja abier­to a tra­ba­ja­do­res que actúen en con­tac­to con el públi­co, que sean sus­cep­ti­bles de contagiarse.

El 90% de los casos de den­gue es autóctono

M.H.: Quie­ro vol­ver sobre el tema del den­gue. Hay una serie de aná­li­sis que apun­tan a que no pasó lo peor aún.

R.S.: La infor­ma­ción que yo mane­jo vie­ne del bole­tín epi­de­mio­ló­gi­co del minis­te­rio de Salud de la Ciu­dad, que es infor­ma­ción ofi­cial, no creo que haya otra más com­ple­ta pero pue­de haber­la. En lo que va del año hay 5.000 casos con­fir­ma­dos de den­gue, hay más de 6.000 denun­cia­dos por pro­fe­sio­na­les, pero con­fir­ma­dos 5.000.

M.H.: En la Ciu­dad de Bue­nos Aires.

R.S.: Otro dato intere­san­te es que la Comu­na que va a la cabe­za es la 12 (Cogh­lan, Saa­ve­dra, Villa Urqui­za y Villa Puey­rre­dón), pero tam­bién está en las comu­nas del sur de la Ciu­dad, los barrios de La Boca, Barra­cas, Sol­da­ti, Lugano, Par­que Patri­cios y Pom­pe­ya. Hay algo más intere­san­te aún, que es que de los 5.000 casos con­fir­ma­dos, el 90% son autóc­to­nos, la per­so­na afec­ta­da no tie­ne ante­ce­den­tes de via­je, como era años atrás. Mucha gen­te que es de paí­ses limí­tro­fes que vuel­ve de ver a su fami­lia, vuel­ve con­ta­gia­do, pero en este caso no, el 90% es autóc­tono, con­ta­gia­do aquí. Y el mos­qui­to hace tiem­po que es autóc­tono, el Aedes aegy­pti, el mis­mo que con­ta­gia la fie­bre amarilla.

M.H.: ¿Cómo com­ba­ti­mos el den­gue? Hoy leía que en Bra­sil hay 500.000 casos.

R.S.: En Bra­sil es endé­mi­co, pero debe haber un sub regis­tro por las carac­te­rís­ti­cas de la pobla­ción, socio demo­grá­fi­ca­men­te hablan­do. Lo que sé es que acá tra­ba­ja­mos sobre el mos­qui­to, tra­tan­do de eli­mi­nar lo que favo­rez­ca a su repro­duc­ción, el famo­so “des­ca­cha­rra­mien­to” que hace años que se vie­ne propagandizando.

En Bra­sil tra­tan de avan­zar sobre la vacu­na, hay un ins­ti­tu­to famo­so de enfer­me­da­des tro­pi­ca­les que tra­ba­ja sobre la vacu­na, ellos y otros gru­pos. El tema con todas las viro­sis es la vacu­na, que gene­ra las defen­sas, por­que es casi impo­si­ble eli­mi­nar a todos los mos­qui­tos y el virus sigue exis­tien­do y repro­du­cién­do­se en los mos­qui­tos y des­pués pasan­do a la población.

La vacu­na, igual que para el Coro­na­vi­rus es lo que hay que espe­rar. Pero entran otros fac­to­res, el pro­ble­ma de la indus­tria far­ma­céu­ti­ca, que al estar en com­pe­ten­cia no se pue­de hacer un tra­ba­jo cola­bo­ra­ti­vo que sume esfuer­zos, capa­ci­da­des y expe­rien­cias para ace­le­rar la vacu­na, los estu­dios, ensa­yos y pruebas.

M.H.: ¿Cuál es la rela­ción del gobierno nacio­nal con la indus­tria far­ma­céu­ti­ca en este momento?

R.S.: Toda la indus­tria far­ma­céu­ti­ca siem­pre tie­ne un sos­tén en el gobierno tan­to la nacio­nal como la extran­je­ra. Hay una indus­tria far­ma­céu­ti­ca nacio­nal que es impor­tan­te en la Argen­ti­na más que en otros paí­ses, que se ha desa­rro­lla­do mucho por­que la legis­la­ción argen­ti­na hace un peque­ño des­vío a la Ley de pro­tec­ción de paten­tes y da cier­ta inde­pen­den­cia para la pro­duc­ción nacio­nal, que es cada vez menor.

En los 60 era de una mane­ra, en la épo­ca del flo­re­ci­mien­to de la indus­tria far­ma­céu­ti­ca, aho­ra es mucho menor; por­que hay tam­bién una pre­sión inter­na­cio­nal dada en for­ma direc­ta por EE UU. Cada vez que vie­ne un emba­ja­dor nue­vo se pre­sen­ta con el Pre­si­den­te y le plan­tea que quie­re cam­biar la Ley de paten­tes farmacéuticas.

Y des­de el otro pun­to de vis­ta todas las con­fe­ren­cias inter­na­cio­na­les de comer­cio de la OMC, lo mis­mo que los pac­tos que se fir­man, que van hacien­do per­der dere­chos en el paten­ta­mien­to de la indus­tria argen­ti­na a favor de la pene­tra­ción de la indus­tria extranjera.

La indus­tria argen­ti­na far­ma­céu­ti­ca nece­si­ta apo­yar­se en el Esta­do para no ser borra­da del mapa. Siem­pre está esa rela­ción. Esto hablan­do en tér­mi­nos muy gene­ra­les. En tér­mi­nos prác­ti­cos lo que bus­ca la indus­tria far­ma­céu­ti­ca, como toda empre­sa, es hacer nego­cios y sacar la mayor ren­ta posi­ble. Ese es tam­bién un lími­te por­que una can­ti­dad de fár­ma­cos que se podrían fabri­car a pre­cio muy bara­to no se pue­de hacer por­que la indus­tria far­ma­céu­ti­ca fija los pre­cios. Y sola­men­te aque­llos fár­ma­cos que no le dan ganan­cia o que la paten­te está ven­ci­da hace muchos años, es pro­du­ci­da por el Esta­do. Por ejem­plo, hay un fár­ma­co muy impor­tan­te para el mal de Cha­gas, el Alben­da­zol que lo fabri­ca el labo­ra­to­rio esta­tal de Río Negro a un pre­cio incom­pa­ra­ble­men­te menor que la indus­tria far­ma­céu­ti­ca. Y así en todos los rubros.

Por eso la indus­tria far­ma­céu­ti­ca ha lle­ga­do el momen­to en el que se cons­ti­tu­ye como tra­ba para el desa­rro­llo de las vacu­nas, enton­ces es nece­sa­rio cada vez más la inter­ven­ción del Esta­do para ter­mi­nar con la apro­pia­ción pri­va­da de la indus­tria far­ma­céu­ti­ca y con­ver­tir­la en un ins­tru­men­to que pue­da tra­ba­jar cien­tí­fi­ca­men­te y sin espí­ri­tu de lucro para resol­ver los pro­ble­mas de la salud de la población.

M.H.: ¿Qué pasa con las otras pato­lo­gías? Se habla exclu­si­va­men­te del Coro­na­vi­rus pero la gen­te se sigue enfer­man­do. Igual ha dis­mi­nui­do mucho la pre­sen­cia físi­ca en los cen­tros de salud.

R.S.: Exac­to, hay una auto res­tric­ción de la deman­da sani­ta­ria por par­te de la gen­te. Que la pien­sa dos veces antes de ir al médi­co. Eso pue­de ser bueno cuan­do eli­mi­na las con­sul­tas ocio­sas pero pue­de ser malo tam­bién por­que las pato­lo­gías no des­apa­re­cen de la noche a la mañana.

Lo mis­mo pasa con las con­sul­tas car­dio­ló­gi­cas y de dis­tin­tas espe­cia­li­da­des. Ade­más se ha difi­cul­ta­do por­que los mis­mos pres­ta­do­res de las obras socia­les y los hos­pi­ta­les públi­cos se han reor­ga­ni­za­do de tal mane­ra que es difí­cil aten­der­se. Es un pro­ble­ma que está pen­dien­te de resolución.

M.H.: ¿Que­rés agre­gar algo?

R.S.: Creo que el pro­ble­ma de la pro­tec­ción al per­so­nal de salud es gra­ve, por­que hay dos sec­to­res que han apa­re­ci­do cla­ra­men­te como sec­to­res de ries­go, que son por un lado los habi­tan­tes de los geriá­tri­cos y, por otro lado el per­so­nal de salud. Y ade­más el per­so­nal de salud cir­cu­la, está a la maña­na en el hos­pi­tal a la tar­de en un geriá­tri­co y el fin de sema­na en una clí­ni­ca pri­va­da. Los médi­cos hacen guar­dia en uno, guar­dia en otro. Ese pun­to es gra­ve, por­que ade­más de ser vec­to­res, tras­la­dan el virus con ellos mis­mos, se enfer­man y has­ta pue­den morir.

Des­gra­cia­da­men­te la sema­na pasa­da murió un médi­co de Cañue­las, diri­gen­te de Cicop de la sec­cio­nal de Cañue­las y hoy una doc­to­ra de Esco­bar, que se jubi­ló del hos­pi­tal a fines del año pasa­do, pero siguió tra­ba­jan­do en una clí­ni­ca pri­va­da don­de se con­ta­gió y falleció.

Esto quie­ro remar­car, que el per­so­nal de salud está en ries­go y que el otro sec­tor que corre peli­gro es la pobla­ción de los geriá­tri­cos. Y hay que tomar medi­das estric­tas. En esos casos el tes­teo con el PCR para deter­mi­nar si está o no pre­sen­te el virus es deci­si­vo para tener un pun­to de par­ti­da para ela­bo­rar cual­quier estra­te­gia de ais­la­mien­to o seg­men­ta­ción del personal.

*Fuen­te: Cohe­te a la Luna/​InfoBae/​ANRed/​Tiem­po Argentino/​Agen­cias


Itu­rria /​Fuen­te

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