Resumen Latinoamericano, 6 mayo 2020
PUSL.- El lunes 13 de abril de 2020, el Golden Bonnie atracó
en el puerto de Santos en Brasil, transportando una carga de fosfato
desde los territorios ocupados del Sáhara Occidental, extraído y
exportado ilegalmente por la empresa estatal marroquí OCP.
OCP ha estado operando en Brasil durante diez años, donde
comercializa el fosfato que suministra a varias compañías de
fertilizantes. Según la información recopilada en el sitio web de OCP,
la compañía es el mayor proveedor de fosfato en Brasil, representando el
40% de las importaciones brasileñas de este producto.
Desde la ocupación del Sahara español (provincia 53 de España) en
1975 por Marruecos, el gobierno marroquí explota ilegalmente los
recursos naturales de este territorio en una clara violación del derecho
internacional.
La ocupación marroquí del Sáhara Occidental es ilegal a los ojos del
derecho internacional y Marruecos no tiene vínculos soberanos tal y como
reafirmó la Corte Internacional de Haya, las numerosas resoluciones de
las Naciones Unidas, la Unión Africana y los recientes dictados de la
Corte de Justicia de la Unión Unión Europea.
El Sáhara Occidental sigue en la lista de las Naciones Unidas de territorios no autónomos en espera de descolonización.
Brasil, conocido por su explotación salvaje de sus recursos naturales
y por permitir que terceros confisquen recursos, ciertamente no será
sensible al caso del Sáhara Occidental ni a las violaciones del derecho
internacional.
Se incautaron cargas de fosfatos de OCP en Sudáfrica y Panamá, donde
las acciones legales impidieron que Marruecos se lucrara del expolio.
Aunque Marruecos es el mayor exportador de fosfatos del mundo y ha
tenido enormes beneficios económicos por el robo de este recurso natural
del Sáhara Occidental, las ganancias han disminuido en el último año y
pueden surgir nuevos obstáculos.
La importancia del fosfato como nutriente ha sido esencial, pero el
uso excesivo de fosfato es causa de contaminación de los sistemas de
agua, causando daños en forma de proliferación generalizada de algas y
condiciones de agua inseguras. Debido al uso de fosfato en la
agricultura en todo el mundo, la amenaza del daño del agua debido a la
contaminación por nutrientes es una preocupación mundial.
El uso de fosfato como fertilizante en las prácticas agrícolas
modernas ha ejercido una presión significativa sobre el suministro
global de fosfato. Este hecho, combinado con la creciente contaminación
de los sistemas de agua, creó la necesidad de alternativas que
proporcionen los nutrientes necesarios para alimentar a una población
mundial en crecimiento. Se espera que las alternativas sostenibles al
fosfato se vuelvan esenciales para futuras prácticas agrícolas.
Las compañías de energía innovadoras están comenzando a desarrollar
nuevas fuentes de nutrientes para los cultivos en forma de fertilizantes
orgánicos.
EarthRenew (CSE: ERTH) ha desarrollado un proceso de producción
patentado que convierte los desechos del ganado en fertilizantes
orgánicos de liberación lenta y ricos en nutrientes.
Según Keith Driver, presidente de EarthRenew. “La conversión de estos
materiales en fertilizantes estables y de alto valor proporciona el
incentivo económico necesario para que estos nutrientes se vendan para
su uso en suelos y sistemas de cultivo deficientes en nutrientes.”