Resumen Latinoamericano, 06 de mayo de 2020
Luke Alexander Denman, uno de los dos exmarines capturados en las costas de Macuto, tras el fracaso de la incursión terrorista mercenaria contra Venezuela, confesó que entraron por La Guaira ya que la primera acción que tenían como prioridad era la toma armada del aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía y asegurar su control como “cabeza de playa” para el ingreso de aviones estadounidenses y el secuestro del presidente Nicolás Maduro Moros.
Así lo
confesó el exmarine estadounidense de 34 años de edad, oriundo de Texas, quien
confirmó que es un mercenario de la empresa norteamericana de seguridad y
asesoría militar, SilverCorp, cuyo dueño es el conocido agente Jordan Goudreau y otro directivo de nombre Erin.
EL mercenario no dudó en
responder que quien
comanda directamente a Goudrea es el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Según las instrucciones que le dio
Jordan, él y el otro exmarine capturado en Macuto debían asegurarse el control
del aeropuerto cercano para hacer “traslado seguro de Maduro al avión”, sin
especificar cuál aeronave era esa ni el nombre del aeropuerto.
Pero, enseguida afirmó que
las órdenes del dueño de SilverCorp eran apoderarse del aeropuerto cercano, “para asegurar los sectores,
establecer nuestra seguridad y comunicaciones con la torre para hacer entrar
los aviones, uno de ellos para tomar a Maduro y llevarlo a EE.UU.”. Confirmó así que eran aviones
militares del gobierno de Donald Trump para una invasión militar de Venezuela.
A la pregunta de ¿por qué Donald Trump quiere
atacar a Venezuela?,
Luke respondió que no lo sabía, pero en cuanto a su propia participación en el
entrenamiento para la operación comando de invasión marítima, dijo que pensaba
que eso ayudaría a una supuesta causa venezolana, no sin antes precisar que pensaba recibir un pago entre
50 mil y 100 mil dólares por la acción.
A la pregunta de qué pensaría
si un grupo de venezolanos incursionara en EE.UU. para llevarse o asesinar al
presidente norteamericano, el mercenario pareció indignarse, respondiendo: “No me agradaría…Eso significaría
una DECLARACIÓN DE GUERRA”.
Y cuando el interrogador le
insistía por qué entonces él estaba entrenando a grupos armados irregulares
para cometer delitos en Venezuela, contestó: “Pensé que estaba apoyando a
tomar control del país”.
Testimonio revelador y la participación del narcotráfico
El testimonio del mercenario gringo fue grabado por los
organismos de seguridad venezolanos, a quienes reconoció que participó por
contrato pagado de hasta 100 mil dólares para infiltrar edificios, aeropuertos
y entrenar grupos armados irregulares en tácticas de buceo en aguas profundas,
infiltración en unidades y ataque militar.
Manifestó que conoció a Goudreau en 2009 en Alemania y el 16 de
enero de 2020 fue a Colombia junto al dueño de Silvercorp y otro directivo, Erin,
para organizar los entrenamientos de 3 grupos de al menos 20 hombres cada uno
en promedio.
Reveló que fue trasladado a
Riohacha y se alojó en una casa donde se encontraban “los muchachos” que
partirían a Venezuela desde Alta Guajira. Al frente de los desertores estaba el “capitán Sequea”.
Refirió que un hombre en silla de ruedas, bien vestido y que
ostentaba uso de joyas costosas de oro estaba a cargo en el sitio, así como
otros hombres y una mujer llamada “Alex”, que aparentemente tenían gran influencia
allí y daban órdenes. Sobre la mujer dijo que tenía cerca de 40 años, de una
altura aproximada de 1 metro 45 centímetros, piel clara, cabello castaño y ojos
marrones, y hablaba bien ambos idiomas.
Dijo que llegó a Colombia sin ningún tipo de problemas en su
primera vez como operador mercenario trabajando en ese país. Comentó que
también era su primera vez como mercenario en Venezuela.
Aunque dijo no haber recibido información ‑cuando estaba en
Colombia- sobre todos los detalles de la operación en la que participaría,
afirmó que sí conocía del contrato firmado entre Juan Guaidó, Silvercorp y
connotados narcotraficantes colombianos, para derrocar al Gobierno Bolivariano,
porque allí estaban especificadas “sus misiones”.
Cuando se le entregó una
captura de pantalla del referido contrato firmado por Guaido y Goudreau y que
se hizo público en las redes, el mercenario la mostró a la cámara y dijo que
esas eran las firmas de Jordan y del diputado autoproclamado.
Fuente: Vtv.gob.ve