Resumen Latinoamericano, 03 de noviembre de 2020.
Con información propia y de Mundo Gremial, Info Gremiales, Noticias Gremiales, Gremiales del Sur, Enfoque Sindical, Línea Sindical, Corriente Federal de Trabajadores, Canal Abierto, ANRed, Estado de Alerta y Agencia ACTA y otras agencias.
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Movilización este miércoles al edificio central de la Unión Ferroviaria por la firma de un acuerdo salarial a la baja
Los cuatro gremios ferroviarios acordaron paritarias por un 7% sin resolver el problema salarial que los trabajadores venimos arrastrando durante todo el año.
Tras ser considerado servicio esencial, el estado/empresa, no estaría reconociendo el sacrificio y el riesgo que esto implica en medio de la Pandemia. Con la economía paralizada los precios de todo han aumento, y el estado empieza a acordar con los gremios amigos.
Por ello al pasar los días la acumulación de bronca es aún mayor.
Todo esto provoco en principio la bronca que se canalizo en el llamamiento de parte de varios compañeros que se encuentran en diferentes líneas a decirles a quienes pretenden representarnos que ese acuerdo no nos sirve. Rápidamente casi todas las agrupaciones opositoras de las diferentes líneas se sumaron al llamado y convocaron a hacerse presente y a ponernos en pie para dar la pelea por una paritaria que nos represente a los trabajadores
Ya que a ninguno se nos escapa la pregunta de: ¿Por qué los dirigentes sindicales no consultan a las bases? ¿Por qué firman acuerdos a escondidas? Entendemos que la responsabilidad de las paritarias está en nuestras manos por eso salimos a decir no a los acuerdos inconsultos.
Cansados de esta situación queremos exigir que se escuche a la base, queremos poder no sólo elegir a los representantes paritarios, sino también debatir la propuesta de Paritarias.
Por todo esto el miércoles marchamos a exigir que se respete nuestro derecho
Miércoles 4
10hs Constitución
10hs Plaza Once
11Hs independencia y Jujuy
Pilar: denuncian la muerte de un trabajador aplastado por utilizar un autoelevador sin capacitación
Familiares y amigos se hicieron presentes en las puertas del corralón Maipú Materiales de la localidad bonaerense de Del Viso para visibilizar lo ocurrido sobre el hecho fatídico ocurrido el martes 27 de octubre, cuando el trabajador Javier Aguirre fue obligado a manejar un vehículo autoelevador sin tener conocimiento de cómo hacerlo ni licencia de conducir. “Él no quería manejar un clark y lo obligaban. Le decían que otra no le quedaba, sino lo echaban”, denunciaron familiares. El montacargas se deslizó y fue a dar al zanjón de la esquina del corralón. Al volcar, el empleado falleció al instante. Los familiares y amigos de la víctima también denunciaron que todo el personal trabajaba de manera informal y que los blanquearon luego del lamentable episodio, incluido Javier. También declararon que les avisaron sobre lo ocurrido tres horas después, cuando el cuerpo ya no se encontraba en la empresa. Entrevistamos a las y los familiares de Aguirre. Por Máximo Paz, para ANRed.
Según la organización Basta de Accidentes laborales (BAL), según su relevamiento, cada 20 horas ocurre un suceso funesto que se lleva la vida de un empleado dentro del ámbito laboral. Es decir, sus estadísticas marcan poco más de un crimen por desidia patronal por día.
Maipú Materiales es una cadena de corralones que, como es de esperar, vende mercaderías para el rubro de la construcción. El martes 27, a las 16:30, en la sucursal de la localidad bonaerense de Del Viso, ubicada a la altura de Ruta Panamericana Ramal Pilar Kilómetro 41,5, ocurrió uno de esos crímenes laborales cuando al empleado Javier Aguirre – mientras lo manejaba – se le cayó un vehículo autoelevador encima.
Ayer, lunes, familiares y amigos de la víctima se hicieron presentes en las puertas de la empresa, ubicada sobre la Colectora Este de la Panamericana. Este cronista pudo conversar con la esposa y el hermano de la víctima, mientras la bronca y el fuego del corte de calle ocupaban el ambiente.
¿Qué sucedió el martes?
Esposa: antes que nada, soy la señora de Javier Aguirre y pido justicia por él. Resulta que el martes 27 fue aplastado por un clark. Trabajaba acá en el corralón hace casi seis años en negro. No tenía permiso de conducir, tampoco tenía capacitación para manejar, y falleció en la esquina del negocio juntando tosca. Se patinó y se fue a la zanja. Y el clark lo aplastó.
¿Y qué hizo la empresa ante lo sucedido?
Esposa: el hecho – como dije – ocurrió el martes 27. Ya para el 28 el corralón puso a todos los empleados en blanco, inclusive a mi marido.
Hermano: es decir, un día antes del fallecimiento de Javier estaban todos en negro y lo pusieron en blanco después de muerto a mi hermano.
¿Y ustedes cómo se enteraron?
Hermano: cuando el fallece – que fue en el acto – no nos llaman, no nos avisan en el momento. Nos llamaron cuando mi hermano ya estaba en la morgue de Pilar. Nosotros teníamos que habernos enterado en el momento.
Esposa: a nosotros nos avisan a las 7 de la tarde y nos dicen que el falleció. Yo llamaba y no me querían decir. A las 4 y media de la tarde falleció mi esposo y ellos avisan tres horas después, a mi y a toda la familia. ¿Para qué? Para que vayamos solamente a la comisaría y no pisemos el corralón.
Hermano: ¿por qué no hubo un familiar cuando él estaba ahí tirado? ¿Están tapando cosas? Nosotros queremos que el lugar se cierre, porque no está en regla, no está en condiciones para trabajar.
¿El quería manejar el autoelevador más allá de que no cuente con licencia?
Esposa: se tienen que hacer cargo de lo que hicieron: él no quería manejar un clarck y lo obligaban. Le decían que otra no le quedaba, sino lo echaban. Se abusan de la necesidad de la gente.
Hermano: es una lástima, la verdad es una lástima. Estamos acá todos apoyando a Javi. Cómo no apoyarlo, yo tengo cáncer y él me estaba ayudando mucho a mí, me quería mucho y yo lo quería a él. Vamos a venir todos los días si es necesario porque él no se merecía morir así.
¿Cuál es la ahora la actitud de la empresa?
Hermano: no le quedaba otra que laburar en las condiciones que le exigía el corralón. El muchacho, por otra parte, dejó dos criaturas sin padre. A la deriva. Y nadie se hizo cargo de nada. Es decir, los del corralón no dan la cara.
Esposa: ahora que vinimos nosotros a manifestarnos ellos cerraron todo, metieron a los empleados adentro y no los dejan salir porque si hablan con nosotros corren el riesgo de que los echen. A los muchachos los entendemos, a los que dirigen, no.
Hermano: tampoco respetaron el luto. Abrieron al otro día como si nada. Para ellos falleció uno más y continuaron su rutina laboral como si siempre y no respetaron nada. Ni siquiera llamaron a la esposa para darle el pésame. Nada.
Los esenciales de la 60
Desde el inicio del aislamiento, el transporte público fue definido actividad esencial. Los choferes, menores de 50 años, trasladan a diario a otros trabajadores también esenciales. Se exponen. Tienen miedos. En el camino, 70 se contagiaron de Covid. Cómo se vive la pandemia arriba del colectivo y rodeado de plásticos. Crónica desde la terminal de Barracas. Por Santiago Menconi, para Sur Capitalino*.
El interno 6089 de la Línea 60 se detiene ante el semáforo de la estación Constitución. No suben ni bajan pasajeros. El parabrisas refleja una ciudad vacía, con paradas vacías, con pocos autos y peatones. El semáforo abre y el colectivo continúa su marcha lenta hasta la terminal, a unas pocas cuadras, en el barrio de Barracas. Es un mediodía de sol.
El colectivo entra en la cabecera y recorre algunos metros. El parabrisas refleja micros estacionados y a una veintena de trabajadores. Están parados en filas, desde afuera, parecen guerreros de Terracota. Son choferes de colectivos alistados para un combate con barbijos y uniformes. Alguien le grita al recién ingresado que apague el motor y el motor se apaga. Un delegado, de camisa celeste, toma la palabra.
– Bueno compañeros, esta asamblea la convocamos para tocar el tema del Covid. Sabemos que en estos momentos la estamos pasando mal, con mucho miedo…
Los trabajadores deliberan. Levantan los brazos y arrojan temores y propuestas. En poco más de una hora, resuelven implementar un protocolo de cuidados y una serie de exigencias a la empresa, propiedad del grupo DOTA. Entre ellos, escriben en una pizarra: formar cuadrilla de desinfección, productos de higiene y la colocación de una cortina que clausure la puerta delantera.
Se escuchan aplausos, la asamblea se disuelve.
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El viernes 20 de marzo el gobierno nacional dispuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio, a fines de proteger la salud pública frente a la propagación del Coronavirus. La Resolución 207⁄2020, publicada en el Boletín Oficial, definió las actividades que fueron declaradas esenciales. El transporte público fue una de esas actividades.
19 mil colectivos cubren el área metropolitana de Buenos Aires divididos 342 líneas. Esta flota traslada a diario a unos 4 millones de usuarios. Desde iniciada la cuarentena, ese caudal se redujo en un 75 por ciento: transportando alrededor de 1 millón de pasajeros por día.
La resolución eximió de sus funciones a los trabajadores mayores de 60 años y a quienes presentaban determinadas patologías médicas. En la Línea 60, además, quedaron licenciados los choferes mayores de 50 años. El personal se redujo, casi, en un 70 por ciento.
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Es la tarde del 4 de abril y en la cabecera Barracas hay poco movimiento: un maniobrista, algunos choferes y un trabajador de desinfección cubierto por un mameluco blanco. “Todos los días parecen feriado”, se queja Daniel Silveira, uno de los delegados, mientras controla los recibos de sueldo en la sala gremial. Tras ser consultado, apronta un mate y responde un breve cuestionario:
– Está bien que seamos esenciales, es importante el lugar que ocupamos: tenemos que transportar a todos los otros esenciales, tanto médicos como enfermeros como gente que produce alimentos. – Acá salió todo por los pibes nuevos, ellos empujan las asambleas. Y tienen razón, todos los días te viene un compañero a decirte que tiene miedo por él y sus familias. Yo los entiendo, yo también tengo familia. – ¿Héroes como dicen los medios? No, ni cerca. Sí me gustaría que nos traten un poquito mejor.
Los colectiveros se acostumbraron al olor a cloro, al alcohol en gel y al uso de barbijos. También se acostumbraron a los nuevos hábitos preventivos: debieron dejar de lado los besos, los abrazos y toda expresión de contacto físico. Los mates también fueron censurados: se deja, si, que cada uno utilice el suyo.
Otro chofer se acerca a la sala gremial. Daniel lo señala y dice “acá tenés un héroe”, “este es un personaje”, que tiene más de 20 años de antigüedad y que, “pese al miedo”, viene todos los días a trabajar.
– Coco querido, ¿cómo estás? – Mejor que dios, Dani. – No entiendo, amigo. ‑Mejor que dios me ayude.
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Frente a la inexistencia de cifras, los delegados de la Línea 60 se dieron a la tarea de relevar los casos positivos en el transporte. Sin embargo, dicen haber perdido la cuenta tras llegar a los 200, y que solo continuaron relevando los fallecimientos. Hacía fines de julio, registraron 8 muertes en 8 líneas distintas; hacía fines de octubre, reconocen haber perdido la cuenta de fallecidos, aunque reconocen que las últimas cifras rondaban la veintena.
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“En la 60 todo lo que es seguridad e higiene está presente desde la muerte de David”, comenta Sergio, trabajador de Técnica, y agrega: “¿Ves los carteles que están pegados en los colectivos? Esos los pone Eva, la mamá, que viene todos los 9 de todos los meses”. El 9 de septiembre de 2016, David Ramallo, mecánico electricista, falleció cuando cedió el elevador bajo el que trabajaba y fue aplastado por un colectivo. Una semana antes, los delegados habían denunciado las condiciones de seguridad.
El 22 de junio, los trabajadores de la Línea 60 confirmaron el primer caso positivo de Covid 19. Fue un trabajador de la cabecera Barracas. “Tuvimos que establecer la cadena de contactos estrechos y exigirle a la empresa que les dé la licencia. No es fácil en estos casos”, reconoce el delegado Héctor Cáceres.
En las últimas semanas de junio, varios trabajadores presentaron síntomas. “Es todo un tema porque quienes se tienen que hacer responsables no lo hacen, el sistema está explotado y nadie te da bola. Tenés que llamar para que lo atiendan, para que lo autoricen, para que vaya la ambulancia, para que le den el traslado sanitario. Y nadie se hace cargo de nada. El sistema está colapsado”, cuenta Néstor Marcolin, otro de los delegados.
Sebastián R. fue uno de los contactos estrechos del primer caso. Tras ser licenciado, y tras presentar síntomas junto a su esposa y su hijo, pidió asistencia médica. Su obra social no lo atendió. En el hospital lo derivaron a su obra social. En la ART le exigieron que se presente con un hisopado positivo. En la Superintendencia lo derivaron hacia la ART. Finalmente, y luego de insistir en todos y cada uno de los números de emergencias, se le fueron los síntomas, agotó su licencia y debió regresar a su trabajo: sin saber si estuvo o no contagiado.
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En la sala de choferes, los choferes no pueden compartir mesa. Cada uno ocupa la suya y las charlas y discusiones se dan a los gritos. Son las 4 de la tarde de un martes de julio y los trabajadores bromean con un compañero recuperado de coronavirus. Se escucha “Eh, embichado, ni la parca te quiso”. La pandemia y sus consecuencias dieron pie a un nuevo campo semántico: distanciamiento, cloruros, hisopados. A lo que se conoce como gripe de Covid 19 entre los trabajadores se le llama “el bicho”. La expresión está acompañada de otra, “héroes”, a la que los choferes se rehúsan.
Dice Luis, oficial mecánico: “héroe es un médico que te puede salvar la vida, nosotros somos perejiles, y si venimos a trabajar es porque no nos queda otra”.
Dice Sierra, chofer y pastor evangelista: “Nuestro trabajo en la fe es obedecer, y ahí es donde interviene la fe. A través de la fe obedecemos, y con esa obediencia respetamos las normas, cuando tenemos fe hay bendición en la obediencia”.
Dice Fernando, uno de los choferes: “Hubo compañeros que iniciaron medidas de prevención que después fueron adoptadas por Transporte, como el separador plástico y el acceso por la puerta trasera. Compañeros sin un mínimo de formación académica que pensaron y resolvieron lo que después fue el protocolo”.
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Es una tarde de octubre y el tránsito, en las calles porteñas, delata una pequeña flexibilización de la cuarentena. Con la reactivación de las actividades comerciales se incrementó el número de pasajeros; el sistema público de transporte recupera, poco a poco, su caudal habitual. En la Línea 60 se mantienen las licencias y solo cumplen funciones los choferes menores de 50 años. Desde iniciado el aislamiento social, preventivo y obligatorio 70 trabajadores han resultado positivos al Covid 19. Por esta razón ‑sostienen- no pueden permitirse abandonar las medidas de prevención sanitaria.
El sol cae sobre el tinglado metálico de la cabecera Barracas y Daniel, el delegado, interrumpe a sus compañeros para llamar a una asamblea: sobre la playa de estacionamiento se agrupan los mecánicos con overoles, los inspectores con corbatas y los choferes con camisas celestes. Un colectivo se estaciona y el delegado le hace gestos para que se acerque; acto seguido, toma la palabra:
– Bueno compañeros, esta asamblea es para ajustar los protocolos para ver en qué estamos fallando y en qué podemos mejorar…
Los trabajadores, una vez más, vuelven a formarse en filas. Otra vez, reunidos así y vistos de afuera, parecen guerreros de Terracota. Los medios dicen que son héroes, pero ellos dicen que no. Suena la alarma del portón, un colectivo traspasa la cebra y se dirige a la calle. El colectivo seguirá su rumbo hacia la zona norte; en el camino, quizás, levantará a una médica o a otro trabajador esencial.
*Esta crónica fue una de las finalistas del Primer Concurso Nuevas Narrativas del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).
Insólito: Telecom niega paritarias «por pérdidas» mientras convoca a asamblea de accionistas para distribuir dividendos
El gigante empresario pelea las paritarias a brazo partido pero al mismo tiempo convoca a asamblea desafectar reserva de inversiones y llevarse dividendos. Para completar el cuadro, la Mesa de Unidad Sindical está de paro por 24 horas en Telecom, Telefónica y Claro para rechazar la pérdida de poder adquisitivo que tienen sus salarios debido a las magras paritarias.
La MUS en la que confluyen los cuatro sindicatos Fattel, Cepetel, Foeesitra y Fommtra lleva a cabo un paro de 24 horas sin toma de servicio en todo el territorio nacional para todos los trabajadores de las Telecomunicaciones.
«La insensibilidad de las compañías no tiene límites a la hora de recuperar nuestro salario por lo que la respuesta colectiva resulta imprescindible y justa ya que no podemos permitir el deterioro salarial a manos de la inflación.», afirmaron ayer en un comunicado.
Para muestra de esa insensibilidad sobra un botón: Mientras sus trabajadores hacen paro para reclamar por una recomposición salarial que no se pudo lograr con el último acuerdo de unos magros $6.500 en 3 cuotas, la empresa llamó a una asamblea de accionistas extraordinaria para el próximo 13 de noviembre.
La orden del día no gira en torno al aumento salarial que piden sus empleados sino al reparto de ganancias que aseguraron no tener pero efectivamente tienen, aún con el congelamiento de tarifas de celulares, internet y televisión paga que impuso el Gobierno Nacional en agosto.
«Ratificamos nuestra vocación de diálogo en el marco de la defensa irrestricta de los salarios.», reclama la Mesa de Unidad Sindical.
Trabajadores del Garrahan hicieron paro, corte de calle y hasta marcharon dentro del hospital por aumento salarial
Profesionales y técnicos del centro pediátrico de la salud pública se revelaron ante la paritaria de 7 % firmada por UPCN: «Los esenciales estemos con salarios bajo la canasta de pobreza», afirmaron en un comunicado desde Adepyt. Reclaman un 50% de incremento y un básico de 72 mil pesos, igual a la canasta básica.
El personal de salud que nuclea a profesionales y técnicos del Hospital Garrahan, llevaron a cabo una nueva medida de fuerza hoy martes 3 de noviembre en rechazo al 7 % de aumento que la conducción del hospital pactó con el sindicato UPCN.
Norma Lezana, dirigenta de la Asociación de Profesionales y Técnicos (Adepyt) denunció: «El Consejo de Administración presidido por el señor Prietto y con el consejero Trotta como nuestro «interlocutor» desprecia, posterga y no escucha al personal de salud: pacta con UPCN (repudiado masivamente por los trabajadores del hospital) un aumento de miseria. Es un escándalo».
La Licenciada Lezana, completó: «Esta conducción del hospital y el propio UPCN son ejecutores directos del ministro Ginés, que los presentó con «honores» como la nueva gestión del Hospital. Es directamente un bochorno que en medio del COVID, la primera línea, los esenciales a los que nos usan para hacer «marketing político» en conferencias de prensa, estemos con salarios bajo la canasta de pobreza. No tienen vergüenza».
Los trabajadores se concentraron en calle Combate de los Pozos, frente al hospital, desde las 13:30 hs. y de allí a cortaron las intersecciones de las avenidas Brasil y Entre Ríos. También hubo «acciones sorpresa» en la propia institución que consistieron en una enorme movilización dentro del hospital.
La UOM desconoce la conciliación y Gri Calviño reinstala versiones de salida del país
En medio de un extenso conflicto laboral, la firma había enviado ayer telegramas de despido. El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó conciliación, pero la UOM no la acató. Gri Calviño reflotó su intención de irse del país.
El conflicto laboral en la metalúrgica Gri Calviño Tower, ubicada en Florencio Varela, entra en etapa decisiva. Ayer la firma decidió enviar una tanda de telegramas de despido. Las notificaciones estaban pensadas para esquivar la prohibición y alegaban «justa causa».
Para detenerlas y recomponer las negociaciones, el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires que conduce Mara Ruiz Malec dictó conciliación obligatoria. La idea era sentar a las partes para encontrar una solución definitiva.
Sin embargo, Francisco «Barba» Gutierrez, el líder de la seccional Quilmes, Berazategui, Florencio Varela de la UOM, decidió desconocerla. Primero sostuvo la toma del playón, que anoche fue parcialmente desalojado por un cordón policial, y hoy encabezó una movilización a la propia cartera laboral en La Plata.
La decisión sorprendió a los funcionarios porque implica tácitamente el aval para que la firma, dedicada al armado de torres para los parques eólicos, sostenga las cesantías.
«Gutierrez convocó a los delegados, pero sólo fueron unos 10. El resto son cooperativistas y militantes de izquierda», le dijeron a InfoGremiales conocedores de la actividad metalúrgica del sur del conurbano bonaerense. La carencia de convocatoria expone, adicionalmente, la situación de debilidad en la que se encuentra por estas horas el dirigente.
Las negociaciones entre Gri Calviño Tower y Gutierrez, pasan por su peor momento. En las últimas semanas en cinco oportunidades estuvieron a punto de llegar a acuerdos, pero siempre se frustraron. De hecho, los representantes empresarios pidieron, en las últimas reuniones, que haya otro dirigente nacional de la UOM en las charlas que garantice el cumplimiento de lo que se discute.
«Es una de las 3 empresas del país que tiene a todo su personal por sobre la categoría de convenio, Hace un tiempo acordó eso a cambio de sostener paz social para poder cumplir con las entregas, pero a los meses volvieron con los paros. Ya no le creen nada al ‘Barba’. Si un dirigente no tiene palabra, pasan estas cosas», explicaron.
La firma, a la que desde hace años se la vincula con el ex ministro del macrismo Guillermo Dietrich, ahora reflotó su amenaza de irse del país y el reloj corre. Sería un golpe laboral trascendente para la zona.
Las diferencias entre las partes tienen como eje las liquidaciones del ATP, un pedido de un bono por la pandemia, el pago de movilidad y las condiciones laborales. Los más de 200 operarios por el momento están suspendidos.
«Está tironeado entre la empresa y el trostkismo», caracterizan la situación de Gutierrez quienes siguen de cerca las charlas, con pronósticos no alentadores.
En La Plata argumentan que sólo pueden redireccionar las negociaciones si el gremio acata la conciliación.
La oposición en UTA sobrepasa a Fernández y va a Transporte a negociar por las líneas de colectivos paradas
Los choferes enrolados en la agrupación Juan Manuel palacios movilizaron hoy al Ministerio de Transporte. Fueron a negociar una salida para la paralizada línea 145 y soluciones de fondo para la situación del interior, que tiene miles de conductores sin cobrar sus salarios.
En medio de la crisis del transporte federal, con miles de choferes sin cobrar sus salarios, suspensiones masivas, las paritarias estancadas y un futuro incierto, los choferes de colectivos movilizaron hoy al Ministerio de Transporte para pedir soluciones de fondo.
La protesta la encabezó la agrupación opositora Juan Manuel Palacios, que lidera Miguel Ángel Bustinduy y que decidió sobrepasar a la conducción de la UTA hoy en manos de Roberto Fernández.
«Vinimos a pedir respuestas para la Línea 145 y trajimos el reclamo de los choferes del interior», le dijeron a InfoGremiales desde al puerta del Ministerio. Esperan ser recibidos por los funcionarios para encarar sus propias charlas.
Vale recordar que la UTA logró cerrar, con un agujero salarial de 9 meses, sólo paritarias para la zona metropolitana del país y que todavía no hay certezas sobre lo que puede ocurrir en todo el interior.
En el último encuentro de partes, las empresas advirtieron que encararán todavía mayores ajustes sobre los conductores.
«Será ineludible la inmediata reestructuración y reducción de los servicios del transporte público del interior del país, con su impacto en las plantillas del personal afectado a ellos» amenazaron las empresas y reclamaron que se dupliquen los subsidios que reciben.
Y para peor, remarcaron que no harán propuesta de incremento salarial: «Igualmente ilusoria resulta la posibilidad de formular cualquier propuesta razonable y previsible para atender el justo reclamo de recomposición salarial formulado por la UTA».
Siguen reprimiendo y deteniendo a municipales cordobeses que se manifestaron días atrás
Se trata de un empleado del área de Espacios Verdes de Córdoba que usó un mortero en la protesta del viernes y que recordó la imagen de plaza Dos Congresos. Está acusado de intimidación pública privada.
«Quien manipulaba el mortero fue detenido en las últimas horas», le confirmó hoy a Cadena 3 el fiscal de la causa Raúl Garzón.
La carátula fue catalogada como «intimidación pública agravada por el uso de explosivos».
El detenido es un empleado del área de Espacios Verdes de Córdoba que estaba protestando en el marco de la manifestación que había convocado el Sindicato Único de Obreros y Empleados Municipales (Suoem).
El reclamo de los trabajadores era contra el recorte salarial que se viene dando desde el mes de mayo, que incluyó un recorte directo del 15% del salario, que se incrementó aún más con la quita de horas extras y el pago de otras sumas no remunerativas.
En diálogo con la prensa, el vocero del Suoem, Damian Bizzi, responsabilizó a la policía por los incidentes, al sostener que hubo un «accionar represivo violento e injustificado» y afirmó que fueron «atacados» cuando se estaba desarrollando una «manifestación pacífica».
La policía informó a Télam que «al menos seis integrantes de la protesta fueron detenidos y puestos a disposición de la Justicia». A lo que se suma la nueva detención.
Trabajadores de Rodizio tomaron el local de Costanera, desde marzo sólo cobran el ATP
El restaurante entró en concurso de acreedores en febrero de 2019 y con las restricciones por el coronavirus dejaron de pagar salarios. Los 60 trabajadores esperaron casi 8 meses hasta que decidieron tomar el local y le reclaman soluciones al dueño, Juan Toselli, y al Gobierno de la Ciudad, por alquilarle el predio.
Los trabajadores piden que el restaurante abra ya que el Gobierno de la Ciudad hace tiempo que permite abrir con protocolo pero el dueño de Rodizio Costanera, Juan Toselli les asegura que no tiene dinero para ni para abrir.
Juan Toselli es dueño de Rodizio Costanera, hasta el 2016 fue también responsable del local de Puerto Madero, pero la sociedad se dividió y se quedó con el restaurante de Costanera que alberga algo más de 400 cubiertos en una de las zonas más caras de la Ciudad de Buenos Aires.
Pero para las y los trabajadores la situación es desesperante. Llevan casi ocho meses cobrando la mitad de su salario, con compañeros que no tienen dinero ni para viajar hasta las asambleas, sin perspectivas de que el local reabra en el corto plazo y sin obra social, a la que según les informó el sindicato de gastronómicos, le deben 2 millones de pesos.
En diálogo con C5N, un trabajador relata que llegan comensales con groupones comprados y les preguntan cuándo los van a poder usar, sin que puedan darles una respuesta.
Respecto al papel del sindicato de gastronómicos, agregó: «El sindicato nos está apoyando, presentó un escrito al Gobierno de la Ciudad, porque también es responsable, le alquiló el lugar al dueño».