Por Camilo Katari, Resumen Latinoamericano 4 de mayo de 2021
Es un tiempo de las “cosas pequeñas” sentenciaba Sergio Almaraz para analizar el periodo de la pobreza de acciones de gobierno del MNR. Tal parece que en algunos ministerios actuales es un tiempo de cosas pequeñas como es el caso de los Viceministerios de Comunicación e Igualdad de Oportunidades.
No se puede denominar “campaña” a una acción muy focalizada para los servidores públicos que trabajan en medios estatales. Una campaña es, como señala el diccionario, “una serie de actividades” con un objetivo determinado, por ejemplo, una campaña de alfabetización, destinada a una erradicación del analfabetismo.
En el caso de ambos viceministerios, se pretende incidir en la estructura patriarcal que tiene el Estado boliviano, con una capacitación “con enfoque de género”, nos preguntamos ¿cuántos miles de talleres acerca del “enfoque de género” se han realizado en el país? Al sistema patriarcal primero hay que visibilizarlo, sacar las actitudes y estructuras patriarcales de los vericuetos del poder económico, político y social, que recorren los pasillos de muchos ministerios.
El patriarcado se pierde en la historia de la humanidad, desde tiempos de las migraciones en la edad de bronce, como señalan Jhoannes Krause y Thomas Trappe , la estructura patriarcal de la sociedad europea llegó al Abya Yala en las Carabelas de Colón, aunque existen corrientes que sostienen la presencia patriarcal, también en las culturas originarias.
La herencia colonial expresada en las formas de ejercicio del poder se mantienen en lo que hoy denominamos Estado Plurinacional, la burocracia es una de sus expresiones y que en el caso del patriarcado, es su mejor aliado para su reproducción, ya que las denuncias de violencia contra la mujer tienen ese filtro burocrático para su inmediata atención y comprensión. Superado este complejo colonial, continúa presente la mentalidad patriarcal-colonial en los magistrados que deberían aplicar justicia, pero como sabemos, todo el armazón legal desde sus orígenes en el Derecho Romano sufre del mal llamado patriarcado. Esos son los vericuetos que se deben despatriarcalizar.
No dudamos de la buena voluntad de las autoridades que pretenden enfrentar un poderoso monstruo que tiene miles de años, pero cuando no se conoce al enemigo no se puede identificar ese “talón de Aquiles” para enfrentarlo.
En la gestión de gobierno, se están aplicando medidas especialmente en el campo económico, pero como sostenía el Che, la economía por sí sola no resuelve problemas sociales, que en nuestro caso arrastramos desde hace 500 años.
El determinismo económico para construir una nueva sociedad, no tiene la confiabilidad que requieren las transformaciones sociales. En Bolivia hemos aprendido de manera dolorosa, que si no se fortalece la sociedad civil, los logros económicos son rápidamente olvidados. Para que esto no suceda es necesario una gran campaña de comunicación, no de propaganda, que fortalezca la conciencia colectiva de la sociedad.
El burocratismo nos acostumbró a planificar las acciones partiendo de los presupuestos disponibles, ese es un paradigma que se debe cambiar, lo que se debe tomar en cuenta es el capital social y simbólico y aplicar métodos sinérgicos entre Estado y Sociedad, para esa consistencia de la conciencia colectiva del cambio.
Mientras el tiempo de las cosas pequeñas nos ocupa y tengamos talleres con “enfoque de género”, el patriarcado seguirá terminando con la vida de mujeres bolivianas.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino