Eco­lo­gía Social. El gli­fo­sa­to y la pla­ga de los pesticidas

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 6 de diciem­bre de 2021. 

Ante las mayo­res prue­bas de las per­ju­di­cia­les con­se­cuen­cias del uso del gli­fo­sa­to y otros pes­ti­ci­das, mayo­res paí­ses vie­nen imple­men­tan­do res­tric­cio­nes. Len­ta­men­te, Perú va toman­do acciones.

A pesar de los diver­sos estu­dios que evi­den­cian los daños a la salud y al eco­sis­te­ma que gene­ra el gli­fo­sa­to, pocas son las medi­das que se han toma­do a nivel mundial.

Este pes­ti­ci­da, exten­di­do por más de cua­tro déca­das, ha sido iden­ti­fi­ca­do como posi­ble can­ce­rí­geno, ade­más de gene­rar afec­ta­cio­nes a los mis­mo cul­ti­vos y de con­tri­buir con la mor­tan­dad de las abejas.

En el mar­co del Día Mun­dial del No uso de Pla­gui­ci­das, pre­sen­ta­mos un bre­ve recuen­to sobre los hallaz­gos acer­ca del gli­fo­sa­to y las medi­das que se han toma­do a nivel nacio­nal e inter­na­cio­nal para restringirlo.

Eco­sis­te­ma alterado

El gli­fo­sa­to no solo es uno de los pes­ti­ci­das más comu­nes, tam­bién es de los más per­ju­di­cia­les para los eco­sis­te­mas. Su exten­di­do uso para eli­mi­nar la male­za sue­le afec­tar a todas las plan­ta­cio­nes a las que llega.

Como seña­la Eva Siri­nath­singh­ji, del Ins­ti­tu­to de Cien­cia en Socie­dad (Ins­ti­tu­te of Scien­ce in Society – ISIS), el pes­ti­ci­da debi­li­ta el sis­te­ma de defen­sa de las plan­tas y está rela­cio­na­do con enfer­me­da­des que estas desarrollan.

Sin embar­go, como indi­ca un estu­dio de Wal­ter Pen­gue para GRAIN, tam­bién se han regis­tra­do casos de male­za resis­ten­te al gli­fo­sa­to, situa­ción que con­lle­va a un aumen­to del uso de este y otros her­bi­ci­das más tóxicos.

Mor­ta­li­dad de abejas

A los daños cau­sa­dos a los cul­ti­vos, se le agre­ga el gene­ra­do a las abe­jas, prin­ci­pa­les poli­ni­za­do­ras, cuya pobla­ción se ha vis­to dra­má­ti­ca­men­te redu­ci­da a nivel glo­bal en los últi­mos años.

Como reve­ló un estu­dio de la revis­ta cien­tí­fi­ca Pro­cee­dings of the Natio­nal Aca­demy of Scien­ces (PNAS), el gli­fo­sa­to con­tri­bu­ye a la mor­ta­li­dad de estos insec­tos que cum­plen un rol ele­men­tal en el eco­sis­te­ma forestal.

La expo­si­ción a este quí­mi­co, pro­du­ce alte­ra­cio­nes en el orga­nis­mo intes­ti­nal de las abe­jas, situa­ción que las hace más vul­ne­ra­bles a infec­cio­nes por micro­or­ga­nis­mos dañi­nos que se encuen­tran fácil­men­te en el ambiente.

Las abe­jas serían una de las prin­ci­pa­les víc­ti­mas de este pes­ti­ci­da. Foto: xatakaciencia

Toxi­ci­dad

En el 2015, la Agen­cia Inter­na­cio­nal para la Inves­ti­ga­ción del Cán­cer (IARC, por sus siglas en inglés) iden­ti­fi­có a estos pes­ti­ci­das como «pro­ba­ble­men­te can­ce­rí­ge­nos para los seres humanos”.

El impac­to de estas reve­la­cio­nes fue gran­de, ya que, has­ta el 2004, el equi­po de exper­tos de la Reu­nión Con­jun­ta en Resi­duos de Pla­gui­ci­das de la FAO y la OMS no vin­cu­la­ba a estos pes­ti­ci­das con el cáncer.

Con la nue­va infor­ma­ción, el quí­mi­co uti­li­za­do des­de la déca­da de los seten­ta y paten­ta­do por Mon­san­to (aho­ra Bayern), pasó a la lis­ta de pes­ti­ci­das que pue­den oca­sio­nar afec­ta­cio­nes a la salud humana.

Como recuer­da la Orga­ni­za­ción Pan­ame­ri­ca­na de la Salud (OPS), los pes­ti­ci­das son poten­cial­men­te tóxi­cos para las per­so­nas y, ade­más de cán­cer, pue­den lle­gar a des­en­ca­de­nar pro­ble­mas en el sis­te­ma ner­vio­so, inmu­no­ló­gi­co y reproductivo.

El caso del gli­fo­sa­to repre­sen­ta solo una par­te del gran pro­ble­ma que impli­can los pes­ti­ci­das en la salud de las per­so­nas del mun­do entero.

Como deta­lló un estu­dio de Bio­Med Cen­tral (BMC), alre­de­dor del 385 millo­nes de agri­cul­to­res y tra­ba­ja­do­res agrí­co­las del mun­do se into­xi­can con pes­ti­ci­das cada año. Estos casos tie­nen mayor pre­va­len­cia en el Sur de Asia.

A tra­vés del aná­li­sis de base de datos y publi­ca­cio­nes cien­tí­fi­cas de 141 paí­ses, entre 2006 y 2018, se iden­ti­fi­ca­ron estas cifras que inclu­yen alre­de­dor de 11 mil muer­tes por año a cau­sa de estos químicos.

Asi­mis­mo, el estu­dio iden­ti­fi­có la nece­si­dad de cam­biar el enfo­que con que se abor­dan estos temas, pues al estar cen­tra­do en las con­se­cuen­cias mor­ta­les de los pes­ti­ci­das, no per­mi­te desa­rro­llar esfuer­zos en la eva­lua­ción y pre­ven­ción de intoxicaciones.

Medi­das urgentes

Tenien­do en cuen­ta los nume­ro­sos estu­dios que aler­tan de los múl­ti­ples impac­tos nega­ti­vos del gli­fo­sa­to en el ambien­te y en la salud de las per­so­nas, la comu­ni­dad inter­na­cio­nal vie­ne toman­do medi­das de protección.

Has­ta el momen­to, son más de vein­te paí­ses los que han prohi­bi­do o res­trin­gi­do el uso del gli­fo­sa­to den­tro de sus terri­to­rios. Entre estos se encuen­tran Aus­tria, Cos­ta Rica, Viet­nam, Ber­mu­das o Sri Lanka.

Otros, como Méxi­co o Ale­ma­nia, han anun­cia­do res­tric­cio­nes que entra­rían en vigor en los pró­xi­mos años.

¿Y en el Perú?

En el con­tex­to nacio­nal, la lucha con­tra los pes­ti­ci­das está mar­ca­da por avan­ces y retrocesos.

Como se sabe, el gli­fo­sa­to tam­bién sue­le ser uti­li­za­do en la erra­di­ca­ción de cul­ti­vos ilí­ci­tos. Jus­ta­men­te, en abril de este año, un decre­to del Minis­te­rio de Jus­ti­cia (Min­jus) iba en ese sentido.

A tra­vés del Decre­to 380‑2021-JUS, el Min­jus deja­ba abier­ta la posi­bi­li­dad para que el Con­se­jo Nacio­nal de Estu­pe­fa­cien­tes (CNE) aprue­be la reanu­da­ción del uso del pes­ti­ci­da, median­te asper­sión aérea para erra­di­car cultivos.

En su momen­to, esta medi­da fue cues­tio­na­da por la WWF en Perú, no solo por los ries­gos ambien­ta­les y socia­les que impli­ca­ba, sino tam­bién por la poca efec­ti­vi­dad com­pro­ba­da para el con­trol de estas plantaciones.

Pro­pues­ta de prohibición

En junio del 2020, median­te el pro­yec­to de ley “que pro­mue­ve la agro­ex­por­ta­ción y la segu­ri­dad ali­men­ta­ria nacio­nal” (N°05540), se pre­sen­tó en el Con­gre­so la prohi­bi­ción del glifosato.

En octu­bre del 2020, la ini­cia­ti­va legis­la­ti­va, pre­sen­ta­da por el expar­la­men­ta­rio Hans Tro­yes, bus­ca­ba que la prohi­bi­ción del pes­ti­ci­da entre en vigen­cia des­de ini­cios de este año.

La pro­pues­ta ter­mi­nó acu­mu­lán­do­se, jun­to a otras, a la Ley de segu­ri­dad ali­men­ta­ria y nutri­cio­nal (N° 31315), que fue apro­ba­da el 26 de julio de este año.

La ley de segu­ri­dad ali­men­ta­ria y nutri­cio­nal pro­mul­ga­da con­tie­ne entre sus prin­ci­pios el de la sos­te­ni­bi­li­dad, don­de se tenía en cuen­ta mode­los que “pro­te­gen los recur­sos natu­ra­les y la diver­si­dad biológica”.

No obs­tan­te, has­ta la fecha, según el pre­si­den­te de la Aso­cia­ción Nacio­nal de Pro­duc­to­res Eco­ló­gi­cos (ANPE PERÚ), Euse­bio Vás­quez Aya­la, el uso y comer­cia­li­za­ción del gli­fo­sa­to no está ofi­cial­men­te prohi­bi­do en Perú.

“Pese a los inten­tos que se han hecho para limi­tar el uso del gli­fo­sa­to y otros pro­duc­tos agro­quí­mi­cos por ser dañi­nos, ofi­cial­men­te no está prohi­bi­do”, dijo Vás­quez en diá­lo­go con Servindi.

Con­tó que en una recien­te reu­nión que tuvie­ron con el minis­tro Desa­rro­llo Agra­rio y Rie­go, Vic­tor May­ta Fri­san­cho, pusie­ron el tema sobre la mesa, pero la res­pues­ta no fue positiva.

“Los repre­sen­tan­tes del SENASA (Ser­vi­cio Nacio­nal de Sani­dad Agra­ria del Perú) expli­ca­ron que no era tan fácil sacar nor­mas, ya que en el Con­gre­so hay gen­te que defien­de a las trans­na­cio­na­les que comer­cia­li­zan estos pro­duc­tos”, indicó.

Nue­vas prohibiciones

Pero, ade­más del camino de las nor­mas, se han rea­li­za­do otros inten­tos para fre­nar el uso de estos quí­mi­cos. En el 2018, el Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra anun­ció la prohi­bi­ción del uso y ven­ta de pes­ti­ci­das alta­men­te tóxicos.

En noviem­bre del 2020, la medi­da se mate­ria­li­zó en la prohi­bi­ción de los pla­gui­ci­das que con­te­nían Metha­mi­dophos, ele­men­to quí­mi­co que era tóxi­co para abe­jas y aves.

De igual for­ma, en el 2021, el Minis­te­rio de Desa­rro­llo Agra­rio y Rie­go prohi­bió de mane­ra pre­ven­ti­va el regis­tro e impor­ta­ción de los pro­duc­tos con Fora­to, quí­mi­co que fue cali­fi­ca­do como extre­ma­da­men­te peli­gro­so para las personas.

Sin embar­go, a pesar de los esfuer­zos por prohi­bir el uso de pla­gui­ci­das en el país, el gli­fo­sa­to se sigue comer­cia­li­zan­do bajo dis­tin­tas mar­cas que cuen­tan con el per­mi­so del Ser­vi­cio Nacio­nal de Sani­dad Agra­ria del Perú (Sena­sa).

Fuen­te: Servidni

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *