Femi­nis­mos. bell hooks: una len­gua en minúsculas

Por Javier Sáez del Ála­mo, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 22 de diciem­bre de 2021.

El pre­sen­te año ha supues­to una explo­sión de tra­duc­cio­nes al cas­te­llano de la obra de bell hooks. Una obra que nos ha lle­ga­do con cier­to retra­so pero que resul­ta fun­da­men­tal en el con­tex­to del pen­sa­mien­to femi­nis­ta de las últi­mas cua­tro décadas.

Esta sema­na reci­bi­mos la tris­te noti­cia del falle­ci­mien­to de bell hooks, una de las pen­sa­do­ras femi­nis­tas negras más influ­yen­tes y admi­ra­das de las últi­mas déca­das. Como tra­duc­tor tuve el pri­vi­le­gio de tra­du­cir dos de sus libros, publi­ca­dos por Bella­te­rra: Funk sin lími­tes, un com­ple­jo y pode­ro­so diá­lo­go con Stuart Hall sobre el acti­vis­mo, el femi­nis­mo, el racis­mo, la vida y la muer­te, y muy recien­te­men­te El deseo de cam­biar. Hom­bres, mas­cu­li­ni­dad y amor, que lle­gó a las libre­rías hace unos días y que se pre­sen­tó esta mis­ma sema­na en Bar­ce­lo­na en sus dos edi­cio­nes (ade­más de su edi­ción en cas­te­llano, ha sido publi­ca­do en cata­lán por Tigre de paper, La volun­tat de can­viar, tra­du­ci­do por Mar­ta Pera). Este últi­mo libro es un aná­li­sis lúci­do y bru­tal sobre los efec­tos del patriar­ca­do en la vida emo­cio­nal de los hom­bres y en su (in)capacidad de tener afec­tos y de amar. Pero es tam­bién un tex­to con espe­ran­za, por­que da a los hom­bres la opor­tu­ni­dad de cam­biar; hooks reco­no­ce el deseo que pode­mos tener muchos hom­bres de ser dife­ren­tes, de ser femi­nis­tas, de tener o expre­sar afec­tos y de dejar de cola­bo­rar con el patriarcado.

Como tra­duc­tor me resul­ta­ba asom­bro­so obser­var que has­ta el año 2019 se habían tra­du­ci­do muy pocos libros de bell hooks a las len­guas del Esta­do espa­ñol y así los expre­sé en diver­sos foros. Me sor­pren­día que una auto­ra tan influ­yen­te —una de las pio­ne­ras del enfo­que inter­sec­cio­nal des­de los años 80 (inclu­so antes de que Crenshaw acu­ña­ra ese tér­mino)— y una de las voces más lúci­das en la crí­ti­ca al femi­nis­mo blan­co, no hubie­ra des­per­ta­do el inte­rés de las edi­to­ria­les espa­ño­las. La edi­to­rial Tra­fi­can­tes de sue­ños fue pio­ne­ra en la difu­sión de bell hooks. En el año 2004 esta edi­to­rial tra­du­jo y publi­có su artícu­lo “Muje­res negras: dar for­ma a la teo­ría femi­nis­ta” en el libro Otras inapropia­bles (tra­du­ci­do por Hugo Rome­ro, con la revi­sión de Car­men Rome­ro y Dau Gar­cía Dau­der). Pero tuvi­mos que espe­rar has­ta el año 2017 para poder leer el pri­mer libro de hooks en cas­te­llano, El femi­nis­mo es para todo el mun­do, publi­ca­do por esa mis­ma edi­to­rial y tra­du­ci­do por Bea­triz Este­ban Agus­tí, Lina Tatia­na Lozano Ruiz, May­ra Sofía Moreno, Mai­ra Puer­tas Romo y Sara Vega Gon­zá­lez. Tra­fi­can­tes con­ti­nuó con su apues­ta por hooks con dos nue­vos libros, Teo­ría femi­nis­ta: de los már­ge­nes al cen­tro (2020), y con el recién publi­ca­do Afán. Raza, géne­ro y polí­ti­ca cul­tu­ral, ambos tra­du­ci­dos por Ana Use­ros Martín.

A pesar de tener una exten­sa obra de más de 30 títu­los —que inclu­ye ensa­yos, poe­sía y libros infan­ti­les— y de ser un refe­ren­te del femi­nis­mo anti­rra­cis­ta a nivel mun­dial des­de los años 80, hubo que espe­rar al año 2020 para que se pro­du­je­ra una espe­cie de “explo­sión bell hooks” en nues­tro país: se han publi­ca­do nada menos que 9 libros entre 2020 y 2021. Ade­más de las cin­co obras que hemos men­cio­na­do ante­rior­men­te, publi­ca­das por Tra­fi­can­tes de sue­ños y por Bella­te­rra en estos dos últi­mos años, otras edi­to­ria­les han comen­za­do a tra­du­cir y a publi­car algu­nas de sus prin­ci­pa­les obras: Pai­dós (Todo sobre el amor. Nue­vas pers­pec­ti­vas, 2021, tra­du­ci­do por María José Vie­jo Pérez), Kata­krak (Femi­nis­moa denon kon­tua da. Poli­ti­ca pasio, 2020, tra­du­ci­do al eus­ke­ra por Amaia Apa­lau­za Ollo), Con­son­ni (su obra clá­si­ca… ¡de 1981! ¿Aca­so no soy yo una mujer?, 2020, tra­du­ci­do por Gem­ma Deza Guil) y Capi­tán Swing (Ense­ñar a trans­gre­dir. La edu­ca­ción como prác­ti­ca de la liber­tad, 2021, tra­du­ci­do por Mar­ta Malo).

Tres líneas de trabajo

No voy a entrar aquí a ana­li­zar en deta­lle su pen­sa­mien­to y su acti­vis­mo, pero sí me gus­ta­ría seña­lar tres líneas de su tra­ba­jo que cobran espe­cial actua­li­dad en este momen­to en las polí­ti­cas femi­nis­tas en el Esta­do espa­ñol. Me refie­ro al deba­te sobre la iden­ti­dad “mujer”, a la lucha anti­rra­cis­ta y a la crí­ti­ca al capi­ta­lis­mo, y lo más impor­tan­te, a la arti­cu­la­ción indi­so­cia­ble de estos tres enfoques.

A par­tir de los deba­tes sobre la lla­ma­da “Ley Trans”, han resur­gi­do en el Esta­do espa­ñol una serie de dis­cur­sos que rei­vin­di­can una idea úni­ca de mujer esen­cia­li­za­da, “naci­da mujer”, en un mar­co bina­ris­ta (solo hay hom­bres y muje­res, lo demás es una cons­pi­ra­ción pos­mo-queer que tie­ne como obje­ti­vo con­fun­dir a las cria­tu­ras y borrar a las muje­res). hooks nos ense­ña en sus obras que esa idea mono­lí­ti­ca de “la mujer” es una cons­truc­ción moder­na ema­na­da de un con­tex­to hete­ro­cen­tra­do, pri­vi­le­gia­do, blan­co y colo­nial, y que el femi­nis­mo solo cobra sen­ti­do en un mar­co que asu­ma la diver­si­dad de iden­ti­da­des sexua­les y de géne­ro, no heteronormativo.

hooks nos ense­ña en sus obras que esa idea mono­lí­ti­ca de “la mujer” es una cons­truc­ción moder­na ema­na­da de un con­tex­to hete­ro­cen­tra­do, pri­vi­le­gia­do, blan­co y colonial

En cuan­to a la lucha anti­rra­cis­ta, hooks fue una de las pri­me­ras acti­vis­tas en cri­ti­car el pri­vi­le­gio de cier­to femi­nis­mo blan­co —en la línea del gru­po de femi­nis­tas les­bia­nas negras Com­bahee River— que ya en los años 70 plan­tea­ron este tipo de refle­xio­nes; o de otras femi­nis­tas negras como Ange­la Davis y Audre Lor­de, que tam­bién influ­ye­ron en su pen­sa­mien­to. hooks cri­ti­ca ya des­de sus pri­me­ras obras en los años 80 a cier­to femi­nis­mo que se había ins­ta­la­do en las ins­ti­tu­cio­nes de la mano del mode­lo neo­li­be­ral. Para ella, ese femi­nis­mo solo abor­da­ba la igual­dad de géne­ro des­de den­tro del pro­pio sis­te­ma: “Des­de esta pers­pec­ti­va, las estruc­tu­ras del capi­ta­lis­mo patriar­cal, impe­ria­lis­ta, blan­co y supre­ma­cis­ta no pue­den ser cues­tio­na­das”. hooks con­si­de­ra que el femi­nis­mo no pue­de basar­se en una idea abs­trac­ta de “mujer”. Muchas muje­res blan­cas y de cla­se media o alta no tie­nen en cuen­ta la situa­ción de las muje­res negras, chi­ca­nas, indí­ge­nas o migran­tes (y en el caso espa­ñol, la situa­ción de las muje­res gita­nas, aña­di­ría yo) o inclu­so pue­den apo­yar polí­ti­cas que per­ju­di­can a estas muje­res que per­te­ne­cen a mino­rías racia­li­za­das o étni­cas. De este modo, hooks puso en cues­tión la idea de una “soro­ri­dad uni­ver­sal” que era cie­ga a esos com­po­nen­tes racis­tas y clasistas.

Y esto nos lle­va al ter­cer ele­men­to de actua­li­dad: intro­du­cir la pers­pec­ti­va de cla­se en el femi­nis­mo. Aun­que este es un deba­te muy anti­guo que ya plan­tea­ron las femi­nis­tas socia­lis­tas, comu­nis­tas y anar­quis­tas a comien­zos del siglo XX y que sería reto­ma­do de nue­vo en los 60 y 70 por el femi­nis­mo mar­xis­ta. hooks reto­ma estas tra­di­cio­nes para apos­tar por un femi­nis­mo anti­ca­pi­ta­lis­ta, en la medi­da en que el capi­ta­lis­mo y su rear­me neo­li­be­ral están afec­tan­do las vidas de las muje­res en la actua­li­dad, con su explo­ta­ción y pre­ca­ri­za­ción y con el man­te­ni­mien­to de enor­mes bol­sas de pobre­za que afec­tan espe­cial­men­te a las muje­res. Vemos así, por medio de estos tres ejes de tra­ba­jo, que las obras de hooks nos sir­ven de herra­mien­tas polí­ti­cas para abor­dar los retos actua­les del feminismo.

Una len­gua en minúsculas

Como tra­duc­tor, tam­bién me gus­ta­ría refle­xio­nar sobre su esti­lo, sobre su escri­tu­ra. bell hooks siem­pre estu­vo intere­sa­da en la cul­tu­ra popu­lar y por ello era cons­cien­te de que para trans­for­mar la socie­dad y ter­mi­nar con el patriar­ca­do era nece­sa­rio lle­gar pre­ci­sa­men­te a las cla­ses más pobres o más vul­ne­ra­bles. Para lograr­lo el esti­lo es impor­tan­te: su for­ma de escri­bir era cla­ra, pre­ci­sa, direc­ta. Y aun­que a menu­do desa­rro­lla­ba argu­men­tos de gran pro­fun­di­dad, siem­pre era capaz de expre­sar­los de una for­ma com­pren­si­ble, con un uso del inglés ele­gan­te y a la vez accesible.

Creo que esto nos ayu­da a hacer una refle­xión polí­ti­ca sobre la escri­tu­ra, sobre quién tie­ne acce­so a escri­bir y sobre qué sen­ti­do tie­ne man­te­ner un esti­lo eli­tis­ta, difí­cil y com­ple­jo si que­re­mos trans­for­mar la socie­dad, si que­re­mos que per­so­nas con menor capi­tal cul­tu­ral acce­dan a las ideas y a los argu­men­tos que pue­den ser­vir­les para cam­biar su situa­ción de opre­sión. Esto no sig­ni­fi­ca renun­ciar a la cali­dad o caer en un pater­na­lis­mo que no reco­noz­ca la capa­ci­dad inte­lec­tual de las cla­ses popu­la­res; sim­ple­men­te sig­ni­fi­ca plan­tear que nues­tros men­sa­jes pue­den ser expre­sa­dos de for­ma cla­ra y que eso hará que estos men­sa­jes se com­pren­dan y se com­par­tan. Creo que par­te del éxi­to de bell hooks es pre­ci­sa­men­te ese: su capa­ci­dad de com­bi­nar aná­li­sis y refle­xio­nes poten­tes e inte­li­gen­tes con un esti­lo cla­ro y com­pren­si­ble que lle­ga a ser didác­ti­co en ocasiones.

hooks era cons­cien­te de que para trans­for­mar la socie­dad y ter­mi­nar con el patriar­ca­do era nece­sa­rio lle­gar a las cla­ses más pobres o más vulnerables

Hay tam­bién una refle­xión sobre la escri­tu­ra en la deci­sión de modi­fi­car su nom­bre, Glo­ria Jean Wat­kins, por el de bell hooks. Deci­dió usar el nom­bre de su bisa­bue­la mater­na, pero ade­más deci­dió algo más: poner siem­pre ese nom­bre en minús­cu­las. Con esa peque­ña mar­ca de escri­tu­ra que­ría indi­car que no es tan impor­tan­te el nom­bre pro­pio o la per­so­na indi­vi­dual, sino los men­sa­jes que se trans­mi­ten y el sen­ti­do polí­ti­co y colec­ti­vo de su lucha y de su trabajo.

Otro ras­go des­ta­ca­ble de hooks era su diá­lo­go con los hom­bres. A dife­ren­cia de algu­nas auto­ras femi­nis­tas que, de algún modo, daban por per­di­da la bata­lla de tra­ba­jar con los hom­bres en la lucha con­tra el patriar­ca­do, hooks man­tie­ne un diá­lo­go cons­tan­te con quie­nes ejer­cen real­men­te el poder y la opre­sión con­tra las muje­res (aun­que ella mis­ma reco­no­ce que algu­nas muje­res, al estar socia­li­za­das por ese mis­mo mar­co patriar­cal, pue­den ser trans­mi­so­ras o defen­so­ras de enfo­ques o acti­tu­des machis­tas). Su enfo­que es inte­li­gen­te polí­ti­ca­men­te: la lucha femi­nis­ta no pue­de ser solo una cues­tión “de muje­res”; si los hom­bres no se incor­po­ran a esa lucha, renun­cian a sus pri­vi­le­gios, cam­bian su for­ma de vivir y de sen­tir, no ter­mi­na­rá el patriar­ca­do. En su emo­cio­nan­te diá­lo­go con Stuart Hall (Funk sin lími­tes) apa­re­ce repe­ti­das veces este deba­te. Cómo los hom­bres (inclu­so hom­bres de izquier­das como el pro­pio Hall) son a menu­do indi­fe­ren­tes a las luchas femi­nis­tas o no son cons­cien­tes de que están par­ti­ci­pan­do de acti­tu­des patriar­ca­les de dife­ren­tes for­mas: en la aca­de­mia, en sus rela­cio­nes per­so­na­les, en su tra­ba­jo y en las mili­tan­cias polí­ti­cas, don­de el enfo­que de géne­ro por lo gene­ral bri­lla por su ausen­cia. Este deba­te se hizo aún más com­ple­jo cuan­do hooks intro­du­jo el com­po­nen­te racial no solo para cri­ti­car los enfo­ques blan­cos de cier­to femi­nis­mo, sino los enfo­ques patriar­ca­les de par­te del movi­mien­to de libe­ra­ción negro, o cuan­do ana­li­za la com­ple­ja reali­dad de las mas­cu­li­ni­da­des negras.

Todos estos deba­tes le lle­va­ron a tra­ba­jar inten­sa­men­te sobre la mas­cu­li­ni­dad y sobre la edu­ca­ción que reci­ben los niños y los ado­les­cen­tes, espe­cial­men­te en lo refe­ren­te a la inca­pa­ci­dad para amar, para tener o expre­sar los afec­tos y en el recur­so a la vio­len­cia como sali­da de ese blo­queo emo­cio­nal. Tam­bién es impor­tan­te su refle­xión sobre el amor román­ti­co y su apues­ta por otros tipos de amor más crea­ti­vos y diver­sos (Todo sobre el amor). Pero, como hemos men­cio­na­do, hooks abre siem­pre la puer­ta a esa posi­bi­li­dad de cam­biar. Como expli­ca en su libro El deseo de cam­biar:

“No es cier­to que los hom­bres no estén dis­pues­tos a cam­biar. Es cier­to que muchos hom­bres tie­nen mie­do de cam­biar. Es cier­to que muchí­si­mos hom­bres ni siquie­ra han comen­za­do a obser­var cómo el patriar­ca­do les impi­de cono­cer­se a sí mis­mos, estar en con­tac­to con sus sen­ti­mien­tos, amar. Para cono­cer el amor, los hom­bres deben ser capa­ces de aban­do­nar el deseo de domi­nar. Deben poder ele­gir la vida sobre la muer­te. Deben estar dis­pues­tos a cambiar”.

El mejor home­na­je que pode­mos hacer­le no es solo leer sus libros, sino asu­mir su apues­ta y luchar deci­di­da­men­te con­tra el patriar­ca­do, el racis­mo y el capitalismo.

Fuen­te: El sal­to diario

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