La nue­va aris­to­cra­cia finan­cie­ra- Andre Damon

FINANZAS MUNDIALESAndre Damon
Glo­bal Research
Tra­du­ci­do del inglés para Rebe­lión por Ger­mán Leyens 

Mien­tras gobier­nos en todo el mun­do cie­rran escue­las, des­pi­den tra­ba­ja­do­res y recor­tan el apo­yo para pobres, ancia­nos y enfer­mos, la oli­gar­quía finan­cie­ra que gobier­na el mun­do aumen­ta su rique­za y su poder.

Los ingre­sos de los direc­to­res eje­cu­ti­vos ban­ca­rios mejor remu­ne­ra­dos aumen­ta­ron un 12% el año pasa­do, según un aná­li­sis de los 15 mayo­res ban­cos glo­ba­les rea­li­za­dos por el gru­po de inves­ti­ga­ción Equi­lar. Esos eje­cu­ti­vos reci­bie­ron un pro­me­dio de 12,8 millo­nes de dóla­res per cápi­ta, a pesar de la baja de los valo­res de las accio­nes y de las ganan­cias de la mayo­ría de los bancos.

Jamie Dimon, pre­si­den­te y direc­tor eje­cu­ti­vo de JPMor­gan Cha­se, nue­va­men­te lide­ró la lis­ta al reci­bir 23,1 millo­nes de dóla­res, un aumen­to de 11% res­pec­to a 2010. Bajo la direc­ción de Dimon, JPMor­gan reve­ló pér­di­das espe­cu­la­ti­vas por miles de millo­nes de dólares.

Gobier­nos en todo el glo­bo han res­ca­ta­do a estos ban­cos con billo­nes (millo­nes de millo­nes) de dóla­res. Han sub­ven­cio­na­do masi­va­men­te a esas gigan­tes ins­ti­tu­cio­nes finan­cie­ras en manos pri­va­das, y están lis­tos para vol­ver a res­ca­tar­los si y cuan­do sea necesario.

El infor­me sobre el pago a los ban­que­ros fue publi­ca­do solo días des­pués que el gober­na­dor de Hawái anun­ció que el direc­tor eje­cu­ti­vo de Ora­cle, Larry Elli­son com­pró Lanai, la sex­ta isla hawaia­na por su tama­ño, por entre 500 y 600 millo­nes de dóla­res. Los 3.000 resi­den­tes de la isla depen­de­rán de la bue­na volun­tad de Elli­son como los vasa­llos de la Edad Media depen­dían de su señor.

Elli­son, el ter­cer indi­vi­duo más rico en EE.UU., es tris­te­men­te céle­bre por su extra­va­gan­cia y su mez­qui­na ava­ri­cia. En 2008, obtu­vo un reem­bol­so tri­bu­ta­rio de 3 millo­nes de dóla­res de la ciu­dad de Wood­si­de, Cali­for­nia, des­pués que un tri­bu­nal dic­ta­mi­na­ra que su casa, una repro­duc­ción del pre­dio de un empe­ra­dor japo­nés cuya cons­truc­ción cos­tó 200 millo­nes de dóla­res, tenía un valor de solo 100 millo­nes en el mer­ca­do actual.

El tri­bu­nal decla­ró que nadie, con la excep­ción de Elli­son, podía per­mi­tir­se vivir en la casa, lo que le daba “un atrac­ti­vo limi­ta­do en el mer­ca­do” y por ello redu­jo las con­tri­bu­cio­nes de bie­nes raí­ces del eje­cu­ti­vo de Oracle.

Los impues­tos cuyo pago elu­den Elli­son y los otros mul­ti­mi­llo­na­rios de Cali­for­nia han con­tri­bui­do al défi­cit pre­su­pues­ta­rio de 15.000 millo­nes de dóla­res, que aho­ra es enca­ra­do median­te recor­tes en pro­gra­mas socia­les vita­les que pro­te­gen a millo­nes con­tra la extre­ma pobreza.

El gober­na­dor de Cali­for­nia, Jerry Brown, demó­cra­ta, y la legis­la­tu­ra esta­tal con­tro­la­da por su par­ti­do lle­ga­ron a un acuer­do la sema­na pasa­da sobre recor­tes en los gas­tos por un míni­mo de 8.000 millo­nes de dóla­res. Las pres­ta­cio­nes socia­les del Esta­do serán redu­ci­das a la mitad y 1.000 millo­nes serán recor­ta­dos del pro­gra­ma Medi­caid del Esta­do, 402 millo­nes de los sala­rios de tra­ba­ja­do­res esta­ta­les, y 240 millo­nes de dóla­res de aten­ción infantil.

Elli­son, cuyo patri­mo­nio neto es de 36.500 millo­nes de dóla­res, podría escri­bir un che­que para cubrir el mon­to de esos recor­tes… mul­ti­pli­ca­do por cua­tro. Y hay otros 99 mul­ti­mi­llo­na­rios en el Estado.

Otro ejem­plo sobre el uso dado por los súper-ricos a sus vas­tas for­tu­nas ha sido regis­tra­do en un docu­men­tal que será pró­xi­ma­men­te exhi­bi­do: La rei­na de Ver­sa­lles . La pelí­cu­la mues­tra los esfuer­zos del mul­ti­mi­llo­na­rio fun­da­dor de West­ga­te Resorts (una com­pa­ñía de tiem­po com­par­ti­do) y su espo­sa ex mode­lo por cons­truir la mayor casa en EE.UU. Con 8.361 metros cua­dra­dos, la man­sión en Orlan­do, Flo­ri­da, inclu­ye diez coci­nas y una boleta.

La sun­tuo­sa casa en Flo­ri­da se lla­ma Ver­sa­lles en honor al pala­cio de Luis XVI y María Anto­nie­ta. El que la Revo­lu­ción Fran­ce­sa haya deca­pi­ta­do a la pare­ja real pare­ce haber sido olvi­da­do por los cons­truc­to­res del nue­vo Versalles.

Un deta­lle encan­ta­dor reve­la­do en la cin­ta sobre el esti­lo de vida en el nue­vo Ver­sa­lles es que: los perros de la fami­lia nun­ca fue­ron entre­na­dos por­que un peque­ño ejér­ci­to de sir­vien­tes está siem­pre a mano para lim­piar sus residuos.

Aris­to­cra­cia, por su raíz grie­ga, sig­ni­fi­ca “gobierno de los mejo­res”. Sin embar­go, la oli­gar­quía finan­cie­ra, cuyos intere­ses egoís­tas deter­mi­nan las polí­ti­cas de los gobier­nos del pla­ne­ta, inclu­ye a los seg­men­tos más igno­ran­tes y depra­va­dos de la socie­dad moder­na. “La basu­ra se sepa­ra flo­tan­do hacia arri­ba”, dijo Marx, escri­bien­do sobre los espe­cu­la­do­res y esta­fa­do­res de su época.

“La aris­to­cra­cia finan­cie­ra”, agre­gó, “en su modo de adqui­si­ción así como en sus pla­ce­res, no es otra cosa que el rena­ci­mien­to del lum­pen-pro­le­ta­ria­do en las altu­ras de la socie­dad burguesa”.

Las déca­das que pre­ce­die­ron el crash de Wall Street de 2008 pre­sen­cia­ron un dra­má­ti­co enri­que­ci­mien­to de ese ele­men­to social y la remo­de­la­ción de la polí­ti­ca para ajus­tar­la a sus nece­si­da­des. La oli­gar­quía finan­cie­ra ejer­ce una influen­cia mono­po­lis­ta sobre la vida polí­ti­ca, y los meca­nis­mos poli­cia­les del Esta­do refor­za­dos des­de 2001 han sido esta­ble­ci­dos en gran par­te para pro­te­ger su riqueza.

El pro­pio gobierno de Oba­ma es una expre­sión de este pro­ce­so. En 2008, Barack Oba­ma reci­bió más dine­ro de la indus­tria finan­cie­ra que cual­quier otro can­di­da­to en la his­to­ria de EE.UU. Y des­pués de su elec­ción, pro­ce­dió a reple­tar su gabi­ne­te de anti­guos eje­cu­ti­vos de Wall Street. Una vez asu­mi­do el man­do, Oba­ma puso millo­nes de millo­nes de dóla­res a dis­po­si­ción de los ban­cos y pro­te­gió a los res­pon­sa­bles por el crash de 2008 con­tra una inves­ti­ga­ción cri­mi­nal o procesamiento.

La con­cen­tra­ción de esta gran rique­za en manos de una aris­to­cra­cia finan­cie­ra se rea­li­za direc­ta­men­te a cos­ta del res­to de la socie­dad. Una de cada dos per­so­nas en EE.UU. es pobre o casi pobre, y la rique­za de un gru­po fami­liar pro­me­dio cayó en un 39% entre 2007 y 2010.

Millo­nes tie­nen difi­cul­ta­des para lograr que les alcan­ce el dine­ro, y el aumen­to en las filas de los que viven en una pobre­za extre­ma es impre­sio­nan­te. La pro­por­ción de la pobla­ción que vive en “pobre­za extre­ma” ha aumen­ta­do un 50% des­de 2000, de 4,5% a 6,7%. Para ser cali­fi­ca­do de extre­ma­da­men­te pobre un indi­vi­duo tie­ne que per­ci­bir menos de 5.851 dóla­res y una fami­lia de cua­tro, menos de 11.509 dólares.

Como escri­bie­ra Mark Twain: “Nun­ca hubo una revo­lu­ción a menos que hubie­ra algu­nas con­di­cio­nes opre­si­vas e into­le­ra­bles con­tra las cua­les hacerla”.

Cada año, billo­nes son des­per­di­cia­dos en yates, man­sio­nes y clu­bes de cam­po de los ricos y la micro­eco­no­mía que crean a su alre­de­dor. Vas­tos recur­sos son dedi­ca­dos a la espe­cu­la­ción finan­cie­ra, cana­li­za­dos al casino de jue­go de Wall Street. Si esta rique­za reci­bie­ra un uso racio­nal con­tri­bui­ría con­si­de­ra­ble­men­te a la erra­di­ca­ción del des­em­pleo, la pobre­za y las enfer­me­da­des evitables.

El fin de la anar­quía y de la explo­ta­ción en el cora­zón del sis­te­ma capi­ta­lis­ta, que encuen­tran una expre­sión par­ti­cu­lar­men­te noci­va en la con­cen­tra­ción de obs­ce­nos nive­les de rique­za en la cima, per­mi­ti­ría que la huma­ni­dad movi­li­za­ra y desa­rro­lla­ra las fuer­zas pro­duc­ti­vas, inclui­das la cien­cia y la tec­no­lo­gía, para aumen­tar enor­me­men­te el nivel mate­rial y cul­tu­ral de la socie­dad huma­na y eli­mi­nar la desigualdad.

Y no obs­tan­te el gri­to uni­ver­sal en la polí­ti­ca ofi­cial es que “no hay dine­ro” para finan­ciar pro­gra­mas socia­les o pagar sala­rios decen­tes, y que tra­ba­ja­do­res, inclu­yen­do los más pobres y más vul­ne­ra­bles, deben “apre­tar­se el cinturón”.

Es el carác­ter de las cla­ses gober­nan­tes en ban­ca­rro­ta his­tó­ri­ca. El pro­ble­ma no es solo su rique­za per­so­nal, sino, más fun­da­men­tal­men­te, su fuer­za res­trin­gen­te sobre las fuer­zas pro­duc­ti­vas de la socie­dad. Las gigan­tes­cas cor­po­ra­cio­nes e ins­ti­tu­cio­nes finan­cie­ras deben ser arran­ca­das a las manos pri­va­das y diri­gi­das demo­crá­ti­ca­men­te para recons­truir la socie­dad que los súper-ricos han devastado.

Fue­ra de la revo­lu­ción socia­lis­ta no exis­te nin­gún camino para limi­tar el poder polí­ti­co y eco­nó­mi­co de la nue­va aris­to­cra­cia que saquea a la socie­dad para su enri­que­ci­mien­to personal.

© Copy­right Andre Damon, World Socia­list Web Site, 2012

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