Sobre los dete­ni­dos de Iru­ña, la vio­len­cia y los oportunistas

Antes que nada, pedir la abso­lu­ción de los 4 dete­ni­dos de Ore­re­ta el 11 de mar­zo en Iru­ñea. Mi máxi­ma soli­da­ri­dad incon­di­cio­nal a los com­pa­ñe­ros, fami­lia­res y ami­gos. Ni la repre­sión ni la cár­cel podrá con quie­nes luchan con­tra la repre­sión y por un mun­do más justo.

Sobre la violencia

Podría­mos pasar­nos horas y horas hablan­do sobre la vio­len­cia, sobre las infi­ni­tas for­mas que tie­ne la vio­len­cia y sobre como hay que hacer­le fren­te a una vio­len­cia estruc­tu­ra­da y esta­ble­ci­da. Los que ana­li­za­mos la his­to­ria de las socie­da­des des­de el mate­ria­lis­mo diá­lec­ti­co, es decir, los que sabe­mos que cada afir­ma­ción con­tie­ne a su vez su nega­ción, su con­tra­rio, sabe­mos que la socie­dad que está estru­cu­tu­ra­da hoy en día es una socie­dad basa­da en la lucha entre cla­ses antá­go­ni­cas, en la lucha entre los posee­do­res de los medios de pro­duc­ción por un lado, la bur­gue­sía, fren­te a los des­po­seí­dos y los que tie­nen que ven­der su fuer­za de tra­ba­jo para sobre­vi­vir por otro lado, el pro­le­ta­ria­do. Le pese a quien le pese, y tras el sur­gi­mien­to de las cla­ses, todas las socie­da­des se han estruc­tu­ra­do en cla­ses antá­go­ni­cas, con intere­ses antá­go­ni­cos y en con­ti­nua dispu­ta. Esto es un hecho obje­ti­vo que pode­mos ver si ana­li­za­mos las con­di­cio­nes mate­ria­les exis­ten­tes, y no ana­li­zan­do­lo des de un idea­lis­mo abs­trac­to de todos somos igua­les, armo­nía entre todos etc. No, en una socie­dad de cla­ses no todos somos igua­les, ni exis­te una armo­nía ni una con­vi­ven­cia. No pue­de exis­tir una con­vi­ven­cia entre la bur­gue­sía y el pro­le­ta­ria­do, entre los explo­ta­do­res y los explo­ta­dos. Pre­di­car una con­vi­ven­cia y poner de igual a igual a todos los miem­bros de la socie­dad en una socie­dad de cla­ses, negan­do la lucha de cla­ses, solo lle­va a la clau­di­ca­ción de la cla­se obre­ra y a la per­pe­tua­ción del sis­te­ma establecido.

Antes de con­de­nar cual­quier tipo de vio­len­cia de for­ma abs­trac­ta, habría que ana­li­zar no solo las con­di­cio­nes mate­ria­les que gene­ran esa vio­len­cia, sino tam­bién qué es la vio­len­cia, que vio­len­cia es legí­ti­ma y cuan­do la vio­len­cia se con­vier­te en auto­de­fen­sa. En el sis­te­ma capi­ta­lis­ta de hoy en día, que como he escri­to ante­rior­men­te se basa en la pose­sión de los medios de pro­duc­ción (y por lo tan­to la domi­na­ción) de la bur­gue­sía y la explo­ta­ción sobre la cla­se obre­ra, hay una vio­len­cia estruc­tu­ra­da que ejer­ce de fac­to con­tra la cla­se obre­ra. Paro, mise­ria, desahu­cios, suel­dos infra­hu­ma­nos, lar­gas jor­na­das de tra­ba­jo, acci­den­tes labo­ra­les… ¿cual es la ver­da­de­ra vio­len­cia? ¿Qué es la vio­len­cia? No solo podría­mos con­si­de­rar como vio­len­cia las rela­cio­nes socia­les de pro­duc­ción capi­ta­lis­tas, sino tam­bién toda la super­es­tru­cu­ra que se eri­ge sobre ella, para defen­der los intere­ses de una cla­se, la bur­gue­sía. Para ello uti­li­zan la vio­len­cia direc­ta­men­te, para sal­va­guar­dar esas rela­cio­nes de pro­duc­ción que se basan en la explo­ta­ción y la mise­ria de la cla­se obrera.

Uti­li­zan y uti­li­za­rán la vio­len­cia por­que una cla­se deter­mi­na­da no entre­ga­rá sus pri­vi­le­gios por su con­cien­cia de buen hom­bre ni sus idea­les, sino que por sus intere­ses de cla­ses se nega­rá a per­der esos pri­vi­le­gios. Para esto uti­li­za la vio­len­cia el esta­do, para defen­der los intere­ses de la burguesía.

¿Que pasa en Iru­ña? ¿Don­de está la vio­len­cia? ¿Es vio­len­cia la auto­de­fen­sa que ejer­cen los mani­fes­tan­tes fren­te a la repre­sión que uti­li­za la poli­cía nacio­nal? ¿Por qué se con­de­na la vio­len­cia de los mani­fes­tan­tes y no se con­de­na la vio­len­cia poli­cial, siem­pre al ser­vi­cio de los intere­ses de una cla­se domi­nan­te? ¿Por qué en vez de con­de­nar la vio­len­cia abs­trac­ta­men­te como si vivie­ra­mos en con­vi­ven­cia y en armo­nía todos, no se ana­li­za cuá­les son las con­di­cio­nes mate­ria­les, en qué situa­ción viven esos jóve­nes y qué denun­cian? Por­que todos los que con­de­nan la vio­len­cia de los opri­mi­dos sir­ven a una sola cla­se, la bur­gue­sía, y están ahí para ser su cara ama­ble y cana­li­zar la rabia de la juven­tud com­ba­ti­va y de los ele­men­tos mas com­ba­ti­vos y mas cons­cien­tes de la cla­se obre­ra median­te las ins­ti­tu­cio­nes, para apa­ci­guar la lucha de cla­ses y enca­mi­nar­lo por el par­la­men­ta­ris­mo, esto es, la paz para la bur­gue­sía. Tal y como no he vis­to a los pro­gres que con­de­na­ban la vio­len­cia de los mani­fes­tan­tes con­de­nar la vio­len­cia poli­cial, tam­po­co los he vis­to con­de­nar la situa­ción que vive esa juven­tud, estu­dian­tes con tasas asfi­xian­tes, en paro o con tra­ba­jos pre­ca­rios. No los he vis­to con­de­nar esa vio­len­cia, no, por­que es una vio­len­cia que está estruc­tu­ra­da den­tro del capi­ta­lis­mo y estos sir­ven a este sis­te­ma. Al con­de­nar tan efu­si­va­men­te la actua­ción de los mani­fes­tan­tes y no hacer hin­ca­pié en la vio­len­cia poli­cial, que es la que empie­za los dis­tur­bios, yo creo que dejan bien cla­ro el moti­vo de esto. Por­que ellos se mue­ven den­tro de la lega­li­dad bur­gue­sa, y para ellos, laca­yos del sis­te­ma capi­ta­lis­ta, el no pedir per­mi­so a las ins­ti­tu­cio­nes bur­gue­sas, el hacer algo fue­ra de esta lega­li­dad bur­gue­sa es moti­vo para que la poli­cía impon­ga el orden, o mejor dicho, el orden bur­gués. Noso­tros no nos move­mos según la lega­li­dad bur­gue­sa, y sabe­mos dife­ren­ciar muy bien entre lo legal y lo legí­ti­mo, por­que sabe­mos bien que la mani­fes­ta­ción del sába­do pasa­do no e ra legal (pues no se pidió per­mi­so al esta­do) pero si era legí­ti­mo, por­que las cla­ses tra­ba­ja­do­ras, la juven­tud com­ba­ti­va tie­nen el mis­mo dere­cho que todos de mani­fes­tar­se sin pedir per­mi­so a nadie, por­que las rei­vin­di­ca­cio­nes de esa mani­fes­ta­ción eran legí­ti­mas, pese a que para el esta­do espa­ñol sean ile­ga­les. Tal y como hace cien años la jor­na­da labo­ral de 8 horas era ile­gal, aun­que para los tra­ba­ja­do­res era algo legí­ti­mo y algo por el que habí que luchar. Un ejem­plo cla­ro de des­obe­dien­cia, dejan­do cla­ro que no nece­si­ta­mos per­mi­sos de nadie para mani­fes­tar­nos, ni que nos tie­nen que mar­car ellos cuan­do y como debe­mos de hacer­lo. Estos par­ti­dos de izquier­da y supues­ta alter­na­ti­va al sis­te­ma dejan cla­ro que ellos solo se mue­ven den­tro de esa lega­li­dad bur­gue­sa, y que no están dis­pues­tos a hacer algo fue­ra de esa lega­li­dad impues­ta por una sola cla­se, una mino­ría, a la cla­se trabajadora.

Entien­do que den­tro de los movi­mien­tos revo­lu­cio­na­rios pue­da haber dis­cre­pan­cias sobre el uso de la vio­len­cia en x casos y los méto­dos de auto­de­fen­sa que deben de usar­se, pero con­de­nar­los públi­ca­men­te ese acto vio­len­to deja cla­ro ante quien se está con­de­nan­do (es decir, que no es una auto­crí­ti­ca que se haga den­tro de ese movi­mien­to), que intere­ses se están defen­dien­do, y lo que es más gra­ve, indi­rec­ta­men­te estás dicien­do que esos actos deben de tener un cas­ti­go judi­cial, por­que alte­ran el orden y la con­vi­ven­cia. Con­vi­ven­cia, que como hemos dicho ante­rior­men­te, mien­tras exis­tan cla­ses socia­les será nula.

Sobre los oportunistas

Ya he expues­to ante­rior­men­te las duras crí­ti­cas que tuvie­ron la actua­ción de los mani­fes­tan­tes por par­te de todos los par­ti­dos polí­ti­cos, entre ellos la de EH Bil­du, soli­da­ri­zán­do­se con veci­nos, hos­te­le­ros… es decir, con todos menos los que sufrie­ron la repre­sión aquel día. Es más tar­de cuan­do supues­ta­men­te Sor­tu se soli­da­ri­za con los dete­ni­dos, en un comu­ni­ca­do del que de 5 parra­fos 4 son cri­ti­can­do las actua­cio­nes de los mani­fes­tan­tes, repi­tien­do una vez más que no tie­nen cabi­da en esta socie­dad de paz y con­vi­ven­cia (para la bur­gue­sía, está cla­ro), y en las que al final, de paso, se soli­da­ri­zan con los dete­ni­dos, pidien­do su libertad.

Aquí habría que mati­zar una cosa. En el momen­to en que tú, como par­ti­do polí­ti­co o como repre­sen­tan­te suyo haces unas decla­ra­cio­nes públi­cas recha­zan­do estos actos, cali­fi­can­do­los de vio­len­tos, sabes que eso que estás con­de­nan­do debe de tener un cas­ti­go judi­cial, y que aun­que no lo pidas direc­ta­men­te, si das a enten­der­lo, ya que estás dicien­do que eso está mal y que alte­ra el orden esta­ble­ci­do, por lo que debe de tener un cas­ti­go. Por lo tan­to, y empe­zan­do por ahí, con­de­nar de mane­ra rotun­da y públi­ca la actua­ción vio­len­ta de los mani­fes­tan­tes se hace incom­pa­ti­ble con pedir la abso­lu­ción de los cua­tro dete­ni­dos el sába­do pasa­do, por que estás dicien­do que lo hicie­ron mal y que alte­ra­ron el orden esta­ble­ci­do, por lo que eso debe de tener un cas­ti­go. En el mejor de los casos podrías exi­gir que no se con­de­ne como terro­ris­mo, pero pedir la abso­lu­ción se hace incompatible.

Mi sor­pre­sa, obvia des­de la leja­nía y el des­co­no­ci­mien­to, lle­ga cuan­do el vier­nes los padres sacan un comu­ni­ca­do, rati­fi­ca­do por sus hijos, en las que con­de­nan la vio­len­cia, apues­tan por una socie­dad de con­vi­ven­cia y ni si siquie­ra se pide su abso­lu­ción, sino que se pide la liber­tad pro­vi­sio­nal y que uni­ca­men­te se des­aca­li­fi­que la acu­sa­ción de terro­ris­mo. Hago un parén­te­sis para decir que se pue­de exi­gir la liber­tad pro­vi­sio­nal como paso pre­vio a pedir la abso­lu­ción, pero que no se pue­de exi­gir eso como obje­ti­vo final. Mas ade­lan­te expli­ca­ré esta cues­tión y mi pos­tu­ra en este tema. El con­te­ni­do de este comu­ni­ca­do, en el que curio­sa­men­te expli­ca que no admi­ti­rá la inje­ren­cia mani­pu­la­do­ra de nadie, me recuer­da más al dis­cur­so de cier­to par­ti­do que a un dis­cur­so puro (ponién­do­nos en lugar de un meta­fí­si­co, ya que no exis­te un pen­sa­mien­to puro ni abs­trac­to, ale­ja­do de las con­di­cio­nes mate­ria­les ni de nin­gún dis­cur­so polí­ti­co) de unos padres, que por cier­to, no tie­nen por que tener las mis­mas ideas que sus hijos. Hemos vis­to miem­bros de ETA o que han lucha­do den­tro del MLNV que eran hijos de poli­cías nacio­na­les o miem­bros del PNV o del PSOE. En ese caso los padres tenían legi­ti­mi­dad para lle­var ade­lan­te la línea polí­ti­ca de sus hijos? Es al hablar con un ami­go de Ore­re­ta cuan­do me doy cuen­ta de que obvia­men­te hay un par­ti­do detrás de ese men­sa­je, y que el alcal­de de ese pue­blo, el señor Julen Men­do­za (miem­bro de EH Bil­du, no vaya­mos a olvi­dar­nos de don­de son los héroes de este pue­blo) les exi­ge días ante­rio­res a los padres en una reu­nión que si quie­ren su apo­yo debe­rán de con­de­nar en nom­bre de sus hijos la vio­len­cia que ejer­cie­ron los mani­fes­tan­tes el pasa­do sába­do. Ahí pode­mos ver la soli­da­ri­dad de EH Bil­du y del señor Men­do­za, que el vier­nes, des­pués de la rue­da de pren­sa de los padres decía que no les aban­do­na­ría, que esta­ría con ellos etc. (casual­men­te has­ta el vier­nes, y si mira­mos su cuen­ta de twit­ter, lo úni­co que dice sobre lo de Iru­ñea es con­de­nar los actos vio­len­tos, sin decir nada sobre los dete­ni­dos). Ahí pode­mos ver como esta gen­te tan mise­ra­ble, en vez de soli­da­ri­zar­se con las fami­lias de una for­ma ver­da­de­ra, bus­ca sacar rédi­to polí­ti­co en cual­quier lado y de cual­quier for­ma, apro­ve­chán­do­se del dolor, del mie­do y el des­co­no­ci­mien­to de los padres para esta­ble­cer una línea polí­ti­ca (que aun­que se empe­ñen en decir que no tie­ne nin­gu­na base polí­ti­ca se pue­de ver cla­ra­men­te que sí la tie­ne, una ideo­lo­gía bur­gue­sa) que vaya acor­de con la de su par­ti­do y la de la cla­se al que defiende.

Otra cosa que habría que tener en cuen­ta es la fir­ma de los encar­ce­la­dos, en qué con­di­cio­nes las fir­mas y con que cono­ci­mien­to del exte­rior y de la ver­da­de­ra reali­dad. Habría que pre­gun­tar­se tam­bién por qué son los padres los que se ponen a la cabe­za de ese movi­mien­to y hacen ese comu­ni­ca­do, y has­ta qué pun­to lo hacen solo los padres o pre­sio­na­dos por x par­ti­do polí­ti­co. A su vez, habría que pre­gun­tar­se has­ta qué pun­to los de den­tro fir­man pre­sio­na­dos y bajo qué con­di­cio­nes, y si esa fir­ma se podría con­si­de­rar­se legí­ti­ma. Es decir, si esa fir­ma se rea­li­za a sabien­das de todo lo que ocu­rre en el exte­rior, u ocul­tan­do cosas y chan­ta­jea­dos. Son pre­gun­tas que me hago sin saber la res­pues­ta, pero que sin saber esas res­pues­tas se me hace difí­cil tomar una fir­ma, solo por ser una fir­ma, como legítima.

Con­clu­sio­nes

Como prin­ci­pa­les con­clu­sio­nes gene­ra­les, habría que empe­zar ana­li­zan­do el por­qué de la mani­fes­ta­ción del sába­do, ana­li­zar la raíz del pro­ble­ma y enten­der por qué una par­te de la juven­tud sale a mani­fes­tar­se y por qué se da esa mani­fes­ta­ción anti­rre­pre­si­va, obvia­men­te por­que en este esta­do, como en cual­quie­ra, se sigue uti­li­zan­do la repre­sión para defen­der los intere­ses de una cla­se. Y pese a que des­de unos sec­to­res nos quie­ren ven­der la paz, que a mi modo de ver sigue sien­do una paz uni­la­te­ral, una paz para los que nos siguen decla­ran­do la gue­rra, que­da en evi­den­cia que la repre­sión hacia la cla­se obre­ra y sus sec­to­res más com­ba­ti­vos sigue en pie. Pode­mos ver ade­más cómo esta­mos ante un cla­ro mon­ta­je poli­cial, sien­do cla­ro ejem­plo de ello la cali­fi­ca­ción de terro­ris­mo, con la cla­ra inten­ción de ame­den­trar a los sec­to­res más com­ba­ti­vos y bus­car su claudicación.

No es solo la repre­sión momen­ta­nea, es decir, las deten­cio­nes y el encar­ce­la­mien­to, sino que tam­bién uti­li­zan el mie­do y este caso para dar un escar­mien­to, para que aga­che­mos la cabe­za y deje­mos de luchar por lo que debe­mos. Fren­te a esa doble repre­sión (la direc­ta y la indi­rec­ta) hay que saber hacer­le fren­te, toman­do con­cien­cia de la opre­sión que sufri­mos como cla­se, orga­ni­zán­do­nos y luchan­do has­ta nues­tras últi­mas con­se­cuen­cias. No debe­mos dejar que el mie­do que nos quie­re impo­ner el enemi­go (entre ellos inclu­yo a los par­ti­dos de izquier­das que se suman a meter ese mie­do a fami­lia­res y entorno) se impon­ga a la lucha jus­ta de las cla­ses trabajadoras.

Es impres­cin­di­ble demos­trar­le al esta­do que no va a con­se­guir sus obje­ti­vos con la repre­sión, y que aun­que algu­nos com­pa­ñe­ros cai­gan, otros muchos segui­re­mos en el camino; es impres­cin­di­ble con­se­guir que nadie se inter­pon­ga en nues­tro camino ni lo con­di­cio­ne. A su vez, y como ya lo he expues­to ante­rior­men­te, no hay que dejar que el mie­do se impon­ga y que en el camino de nues­tra lucha se impon­ga el mie­do. Y con esto no me refie­ro solo a noso­tros, sino tam­bién del mie­do de los padres. No. No se pue­de dejar que el mie­do (lógi­co por otra par­te) que pue­dan tener unos padres se inter­pon­ga en el camino de un pro­ce­so de lucha.

Prin­ci­pal­men­te por­que los padres no tie­nen las mis­mas ideas que sus hijos encar­ce­la­dos y por lo tan­to no deben de enca­mi­nar su mili­tan­cia, y tam­bién por­que unos padres en las que en la mayo­ría de los casos se impo­ne el mie­do lo úni­co que quie­ren es sacar a sus hijos a toda cos­ta, sin tener en cuen­ta su lucha ni sus prin­ci­pios. Obvio que todos los que­re­mos sacar de la cár­cel, pero eso no tie­ne que con­lle­var a una reba­ja de prin­ci­pios, sino de que a la vez que pedi­mos la abso­lu­ción de los cua­tro dete­ni­dos, seguir fir­mes con nues­tros prin­ci­pios y nues­tra lucha. Escu­dar­se en el mie­do de los padres para enca­mi­nar un movi­mien­to por x intere­ses polí­ti­cos, y lo que es peor, fomen­tar­lo, es de una gra­ve­dad extre­ma y reac­cio­na­ria. Cla­ro que hay que enten­der los sen­ti­mien­tos de la fami­lia, apo­yar­los y estar jun­to a ellos, pero tam­bién hay que hacer­les enten­der, que la línea polí­ti­ca de sus hijos no es la mis­ma que la suya, y que no hay que dejar que se impon­ga el miedo.

En una de las tan­tas crí­ti­cas que se le hacía a la mani­fes­ta­ción del sába­do se decía que es momen­to de vaciar las cár­ce­les y por lo tan­to no crear diná­mi­cas que gene­ren más pre­sos. Esta­mos de acuer­do de que es momen­to de vaciar las cár­ce­les, pero pre­ci­sa­men­te para ello era la mani­fes­ta­ción de Iru­ñea, no solo para vaciar las cár­ce­les, sino para denun­ciar cual­quier caso de repre­sión. ¿Qué vamos a hacer, que­dar­nos en casa espe­ran­do a que sal­gan todos de las cár­ce­les cum­plien­do su con­de­na y ya? ¿Qué vamos a hacer para que no metan más gen­te en la cár­cel, que­dar­nos en casa mien­tras segui­mos explo­ta­dos y nos con­de­nan a una vida de mise­ria? Que en la mani­fes­ta­ción car­ga­ra la poli­cía no veo yo que la inten­ción de la mani­fes­ta­ción fue­ra la de meter más gen­te a la cár­cel, sino denun­ciar los casos repre­si­vos y dar un ejem­plo de des­obe­dien­cia, de que no nece­si­ta­mos el per­mi­so de nadie para mani­fes­tar­nos. Si eso, es decir, seguir luchan­do fren­te al sis­te­ma capi­ta­lis­ta y sus con­se­cuen­cias, es una estra­te­gia para meter gen­te a la cár­cel, la estra­te­gia para vaciar las cár­ce­les me pare­ce clau­di­car ante el enemigo.

Es hora de pedir la abso­lu­ción de los dete­ni­dos en Iru­ñea, de los cua­tro, y de no pedir solo la liber­tad pro­vi­sio­nal y que les reti­ren los car­gos de terro­ris­mo. Hay que rei­vin­di­car­lo como par­tes de la juven­tud com­ba­ti­va que fren­te a la repre­sión uti­li­za­ron la auto­de­fen­sa (aun­que tam­po­co tie­nen prue­bas de ello). Hay que remar­car que la ver­da­de­ra vio­len­cia la ejer­ce la bur­gue­sía y el esta­do que está a su ser­vi­cio, lle­ván­do­nos a la mise­ria, al paro, repri­mién­do­nos etc. No hay que rei­vin­di­car la abso­lu­ción uni­ca­men­te des­de el pun­to de vis­ta judi­cial, sino des­de el pun­to de vis­ta legí­ti­mo, y sien­do cons­cien­tes de que la ver­da­de­ra pre­sión social que se ejer­za en la calle ser­vi­rá para con­se­guir los obje­ti­vos. Que se pue­de luchar por la liber­tad pro­vi­sio­nal como paso pre­vio a la abso­lu­ción, pero que no hay que que­dar­se a mitad de camino, por­que de lo con­tra­rio se está acep­tan­do que lo que han hecho está mal, y que pese a no ser el de terro­ris­mo, mere­cen un cas­ti­go. Eso es todo lo que se escon­de detrás pedir uni­ca­men­te la liber­tad pro­vi­sio­nal: decla­rar­los cul­pa­bles y decir alto y cla­ro que cual­quie­ra que se enfren­te a la vio­len­cia poli­cial y a la opre­sión sis­te­má­ti­ca es un vio­len­to y un ván­da­lo, por­que pone en peli­gro la paz, la paz bur­gue­sa, el orden establecido.

Enten­dien­do la repre­sión como un arma de domi­na­ción más que uti­li­zan las cla­ses domi­nan­tes para ase­gu­rar su poder, pien­so que cual­quier rei­vin­di­ca­ción anti­rre­pre­si­va debe de tener en cuen­ta la raíz del pro­ble­ma, y a la vez que rei­vin­di­ca luchar con­tra la repre­sión debe de tener en cuen­ta qué es lo que gene­ra esa repre­sión, los intere­ses de cla­se que se escon­den detrás de esa repre­sión. Si no se liga la lucha anti­rre­pre­si­va con la lucha con­tra el sis­te­ma que ori­gi­na la repre­sión, estas rei­vin­di­ca­cio­nes que­da­rán en un plano refor­mis­ta, poner el par­che sin curar la heri­da. Para que la cla­se obre­ra deje de sufrir esta repre­sión sis­te­má­ti­ca que sufre des­de su naci­mien­to ten­drá que aca­bar con el sis­te­ma que lo opri­me y lo repri­me para man­te­ner esa opre­sión. Antes de aca­bar con una últi­ma con­clu­sión, dar las gra­cias a la gen­te de Ore­re­ta con la que estoy en con­tac­to estos días, en un caso que por las cosas que sean lo estoy siguien­do con mucho interés.

Para fina­li­zar, y sin entrar en el tema de si el sába­do se hizo lo correc­to (las auto­crí­ti­cas me las guar­do para con mis com­pa­ñe­ros y las opi­nio­nes que pue­dan poner en peli­gro mi segu­ri­dad para mí), me gus­ta­ría dejar cla­ro una cosa. Tar­de o tem­prano, y nos o gus­te o no, ten­drá que uti­li­zar­se la vio­len­cia para cam­biar este sis­te­ma, para aca­bar con el capi­ta­lis­mo e ins­tau­rar un modo de pro­duc­ción don­de la pose­sión de los medios de pro­duc­ción sea social y no exis­ta la explo­ta­ción, el socia­lis­mo. Y cuan­do hablo de vio­len­cia no hablo ni de que­mar caje­ros ni cru­zar con­te­ne­do­res. Como he men­cio­na­do ante­rior­men­te, den­tro del capi­ta­lis­mo la bur­gue­sía, a tra­vés del esta­do, defen­de­rá sus intere­ses y con este evi­ta­rá tener que per­der sus pri­vi­le­gios por el camino pací­fi­co. No es el camino que nos gus­ta­ría, es el camino que nos impo­nen. Tal y como la bur­gue­sía en su momen­to derro­có al feu­da­lis­mo median­te la vio­len­cia, lo mis­mo suce­de­rá tar­de o tem­prano, pero dia­lec­ti­ca­men­te y por lo tan­to con dife­ren­tes acto­res: el pro­le­ta­ria­do aca­ba­rá con el poder de la bur­gue­sía median­te la violencia.

¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!
¡VIVA LA LUCHA DE LA JUVENTUD COMBATIVA!
¡ABSOLUCIÓN PARA LOS 4 DE ORERETA!

Eneko Goi­koetxea

21 de mar­zo de 2017

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