Resumen Latinoamericano, 21 de octubre de 2020.
Por quinto año consecutivo, el Centro de Derechos de Mujeres (CDM), el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERC-sj) y Fundación San Alonso Rodríguez (FSAR) con el apoyo de Diakonia otorgan el Premio Nacional “Carlos Escaleras”, un reconocimiento para personas y organizaciones que generosamente, y comprometidas con el país, realizan la labor de defensoría de derechos humanos y los bienes naturales en Honduras.
La quinta edición del premio se entrega a los defensores Porfirio Sorto Cedillo, José Avelino Cedillo, Orbin Naún Hernández, Kevin Alejandro Romero, Arnold Javier Alemán, Ever Alexander Cedillo, Daniel Márquez y Jeremías Martínez Díaz,privados de libertad desde hace 14 meses por defender los ríos Guapinol, San Pedro y el Parque Nacional Carlos Escaleras; lucha que les ha acarreado persecución política, hostigamiento y criminalización por el Estado de Honduras. A tal punto que 5 defensores más, están bajo amenaza de ir a prisión porque la Corte de Apelaciones de Francisco Morazán, les revocó el sobreseimiento definitivo que un juez con jurisdicción nacional les había dictado en marzo de 2019.
“A 23 años del asesinato de Carlos Escaleras, el territorio y los bienes naturales que él defendió están amenazados y violentados por las empresas extractivas que operan en la misma zona con la complicidad del Estado, y los defensores presos son herederos de ese legado y compromiso”, expresó Adilia Castro, del equipo organizador del premio.
El premio fue recibido por sus familiares, en su mayoría madres, esposas e hijas; mujeres que han estado de frente contra la minera durante más de tres años, y quienes han sido las más afectadas “porque la empresa sabe dar donde más duele”, dijo Juana Zúñiga, compañera de vida de José Abelino Cedillo, con quien tiene tres niñas que aún son menores de edad.
A Juana le toca cargar con la responsabilidad económica de sus hijas y sobrellevar el trauma psicológico que la violencia les ha generado. “Mi hija de 7 años cuando ve una patrulla de militares se esconde y llora, porque piensa que ahora vienen por mí para llevarme presa”, contó.
“El premio más grande que podemos recibir es la libertad de ellos”, expresó Juana al momento de recibir el reconocimiento de manos de Douglas Escaleras, hijo del ambientalista que cada año junto a su madre acompañan las actividades en conmemoración a la memoria de su padre.
Entre lágrimas doña Rosa Cruz, madre de Ewer Alexander Cedillo, mostró su agradecimiento a las organizaciones por no dejarlas solas, por acompañar el sufrimiento de los defensores presos ante la injusticia que padecen. Ella está contenta porque se reconoce el sacrificio de su hijo y demás compañeros, pero al mismo tiempo le indigna ver que mientras en otros países los reconocen como defensores ambientales, en Honduras los tratan como delincuentes.
Aunque sus familiares recibieron el reconocimiento, los defensores no lo saben aún. La crisis por la pandemia Covid-19 ha prohibido las visitas en los centros penales a nivel nacional. Hace 7 meses no se les ve, ni se les escucha. La única información que las familias conocen es la que han publicado organismos como el Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, CONAPREV.
O la más reciente que publicó la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras, que a través de un video ellos cuentan porque decidieron unirse a la lucha por defender los ríos y la montaña, además, alientan a la población a no rendirse ni dejarse tentar por el poder económico de la empresa.
Gabriela Sorto, quien junto a su madre recibió el reconocimiento a nombre de su padre Porfirio, relata que la concesión minera está provocando un daño severo en su familia. “Aunque somos mujeres fuertes me toca esconderme de los demás para llorar y sé que mi mamá también lo hace. Nos duele ver a mi papá preso porque él es un hombre bueno y es injusto que por esta empresa esté preso”, dijo.
A Gabriela, una joven de apenas 25 años, le toca cargar con el sufrimiento de su familia por su padre preso, además, todos los días carga con la dolorosa imagen de ver frente a su casa la construcción de la fábrica donde se procesará el óxido de hierro que extraerá la empresa de la montaña Carlos Escaleras. Para ella, esa imagen y el hecho que se les reconozca como defensores, es el motivo para seguir exigiendo la cancelación de esa concesión minera en favor del empresario Lenir Pérez.
En años anteriores el premio Carlos Escaleras se entregó a: Miriam Miranda coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras, OFRANEH, Consuelo Soto, lideresa indígena tolupán, Ubaldina Santos, lideresa e integrante del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia en el departamento de Atlántida y al Comité Municipal en Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa.
Este año 2020, la entrega se realizó en el Centro Cultural Guadalupe Carney de Tocoa, donde llegaron los familiares y representantes de las comunidades bajo medidas de bioseguridad por la pandemia.
En el marco de la entrega del premio, las familias y comunidades de Tocoa también celebran que el Parlamento Europeo haya seleccionado como finalistas del Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, a los defensores del río Guapinol junto al legado de Berta Cáceres, reconocimiento las luchas por el agua, el territorio y por la vida, además, demostrando que la institucionalidad hondureña ha sido diseñada para conspirar contra la dignidad del pueblo.
El Premio Nacional Carlos Escaleras y estar como finalistas del Premio Sájarov, suponen el reconocimiento de las organizaciones nacionales e internacionales de la labor que realizan los defensores del río Guapinol y San Pedro, quienes se oponen a una concesión minera ilegal que ya ha causado daños irreversibles al ambiente y las familias de las comunidades aledañas a la minera.
Fuente: Radio Progreso