Los psicópatas de la banda terrorista OTAN, de la que el régimen español forma parte, asesinó el domingo pasado a otros tres niños afganos en un bombardeo en el distrito de Nawa, provincia Helmand. Así lo hicieron saber las autoridades afganas. La OTAN, por su parte, ha asegurado que el objetivo era un grupo Taliban.
Tras las últimas masacres, cometidas por la organización terrorista occidental, sus responsables no prometen ya investigaciones que, por otra parte, nunca se llevan a cabo, ni mencionan a las víctimas civiles que en la mayoría de los casos acaban siendo principal blanco de los asesinos.
Y mientas al ignorante pueblo español le importa poco lo que hacen sus mercenarios fuera del país, la resistencia afgana, así como otros movimientos musulmanes prometen venganza, incluso en los territorios de los países ocupantes.
El régimen del sátrapa Juan Carlos I mantiene en Afganistán a cerca de 1.500 mercenarios, apoyando la criminal invasión del país asiático y las sangrientas operaciones de la OTAN.