El próximo sábado día 20 de Diciembre, se cumplirá el 41. aniversario de la muerte en atentado del almirante Luis Carrero Blanco, jerarca del régimen fascista instaurado el 18 de Julio de 1936 por el golpe militar encabezado por los generales Emilio Mola, Francisco Franco, José Sanjurjo y otros contra el Gobierno legítimo de la II República.
La acción armada realizada por un comando de la organización independentista y socialista vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA) acabará ese día con el que era considerado el «delfin» de Franco y la pieza clave para la continuidad del régimen franquista, tras la previsible desaparición física del dictador que ya se vislumbraba cercana.
Como en cada aniversario de este hecho ‑considerado no adecuado para rememorar ni celebrar por la interpretación «politicamente correcta» ni por el «alzheimer histórico» decretados desde el Poder- tambien en torno a este 20 de Diciembre volveremos a leer y oir las teorias conspirativas sobre la KGB, la CIA, el Mossad y otros como «verdaderos autores» de la acción armada contra el presidente del gobierno franquista. El objetivo real de esta insistencia es intentar hacer ver que las clases populares y la resistencia antifascista que estas desarrollaron contra el reǵimen franquista eran «incapaces» por sí mísmas de golpear con esa contundencia al reǵimen dictatorial.
Pero en estos últimos tiempos además un nuevo elemento viene sumándose a las interpretaciones de este hecho de la mano de los adalides de la «teoría conspirativa» y otros: viendo que esa teoria no llegaba a convencer a nadie ahora nos dicen que «fuese como fuese y fuese quien fuese, la muerte de Carrero Blanco no modificó los acontecimientos ni cambió la historia», es decir que «no sirvió para nada» (ABC dixit) o que incluso el propio Carrero aunque «duro» era partidario de una «paulatina evolución» del régimen franquista hacia formas democráticas.
Respecto a las teorías conspiratorias, (Cia, Kissinger, Arias, servicios de información, inteligencia militar, etc) alguien escribió que salen de los cajones de la ficción mucho tiempo después pero que igual que nacen, se alimentan y fenecen ante la razón histórica; que valen como ficción, pero nada más ante la investigación objetiva y contrastada de los hechos.
Respecto al carácter de Carrero esta más que claro por su planteamientos y actitudes que era algo más que un hombre duro del régimen, sino que era un fascista de la vieja guardia ‑y el empleo de este término cobra en él toda su integridad‑, que era un íntimo colaborador de Franco y una de las cabezas pensantes de la represión en todas sus formas que durante toda la dictadura se había venido ejerciendo.
Lo dicho puede ilustrarse con diferentes hechos pero vamos a traer aqui el Informe que en Febrero de 1961, el almirante Carrero Blanco remitió a Franco sobre la renovación de los Acuerdos militares con los Estados Unidos. Ese informe es un reflejo de cómo el régimen se veía a sí mismo y muestra el inmovilismo de sus planteamientos. Podía haber sido escrito en 1939 o en 1973, sin cambiar una coma.
En él el entonces aún Vicepresidente del Gobierno Carrero Blanco alerta del peligro de las tres internacionales ‑socialista, comunista, masónica- acechando al régimen y empeñadas en colarse en el sistema liberal de partidos porque en él “la nación acaba perdiendo de hecho su libertad, en lo económico y en lo político».
Seguía el alegato de Carrero:
“Como no podemos hacer la más mínima concesión en beneficio de quienes nos atacan, porque ello sería entrar en una peligrosa barrena que acabaría dando al traste con nuestra Fe y nuestra independencia, tenemos que estar dispuestos a mantener nuestra unidad dentro de la más cerrada intransigencia (…) Nos ayudarán por cuanto nos necesiten, pero de paso que nos ayudan intentarán dominarnos y esto es lo que no hay que perder de vista. Está bien que nos aprovechemos de la ayuda porque, de momento, el Comunismo es el enemigo más inmediato, pero con gran cuidado de no incurrir en la ingenuidad de peligrosas concesiones”.
Algunos años despues de su muerte medios periodísticos informarían que el día de su muerte, el 20 de Diciembre de 1973, Carrero llevaba en sus bolsillos notas con gran una similitud reflexiva con el contenido de ese informe de 1961, lo que revela lo poco que cambiaron sus ideas en quince años. Y al igual que las suyas, las de buena parte de los jerarcas fascio-franquistas. Decir pues que la desaparición del «delfin» de Franco, del adalid de la continuidad del régimen fascista, no supuso ni cambió nada es una gran mentira.
Del mismo modo y al hilo de este nuevo aniversario de la acción contra Carrero Blanco una vez más tenemos que denunciar como nuevamente y desde la propias instituciones que se reclaman democráticas y desde las que en más de una ocasión se han hecho discursos sobre «el caracter antidemocrático y dictatorial del franquismo» o «el sufrimiento de las victimas del franquismo» se volverán a desconocer de forma pública los derechos a la Verdad, a la Reparación y a la Justicia de dichas victimas al catalogar a Carrero Blanco como «victima del terrorismo» y proponer para fechas próximas la colocación en Madrid de una placa en su memoria y reconociendole como tal. Ante este hecho nuevamente debemos recordar a las instituciones del Estado, a los partidos politicos del signo que sean, a la clase política en su conjunto, que no nos dejaremos utilizar en función de sus lecturas acomodadas en cada momento a su marketing politico, y les recordamos que los responsables politicos, policiales, judiciales… del régimen franquista fueron eso: responsables de un régimen golpista, criminal, dictatorial, levantado y mantenido por la violencia durante más de cuarenta años y son por ello, en uno u otro grado, responsables de los crímenes de ese régimen, algo que el haber muerto como consecuencia de una acción armada de ETA no puede borrar convirtiendoles en merecedores de ningún homenaje.
Es por eso que en este 20 de Diciembre de 2014, cuando se cumplen cuarenta y un años de la desaparición de este militar golpista y jerarca fascista comprometido enteramente en la cosntrucción y perduración del régimen dictatorial surgido del golpe de estado dado el 18 de Julio de 1936 contra el gobierno legítimo de la II República y que sembró todo el territorio de la península de muertos, desaparecidos, encarcelados… entendemos que ese refrán popular que dice que «es de bien nacidos ser agradecidos» sigue teniendo plena vigencia y lo hacemos nuestro a través de la concentración que bajo ese mísmo lema realizaremos en la Plaza del Teatro Arriaga de Bilbao el próximo viernes día 19 de Diciembre a las 19:00 horas.
AHAZTUAK 1936 – 1977