Hay varios barrios en la ciudad turca de Estambul que usan distintas formas de movilizar a su población. Principalmente para resolver los problemas de supervivencia y además para crear las bases de una sociedad socialista.
Hay varios barrios en la ciudad turca de Estambul que usan distintas formas de movilizar a su población. Principalmente para resolver los problemas de supervivencia y además para crear las bases de una sociedad socialista. Entre estos barrios destaca Küçük Armutlu por sus proyectos que combinan la iniciativa popular, la autogestión y la lucha antiimperialista por la soberanía del pueblo.
Uno de los primeros proyectos realizados ha sido el jardín popular. En él, los vecinos del barrio pueden conseguir alimentos de alta calidad a precios muy bajos. Para todas las frutas y verduras se usan semillas autóctonas, sin GMO y sin pesticidas químicos. Según las palabras de la organización de Ingenieros y Arquitectos para el Pueblo que inició el proyecto, los beneficios del jardín popular son múltiples y van mas allá de ofrecer productos más baratos para los necesitados. En primer lugar el pueblo pasa de ser consumidor a ser productor desarrollando solidaridad y trabajo colectivo; se realiza una prevención de la delincuencia y el comportamiento antisocial a través del desarrollo de la unidad y la cooperación y finalmente, usando las semillas autóctonas, se lucha contra los monopolios de semillas reduciendo su mercado y por lo tanto se lleva la lucha antiimperialista y antiimperialista por la soberanía alimentaria…
El proyecto más reciente es el supermercado popular. ¿Cuál es la diferencia entre uno popular y uno común? El supermercado popular vende principalmente productos regionales y locales suministrados directamente por los proveedores sin intermediarios. El pueblo, no sólo puede comprar los productos saludables y de alta calidad por precios más bajos, sino que también puede vender sus propios productos. Se presta mucha atención a las mujeres que pueden poner en venta sus productos caseros.
Es importante poner esos proyectos en el contexto de la política imperialista de Occidente y la relación neocolonial con los países dependientes. Desarrollando ese tipo de iniciativas se reduce la dependencia del pueblo de la oligarquía local y especialmente de las políticas que UE y EEUU imponen destruyendo la industria alimentaria, no sólo de los países de tercer mundo, sino la de los nuevos miembros de la unión.