Sobre la peti­ción de paz del cri­mi­nal de guerra

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A fin de con­ser­var las fuer­zas reac­cio­na­rias de Chi­na y las fuer­zas agre­so­ras de los Ees­ta­dos Uni­dos en Chi­na, Chiang Kai-shek, el cri­mi­nal de gue­rra núme­ro uno de Chi­na y cabe­ci­lla de la pan­di­lla del Kuo­min­tang, hizo públi­ca el día de Año Nue­vo una decla­ra­ción en que pedía la paz. El cri­mi­nal de gue­rra Chiang Kai-shek dice: 

A con­di­ción de que las nego­cia­cio­nes de paz no per­ju­di­quen la inde­pen­den­cia e inte­gri­dad del país sino que ayu­den al pue­blo a reco­brar sus fuer­zas, que la sagra­da Cons­ti­tu­ción no sea vio­la­da por nues­tra acción y el régi­men cons­ti­tu­cio­nal demo­crá­ti­co no sea por ello soca­va­do, que sea garan­ti­za­da la for­ma de gobierno de la Repú­bli­ca de Chi­na y no se inte­rrum­pa el orden legal de esta Repú­bli­ca, que las fuer­zas arma­das sean con­ser­va­das en for­ma efec­ti­va y que el pue­blo pue­da con­ti­nuar su libre modo de vida y man­te­ner su míni­mo nivel de vida actual, yo, por mi par­te, no ten­go nin­gu­na otra deman­da que formular. […]

Con tal que pue­da lograr­se la paz, no me impor­ta­rá en abso­lu­to per­ma­ne­cer en mi pues­to o reti­rar­me, sino que me some­te­ré ente­ra­men­te a la volun­tad común del pueblo. 

No se debe con­si­de­rar ridícu­lo que un cri­mi­nal de gue­rra pida la paz, ni con­si­de­rar real­men­te repug­nan­te tal decla­ra­ción. Hay que com­pren­der que el hecho de que el cri­mi­nal de gue­rra núme­ro uno y cabe­ci­lla de la pan­di­lla del Kuo­min­tang haya pedi­do per­so­nal­men­te la paz y haya hecho seme­jan­te decla­ra­ción, repor­ta evi­den­te­men­te algún pro­ve­cho para el pue­blo chino, ya que le per­mi­te cono­cer las intri­gas de la pan­di­lla del Kuo­min­tang y del impe­ria­lis­mo nor­te­ame­ri­cano. El pue­blo chino pue­de dedu­cir de esto que la «paz»; sobre la cual se hace tan­to albo­ro­to, es exac­ta­men­te lo que nece­si­tan con urgen­cia la pan­di­lla de ase­si­nos de Chiang Kai-shek y sus amos norteamericanos.

Chiang Kai-shek ha con­fe­sa­do todo el plan de su pan­di­lla. He aquí los pun­tos esenciales:

  1. «[…] que las nego­cia­cio­nes de paz no per­ju­di­quen la inde­pen­den­cia e inte­gri­dad del país». Esto es de pri­me­ra impor­tan­cia. La «paz», sí, pero una «paz» que per­ju­di­ca­ría la «inde­pen­den­cia e inte­gri­dad» del Esta­do de las cua­tro gran­des fami­lias y de las cla­ses com­pra­do­ra y terra­te­nien­te, ¡mil veces no! La «paz» es abso­lu­ta­men­te inad­mi­si­ble si per­ju­di­ca tra­ta­dos como el Tra­ta­do Chino-Nor­te­ame­ri­cano de Amis­tad, Comer­cio y Nave­ga­ción, el Acuer­do Chino-Nor­te­ame­ri­cano de Trans­por­te Aéreo1 y el Acuer­do Bila­te­ral Chino-Nor­te­ame­ri­cano2, o si per­ju­di­ca los pri­vi­le­gios de que dis­fru­tan los Esta­dos Uni­dos en Chi­na, tales como el esta­cio­na­mien­to de fuer­zas terres­tres, nava­les y aéreas, el esta­ble­ci­mien­to de bases mili­ta­res, la explo­ta­ción de las minas y el mono­po­lio del comer­cio, o si estor­ba la con­ver­sión de Chi­na en una colo­nia de los Esta­dos Uni­dos, en una pala­bra, si per­ju­di­ca a cual­quie­ra de dichas medi­das que pro­te­gen la «inde­pen­den­cia e inte­gri­dad» del Esta­do reac­cio­na­rio de Chiang Kai-shek;
  2. « […] que (ellas) ayu­den al pue­blo a reco­brar sus fuer­zas». Es decir, la «paz» debe ayu­dar a reco­brar sus fuer­zas a los reac­cio­na­rios chi­nos, que han sido derro­ta­dos pero aún no liqui­da­dos, de modo que, una vez reco­bra­das sus fuer­zas, pue­dan reapa­re­cer en esce­na y extin­guir la revo­lu­ción. Esta es exac­ta­men­te la fina­li­dad de la «paz». La gue­rra lle­va ya dos años y medio, «los sir­vien­tes ya no sir­ven más» y los nor­te­ame­ri­ca­nos están eno­ja­dos; con­ven­dría un repo­so para reco­brar las fuer­zas, aun­que sea breve; 
  3. « […] que la sagra­da Cons­ti­tu­ción no sea vio­la­da por nues­tra acción y el régi­men cons­ti­tu­cio­nal demo­crá­ti­co no sea por ello soca­va­do, que sea garan­ti­za­da la for­ma de gobierno de la Repú­bli­ca de Chi­na y no se inte­rrum­pa el orden legal de esta Repú­bli­ca». Es decir, que sea garan­ti­za­da la posi­ción domi­nan­te de las cla­ses reac­cio­na­rias y del gobierno reac­cio­na­rio de Chi­na y que «no se inte­rrum­pa el orden legal» de estas cla­ses y de este gobierno. De nin­gu­na mane­ra se debe «inte­rrum­pir» este «orden legal», por­que sería muy peli­gro­so «inte­rrum­pir­lo», sig­ni­fi­ca­ría la liqui­da­ción total de las cla­ses com­pra­do­ra y terra­te­nien­te, la rui­na de la pan­di­lla del Kuo­min­tang y el arres­to y cas­ti­go de todos los cri­mi­na­les de gue­rra, gran­des, medios y pequeños; 
  4. « […] que las fuer­zas arma­das sean con­ser­va­das en for­ma efec­ti­va». Las fuer­zas arma­das son la pro­pia vida de las cla­ses com­pra­do­ra y terra­te­nien­te; aun­que varios millo­nes de sus hom­bres han sido pues­tos fue­ra de com­ba­te por el mal­di­to Ejér­ci­to Popu­lar de Libe­ra­ción, que­dan toda­vía un millón y varios cien­tos de miles de sol­da­dos, que deben ser «con­ser­va­dos», y «en for­ma efec­ti­va». Si fue­ran «con­ser­va­dos», pero no «en for­ma efec­ti­va», las cla­ses com­pra­do­ra y terra­te­nien­te per­de­rían su capi­tal y, con todo, «se inte­rrum­pi­ría» su «orden legal», se arrui­na­ría la pan­di­lla del Kuo­min­tang y serían arres­ta­dos y cas­ti­ga­dos todos los cri­mi­na­les de gue­rra, gran­des, medios y peque­ños. Así como la vida de Chia Pao-yu, del Jar­dín del Gran Pano­ra­ma, depen­día de un tro­zo de jade que lle­va­ba al cue­llo3, la vida del Kuo­min­tang depen­de de su ejér­ci­to; pues bien, ¿cómo osar decir que su ejér­ci­to no debe ser «con­ser­va­do», o que debe ser «con­ser­va­do», pero no “en for­ma efectiva»?; 
  5. « […] que el pue­blo pue­da con­ti­nuar su libre modo de vida y man­te­ner su míni­mo nivel de vida actual». Es decir, las cla­ses com­pra­do­ra y terra­te­nien­te de Chi­na deben con­ser­var su liber­tad de opri­mir y explo­tar a todo el pue­blo y man­te­ner el pre­sen­te nivel de su vida seño­rial, lujo­sa, diso­lu­ta y ocio­sa, mien­tras que el pue­blo tra­ba­ja­dor de Chi­na debe con­ser­var su liber­tad de ser opri­mi­do y explo­ta­do y man­te­ner su actual nivel de vida, vida de ham­bre y frío. He aquí el obje­ti­vo final que per­si­guen los cri­mi­na­les de gue­rra al pedir la paz. ¿Para qué sir­ve la paz si los cri­mi­na­les de gue­rra y las cla­ses a que per­te­ne­cen no pue­den man­te­ner su liber­tad de opri­mir y explo­tar al pue­blo ni el nivel de su vida seño­rial, lujo­sa, diso­lu­ta y ocio­sa? Para man­te­ner todo esto, es nece­sa­rio, des­de lue­go, que los obre­ros; cam­pe­si­nos, inte­lec­tua­les, emplea­dos públi­cos y pro­fe­so­res man­ten­gan su actual «libre modo de vida y míni­mo nivel de vida», vida de ham­bre y frío. Una vez plan­tea­da esta con­di­ción por nues­tro ama­ble Pre­si­den­te Chiang, las dece­nas de millo­nes de obre­ros, arte­sa­nos y pro­fe­sio­na­les, los cen­te­na­res de millo­nes de cam­pe­si­nos y los millo­nes de inte­lec­tua­les, emplea­dos públi­cos y pro­fe­so­res no pue­den más que aplau­dir al uní­sono, pos­trar­se y gri­tar: «¡Viva el Pre­si­den­te!» Si el Par­ti­do Comu­nis­ta per­sis­te en rehu­sar la paz e impi­de que se man­ten­ga tan mara­vi­llo­so modo de vida y nivel de vida, mere­ce­rá mil veces la muer­te, y «el Par­ti­do Comu­nis­ta será res­pon­sa­ble de todas las consecuencias». 

Al decir todo esto, aún no hemos enu­me­ra­do la tota­li­dad de las per­las con­te­ni­das en la decla­ra­ción del 1 de enero, en la cual el cri­mi­nal de gue­rra hace peti­ción de paz. He aquí otra per­la: la «bata­lla deci­si­va en el sec­tor de Nan­kín-Shanghai» de que habla Chiang Kai-shek en su men­sa­je de Año Nue­vo. ¿Dón­de está la fuer­za para tal «bata­lla deci­si­va»? Chiang Kai-shek dice: «Hay que com­pren­der que la fuer­za del Gobierno en los cam­pos mili­tar, polí­ti­co, eco­nó­mi­co y en cual­quier otro es hoy varias veces, o has­ta dece­nas de veces, mayor que la del Par­ti­do Comu­nis­ta». ¡Ay, ay! ¿Cómo no se va a morir de mie­do la gen­te ante tama­ña fuer­za? Pres­cin­da­mos de la fuer­za polí­ti­ca y eco­nó­mi­ca para con­si­de­rar tan sólo la «fuer­za mili­tar»: como el Ejér­ci­to Popu­lar de Libe­ra­ción tie­ne aho­ra más de tres millo­nes de hom­bres, una fuer­za dos veces «mayor» sig­ni­fi­ca más de seis millo­nes, y diez veces «mayor», más de trein­ta millo­nes. ¿Y cuán­to sig­ni­fi­ca­ría una fuer­za «dece­nas de veces» mayor? Bien; diga­mos vein­te veces, lo que supo­ne más de sesen­ta millo­nes de hom­bres; no es de extra­ñar que el Pre­si­den­te Chiang diga que tie­ne «segu­ri­dad de ganar la bata­lla deci­si­va». ¿Por qué enton­ces pide la paz? Sin duda no por­que ya no pue­da com­ba­tir. Abru­ma­do bajo el peso de más de sesen­ta millo­nes de hom­bres, ¿qué Par­ti­do Comu­nis­ta o qué otro par­ti­do en el mun­do podría tener la suer­te de sobre­vi­vir? Des­de lue­go que todos serían redu­ci­dos a pol­vo. Cla­ro está que cuan­do el Pre­si­den­te Chiang pide la paz, sin duda no lo hace sino por «pedir la sal­va­ción de la vida del pueblo».

Pero, ¿mar­cha todo bien, sin nin­gún tro­pie­zo? Se dice que lo hay. ¿Cuál es el tro­pie­zo? El Pre­si­den­te Chiang dice:

Lo que es lamen­ta­ble es que haya en nues­tro gobierno gen­tes que se han deja­do influen­ciar por la mali­cio­sa pro­pa­gan­da del Par­ti­do Comu­nis­ta y, en con­se­cuen­cia, se encuen­tran en un esta­do de áni­mo vaci­lan­te, que las ha hecho casi per­der la con­fian­za en sí mis­mas. Ame­na­za­das moral­men­te por los comu­nis­tas, ven sólo la fuer­za del enemi­go y no se dan cuen­ta de que noso­tros dis­po­ne­mos de una fuer­za enor­me, dece­nas de veces mayor que la del adversario.

Bien, cada año trae su cose­cha de nove­da­des, pero las de este año son muy sin­gu­la­res. ¿No es aca­so una nove­dad extra­or­di­na­ria que los kuo­min­ta­nis­tas, que dis­po­nen de más de sesen­ta millo­nes de ofi­cia­les y sol­da­dos, vean tan sólo al Ejér­ci­to Popu­lar de Libe­ra­ción con los tres millo­nes y tan­to de hom­bres, y no a su pro­pio ejér­ci­to de más de sesen­ta millones?

Cabe pre­gun­tar: ¿Hay aún mer­ca­do para tales nove­da­des? ¿Mere­cen éstas la menor aten­ción? De acuer­do con una infor­ma­ción reci­bi­da de la ciu­dad de Pei­ping, «el día de Año Nue­vo los pre­cios baja­ron lige­ra­men­te en la maña­na, pero fue­ron res­ta­ble­ci­dos en la tar­de». Y una agen­cia noti­cio­sa extran­je­ra infor­ma: «Es fría la reac­ción de Shanghai al men­sa­je de Año Nue­vo de Chiang Kai-shek». Esto res­pon­de a la pre­gun­ta de si hay mer­ca­do para el cri­mi­nal de gue­rra Chiang Kai-shek. Como diji­mos hace mucho, Chiang Kai-shek ha per­di­do su alma, no es más que un cadá­ver, y ya nadie le cree.

Mao Zedong

5 de enero de 1949

  1. El «Acuer­do Chino-Nor­te­ame­ri­cano de Trans­por­te Aéreo» fue fir­ma­do el 20 de diciem­bre de 1946 entre el gobierno de Chiang Kai-shek y el impe­ria­lis­mo nor­te­ame­ri­cano. Por este Acuer­do Chiang Kai-shek ven­dió en blo­que la sobe­ra­nía de Chi­na sobre su espa­cio aéreo. Con arre­glo a las esti­pu­la­cio­nes de dicho Acuer­do, los avio­nes nor­te­ame­ri­ca­nos podían volar sobre todo el terri­to­rio chino y car­gar, des­car­gar o trans­bor­dar en cual­quier par­te del mis­mo, y los Esta­dos Uni­dos obtu­vie­ron com­ple­to con­trol del trans­por­te aéreo de Chi­na. La avia­ción nor­te­ame­ri­ca­na goza­ba tam­bién en terri­to­rio chino del «dere­cho de ate­rri­za­je no comer­cial», esto es, del dere­cho de ate­rri­za­je militar.
  2. El «Acuer­do Bila­te­ral Chino-Nor­te­ame­ri­cano», o sea, el lla­ma­do «Acuer­do Chino-Nor­te­ame­ri­cano de Ayu­da Eco­nó­mi­ca», fue fir­ma­do en Nan­kín el 3 de julio de 1948 por los repre­sen­tan­tes del gobierno de Chiang Kai-shek y del impe­ria­lis­mo nor­te­ame­ri­cano. Esti­pu­la­ba que este últi­mo ten­dría el dere­cho supre­mo de super­vi­sar y deci­dir los asun­tos finan­cie­ros y eco­nó­mi­cos del gobierno de Chiang Kai-shek, que el per­so­nal nor­te­ame­ri­cano que ejer­cía con­trol direc­to en Chi­na goza­ría de los «dere­chos extra­te­rri­to­ria­les», y que el impe­ria­lis­mo nor­te­ame­ri­cano podría obte­ner de Chi­na todo recur­so estra­té­gi­co que nece­si­ta­ra y el gobierno de Chiang Kai-shek debía pro­por­cio­nar­le regu­lar­men­te infor­mes rela­ti­vos a tales recur­sos. En este Acuer­do, el gobierno de Chiang Kai-shek tam­bién garan­ti­za­ba a los Esta­dos Uni­dos la prác­ti­ca del dum­ping en China.
  3. Chia Pao-yu es un per­so­na­je de El Sue­ño del Pabe­llón Rojo, nove­la chi­na del siglo XVIII, y el Jar­dín del Gran Pano­ra­ma es el jar­dín de su fami­lia. Se dice que Chia Pao-yu nació con un peda­zo de jade en la boca. Este jade repre­sen­ta su vida, y Chia Pao-yu tie­ne que lle­var­lo cons­tan­te­men­te al cue­llo: No pue­de sepa­rar­se de él ni un minu­to. Si lo pier­de, «per­de­rá su alma».

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