Con el compromiso de publicar, textos que ayuden a la formacion marxista, incluimos hoy, este texto indispensable de Justo de la Cueva
Texto que fue presentado en Galiza, en el marco de las jornadas independentistas galegas
Indice
1.El contexto de este texto
2.El esplendor de la alternativa comunista es HOY. Porque Marx tenía razón.
2.1. MARX tenía razón. Cada vez más número de pobres más pobres.
2.2. MARX tenía razón. Cada vez menos ricos más ricos.
3. La crisis de la alternativa comunista. El fracaso de cuatro “socialismos”
3.1. ¿Qué socialismo ha fracasado?
3.2. ¿Qué le ha hecho fracasar a ese socialismo?
4. El marxismo no ha fracasado ni podido hacerlo porque aún no ha terminado de ser conocido en su totalidad material y teórica.
5. La reconstrucción de la alternativa comunista y la actual oleada de luchas.
5.1. La defensa de lo social.
5.2. La reorganización obrera.
5.3. Hacia otro proyecto europeo.
5.4. La lucha por la identidad
5.5. Por una comunicación critica.
5.6. Hacia el trabajo creativo.
6. El socialismo hacia el comunismo que los comunistas vascos propugnamos
7. Todo corre mucha prisa. La pavorosa crisis ecológica mundial y el agotamiento del Modo de producción capitalista
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1.El necesario contexto de este texto
Considero imprescindible comenzar aclarando que este texto es el resultado de la solución afirmativa de una grave duda. La duda de si aceptar o no el encargo de elaborarlo para las IV JORNADAS INDEPENDENTISTAS GALEGAS Comunismo ou Caos formulado por unos queridos compañeros, los camaradas de Primeira Linha. Aceptar era una tentación fortísima para quien como yo es miembro de la REDE BASCA VERMELHA que desde hace 28 meses mantiene en Internet una web en inglés, español, euskara, catalán y también galego-portuguès (BASQUE RED NET /RED VASCA ROJA/EUSKAL SARE GORRIA/XARXA BASCA ROJA/REDE BASCA VERMELHA http://www.basque-red.net), REDE que se autodefine diciendo que “A REDE BASCA VERMELHA integra persoas que som comunistas bascas independentistas, feministas e ecologistas radicais, interessadas na informaçom e a comunicaçom. A maioria som bascas de nascimento, mas também as há bascas por adscriçom ou por solidariedade internacionalista”, REDE que desde el principio tituló Comunismo ou caos. O capitalismo mata una de las secciones básicas de la web. Y tentación fortísima para quien como yo ha titulado Comunismo ou caos: a depauperaçom absoluta da juventude basca el primero de sus libros que no ha sido editado en papel sino en Internet
(http://www.basque-red.net/cas/libro27portada.htm)
Pero aceptar era también, por la importancia, amplitudy densidad del tema, asumir un compromiso excesivo para los límites de mi capacidad teórico-práctica. Si finalmente decidí asumir ese compromiso fue recordando una luminosa afirmación del Manifiesto comunista. Marx y Engels escribieron allí que:
“Las tesis teóricas de los comunistas no se basan en modo alguno en ideas y principios inventados o descubiertos por tal o cual reformador del mundo.
No son sino la expresión de conjunto de las condiciones reales de una lucha de clases existente, de un movimiento histórico que se está desarrollando ante nuestros ojos”
Esas lúcidas frases me animaron a asumir este compromiso con un específico enfoque. El de tratar de resumir en el texto “el movimiento histórico que se está desarrollando ante nuestros ojos” desde la fecha del Manifiesto (1848) hasta este año final del siglo XX en que vivimos. Y hacerlo además con la óptica y la perspectiva de un militante comunista inmerso en una muy concreta lucha de clases vivida en el seno de una formación social concreta: Euskal Herria. En la web de la REDE BASCA VERMELHA se puede leer un texto mío de 44 páginas publicado en 1988 y titulado «Problema español»/«problema vasco». La economía-mundo según Wallerstein y los últimos 150 años de lucha de clases en Euskal HerriaSur “
(http://www.basque-red.net/cas/euskal/escision/escision.htm)
Las vascas y los vascos (autóctonos o inmigrantes integrados como es mi caso) somos un pequeño pueblo de alrededor de tres millones de personas en poco menos de veintiún mil (20.644) kilómetros cuadrados. Somos menos del uno por ciento de la población de la Unión Europea pero son vascas o vascos el cincuenta por ciento de los prisioneros políticos en ella. Porque en el último tercio del siglo XX, como en otros períodos anteriores,la lucha de clases en Euskal Herria tiene la forma y los contenidos de lucha de liberación nacional. La crucial y permanente lucha interna y estructurante entre el Capital y el Trabajo adquiere en algunos casos, al emerger al exterior, las formas y los contenidos de lucha de liberación nacional. Ese es el caso de Euskal Herria.
La organización de vanguardia del Movimiento de Liberación Nacional Vasco es una que comienza siempre sus comunicados autoidentificándose como Euskadi Ta Askatasuna, Organización Socialista Revolucionaria Vasca para la Liberación Nacional. Es una organización comunista. Fundada en los años cincuenta por un grupo de jóvenes de la pequeña burguesía vasca, el propio proceso histórico de su lucha y de la lucha del pueblo vasco le empujó a identificarse durante los años sesenta con el socialismo y en los primeros setenta con el comunismo. En efecto en su VI Asamblea de agosto de 1973 en Hazparne aprobó ‑a la vez que la definición E.T.A. es una organización SOCIALISTA REVOLUCIONARIA VASCA DE LIBERACION NACIONAL-, un documento titulado «POR QUE ESTAMOS POR UN ESTADO SOCIALISTA VASCO», en el que se empieza diciendo:
«Nuestro objetivo fundamental es la creación de un Estado Socialista Vasco dirigido por la clase trabajadora de Euskadi como instrumento para alcanzar una sociedad vasca sin clases, una Euskadi auténticamente comunista; como instrumento ‑en suma- para nuestra total e íntegra liberación como trabajadores vascos.
En el plano social, nuestra lucha liberadora se desarrolla y viene enmarcada desde una perspectiva revolucionaria de clase, desde la perspectiva más consciente y auténticamente revolucionaria: la comunista»
y se añade en otros pasajes del mismo que:
«nuestra realización total e integral como trabajadores vascos sólo será posible cuando se nos devuelvan íntegramente los mecanismos de apropiación lógico-simbólicos que se nos ha arrebatado, cuando contrarrestemos los efectos de la opresión recuperando totalmente la manera de ver e interpretar la realidad vasca (euskaldun), desde una óptica indudablemente comunista.»
o que:
«Como revolucionarios comunistas que somos, luchamos contra toda opresión: luchamos pues contra la opresión nacional. Y, por ello mismo, estamos por la Independencia de Euskadi, por un Estado Socialista Vasco»(1)
Es imprescindible que ahora mismo advierta cómo ese texto incurría en un grave error teórico en su mismo título y luego en el texto: el de hablar de «Estado Socialista Vasco» sin matizar la expresión. Porque es claro que no puede existir un llamado «Estado socialista» dentro del socialismo: son conceptos antitéticos el del Estado, por muy en extinción que se encuentre, y el del socialismo plenamente desarrollado y abierto ya al comunismo. El llamado «Estado socialista» es una invención del stalinismo que no se encuentra en los textos de los clásicos marxistas. Aunque el error sea históricamente explicable por la dificultad para el conocimiento de esos clásicos en la época y el Régimen (la dictadura franquista) en que el texto se elaboró.
Pero lo que ahora me importa es subrayar que ese documento no ha sido abrogado ni modificado por ninguna Asamblea posterior. Veintiún años después, a comienzos de 1994, el órgano coordinador del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (KAS, Koordinadora Abertzale Sozialista) publica un importante documento titulado Nuestro presente, nuestro futuro en el que se mantiene explícita y nítidamente la reivindicación del comunismo. En el capítulo 5 se dice que:
“5. NUESTRO FUTURO.
Euskal Herria y en concreto Hegoalde ha sufrido al igual que otros pueblos las consecuencias profundas y duraderas de los cambios capitalistas, de las sucesivas fases históricas de acumulación. Nuestro futuro, como nuestro pasado y presente, se mueve dentro de los cauces objetivos descritos. Cometeríamos un error de imperdonables consecuencias prácticas para la sobrevivencia de Euskal Herria si menospreciásemos u olvidásemos los contextos definitorios de la evolución mundial. No podemos analizar siquiera someramente las diferentes vías de futuro que se presentan a nuestro pueblo despreciando los problemas objetivos a nivel planetario.
Nosotras y nosotros, abertzales y revolucionarias, no analizamos los problemas del Pueblo Trabajador Vasco al margen de la situación angustiosa de la humanidad. Nos ubicamos dentro en lo práctico y en lo teórico.
* En lo práctico porque constatamos que la lógica infernal del Capital, su irracionalismo ciego y destructor está aniquilando al planeta en su conjunto. Nuestra práctica está inmersa, esencialmente inmersa en la lucha mundial de la humanidad contra el Capital. El hundimiento estrepitoso del mal llamado «socialismo real» ha dejado al desnudo al capitalismo real, al auténtico capitalismo que está conduciendo a la humanidad al desastre. Hace ocho décadas Rosa Luxemburg, profundizando las tesis de F. Engels y K. Marx, diagnosticó certeramente que la humanidad se había enfrentado ya al dilema de socialismo o barbarie. Hoy, en el umbral del s. XXI, el dilema se ha agudizado en extremo y NOS ENCONTRAMOS ABOCADOS A ESCOGER ENTRE COMUNISMO O CAOS.”
Y los párrafos que cierran y concluyen el documento enfatizan y desarrollan esa reivindicación. Dicen así:
“Es fútil especulación precisar cómo y por qué será nuestro futuro Estado. Sabemos lo que no queremos y no seremos. Sabemos algo, lo suficiente y necesario por ahora, de lo que sí tenemos que ser. Ninguna burguesía, ningún Estado capitalista puede darnos lecciones y mucho menos los peleles regionalistas que han fracasado en todo menos en vivir en la humillación. La independencia vasca es necesaria porque es posible. No es un sueño irrealizable. Lo que es manifiestamente imposible es salvar Euskal Herria dentro de «España» y «Francia». No reivindicamos lo imposible. Hacerlo es fraseología que oculta la cruda realidad y las medidas necesarias.
Nuestro modelo de construcción nacional es realizable. Lo verdaderamente imaginativo y creativo no es pedir lo imposible sino construir lo que es necesario.
Pero la independencia sí sería imposible si no fuera independencia efectiva de las/los oprimidas/os, si no se independiza del imperialismo, de las invisibles pero irrompibles cadenas del sojuzgamiento económico. La independencia no existe cuando hay que besar la mano de quien te da de comer a cambio de humillarte ante él. Eso es esclavitud encubierta que más temprano que tarde se vuelve como vulgar neocolonialismo.
Del mismo modo en que la independencia no es una utopía sino una necesidad, tampoco el socialismo es una utopía, también es una necesidad. No estamos hablando de ni defendemos a ciegas a los regímenes supuestamente socialistas que han fracasado. El socialismo que Euskal Herria necesita y que construirá debe nacer de sus propias entrañas, de su sangre y su alegría, de su sufrimiento y sus conquistas, de sus fuerzas conscientes y de su placer. Solamente los dictadores falsarios, con mentalidad jesuítica y triple moralidad impúdica, pueden mentir sobre el modelo de socialismo que Euskal Herria necesita y construirá en su momento. El socialismo es una necesidad porque el capitalismo es la muerte. Así de sencillo. Más fracaso que el socialismo está siendo el capitalismo.
Pero el socialismo no es el fin sino la entrada en la historia verdadera. El socialismo, del cual sólo tenemos fugaces y fulgurantes atisbos multicolores, es sólo el comienzo de algo difícilmente imaginable con rigor científico y prospectivo. El comunismo es un viejo y permanente sueño de la humanidad oprimida que, contra todos los poderes habidos y por haber, ha logrado infiltrarse de manera camuflada y parcial en las viejas utopías, en las religiones primitivas, en los textos sagrados que narran reinos de justicia y abundancia, de ausencia de dolor, trabajo y sufrimiento. El comunismo nació con nuestra especie y con su explotación se refugió en la clandestinidad. Desde allí, desde las tradiciones de los esclavos, parias, siervos, mujeres. pueblos oprimidos, proletarios, minorías marginadas y excluídas, desde el sufrimiento y el dolor, quiso una y otra vez tomar el cielo por asalto aún sabiendo que le esperaban la derrota y la tortura. Quiso vengar a la humanidad ajusticiando a dioses, reyes. militares y empresarios. Sigue en el intento.
Nosotros no renunciamos, no podemos hacerlo, a esa larga y gloriosa continuidad de luchas heroicas. Nos identificamos en ellas como otras se identifican en nosotros. Donde haya una oprimida y oprimido, allí estaremos; y donde nosotros estemos estarán las oprimidas y oprimidos del mundo entero.» (2)
Las negritas el texto son mías como lo es el énfasis al leerlas. Nótese que ahí está nítida y explícita la afirmación del comunismo como meta y como finalidad, como aspiración y como inspiración de una lucha prolongada que dura ya miles y miles de años. Ahí está desarrollada con implacable lógica y férrea determinación la tesis central que enuncia que, sencillamente, carece de sentido hablar de socialismo si al hacerlo no se avisa al oyente del principio estratégico de que el socialismo es sólo la fase consciente y transitoria que prepara el desarrollo del comunismo.
Ahí está también el tan imprescindible recordatorio de la más fundamental enseñanza de la Historia: la de que EL COMUNISMO NACIO CON NUESTRA ESPECIE Y CON SU EXPLOTACION SE REFUGIO EN LA CLANDESTINIDAD. Frente a quienes todos los días proclaman a los cuatro vientos como si fuera una verdad evidente la falsedad de que el capitalismo es la forma NATURAL de vivir y organizarse socialmente, ocultando que tiene sólo escasos quinientos años de existencia es preciso recordar que la que es cierta es la experiencia global, referida a la globalidad de las formas de actuar, del comunismo primitivo vivido durante tres o cuatro millones de años por las especies predecesoras de la del Homo sapiens sapiens a la que pertenecemos. Con la añadidura de que incluso la mayoría de la duración alcanzada por nuestra especie también la ha vivido en comunismo primitivo. Que sólo empieza a quebrarse cuando comienzan la división del trabajo y la aparición de excedentes. Quiebra que implica una lenta y larga evolución de la sociedad sin clases a la sociedad de clases. Larga y lenta evolución en la que los modos de producción comunitarios coexisten en el tiempo con los primeros cultivos de cereales y con la primera ganadería, haciéndolo también con las emergentes sociedades de clases y el emergente modo de producción tributario.
Nótese, pues, cuanta razón no tiene el documento de KAS cuando nos recuerda que «El comunismo nació con nuestra especie y con su explotación se refugió en la clandestinidad». Y como son sólo un puñado de milenios de la vida de la humanidad los que ésta gime en la explotación, padeciendo la división en clases y sólo un puñado de siglos los vividos bajo la renovada e intensificada explotación del capitalismo, frente a millones de años de comunismo primitivo vivido por nuestra especie y sus antecesoras, no es de extrañar que suceda lo que dice el documento de KAS. Que «el comunismo es un viejo y permanente sueño de la humanidad oprimida».
Esta introducción se está haciendo bastante larga pero estimo que no es ociosa. Porque advierte a quien la sigue desde qué concreta formación social y en qué concreta lucha de clases estoy construyendo este texto y porque al hacerlo he avanzado ya las líneas generales de la aportación teórico-práctica que creo que nuestra concreta experiencia de lucha puede hacer en estas Jornadas.
Dos últimas advertencias previas: voy a hacer en este texto críticas muy duras de algunos partidos y organizaciones comunistas Lo haré porque creo la receta para acabar con la explotación es luchar y, antes de luchar y para empujarse a luchar y mientras se lucha, hay que actuar sobre el presente haciendo la crítica radical, implacable, de todo lo que existe. La receta nos la escribió, como un programa vital formulado en plena juventud, lúcido y genial, un compañero que fue una figura excepcional, monumental, inolvidable y decisiva de la historia intelectual y política mundial: Karl Marx. Contando sólo veinticinco años y cuatro meses de edad, en septiembre de 1843, en la misma carta en que le comunicaba a Arnold Ruge que «a final de mes, estaré en París, porque el aire que respiramos en Alemania nos esclaviza y me resulta completamente imposible desarrollar una actividad libre», en la misma carta en la que reafirmaba su confianza en la proyectada revista Anales franco-alemanes diciendo «Estoy convencido de que nuestro proyecto se corresponde a una exigencia real y las exigencias reales tienen que satisfacerse en la realidad», le decía también, precisando el planteamiento revolucionario de la revista:
«nosotros no anticipamos dogmáticamente el mundo, pero a partir de la crítica del viejo pretendemos deducir el nuevo.…Si la construcción del futuro y la invención de una fórmula perennemente actual no es obligación nuestra, tanto más evidente resulta que tenemos que actuar sobre el presente a través de la crítica radical de todo lo existente, radical en el sentido de que la crítica no se asusta ni frente a los resultados logrados ni frente al conflicto con las fuerzas existentes” (3)
Es, ciertamente necesario hacer una crítica radical, implacable, de todo lo existente hecho por el enemigo. Pero es imprescindible hacer una crítica radical, implacable, de todo lo existente hecho por nosotros y por nuestros amigos y camaradas. Sin caer en la imbecilidadde creer que criticar lo que nosotros y nuestros amigos o compañeros de lucha hacemos es dar bazas al enemigo. Al enemigo se le dan bazas cuando se cae en la imbecilidad de creer que unirse a una lucha justa equivale a entrar en un cabalístico o alquimista círculo de tiza que de forma mágica e instantánea convierte a los tontos en listos, a los torpes en hábiles, a los ignorantes en sabios, a los cobardes en valientes, a los bocazas en discretos.
Finalmente debo advertir que una gran parte de este texto no es mía aunque, naturalmente, la hago mía y me responsabilizo de ella. La práctica continua del MLNV es que la gran mayoría de los textos que se elaboran y utilizan son colectivos, no se atribuyen a un autor o autores concretos y luego son incorporados, sin necesidad de citar procedencia, a los suyos por quienes tienen que firmar o exponer alguno. Siguiendo esa práctica he construído este texto con materiales que yo no he escrito. Aparte de textos colectivos ha sido particularmente importante el “saqueo” que a tal efecto he hecho de muchos textos de mi compañero de la RED VASCA ROJA Iñaki Gil de San Vicente. Hasta el punto de que en puridad debería entenderse que yo soy no el autor sino el “editor” de este texto.