El sindicato LAB quiere denunciar la amplia redada realizada anoche, contra jóvenes vascos. Primeramente, queremos mostrar nuestra total solidaridad a los y las jóvenes detenidos/as. Muchas veces se ha hablado y criticado la poca responsabilidad e implicación en la sociedad de los y las jóvenes, en las decisiones que dibujan su futuro. El compromiso de estos y estas jóvenes nos indica que dicha lectura tiene muchos matices. Ante esta operación, LAB quiere reseñar y ensalzar la implicación, el trabajo politico y social que desempeñan los y las jóvenes ante sus problemas, pues es un modelo en la activación y participación de la sociedad, para los que vemos una vía de cambio.
La estrategia de criminalización de los y las jóvenes que han decidido luchar por la independencia es vieja y ha tenido graves y duras consecuencias: han detenido y encarcelado a cientos de jóvenes, hemos tenido conocimiento de muchas denuncias de tortura, han ilegalizado a organizaciones juveniles y en general, han convertido la agresión a la capacidad que tiene la juventud vasca para organizarse en el principal objetivo de su estrategia represiva.
Las consecutivas redadas son el mejor indicador de que la represión basada en esta vía no consigue su objetivo. Por el contrario, continúan deteniendo jóvenes, puesto que muchos de ellos y de ellas, haciendo frente a la represión, siguen organizándose y luchando por sus derechos (la represión continúa en las mismas).
Estas detenciones, en cambio, nos muestran las limitaciones de la vía represiva, también el fracaso del marco imperante en Euskal Herria durante los últimos 30 años. Después de 30 años, nuevas generaciones siguen viendo la necesidad de luchar, no ven saciados sus derechos y necesidades en este marco, como no ven que se defiendan realmente sus derechos en el modelo establecido.
El ciclo político que se abra en Euskal Herria debe tener en cuenta, necesariamente, a las nuevas generaciones, y será imprescindible la aportación y la adhesión de dichas generaciones si queremos superar la situación política que queremos dejar atrás. Impidiendo la participación, en el camino que debe recorrer Euskal Herria, a los y las jóvenes que luchan por la independencia, además de ir en contra de dichos jóvenes, también se hace en contra de los cambios que debemos impulsar entre todos/as.
Euskal Herria necesita de cambios, de cambios políticos, de cambios que den la palabra al pueblo, de cambios que deben ser impulsados y logrados democráticamente. Porque dicha vía debe prevalecer y porque el objetivo de esta acometida es el de echarla a perder. Llamamos a la clase trabajadora a movilizarse contra esta última operación y a trabajar por el derecho que tienen los y las jóvenes independentistas vascos y vascas a organizarse y a luchar por su futuro.
LAB