El Gobierno español no sólo ha desairado al de Lakua acordando con el PNV el retraso de la transferencia de políticas activas de empleo. Madrid tampoco cumple de momento el acuerdo de evitar que sus proyectos de ley puedan acarrear conflictos competenciales a través de la consulta previa con el Gabinete de López. La mayoría siguen invadiendo competencias.
Los compromisos entre el Gobierno español y el de Lakua no parecen tener mucha solidez, más allá de los anuncios efectistas del momento. El 21 de mayo el vicepresidente del Ejecutivo de Zapatero, Manuel Chaves, y el lehendakari, Patxi López, anunciaron que para el 1 de enero de 2010 la CAV contaría con la transferencia de políticas activas de empleo. Ahora se ha conocido que, merced al acuerdo presupuestario del PSOE y el PNV, dicha trasferencia no se hará en las fechas previstas. En la siguiente reunión de Chaves y López, el 7 de setiembre, acordaron que para evitar litigios competenciales ambas partes intercambiarían información sobre sus respectivas iniciativas legislativas. Tampoco esto se ha cumplido todavía. Según ha sabido GARA, casi todos proyectos de ley llegados al Congreso desde esa fecha invaden alguna competencia de la CAV.
El 7 de setiembre se reunió en Lehendakaritza la llamada Comisión Bilateral entre los gobiernos de Madrid y Lakua, la primera que se celebraba desde 1997. En principio no estaba prevista la asistencia del lehendakari, pero finalmente participó en el encuentro y acabó compareciendo junto al vicepresidente del Ejecutivo español. Por aquellas fechas López atravesaba también algunos problemas de imagen, derivados de su entrevista y fotografía en la revista «Vanity Fair».
Chaves y López explicaron que el principio que guiaría la relación entre ambas administraciones iba a ser el de la colaboración y no «el conflicto que no beneficia a nadie». Por ello, anunciaron su voluntad de «evitar en la medida de lo posible las controversias judiciales actuando previamente sobre los asuntos. Hemos acordado impulsar un intercambio de información mutua entre la comunidad autónoma y el Estado sobre las previ- siones de los proyectos de ley y los reglamentos, que permitan a ambas administraciones presentar las consideraciones y propuestas oportunas y evitar así futuros conflictos judiciales. Todo ello, por supuesto, sin perjuicio del pleno respeto a las prerrogativas que corresponden a cada administración en la defensa de sus competencias».
Esta afirmación fue posteriormente corroborada por el lehendakari, Patxi López, al Parlamento autonómico, a través de la respuesta a varias preguntas del representante jeltzale Ricardo Gatzagaetxeberria.
Quince leyes desde entonces
Desde que los gobiernos español y autonómico hicieran público ese compromiso, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha remitido al Congreso de los Diputados un total de quince proyectos de ley. Algunos de ellos tan importantes como el Proyecto de Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo y el Proyecto de Ley General de la Comunicación Audiovisual.
Según ha sabido este diario, pese al acuerdo entre Chaves y López, dichos proyectos siguen llegando a las Cortes con artículos que invaden competencias de la Comunidad Autónoma del País Vasco. O el Gobierno español no cumple con el compromiso de informar a Lakua o, si lo hace, el Ejecutivo autonómico no defiende su ámbito competencial; o, si se cumplen los dos requisitos anteriores, Madrid no hace caso a Patxi López.
Cabe destacar que el compromiso intergubernamental no afecta únicamente a los proyectos de ley, también a otros proyectos de disposiciones reglamentarias y documentos de cooperación.
La competencia de empleo
Este desaire del Gobierno de Zapatero al de López se suma al relativo a la transferencia de las políticas activas de empleo. En su primera visita a Ajuria Enea, el vicepresidente español Manuel Chaves anunció ante el lehendakari que dicha transferencia estaría cumplimentada para el 1 de enero de 2010. Tras el verano, el 7 de setiembre, Chaves añadió que la transferencia se haría de acuerdo con los criterios marcados por la Cámara de Gasteiz.
Sin embargo, ahora se ha conocido que durante la negociación presupuestaria el PSOE y el PNV llegaron al acuerdo escrito de que «si esta transferencia se llevase a cabo antes de setiembre de 2010, lo será previo acuerdo con el grupo parlamentario vasco en el Congreso de los Diputados». Los jeltzales sostienen que el Ejecutivo español pretende hacer una transferencia vacía de contenido y con mercancía averiada, y por eso incluyeron la salvaguarda.
El lehendakari, Patxi López, compareció el martes ante los medios para asegurar que se siente agraviado por Zapatero y cargar duramente contra el PNV. Además, pretendió presentarse como con una posición de fuerza ante ambos. Iñigo Urkullu respondía ayer en su blog que «sabemos muy bien, y sé muy bien, el papel que jugó el lehendakari López y algún consejero en este tiempo y proceso». Y para aclararlo proponía un debate público entre Patxi López y el portavoz del PSOE en el Congreso con el PNV como moderador.
El Partido Popular insiste en la idea de que José Luis Rodríguez Zapatero se encuentra incómodo ante el pacto PSE-PP y que no duda en ponerlo en peligro. Lo dijo Mariano Rajoy, lo dijo Antonio Basagoiti y volvieron a repetirlo ayer Arantza Quiroga, presidenta del Parlamento autonómico, y la parlamentaria Laura Garrido.
Quiroga aseguró en diferentes entrevistas que el pacto entre ambas formaciones, que sostiene al Gobierno de Lakua, puede morir «por “el fuego amigo” de Zapatero» y afirmó que el presidente del Gobierno español es «el peligro» del acuerdo. A su entender, al inquilino de La Moncloa «no le gusta el pacto que mantienen los socialistas vascos y el Partido Popular» y prefiere un acuerdo con el PNV. Quiroga añadió que «resulta difícil de creer que el Gobierno Vasco no conozca lo pactado con el PNV en los Presupuestos Generales del Estado» entre el PSOE y los jeltzales.
Por su parte, la parlamentaria Laura Garrido pidió al lehendakari, Patxi López, que «dé un golpe fuerte en la mesa» porque José Luis Rodríguez Zapatero «le ha ninguneado y desautorizado» con el tema de la negociación de la transferencia de las políticas activas de empleo. En este sentido, aseguró que el presidente del Gobierno español es «el principal enemigo» del pacto PSE-PP y le acusó de intentar «tirarlo por la borda» por «intereses partidistas».
En cualquier caso, tanto Arantza Quiroga como Laura Garrido, al igual que el presidente del PP en la CAV, Antonio Basagoiti, mostraron a López todo su apoyo. Basagoiti dijo que está viendo a un lehendakari «que tiene que defender los derechos del país» y le animó «a que se plante ante Zapatero y consiga la transferencia». «Y tendrá todo nuestro apoyo. Yo no estoy buscando que haya enfrentamientos sino que se lleve a cabo aquello que hemos respaldado en el Parlamento», concluyó.
Además de a Zapatero, desde el PP pusieron en su punto de mira al PNV, al que acusaron de trabajar contra los intereses vascos.GARA