Argen­ti­na: Por el cie­rre de los prostíbulos…

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“Que se cum­pla la ley.” Bajo esa con­sig­na, más de 200 orga­ni­za­cio­nes se movi­li­za­ron para denun­ciar el fun­cio­na­mien­to en la ciu­dad de Bue­nos Aires de más de 600 pros­tí­bu­los, don­de se explo­ta a muje­res, posi­bles víc­ti­mas de la tra­ta de per­so­nas. Los mani­fes­tan­tes mar­cha­ron des­de Callao y San­ta Fe has­ta la Pro­cu­ra­ción Gene­ral de la Nación, don­de entre­ga­ron un peti­to­rio. Los pros­tí­bu­los están prohi­bi­dos en la Argen­ti­na por la ley nacio­nal de pro­fi­la­xis –Nº 12.331– des­de 1936. “Pero debi­do a la com­pli­ci­dad de la poli­cía, muchos con­ti­núan en pie”, ase­ve­ró Vivia­na Cami­nos, inte­gran­te de la Red Alto al Trá­fi­co y a la Tra­ta (RATT). La reco­pi­la­ción de las denun­cias estu­vo a car­go de dis­tin­tas orga­ni­za­cio­nes socia­les, “aun­que es un tra­ba­jo que debe­ría hacer la Poli­cía jun­to con los orga­nis­mos de ins­pec­ción”, afir­mó Gus­ta­vo Vera, de la Fun­da­ción La Ala­me­da, una de las enti­da­des con­vo­can­tes. “Si la Jus­ti­cia nece­si­ta­ba prue­bas para actuar, aho­ra las tie­ne. Ya no hay excu­sas”, agre­gó. Con ese fin, se pre­sen­tó al pro­cu­ra­dor gene­ral el lis­ta­do de dis­tin­tas casas de pros­ti­tu­ción en la ciu­dad, para exi­gir su cie­rre y el res­ca­te de las víc­ti­mas de trata.

Las casas de pros­ti­tu­ción “son el cal­do de cul­ti­vo del cri­men orga­ni­za­do”, sen­ten­ció Vera. Ade­más de la tra­ta y del trá­fi­co de per­so­nas some­ti­das a la escla­vi­tud sexual, en ellos se come­ten otros deli­tos, “como la explo­ta­ción de meno­res, la reduc­ción de per­so­nas a la ser­vi­dum­bre, el nar­co­trá­fi­co y el pro­xe­ne­tis­mo”, advir­tió Juan Gra­bois, docen­te e inte­gran­te del Movi­mien­to de Tra­ba­ja­do­res Exclui­dos. Estos hechos “se están pro­du­cien­do bajo la vis­ta de todo el mun­do. Todo bajo el ampa­ro de un sis­te­ma de coimas que lo res­guar­da, y ocul­ta un gran nego­cio sobre la base del sufri­mien­to de muje­res y niñas”, señaló.


La pros­ti­tu­ción como acti­vi­dad por elec­ción per­so­nal no está prohi­bi­da; sí lo están los pros­tí­bu­los en todas sus for­mas. Estas casas o depar­ta­men­tos en los que se ejer­ce la pros­ti­tu­ción, como tam­bién el pro­xe­ne­tis­mo, están prohi­bi­dos por los artícu­los 15 y 17 de la Ley 12.331.

Según Vera, “el sis­te­ma pros­ti­bu­la­rio fun­cio­na debi­do a la com­pli­ci­dad de la poli­cía, los orga­nis­mos de ins­pec­ción y el poder polí­ti­co tan­to a nivel nacio­nal como muni­ci­pal”. En la mis­ma línea, Cami­nos afir­mó que “la poli­cía es cóm­pli­ce nece­sa­rio para la exis­ten­cia de esta acti­vi­dad. Si no, no se expli­ca cómo muchas veces los pros­tí­bu­los están ubi­ca­dos a la vuel­ta de algún depar­ta­men­to poli­cial”, agre­gó la repre­sen­tan­te de la RATT.

El pro­cu­ra­dor Gene­ral de la Nación, Este­ban Righi, orde­nó en agos­to últi­mo a todos los fis­ca­les pena­les del país que bus­quen y libe­ren a las víc­ti­mas de la tra­ta en los pros­tí­bu­los y que cie­rren los loca­les invo­lu­cra­dos. Es decir que esta reso­lu­ción pre­ten­de hacer cum­plir la Ley 12.331. Con ese mis­mo obje­ti­vo se movi­li­za­ron las dis­tin­tas orga­ni­za­cio­nes socia­les, polí­ti­cas, veci­na­les, femi­nis­tas y reli­gio­sas, acom­pa­ñan­do la pre­sen­ta­ción de las 613 denun­cias a la Pro­cu­ra­ción, a fin de que se pro­ce­da al cie­rre efec­ti­vo de esos locales.

Sin embar­go, “se plan­tea una dico­to­mía por par­te del Esta­do”, ya que por un lado se insis­te en el cum­pli­mien­to de la ley, por lo que se exi­ge que los fis­ca­les clau­su­ren los pros­tí­bu­los, pero por el otro, en algu­nas pro­vin­cias se inten­ta esta­ble­cer un mar­co regu­la­to­rio para la acti­vi­dad y per­mi­tir así la exis­ten­cia de estos loca­les, expli­có Vera. “Tal es el caso de la pro­vin­cia de San­ta Cruz, don­de el gobierno se mos­tró par­ti­da­rio de regla­men­tar la pros­ti­tu­ción”, afir­mó. “La ins­truc­ción no debe ser letra muer­ta, tie­ne que tener eco en todo el país”, des­ta­có Caminos.

El lis­ta­do con los 613 pros­tí­bu­los, en el que se adjun­tan las direc­cio­nes, los telé­fo­nos y en algu­nos casos los nom­bres de los pro­pie­ta­rios de las casas, fue­ron reco­pi­la­dos a par­tir de las denun­cias que pro­vie­nen de la socie­dad civil, los cla­si­fi­ca­dos de los dia­rios y los avi­sos y volan­tes en la vía públi­ca. Liniers, Flo­res, Con­gre­so, Cons­ti­tu­ción, Micro­cen­tro y Once son los barrios por­te­ños don­de se regis­tra la mayor can­ti­dad de denun­cias por el fun­cio­na­mien­to de las casas de pros­ti­tu­ción. Ade­más de ser entre­ga­das a la Pro­cu­ra­ción Gene­ral, fue­ron envia­das a la agen­cia de con­trol comu­nal y a la jus­ti­cia contravencional.

Este mis­mo tra­ba­jo “será exten­di­do a dis­tin­tas pro­vin­cias, como Bue­nos Aires, Cór­do­ba y La Pam­pa”, ade­lan­tó Vera.

El recla­mo de los mani­fes­tan­tes estu­vo sin­te­ti­za­do en uno de los estan­dar­tes: “Apa­ri­ción con vida para las víc­ti­mas de la tra­ta y cas­ti­go a los res­pon­sa­bles y los cóm­pli­ces”. Por su par­te, Vera ase­ve­ró que “fren­te a la cons­ta­ta­ción de las prue­bas, el Esta­do no pue­de hacer otra cosa que actuar. Y aho­ra sí se verá cuál es su ver­da­de­ro rol” en este tema.

Infor­me: Rocío Ilama.

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