Hoy sábado 05 Víctor Jara iniciara el recorrido hacia su morada definitiva rodeado de su pueblo a quien le dedicó su vida y obra y le legó su canto valiente. El pueblo, que de diferentes maneras se las ingenio para tener siempre presente a Víctor durante estos 36 años, podrá dar rienda suelta a su inmenso cariño y expresarlo como Víctor se lo merece, con alegría, con canto, con poesía, con murales, con teatro callejero, en definitiva con la cultura popular.
Así como su canto y su presencia fue pilar fundamental del Canto Nuevo en la construcción del Gobierno del Presidente Heroico su voz también nos acompaño durante la lucha contra la dictadura; aquellos casetes pasados de mano en mano, escuchados de forma clandestina en espacios a cubierto de oídos indiscretos, sus opiniones y entrevistas reproducidas en miles de publicaciones clandestas, siguieron ayudando a comprender la nueva situación y a convencernos que no todo estaba perdido, y que si queríamos ³interpretar realmente al pueblo debíamos recorrer muchos caminos² y también nos decía que estos caminos no deben ser la búsqueda de soluciones conflictivas personales, sino la búsqueda y el hallazgo de sentirse útil, un ser humano útil a lo demás.
Su vida arrebatada por la furia fascista nos dolió mucho, pero también nos fortaleció, y nos mostró su valentía y consecuencia con los principios que profundizó en su militancia comunista. Para los que tuvimos el privilegio de tenerlo como dirigente de las gloriosas Juventudes Comunistas de Chile, Víctor fue un gran constructor de mayorías, su profunda admiración por Luis Emilio Recabarren, su cariño y gran respeto a la clase obrera y al campesinado, lo trasformaron en ejemplo de lo que debe ser un revolucionario. Víctor decía mi ideal como comunista no tiene más altura que apoyar y reforzar a los que creen que con un régimen del pueblo, el pueblo será feliz. Trataré de no ser obsesivo y de darme cuenta que lo que hay debajo de mi es tierra, y que los que pasan por mi lado tienen dos ojos y una boca como yo.
Durante la dictadura su obra musical, prohibida en Chile, fue reproducida en innumerables países, y hoy Manifiesto, Plegaria a un labrador, Vientos del pueblo, El alma llena de banderas, El martillo, El derecho de vivir en Paz, Te recuerdo Amanda, El Cigarrito, Cuando voy al trabajo, Ni chicha ni limoná, El aparecido, por nombrar algunas de sus creaciones y recreaciones, son himnos de batalla que contribuyen enormemente a elevar el convencimiento y la confianza de que con nuestras propias fuerzas podremos terminar con la la explotación del hombre por el hombre.
Por todo el mundo se han multiplicado los festivales de música popular, brigadas muralistas, centros culturales, radioemisoras populares, bibliotecas, clubes deportivos, calles, avenidas, plazas, barcos, que llevan su nombre, y hasta una estrella en el firmamento se llama como él, en definitiva muchos pueblos lo hicieron suyo, hoy Víctor es de todos los pueblos que luchan por un mundo mejor, y Venezuela no ha sido la excepción, aquí también sobre todo los jóvenes se apropiaron de Víctor Jara, y también tuvimos festivales, brigadas muralistas, campeonatos deportivos, organizaciones sociales populares, organismos de base de organizaciones revolucionarias venezolanas llevaron su nombre. Hoy en la revolución bolivariana importantes iniciativas de la base popular han elegido su nombre para reafirmar el carácter revolucionario. Por eso no es de extrañar las innumerables manifestaciones de cariño con que en los más apartados rincones del planeta se acompañaran los funerales de Víctor Jara.
Hace 36 años, en la mañana del domingo16 de septiembre de 1973, un grupo de pobladores de un barrio popular, al sur de Santiago, descubrió junto a la tapia del Cementerio Metropolitano, seis cuerpos, con espantosas heridas y evidencias de haber sido ametrallados, ¡este es Víctor Jara! Exclamo una de las mujeres, en cuya casa había estado Víctor comiéndose un plato de porotos en una de sus visitas a la población. De allí fue trasladado al Instituto Médico Legal como cadáver anónimo para ser sepultado en una fosa común, pero nuevamente el pueblo con sus miles de ojos logró reconocerlo. Así su compañera Joan, fue avisada por el joven comunista Héctor y su cuerpo fue rescatado.
El día 18 de septiembre, día nacional de Chile, Joan acompañada de solo dos personas, una el joven comunista Héctor y otra un alumno de Joan, que casualmente también llamado Héctor, fueron quienes llevaron el ataúd de Víctor hasta el Cementerio General, solo había que cruzar la calle.
Joan, la compañera de Víctor cuenta en su libro ³Víctor Jara Un canto truncado: Al llegar a la puerta nos encontramos ante un vehículo militar que entraba con más cadáveres. Alguien tenía que ceder el paso, el conductor toco la bocina y nos hizo ademanes airados, pero permanecimos inmóviles y en silencio hasta que retrocedió para dar paso al ataúd de Víctor.
La Segunda, un periódico de la cadena de El Mercurio, en un breve párrafo informaba que: El funeral fue de carácter privado y solo asistieron los familiares. Después la orden fue no volver a nombra a Víctor. Pero una vez más el ingenio y la audacia popular consiguió que a riesgo de su vida alguien insertara algunos compases de La Plegaria a un labrador sobre la banda sonora de una película norteamericana que exhibía la televisión.
Una vez que la fuerza popular hizo posible que el dictador abandonara el gobierno, y que la transición a la democracia cautelada por el imperialismo norteamericano hiciera su debut, el primer gobierno civil, el de Patricio Aylwin, en mayo de 1990 nombró una Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación para que contribuyera al esclarecimiento global de la verdad sobre las más graves violaciones a los derechos humanos cometidas en los últimos años². Allí en la página 144 del Volumen I, aparece el caso de Víctor Jara.
Y dice: Víctor Lidio Jara Martínez, 40 años, cantante popular y director teatral, miembro del Comité Central de las Juventudes Comunistas. Continua En una comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores de fecha 27 de marzo de 1974, respondiendo una nota de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA. se dijo: Víctor Jara: fallecido. Murió por acción de francotiradores que, reitero disparaban indiscriminadamente contra las fuerzas Armadas como en contra de la población civil. La conclusión de la Comisión luego de recoger múltiples testimonios y de acuerdo al informe de Autopsia es que Víctor Jara murió a consecuencia de heridas múltiples de balas, las que suman 44 orificios de entrada de proyectil con 32 de salida. Para la Comisión Víctor fue ejecutado al margen de todo proceso, constituyendo ello una violación a sus derechos fundamentales de responsabilidad de agentes del Estado. Funda esa convicción en que se encuentra acreditado el arresto así como su presencia en el Estadio Chile; que se halla acreditada su muerte por una gran cantidad de heridas de bala, lo que demuestra que fue ejecutado junto a los demás detenidos cuyos cuerpos aparecieron junto a él.
Con estos antecedentes sus familiares, sus compañeros han sostenido una larga lucha contra la impunidad garantizada por leyes de amarre y poderes fácticos heredados de la dictadura que unido a la falta de voluntad política de los gobiernos civiles post dictadura no han permitido conocer toda la verdad y establecer una real justicia sobre las violaciones a los derechos humanos bajo la dictadura. Al igual que en muchos casos ya sabemos cómo murió Víctor, ahora corresponde ubicar a los autores materiales de tan abominable hecho, y para ello hay que cambiar el estado de cosas que impera en nuestro país.
Con nuevos antecedentes aportados por un ex conscripto de aquellos días, procesado como único autor material del asesinato, quien en una primera declaración reconoció, que junto con otro soldado, haber rematado a Víctor agonizante luego que un suboficial del ejército chileno le descargara un tiro en la sien, practicando la ruleta rusa, el 04 de Junio pasado el magistrado encargado del caso ordenó la exhumación de los resto de Víctor Jara, para que un equipo multidisciplinario forense procediera a identificar su cuerpo, determinara la veracidad de las declaraciones del ex soldado y estableciera eventuales intervenciones de terceros. El Organismo ya ha entregado un informe que revela el ensañamiento de sus victimarios. Finalizado el trámite, este jueves 03 sus restos serán entregados a su familia, la que ha decidido realizar unos funerales públicos y que sea su pueblo quien lo lleve a su última morada.
De Habla y canta Víctor Jara de la Colección Nuestros Países, Editado por Casa de las Américas en la Universidad de Guayaquil en 1981 extraemos el siguiente pensamiento de Víctor: ³Nuestra canción es comprometida en cuanto la obra y la acción del creador se identifican con los sentimientos populares. Es revolucionaria porque lucha contra la penetración cultural imperialista y busca rescatar y revitalizar los valores culturales, que nos son propios y nos dan una identidad como país. Y es nueva porque, sumergida en el ámbito de estos valores, también está destinada a crear una nueva sociedad, donde la música deje de ser comercio y realce, en forma y contenido, las modificaciones más nobles de la familia humana²
yo, personalmente, no soy de esos cantantes de protesta, porque el termino protesta es ambiguo, esta industrializado, manejado por el imperialismo. Por eso somos más bien cantantes revolucionarios
A diferencia de nosotros, los cazadores de dinero, nunca comprenderán que el canto es como el agua que purifica la piedra, el viento que purifica el fuego que se apaga y permanece aquí en el fondo de nosotros, para mejorar. Para ellos cuenta solo el aroma fugaz de los aplausos, el fulgor de los flashes, la publicidad que anuncia el descubrimiento. La mejor respuesta del canto es el canto como respuesta.
Por eso, sus funerales no pueden tener otra expresión que el arte y la cultura popular.
Víctor nos dejo su testamento en aquellos bellísimos versos de su canción Manifiesto
mi canto es de los andamios
Para alcanzar las estrellas
Que el canto tiene sentido
Cuando palpita en las venas
Del que morirá cantando
Las verdades verdaderas
Ahí donde llega todo
Y donde todo comienza,
Canto que ha sido valiente
Siempre será canción nueva
A diferencia de aquel 18 de septiembre de 1973, este sábado 05 de diciembre, Joan, Amanda y Manuela no estarán solas, miles y miles de mujeres, hombres, jóvenes, estudiantes, trabajadores del campo y la ciudad, en un abanico multicolor de razas e idiomas en todos los continentes nos uniremos en un solo grito
¡¡¡ Con Víctor Jara, mil veces venceremos!!!
(*) Chilenos Antifascistas de Venezuela