A las cuatro de la madrugada del 24 de noviembre la Policía española penetró por la fuerza en el gaztetxe Esparru y comenzó un registro que se prolongó hasta las diez y media de la mañana. Durante ese tiempo, los agentes se llevaron discos duros de ordenadores, camisetas y una talla de madera en la que ponía «Esparru». Una vez acabado el registro, precintaron el gaztetxe sin dar ningún tipo de explicación.
Los jóvenes que gestionan el local consideran que esta operación, que les ha tocado más cerca que nunca porque entre los detenidos se encuentra su compañera Ainara Bakedano, es «un nuevo ataque contra la juventud crítica y subversiva». Bakedano, que fue detenida cuando acudía a la Audiencia Nacional, ha denunciado torturas a manos de la Guardia Civil.
«Es un nuevo episodio de montaje policial para criminalizar a una juventud que lucha por cambiar su pueblo, y que quieren reprimir a base de mano dura y pasando por encima de todo». Así lo entienden los jóvenes del gaztetxe, que ayer comparecieron delante del local para anunciar que las autoridades han levantado el precinto, que el local vuelve a estar de nuevo abierto y que ellos van a continuar «trabajando con fuerza e ilusión para que ataques como éste no vuelvan a repetirse».
«Este nuevo obstáculo no va a conseguir pararnos, puesto que esta juventud inquieta tiene ganas de cambiar las cosas y luchar por otro modelo social», anunciaron. Y a pesar de las adversidades y de las trabas que la irrupción policial ha supuesto para su funcionamiento, han decidido unirse y sacar fuerzas para hacer frente a esta situación y «darle la vuelta a las cosas», según su propia expresión. Por eso, advierten de que van a «seguir metiendo el dedo en el ojo a esa gente a la que tanto le incomoda que haya espacios y personas con otra forma de pensar y de actuar».
«Han querido ensuciar el nombre del Esparru ‑indicaron en la rueda de prensa- diciendo mentiras a los cuatro vientos, y sólo podemos decir que el gaztetxe es una herramienta abierta a todo tipo de luchas y movimientos sociales».
Por eso, animan a los jóvenes de Iruñerria a que se acerquen a conocer el Esparru y a participar en la organización y desarrollo de sus actividades: «Aquí hay un espacio abierto para llevar a cabo todo tipo de iniciativas partiendo desde el antifascismo».