El desarrollo del golpe en Honduras, mas que a una confrontación interna en el gobierno de EEUU entre sectores de poder duro y de poder blando, responde a una estrategia de poder inteligente. Los beneficiados son los intereses estratégicos de EEUU.
Los objetivos centrales en el largo plazo de la política exterior de EEUU trascienden al presidente y su entorno, que si bien se hallan imbricados en un gobierno que detenta el poder político, resulta funcional al poder económico del país. Ambos poderes no solo no se hallan disociados, sino que la mayoría del pueblo no tiene acceso a ninguno de ellos.
Son las élites del poder económico constituido en su mayor parte por los polos del gran capital concentrado, que posee y controla los grandes medios de producción, las que configuran la ideología y el sistema del capitalismo de mercado. Y son éstas, las que en última instancia inducen la definición de los objetivos nacionales y su proyección global. Aunque una administración difícilmente pueda perturbarlos, podrá según la coyuntura, cambiar las políticas para alcanzarlos.
Durante la era dipolar había en el mundo dos grandes áreas económicas casi aisladas físicamente entre sí, cuyos principales motores estaban dados por el capitalismo liderado por EEUU y el socialismo de la URSS. En Occidente con el sistema internacional del “dólar” y el endeudamiento externo, los países indirectamente realimentaban la forma de vida y el brutal crecimiento militar estadounidense para la Guerra Fría contra el enemigo comunista.
Con el colapso de la URSS, EEUU explicitó sus objetivos históricos de unipolaridad en el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (Proyect New American Century). La lógica de apertura liberal y la acumulación ilimitada del capital extrapolada a un nivel mundial, engendró el proceso de globalización. Para sobrevivir, los ex-enemigos soviéticos pasaron a rivalizar con EEUU pero ahora dentro de la economía capitalista (China ya lo venía haciendo), lo que les abrió el acceso a espacios y mercados mundiales vedados en la Guerra Fría, situación que puede resultar aún mas riesgosa para las potencias occidentales. A dos décadas, la “caída del muro” no parece haber sido tan beneficiosa para EEUU, la mundialización reimpulsó a Rusia, y el surgimiento de nuevas potencias regionales emergentes como China, India y Brasil, lo cuál entró en contradicción con los objetivos del liderazgo mundial de EEUU. Washington, debió así acelerar los mecanismos para acotar el surgimiento de sus competidores, ocupar los espacios físicos en que se proyectan, y profundizar la dominación y control en las zonas de influencia.
Aunque existe una tendencia mundial hacia el multilateralismo y el gobierno de Obama lo declama, en las condiciones actuales con el sistema del dólar como unidad fiduciaria internacional de referencia y reserva, no hay razones suficientes para que EEUU baje sus objetivos implícitos de unilateralismo global, mas aún cuando es la primera vez en la historia que una sola nación ha logrado un poder militar imbatible en todo el planeta, y en los hechos pretende no solo seguir manteniéndolo sino profundizarlo, ya que el sistema económico permite que la mayoría de los países del mundo sean los que indirectamente, alimenten la maquinaria de guerra estadounidense. Las mismas víctimas pagan a su verdugo.
A pesar de su oratoria conciliadora el actual presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Obama, continúa avanzando con el cerco militar sobre Rusia y China. Un indicio puede observarse en la intensidad de las recientes actividades militares conjuntas del Pentágono-OTAN con ciertos países de Eurasia. En el Cáucaso, tropas de EEUU realizaron en Noviembre en Georgia el ejercicio militar combinado “Respuesta Inmediata”, con el propósito declarado de entrenar tropas locales para combatir en Afganistán bajo el mando de la OTAN. Sin embargo, los ejercicios fueron similares a los de 2008 que habían culminado unos días antes de que el gobierno de Saakashvili lanzara la invasión a Osetia del Sur, desencadenando la intervención de Moscú, que protestó por el actual ejercicio y puso nuevamente en alerta a sus fuerzas. El régimen pro-estadounidense de Georgia sigue recibiendo importante cantidad de armas de los países de la OTAN de Europa del Este, equipo militar pesado de Ucrania, material aéreo de Israel, y entrenamiento y misiles de EEUU. Una técnica de hostigamiento similar, dirigida al arco de inestabilidad en América Latina (1), en especial contra los países bolivarianos y Brasil, fue aplicada con la activación de las bases militares combinadas de EEUU en Colombia y las próximas en Panamá.
Al sur del Cáucaso, el Pentágono logró que Armenia, un país aliado de Rusia miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO, la contrapartida de la línea OTAN-EEUU-Unión Europea), coopere con éste enviando tropas a Afganistán.
En el Mar Negro, la fuerza de tareas del Comando de Combate Europeo de EEUU (USEUCOM) realizaron ejercicios de entrenamiento conjunto con tropas de Bulgaria y Rumania, incluyendo unidades aerotransportadas y de ataque supuestamente destinadas para la guerra de Afganistán. El gobierno de Obama anunció que fue revaluada la ubicación del escudo antimisiles en Polonia y República Checa, pero en realidad expandió su despliegue a Bulgaria y Rumania en los Balcanes, y a Turquía e Israel. Si bien los objetivos nucleares actuales de EEUU son Corea del Norte, Irán, Siria, Libia, China y Rusia, son estos dos últimos los que realmente preocupan al Pentágono y a menos que logre completar el despliegue del escudo, Rusia es actualmente el único país con capacidad nuclear para enfrentar a EEUU.
En el mar Báltico, naves de guerra de EEUU realizaron ejercicios con las fuerzas navales de Finlandia, Estonia y Lituania. En Polonia, la Fuerza Aérea de EEUU acaba de transferir cinco aeronaves de carga Hércules C‑130 de una de las principales bases estadounidenses en Europa, Ramstein en Alemania, a la de Powidz para operaciones de despliegue de tropas polacas a Afganistán y Africa, según se informa.
El gobierno de Suecia (miembro de la OTAN) comunicó que ha iniciado conversaciones con EEUU, Canadá, Noruega y Dinamarca acerca de la presencia de Rusia en el Círculo Artico.
En Bangladesh, al sudoeste de China, EEUU realizó ejercicios de entrenamiento de comandos navales locales.
En la India, el Pentágono desarrolló el mayor ejercicio militar de su historia, con el primer despliegue en gran escala de vehículos blindados de combate estadounidenses fuera de Irak y Afganistán.
En Corea del Sur, Washington completó un plan de acción militar conjunta, para intervenir en Corea del Norte frente a un potencial colapso de su gobierno o inestabilidad interna. Por otra parte, después de la visita del secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, Seúl enviará tropas a Afganistán.
La permanente presencia militar de EEUU en Filipinas se consolida con la ratificación del Acuerdo para Fuerzas Visitantes (Visiting Forces Agreement), con la continuación del apoyo militar, con el despliegue de tropas estadounidenses en Mindanao en la Fuerza de Tareas Conjunta para Operaciones Especiales, y con la permanencia en el sur de tropas contra-terroristas de EEUU.
En la región con grandes recursos en hidrocarburos de Oriente Medio, el Pentágono redespliega tropas de Irak a Afganistán después de una guerra en que su tecnología bélica de punta no pudo ganar, y antes que la resistencia iraquí termine por consolidarse como ejemplificadora para todo el mundo. Sin embargo se retira de Irak aunque sigue ocupándolo, sin dejar espacios a Rusia ni China. La autodeterminación de Irán, entra en oposición directa con los intereses de Washington que abrió el frente de Pakistán, donde Obama incrementó la frecuencia de los ataques con aeronaves no tripuladas artilladas (drones) desde Afganistán-CONUS (2), contra supuestos extremistas en territorio paquistaní continuando con la política de asesinatos selectivos. Está creando además las condiciones psicológicas para ocupar militarmente a Pakistán, para ello la secretaria de Estado Hillary Clinton promueve una intensa guerra psicológica difundida por los grandes medios de comunicación internacional, que proclaman que el país nuclear (que hasta ahora no acepta la presencia de tropas extranjeras) está al borde del caos. La geopolítica de Washington en Oriente Medio-Cáucaso, avanza.
Se van poniendo en evidencia las nuevas estrategias de la administración Obama marcando diferencias con la de G.W. Bush, aunque con los mismos objetivos finales de dominio y control mundial. Hillary Clinton definió el “poder inteligente” (smart power) como “…el uso de la inteligencia por todos los medios disponibles, que incluye : las habilidades para acordar, la fuerza económica y la fuerza militar…”. El poder inteligente no descarta el uso de la fuerza militar (hard power) que fue prioritaria en el gobierno anterior, sino que la enmascara detrás de políticas de conciliación y cooperación (soft power), lo inteligente es hacer que ambos no entren en conflicto entre sí.
La estrategia exterior de Obama podría evaluarse no solo por su retórica a veces contradictoria, sino por lo que hace, lo que deja de hacer, y por la evolución de los acontecimientos en relación a los intereses y objetivos de EEUU, ya que también se articula en las contradicciones internas de su propio gobierno, como con las de aquellos sectores belicistas conservadores.
Así se puede observar en su histórica zona de influencia hemisférica, nunca descuidada, cómo el golpe cívico-militar en Honduras va evolucionando según los intereses de Washington. Después del fracaso de los golpes en Venezuela y Bolivia, el de Honduras logró medir la relación de fuerzas regionales, marcó una discontinuidad en el avance de la integración latinoamericana anti-imperialista promovida por los países bolivarianos, y muestra una línea divisoria de polarización regional. El apoyo al golpe desde su inicio por elementos conservadores y otros sectores del gobierno de EEUU y su aliado Israel, abrió un aparente juego ambivalente del demócrata Obama; el peso de la base estadounidense de Soto Cano operó como garante de los golpistas, marcó el territorio como elemento disuasor dirigido a cualquier intervención de otros países. La mediación y el “acuerdo” captados y manipulados indirectamente por la Casa Blanca, y el apoyo final de la administración Obama a las elecciones convocadas por el régimen de facto sin la restitución del presidente Zelaya, definió la política exterior estadounidense. El siguiente gobierno o seudogobierno hondureño deberá cuidarse de tomar distancia de la línea Venezuela-Bolivia-Ecuador, renunciar a una Asamblea Constituyente, y tener firme alineación con Washington bajo el tutelaje de los capitalistas y los militares locales traidores, y no tardará en ser apoyado o reconocido por los países colaboracionistas del imperio como Colombia, Panamá, Perú, Costa Rica, México e Israel. EEUU necesita fortalecer su influencia hemisférica no solo por su propia geografía incluyendo la región austral-antártica, sino por su proyección geopolítica hacia Africa y de allí la conexión con Oriente Medio.
Frente al peso de la alianza transatlántica EEUU-UE, la OTAN e Israel en Oriente Medio, los países bolivarianos anti-imperialistas buscan contrapesar la relación de fuerzas respaldándose en alianzas comerciales y militares con Irán, Rusia y China. Para recuperar influencia en América Latina, Washington opera directamente y a través de la acción combinada de sus socios regionales e internacionales, usando como pantalla al seudoenemigo del narco-terrorismo, un señuelo aglutinante que desvía la atención sobre los verdaderos enemigos. Aparte de las relaciones comerciales, detrás de las últimas visitas de funcionarios del gobierno de Israel a la región, se encuentra el negocio armamentista, la transferencia de tecnología, inteligencia y el entrenamiento contra-insurgente (como en Perú y Colombia), sea por vía privada u oficial (caso de la Mossad). La estrategia de Tel Aviv va dirigida a la polarización latinoamericana, y busca volcar contra Venezuela, Bolivia e Irán a Brasil y Argentina; y en ésta, ejercer presión suficiente para que no vaya a existir la mas mínima cooperación nuclear con Irán. Con la satisfacción de la Casa Blanca, la presidente Cristina Kirchner viene tomando distancia con una actitud dura contra Irán, teniendo en vista los atentados que detuvieron las negociaciones nucleares con ese país, cuando en 1993 el gobierno argentino le remitió Uranio enriquecido con la autorización de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA).
Washington tolera el programa nuclear de Brasil similar al de Irán, de enriquecimiento de Uranio para abastecer sus centrales núcleo-eléctricas. Ambos países firmaron el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, y Brasil negó el permiso a las inspecciones irrestrictas de la IAEA, argumentando que con el acceso a sus centrifugadoras correría riesgo el secreto industrial.
Brasil es la única de las potencias regionales emergentes (India y China) que no posee armas nucleares. Durante la reciente visita del presidente Ahmadineyad, Lula solicitó a Teherán la búsqueda de una solución justa y equilibrada al problema de la no proliferación nuclear, para un Oriente Medio libre de armas nucleares. Sin embargo, Brasil acaba de firmar con Francia un acuerdo que incluye transferencia de tecnología para construir un submarino a propulsión nuclear, así como aviones caza de última generación en el camino a constituirse como potencia regional con proyección global. Brasilia, busca un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y participar como mediador en el conflicto palestino-israelí y con Irán, por lo que Lula se reunió recientemente con los tres líderes respectivos.
La Casa Blanca debe procurar que el crecimiento de Brasil como potencia emergente se avenga a sus intereses y objetivos globales, y evitar que se constituya por fuera de ellos un bloque regional latinoamericano, el gobierno colombiano cipayo de EEUU, actúa como un elemento bloqueador y disgregador como se observa en UNASUR y el Consejo de Defensa Suramericano. El gobierno de Obama no deshizo la avanzada militar de Bush sobre América Latina, sino que continuó con casi todas las operaciones militares de los halcones y hasta con su secretario de Defensa, Robert Gates. Las próximas bases militares en Panamá aseguran el control sobre el paso inter-oceánico. Las bases militares estadounidenses conjuntas en Colombia cubren el sector hemisférico de lo que el Pentágono denominó arco de inestabilidad global, cierran el cerco militar sobre Venezuela y sus reservas de hidrocarburos, direccionan la energía de Chávez, afectan directamente a Ecuador y la amazonia Brasileña y constituyen una amenaza para los demás países, en
cuanto permiten al Pentágono un abrupto aumento de la capacidad para movilidad aérea y el despliegue rápido masivo de tropas a casi toda Sudamérica.
En este contexto, los movimientos estratégicos que el Pentágono realiza en un continente son parte de un todo, de modo que no son independientes de los que realiza en otro. Las bases estadounidenses en Colombia junto con la base militar de Inglaterra, socio estratégico de EEUU, en Isla Ascensión permitirán el despliegue rápido de tropas aerotransportadas y material bélico pesado desde EEUU al Occidente de Africa, especialmente sobre los yacimientos de hidrocarburos del Golfo de Guinea. En el área naval la IV Flota puede operar sobre los mismos en combinación con el Comando Africa (USAFRICOM), además de ejercer vigilancia sobre el mar territorial de Brasil y sus reservorios de petróleo.
El continente africano es otro de los grandes campos de batalla entre EEUU y China para el siglo XXI. Desde el 2000, Beijing viene incrementando sus relaciones con Africa. Busca asociaciones público-privadas con el sector público de los países africanos copiando el modelo capitalista occidental, ha lanzado un fuerte programa de inversiones con préstamos tan convenientes que provocaron la reacción del Fondo Monetario Internacional (dominado por EEUU). Debido al riesgo de que buena parte de sus reservas están en bonos del Tesoro de EEUU, Beijing comenzó a comprar activos físicos en Africa. Si bien EEUU es el primer importador de petróleo africano, China es el segundo. Con el pretexto de combatir a los piratas somalíes envío una flotilla de naves de guerra al Golfo de Adén, por donde pasa el 40% de su comercio.
Para EEUU, China es una preocupación como rival emergente que necesita contener, por eso sigue fortaleciendo relaciones con sus aliados como Japón, Australia, Corea del Sur, Tailandia, Filipinas, y Obama en su reciente visita a Japón manifestó lo contrario “…EEUU no busca contener a China, ni tampoco una relación más profunda con China significa un debilitamiento de las relaciones bilaterales con Japón…” Y lanzó un tiro indirecto por elevación contra el crecimiento del poder militar de China utilizando como excusa el supuesto peligro de Corea del Norte “…EEUU mantendrá una fuerte y efectiva disuasión nuclear que garantice la defensa de sus aliados, incluidos Corea del Sur y Japón.”
En el extremo Sur de América, el Pentágono (y el Comando Sur (USSOUTHCOM)) considera que el paso interoceánico alternativo del estrecho de Magallanes (activo hasta la inauguración del canal de Panamá) y los yacimientos de hidrocarburos en el Atlántico Sur, entran en el área de responsabilidad de la IV Flota en operaciones, que así como cuenta con libre acceso a la base de Isla Ascensión lo tiene a la base aeronaval inglesa OTAN-Malvinas. Las islas serán consideradas territorios de ultra mar de la Unión Europea una vez que entre en vigencia el Tratado de Lisboa. Inglaterra acaba de enviar a la base Mount Pleasant en Malvinas, varias aeronaves de combate de última generación Eurofighter Typhoons. Sin embargo, el gobierno de Argentina no ve hipótesis de conflicto alguna en el mar austral.
La globalización permitió la presencia capitalista de China, Rusia e India en Africa y América. En el siglo XXI la lucha y la guerra por los recursos naturales será la continuación de política exterior por otros medios, Honduras y Colombia forman parte de ello.
Lo que dijo una vez Churchill sobre la relación entre el imperio Británico y los países del mundo, se puede aplicar también para los adversarios internos en el bipartidismo estadounidense : “no hay amigos ni enemigos permanentes… hay intereses permanentes.”
Notas:
1) El Pentágono considera que existe un arco de inestabilidad permanente, desde la región andina de América del Sur- norte de Africa- Oriente Medio- Cáucaso- Asia Central hasta Filipinas e Indonesia.
2) CONUS : Continental United States (Territorio continental de EEUU). Los “drones” como el Reaper (decapitador) o el Predator (depredador) son aeronaves militares teledirigidas dotadas con misiles como el Hellfire (Fuego del Infierno), diseñados como arma contraterrorista usando los mismos efectos psicológicos del terrorismo, ya que buscan crear terror en el enemigo, que no sabe desde donde ni cuando será atacado, ni tampoco podrá ver a su atacante.