La apuesta del españolismo monárquico por llevar la anormalidad impuesta a la ciudadanía del tercio de la llamada CAV a las urnas no solo debe ser valorada en términos estadísticos, de manera alguna.
Es preciso dar un salto más en el análisis para comprobar que ha habido un compromiso militante del españolismo para arropar el mensaje de su Jefe de Estado a través de ETB – 2. Es hora de analizar los resultados. ¿Ha habido una motivación extraordinaria en las fuerzas sucursalistas para encender el aparato en la devaluada televisión que Vocento dirige desde la sombra?. Es innegable que sí. La ha habido. López y Basagoiti han apostado fuerte por la distorsión de los anhelos de la sociedad vasca y el Estado no ha apostado menos. Hasta han disfrazado su bandera constitucionalista para presentarse vestidos de lagarterana con la bandera azul de Eurovisión. ¿Creían queno nos ibamos a atrever…a apagar el televisor?. Pues sí, lo hicímos. Cenamos de charla, con tranquilidad y comentando que no se ponía la televisión por el discurso monárquico. Euskal Herria es un pueblo republicano, además de ser republicano también tiene un arraigado sentimiento abertzale y socialista.
Y esto es lo que se ha retratado nitidamente. Los media del régimen han acudido a toque de arrebato tratando de falsear las cifras pero la verdad estadística tiene el claro inconveniente del carácter objetivo de las matemáticas. 103.000 televidentes en ETB – 2 y 220.000 entre todas las cadenas juntas que transmiten en la CAV. Porcentualmente son los irredutibles que apoyan el gobierno del golpe de mano desarrollado por el estado usando como medio a las instancias judiciales propias, formadas por jueces elegios por el PP y el PSOE, pagados por el estado y elevados al status del que gozan por las clases económicas y sus aparatos de partido. Y ni así.
¿Qué viene ahora?. La siguiente bufonada consiste en meter con calzador la selección española de fútbol. Porque ahí, tabién les duele.Y ahí también pinchan en hueso ante la firmeza del mundo del deporte vasco que no ha podido ser debilitado ni dividido por el gobierno del PSOE ni por sus aliados del PNV en la Federación Vasca de Fútbol.
Euskal Herria ha vuelto a pasar con nota el desafío que el estado le ha lanzado. Ahora es el tiempo de reflexión para todas las partes.Y debe serlo ya que las posibilidades de solucionar los problemas políticos de manera democrática están dadas desde uno de los actores principales de este enfrentamiento.La Izquierda Abertzale ha manifestado publicamente que su apuesta estratégica pasa por responder con más política a la ofensiva represiva que encabezan el PP y el PSOE, con el apoyo de las estructuras represivas del estado español en todos sus ámbitos. Y ha acertado plenamente al poner el acento en la incomodidad en que los podéres reales se encuentran cuando han de responder a las demandas populares.
Pues bien, ha habido dos referendúms interesantes en el curso de tres semanas. En uno,167 localidades catalanas se echaron a la calle en medio del regocijo popular para votar en un referendum que las instancias judiciales no se atrevieron a ilegalizar e impedir, en el otro la tentación cainita de humillar a la mayoría de la población de la CAV se ha encontrado con el rápido movimiento digital del Movimiento Popular que lanzó la campaña de boikot. Y en ese boikot ha coincidido la mayoría de la población en el mismo instante en que en el estado la población que siguió la alocución bajó respecto al año anterior en un 7,4 por ciento.Todo esto sucede cuando el Tribunal Constitucional no se atreve a hacer pública la sentencia del Estatut maquillado que Alfonso Guerra en medio de las risas de los jóvenes del PSC pronosticaba advirtiendo desvergonzadamente de que ya se encargaría el PSOE de cepillar ese estatuto que no representa a Catalunya ni a su territorialidad.
Las cosas están cambiando y podemos decir con Galileo, e puore se muove!. Si, la situación política se está moviendo Agradezcamos a los podéres fácticos españoles y al grupo Vocento el conocimiento de que el número de recalcitrantes españolistas que siguen a pies juntos los dictados de Madrid está en 220.000 en la CAV, una persona de cada veinte exactamente. ¡Queremos votar! y queremos votar ya.