He leído planteamientos recientes de compañeros corresponsales de la ABP y por azar he coincidido en la inquietud de escribir sobre los mismos temas. Me llama la atención el debate sobre la cuarta y la quinta internacional y el problema del oportunismo, lo mismo que el tema de las heterodoxias en la izquierda. No deseo ahondar en diferencias sino hacer unas reflexiones generales en la necesidad de unificar conceptos contra el enemigo de la humanidad en su conjunto.
El capitalismo en la expresión del imperialismo Estadinense. Aquí está mi aporte en el que no preveo distinciones sustanciales con los compañeros, aunque tal vez las diferencias sean de forma.
1)-El pensamiento Marxista y Bolivariano siempre han estado vigentes y han cobrado renovado vigor en épocas de crisis sistémicas e ideológicas como las actuales. Elaboradas doctrinas del imperialismo en materia de economía (libre cambio, Estado Keynesiano, neoliberalismo, “la Tercera vía”) y política (destino manifiesto y doctrina Monroe) han perdido su validez y su eficacia en la actual fase de planetarización del capitalismo salvaje. Estas doctrinas han sido suplantadas por retóricas simplistas como lo son “la lucha infinita contra el terrorismo” y el narcotráfico entre otras; con lo que se demuestra la crisis definitiva de la mentalidad burguesa (parafraseando al académico argentino José Luis Romero ) y la desestructuración teórica e intelectual de los defensores del sistema; cuya legitimidad ideológica se asienta en los sedimentos sicológicos de supersticiones perversas heredadas durante muchos siglos de oscurantismo e ignorancia.
En la práctica, el poder se mantiene y se ejerce mediante el ejercicio abierto de la violencia y la guerra contra los pueblos desvalidos del mundo y el terrorismo de Estado; hechos en los cuales una serie de discursos hipócritas, maniqueos y estúpidos hacen carrera mientras se especializan en amenazas abiertas y veladas a través de aquella simplonería gansteril que en ocasiones produce hilaridad cuando rayan en lo cantinflesco. Alvaro Uribe y el inflado ministrico de defensa Gabriel Silva Luján son un buen ejemplo de ello, éste último con sus frecuentes salidas de chistorete.
2) ‑Pero retomando la idea central, cabe hacer un par de precisiones. El marxismo, en lo que tiene que ver con instrumentos conceptuales de denuncia y como crítica científica, radical y revolucionaria del capitalismo estará vigente hasta el fin de esta formación económico social cuyas leyes de desarrollo Marx y Engels descubrieron. Es análogo a cuando ciertas funciones de un objeto se inutilizan porque aquello para lo cual han sido creadas desaparecen. El marxismo cobra mayor vitalidad especialmente después del derrumbe del muro de Berlín hacia 1989 pese a que muchos se alegraron cuando algunos quisieron “sepultarle” mientras entonaban cánticos de bienvenida al “Fin de la historia”, inconscientes de que en realidad ésta tomaba otros derroteros.
El pensamiento bolivariano también adquiere mayor significación desde éstas mismas fechas por cuanto el imperialismo estadinense, después de consumada la disolución del bloque soviético, su gran enemigo histórico y sobre el cual había proyectado todos sus esfuerzos desde el fin de la 2da guerra mundial; busca nuevos enemigos en el sur del mundo. Esto teniendo en cuenta la indiscutible vocación antiimperialista y anticolonialista del Bolivarismo.
3)- Para entrar más en materia, diré que la historiografía son los relatos de los hechos del pasado que yacen escritos en los libros, los cuales son solo una parte importante de la historia humana. En vista de que el marxismo enseña a pensar y a entender las sociedades en permanente movimiento, se asume que el presente humano y social, aquel que los sentidos perciben, del que cotidianamente se hace parte y en el que los individuos permanecen inmersos, se constituye en un entramado de relaciones vitales que se hallan en permanente movimiento o sea, el presente y su actuar es también histórico. Sin embargo, se tiene en cuenta que el presente social tiene unas causas, unos orígenes es decir, un pasado. Un pasado individual que se remonta a la niñez y a todas las actuaciones de un sujeto, y a un pasado colectivo que se remonta a todas las generaciones precedentes, las cuales solo es posible conocer desde el presente y a través de la tradición oral, la mediación de los libros y las instituciones. Así se conoce de la experiencia que dichas generaciones han legado. Su ciencia, su tecnología, su economía, su política, conocimiento, creencias, ideas, valores, experiencias de lucha etc. De todo ello se sabe y se discierne, se piensa y se actúa en consecuencia o en contravía, depende del lado del que se esté y de las circunstancias.
Ello ocurre en virtud de la memoria, que es a su vez individual y colectiva. Por ello la historia es todo. El pasado y el presente. La experiencia individual y colectiva. Saber que toda la historia de la humanidad es la lucha de clases; es un referente y un indicador de conciencia en el sentido de cual es el lugar que se ocupa en la sociedad capitalista. La del productor, la del distribuidor, la del asalariado y explotado, etc, etc. De ahí que la historiografía sea cultura política y un eficaz instrumento de transformación revolucionaria del presente. La que aporta información y formación política al combatiente revolucionario y al intelectual comprometido.
4) – Los acontecimientos relievantes del pasado, que no solo existen en la historiografía sino que han dado forma jurídica a instituciones(estructuras morales) y en buena parte de los casos, han originado trascendentales legados de lucha y rebelión contra las formas oprobiosas de sometimiento; dichos acontecimientos deben contextualizarse en sus debidas dimensiones espacio temporales. Por ejemplo: Bolívar fue un gran guerrero antiimperialista y anticolonialista latinoamericano del siglo XIX, que ha dejado un gran legado político, jurídico y moral. Marx, un extraordinario pensador revolucionario europeo, (alemán para mas señas) del siglo XIX, que también ha dejado un gran legado teórico práctico para la humanidad.
5)- Bolívar nunca se enteró que Marx existía porque a su muerte en 1830 éste tenia apenas 12 años y además de estar distanciados por el tiempo lo estuvieron por la geografía, la idiosincrasia y porque no decirlo, por los prejuicios que son normales en todos los seres humanos. Marx se enteró que Bolívar había existido pero desde muy lejos, y a riesgo de estar mal informado. Es indudable que éste se equivocó sobre Bolívar así como sobre muchas otras cosas, algunas equivocaciones que él mismo reconoció porque era un científico (no un religioso) que enseñaba a pensar crítica y autocríticamente los procesos, pues su pensamiento era dialéctico y a algo así hay que “pararle bolas”. Si sus energías vitales le hubiesen alcanzado para vivir unos veinte años mas (en realidad murió siendo relativamente joven) hay que estar seguros que su aporte teórico (que incluye el de Engels) había sido obviamente mucho mas completo que el que dejó como legado, y a lo mejor habría reconocido en su debido momento algunos errores que hoy en día algunos lamentan. Sin embargo, hoy no se tendría la capacidad de la autocrítica para cambiar y mejorar e incluso, de tener la arrogancia de criticarlo a él con argumentos sólidos, si no fuese por cuenta de él mismo.
Porqué? porque la crítica y la autocrítica nutrieron y nutren su pensamiento, de ahí que resultara apenas lógico que después de la extinción física de Marx se produjera un valioso enriquecimiento teórico práctico lo cual le ha convertido en una corriente de pensamiento universal, heterodoxo y antidogmático. Marx, además del aporte investigativo señalado mas arriba y de participar activamente en actividades revolucionarias, con su capacidad intelectual ofreció la perspectiva de una solución decisiva a los problemas de la humanidad, lo que hoy cobra su vigencia más trascendental.
El socialismo y el comunismo.
6)- Pero qué podría señalarse de paso, como equívocos del gran Marx en su momento, teniendo en cuenta sus normales condicionamientos socioculturales, e incluso sus prejuicios? Tal vez cierta noción lineal de la historia. Que todas las sociedades evolucionan en la misma dirección, y pasando en el mismo orden por las mismas fases de desarrollo. Tal vez pensar que las revoluciones socialistas se iban a producir primero en los países del capitalismo desarrollado donde empezaba a surgir una clase obrera moderna, o saludar como positivo el colonialismo inglés en la india, viéndolo como un proceso doloroso pero “necesario” etc; O decir por ejemplo, que las guerras son parteras de historia, en fin. No debe olvidarse que es un hombre del siglo XIX y que pese a ello, un poco contradictoriamente con lo anterior, en una carta de respuesta a un intelectual ruso de apellido Danielson, admitió que él no había pretendido fundar una filosofía de la historia para todo tiempo y lugar, porque sabia que en cada país los procesos son concretamente diferentes; que para alcanzar el socialismo no existen las vías únicas y que incluso en Rusia, un punto de partida podrían ser las comunas campesinas con lo que obviaba como solución el tema del proletariado moderno como el único sujeto llamado a hacer la revolución.
7)- Está visto que las revoluciones socialistas no se dieron en los países del capitalismo avanzado como él había pensado. En el siglo XX y en el primer mundo, el estado keynesiano o de Bienestar, bajo el mando de gobiernos social demócratas validaron para si mismos el discurso de la izquierda, el socialismo y los derechos humanos. Pero ello ya fracasó hacia los años 70s, y ahora sus herederos le aplican retoques y pañitos de agua tibia al ya moribundo neoliberalismo en el mismo nombre de la izquierda.
Las revoluciones socialistas del siglo XX ocurrieron todas en el llamado tercer mundo, y no era para menos, pues en ellos la explotación y el sometimiento siempre han alcanzado los niveles mas oprobiosos y dramáticos. Si la humanidad actual tuviese la fortuna de que personas como Karl Marx hubiesen vivido edades Matusalénicas, nuestro hombre habría sido el primero en admitir que se equivocó hace mas de 150 años en lo referente al lugar donde ocurrirían las revoluciones socialistas. También sería el primero que hoy estaría apoyando con sus reflexiones y actuaciones las luchas anticapitalistas y anti imperialistas en todo el mundo, e incluso, haría bastante tiempo habría hecho las paces con Simón Bolívar (a quien había tildado de “tirano, emulador de napoleón” etc).
Como esto último es solo una alusión ficticia y literaria, no tiene nada de extraño que en las actuales circunstancias históricas que terminan siendo realmente decisivas, ambas corrientes de pensamiento hayan convergido. El enemigo de la humanidad en su conjunto, obliga a los revolucionarios a madurar y a depurarse de elementos intrascendentes de discusión, como por ejemplo; viejas rencillas personales heredadas de personajes importantes que ni siquiera vivieron en los mismos contextos históricos y geográficos , ni pertenecieron al mismo espacio cultural.
8) ‑Consecuente con el hecho de que la lucha de clases se presenta de maneras diferentes en cada país, en obediencia a particularidades históricas concretas, Marx no pasó por alto el hecho de que algunos sectores cultos de la burguesía terminaran identificándose con las luchas del proletariado, comprometiéndose. En algún aparte de la ideología alemana reflexiona sobre esto, y aunque no es exactamente este el caso de Bolívar, cabe destacar de éste su papel de intelectual progresista comprometido, conductor y luchador antiimperialista y anticolonialista, un pensamiento y un actuar revolucionario para la realidad histórica y socioeconómica concreta de tipo feudal y medieval de su tiempo. Sobre ello, aparte de Lenin, Antonio Gramsci y muchos otros que por razones de espacio no mencionaré, existen sobradas evidencias de que en América Latina, Bolívar no ha sido la excepción de que intelectuales, e incluso sacerdotes hayan sido y sean conductores revolucionarios.
9)- Pero volviendo a Bolívar, en sus respectivas limitaciones espaciotemporales, (America y un fragmento de su historia ) como natural guerrero, es un teórico práctico y un estratega que planifica. Podría decirse que de cierta forma fue un leninista porque combinó formas de lucha, y porque debió hacer alianzas estratégicas y transitoria con elementos que a la postre iban a ser sus enemigos personales, (Páez, Santander, entre otros) y por ende de los proyectos de integración latinoamericana, algo que él de antemano no ignoraba porque era un político pragmático. Obviamente no podía ser un socialista en sentido estricto o un antiimperialista en sentido leninista, porque no estuvo enfrentado al imperialismo capitalista el cual teoriza y enfrenta el gran estadista y revolucionario ruso, sino que como está dicho, estuvo enfrentado a las fuerzas de un gran imperio feudal y medieval cuya fase histórica es premoderna y precapitalista, pese a que la economía española ya en aquella época era la base del desarrollo del capitalismo en Inglaterra y los demás estados europeos.
11)- El pensamiento de Bolívar se nutrió del legado racionalista y progresista del siglo de las luces y de la revolución Francesa y los derechos del hombre, por lo que podría definirse como un pensamiento moderno liberal, progresista y de avanzada, que hace énfasis en la libertad y en la autonomía de los pueblos para elegir a sus gobernantes, cuyo poder decisorio ya no reposa en los aristócratas y reyes elegidos por herencias de sangre y encubiertos de aureolas de mistificación.
De ahí que exista en él una especial preocupación por las democracias auténticas y participativas en la configuración del Estado, lo mismo que en la educación laica. El pensamiento marxista clásico por su parte, fue fruto de la reflexión sobre el pensamiento racionalista burgués de la época. La filosofía clásica alemana, el socialismo utópico francés y la economía política inglesa. Algo así como una contradicción dialéctica del pensamiento burgués; y es así como se va posibilitando la convergencia de dos grandes corrientes de ideas universales hacia América latina, ya que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, durante la configuración de los primeros Estados latinoamericanos mediante la adopción de idearios liberales alrededor de la libertad de pensamiento, éstos facilitaron la traducción al español y la difusión de los clásicos del marxismo, originando la también heterodoxa y a veces antagónica vertiente del marxismo latinoamericano. (José María Arguedas, etc, etc).
12)- Bolívar, además de lo anteriormente expuesto y de su praxis antiimperialista en su lucha contra el colonialismo español, y políticamente contra el imperialismo americano; ( “los EEUU parecieran escogidos por la providencia para plagar de hambre y miseria a las Américas en nombre de la libertad”) se fortalece en el planteamiento y llamado a la integración, que bien podría complementarse con aquel llamado que hace Marx en el manifiesto comunista: “Proletarios de todos los países, uníos”.
Debe destacarse que aún en medio del extraordinario atraso económico, político, cultural e intelectual de su época, Bolívar fue un vidente de las ideas avanzadas que a diferencia de otros grandes luchadores e independentistas latinoamericanos como por ejemplo el general San Martín; no quiso reemplazar los virreinatos de Sudamérica por Monarquías copiadas y calcadas del decadente imperio español y de Portugal, (como lo fueron el caso del Brasil y México) sino que luchó y defendió la creación de una gran República presidencialista y un solo estado moderno, integrado y administrado democráticamente por representantes de colectividades regionales cuyas raíces históricas, culturales y linguísticas fuesen comunes, también en razón de haber sido sometidos a la esclavitud por los imperialistas españoles y sus aliados.
12) ‑Esta concepción de Estado y de gobierno, no solo fue revolucionario en su época sino que hoy lo sigue siendo, puesto que la dominación del capitalismo norteamericano sobre nuestra América (como decía Martí) que Bolívar vislumbró, hoy persiste en dividir y en fragmentar. Marx y Bolívar actualmente son histórica, política e ideológicamente imprescindibles y complementarios como han llegado a serlo el marxismo y el psicoanálisis, el marxismo y el cristianismo que parecían estar en las antípodas. Como pueden llegar a serlo Martí, Bolívar y San Martín. Lenin y Trosky. El Ché y Mao. Espartaco y Túpac Amaru. Martin Luther King y Nelson Mandela. Manuel Marulanda Vélez y Sandino etc,
La historia de la humanidad es la lucha de clases, pero esta hoy alcanza dimensiones supra estatales, transnacionales y/o universales, cuando la confrontación en todos los espacios, órdenes y niveles se da entre el imperialismo y los pueblos del sur del mundo. Adquiere diferentes expresiones no necesariamente estructuradas y debidamente organizadas, aunque a veces se les califiquen de espontaneístas. Las confrontaciones en el nivel ideológico y cultural surgen como efecto de las luchas concretas de los hombres de carne y hueso, pero éstas se modifican y cambian de escenarios con el paso del tiempo, en vista de que la historia se mueve porque las sociedades están en permanente movimiento. .
Autor. Marcelo Pampa