Durante los últimos años la Plaza del Carmen granadina había sido pasto de la propaganda de grupos de extrema derecha. Ni el goteo de jóvenes asesinados en el estado español por organizaciones nazis y fascistas, ni la oposición de una parte la sociedad granadina que ya se había manifestado en la Plaza del Carmen otros años a festejar su propia conquista por el ejército castellano-aragonés, han sido suficientes para que el consistorio gobernado por el PP reconsidere esta celebración. Una “fiesta local” implantada por el régimen franquista en detrimento del 26 de mayo, día del asesinato de Mariana Pineda que hasta 1937 fue fiesta en la ciudad.
Sin embargo el 2 de enero de 2010 ha sido el día del reencuentro de las autoridades granadinas, rancias y nostálgicas de “glorias” pasadas, con el sector antifascista de Granada que se opone a que las calles de la ciudad sean tomadas por grupúsculos que hacen del racismo y el fascismo su bandera. Organizaciones como SOS Racismo, Jaleo!!! o Nación Andaluza, junto a círculos antifascistas, plantamos cara a una fiesta cuyo descrédito aumenta en la ciudad. A la misma se han opuesto este año organizaciones como Granada Abierta, intelectuales como Tariq Ali o Antonina Rodrigo, el cantaor Juan Pinilla, o Mavi Muñoz, madre del joven Carlos Palomino asesinado por un fascista en Madrid, se han posicionado contra esta celebración. La propuesta de los colectivos opositores no es ni mas ni menos que restablecer el 26 de mayo como fiesta local, eliminando por completo los actos del 2 de enero.
A las 11 de la mañana se desplegaba una pancarta en la que se podía leer «NO AL RACISMO, NO AL FASCISMO, NO A LA TOMA DE GRANADA». Más de 80 antifascistas ocupamos un flanco de la plaza para manifestar nuestro rechazo a esta celebración. Mientras desfiles militares del ejército español y autoridades locales paseaban el pendón de la conquista. Un pendón que nos sigue recordando que Granada es una ciudad conquistada. Que Granada y Andalucía es un enclave colonial administrado por unas autoridades-títere a las que les debemos la situación de desempleo, de precariedad económica y atraso cultural secular que sufrimos. Haciendo gala de una actitud poco tolerante y castrense, el protocolo fue roto por el teniente general del ejército imperialista Puentes Zamora que se acercó a nosotros para manifestar su desprecio contra los abucheos que el ejército español estaba recibiendo.
Durante las horas que duró el acto, tan solo el azar y la templanza de los antifascistas evitó males mayores: Ante la pasividad y parcialidad de los antidisturbios y de la policía municipal, que sólo vigilaban a los anti-toma, los fascistas accedieron en varias ocasiones a la zona en la que estábamos l@s opositores/as a este acto de la manera que sólo ellos saben, insultando y amenazando. Asimismo, una compañera que intentaba acceder a nuestro grupo entre la muchedumbre fue zarandeada por los fascistas, mientras los insultos machistas llovían sobre aquellas mujeres que plantaban cara a esta celebración españolista. Estos hechos ponen una vez más de relieve la peligrosidad de estos grupos a los que proporciona cobertura con sus celebraciones el ayuntamiento de la ciudad.
Al finalizar el acto, el bloque anti‑2 de enero dió por concluida su acción, abandonando en bloque la plaza para garantizar la autoprotección, siendo seguidos muy de cerca por policías de paisano.
Ni las provocaciones de la extrema derecha, ni las maniobras de las autoridades españolas han podido callar este movimiento de protesta que crece en Granada, y que augura para la Toma un futuro que esbozó ayer proféticamente el escritor pakistaní Tariq Alí “la fiesta de la Toma es una resaca que acabará muriendo”.
Asamblea local de Nación Andaluza
Granada, 3 de enero de 2010