El Festival Cultural de Granada otorgó el Granadillo de 2010 a Tariq Ali, miembro del Consejo Editorial de SinPermiso, por sus novelas El quinteto del Islam, como son conocidas. El premio fue presentado en un acto con la asistencia de más de 3.000 ciudadanos la mañana del 2 de enero, una fecha que señaló la rendición del último reino musulmán a los Reyes Católicos Isabel y Fernando. Con anterioridad, esa misma mañana la derecha había caracterizado el día con grupos fascistas portando pancartas en las que se leía: “Por una nueva reconquista, expulsión de todos los musulmanes de España”. El discurso que viene a continuación fue la respuesta dada por Ali en la entrega del premio.
Muchas gracias, me siento privilegiado de ser tan premiado, pero soy muy consciente de la importancia de esta fecha y del hecho de que ustedes estén honrando estas ideas expresadas en Shadows of the Pomegranate Tree, la primera novela del quinteto que empecé a escribir en esta ciudad hace más de 20 años. Quería recordar a los lectores los últimos atormentados días de la civilización islámica en el al-Ándalus, no por razones de nostalgia sino porque los crímenes que se cometieron (la quema de los libros en Bib Rambla a unos pocos minutos de paseo de donde estamos ahora nosotros, la expulsión de los judíos, las conversiones forzosas, los autos de fe con la quema de los herejes en las hogueras, la Inquisición y su policía secreta de la Santa Hermandad y la expulsión final de los musulmanes españoles) marcaron la nueva identidad de Europa y, diría yo, dieron sus resultados en el siglo XX en Alemania, Italia y España misma en el período anterior a la segunda guerra mundial.
La historia nunca se repite exactamente, pero sus ecos pueden a veces ser más mortíferos. Así que el recordar al pasado no se hace para que la gente se sienta culpable por los crímenes cometidos por sus antepasados o para que pida indemnizaciones sino para asegurar que aprendemos del pasado y evitamos los errores de los siglos XV y XX. ¿Hemos aprendido algo?
En el ámbito de la cultura (música, literatura, teatro) hay intentos para transmitir algo de lo que se ha perdido: una Europa donde una vez hubo una coexistencia de muchas culturas y tradiciones que crearon una síntesis única en filosofía y literatura. En el ámbito de la política mundial no se ha aprendido nada. La Reconquista del siglo XV ha sido reemplazada hoy por un proceso de recolonización. Un millón de iraquíes murieron después de la ocupación de su país; bases gigantes de EEUU han sido construidas para mantener a soldados estadounidenses en el país de forma indefinida. Afganistán está ocupado desde hace más de ocho años (inclusive por las tropas de su Estado [el Reino de España]). ¿Podría tener esto algo que ver con una creencia generalizada en el mundo musulmán acerca de que las Cruzadas no han finalizado aún?
Como ciudadanos de Europa todos tenemos responsabilidades morales y políticas, una de las cuales es oponerse a las guerras imperiales apoyadas por políticos de todas las tendencias, políticos que nosotros hemos elegido. La Unión Europea no es nada más que un minúsculo satélite que gira alrededor del sol estadounidense. Nada más. ¿Cuántos tratan la muerte de un iraquí, un afgano o un paquistaní como lo harían con la muerte de un europeo o un norteamericano? Si estos dobles raseros continúan, los europeos entrarán sonámbulos dentro de mayores desastres y de mayor escala que el acontecido en Granada después del 2 de enero de 1492.
Sobre todo, por más sombrío que el mundo parezca o sea, no debemos perder la esperanza porque ello significaría vivir en la pasividad y aceptar que un mundo mejor no es posible. Gracias por el Granadillo.