La sede de Gehitu, la asociación de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales de Euskal Herria, fue objeto ayer de madrugada del tercer ataque con tintes homófobos que se produce en el último mes en Donostia. Dos desconocidos destrozaron los cristales del portal ubicado en el número 51 de la calle Arrasate, donde se encuentran las instalaciones, valiéndose para ello, al parecer, de retrovisores arrancados en las inmediaciones.
Un vecino del portal fue quien dio la voz de alarma a las 2.15 horas. La Policía no tardó en llegar al lugar. Tras comprobar que la cristalera había sido hecha añicos, inició las pesquisas policiales, tomando testimonio a testigos presenciales. Al parecer, dos varones, antes de perpetrar el ataque, habían arrancado siete espejos retrovisores metálicos de motos estacionadas en la zona. Los arrojaron sin más miramientos contra la cristalera del portal, de tres metros de altura.
El destrozo, incluso, entrañaba cierto peligro para el vecindario. Tanto, que la Policía optó por llamar a los Bomberos, ante el temor de que se produjeran cortes o lesiones debido a las grandes dimensiones de los cristales rotos. Los bomberos procedieron a despejar la zona.
Agentes de la Ertzaintza no tardaron en llevar a cabo una inspección ocular y constataron, además, que en la zona hay varias cámaras de edificios públicos, por lo que han solicitado el visionado de esas grabaciones por si pudieran servir para identificar a los sospechosos. También se ha procedido al levantamiento de huellas, según ha podido saber este periódico.
Ante tales evidencias, los agentes que se desplazaron a la zona barajaban como hipótesis más probable un ataque con tintes homófobos. Sus sospechas se vieron confirmadas poco después, al aparecer en la zona de los hechos el propietario del bar Kontra, conocido establecimiento de ambiente en Donostia. El hostelero relató que poco antes de perpetrarse el ataque, dos personas habían accedido al bar gritando: «¡Maricones, os vamos a matar!».
La Policía sospecha que se trata de las mismas personas. Además, las instalaciones de Gehitu son perfectamente identificables por el cartel que hay en la fachada, así como la bandera arco iris que flamea en el mismo lugar.
Lo cierto es que los ataques se vienen sucediendo con relativa frecuencia en los últimos tiempos. De hecho, hace unas semanas también desconocidos arrancaron un buzón, una agresión que se repitió con mayor virulencia poco después, cuando se perpetró un nuevo ataque en el que se rompieron cristales interiores del local, unos hechos que fueron denunciados a la policía.
De todos modos, miembros de la asociación, que ayer al mediodía desconocían el incidente de la noche anterior, no quisieron hacer una lectura tremendista y confiaban en que fueran hechos aislados por parte de ciertos individuos que, esperan, no tengan continuidad.
Curiosamente, hace ahora casi un año, los resultados de un estudio difundido por Gehitu denunciaban que nueve de cada diez adolescentes donostiarras que son gays o manifiestan dudas al respecto han admitido padecer ataques debido a su condición.
El informe precisaba que el 10% de estos jóvenes había sufrido palizas en el entorno escolar y que más del 30% reconocía haber sufrido amenazas. A su vez, cerca del 50% confesaba que les habían arrojado objetos.
Los responsables de la asociación incidieron en aquella ocasión en que los resultados de este estudio evidenciaban la «persistencia de actitudes de carácter homófobo», como las que, al parecer, se están registrando en las últimas semanas.