¿Quien es quien en el llamado Ejército Nacional Afgano?. Descalabro OTAN. - Los agentes que murieron en un atentado suicida en una base de la C.I.A. en el sureste de Afganistán eran responsables de la recogida de información de inteligencia sobre las redes militantes en Afganistán y Pakistán y de planificar las misiones para matar a los principales dirigentesi slamistas, dijeron el jueves fuentes USA. El autor, por noticias que se van filtrando, era un supuesto informador y colaborador de la CIA y no fue cacheado ya que era tenido por un leal colaborador, en lo que ha sido una magistral acción de infiltración de las fuerzas Talibán o de Al Qeda.
Siete de los ocho estadounidenses muertos en el ataque de ayer por la tarde en la Base de Operaciones Chapman en la provincia de Khost son de la CIA, oficiales dedicados a las tareas de ejecución de los dirigentes taliban y similares. entre las las víctimas está el jefe de base, dijeron los funcionarios., aunque la CIA se niega a hacer públicos los nombres de sus agentes, últimas informaciones parecen indicar que el tal jefe, era realmente una jefa madre de tres hijos, lo que constituye una sorprendente revelación. Más sorprendente aún es nococer que la Jefe era la Directora de la Agencia. Otros seis empleados de la CIA resultaron heridos, según la agencia.
El ataque fue el episodio más mortífero para la agencia de espionaje en los ocho años transcurridos desde el 11 de septiembre de 2001, ataques contra las Torres Gemelas. Se llevó a cabo por un atacante suicida que portaba un chaleco con un uniforme del Ejército Nacional Afgano, OTAN , confirmó una fuente que pide no ser identificada debido a lo delicado del tema. El Talibán a través de un portavoz atribuyó la responsabilidad del ataque a sus efectivos militares. Fuentes de la CIA han establecido un paralelismo entre la precisión de este ataque, acabando con los más altos mandos delespionaje y el mado sobre el tereno y las acciones de los misiles guiados que utiliza la aviación de EEUU.
El uso de un uniforme del ejército planteó la hipótesis la posibilidad de que los uniformes fueran robados o que el Ejército Nacional Afgano había sido infiltrado por los insurgentes, un problema potencialmente más grave y generalizado.
El ataque ocurrió casi al anochecer, cuando algunos elementos USA en la base estaban terminando su trabajo diario y procedían a relajarse o a tomar un descanso antes de la cena, o antes de regresar a sus oficinas por la noche.
Un funcionario de la OTAN dijo que el atacante logró eludir la seguridad y llegar a una zona, cerca del gimnasio de la base. La CIA investiga si fue si el atacante trabajó en la base y tenían autorización, o si un desliz en la seguridad le permitió infiltrarse.
Un funcionario de inteligencia estadounidense dijo que la CIA llevaría a cabo una investigación acerca de la forma en que el atacante logró burlar la seguridad del perímetro de la base y detonar su chaleco de explosivos en medio de los dirigentes de la CIA en las políticas de investigación y ejecución de los dirigentes talibán y de Al Qeda en Afganistán, Pakistán, nada menos..
El audaz golpe asestado supone un aviso significativo a la seguridad de la Agencia, que ha perdido sólo 90 funcionarios en el desarrolo de sus acciones desde su fundación en 1947, el período más mortifero la CIA lo viene padeciendo en Afganistán, podría deberse a que los tiempos de colaboración con las milicias islamistas en la guerra contra los soviéticos ha permitido a el Talibán y Al Qeda conocer perfectamente los métodos de funcionamiento del aparato de inteligencia norteamericano, lo que convierte en muy vulnerable al ejército USA y por derivación a la OTAN.
La agencia de espionaje ha puesto de manifiesto que cuatro de sus funcionarios han sido abatidos desde los ataques del 11 de septiembre hasta esta acción, todos ellos cuentan con un monolito con estrellas talladas en una pared de mármol en la sede de la agencia en Langley, Virginia
«La tragedia de ayer nos recuerda que los hombres y mujeres de la CIA ponen en riesgo su vida todos los días para proteger a esta nación «, declaró Leon E. Panetta, el Director de la C.I.A. en un mensaje a los efectivos de la agencia de espionaje, ajeno a cualquier reflexión que lleve a su gobierno hacia las políticas de paz y respeto internacional que demanda el mundo al gobierno de Bush antes y al del carnicero Obama, ahora.
El ataque ocurrió cuando la agencia aumenta su presencia en Afganistán y Pakistán desde el año pasado, a veces esta envía agentes a las bases remotas complementando a los que mantiene en las embajadas fortificado en Kabul e Islamabad, Pakistán.
En los últimos años, la C.I.A. ha estado a la vanguardia de las operaciones de contraguerrilla estadounidense en el sur de Asia, dirigiendo el lanzamiento de un aluvión constante de ataques drone contra Al Qaeda y talibanes en las montañas a lo largo de la frontera entre Afganistán y Pakistán.
La provincia de Khost, fronteriza con Pakistán, es un espacio privilegiado para los militantes con vínculos con los talibanes y con Al Qaeda que utilizan zonas de Pakistán en las que el estado no tiene presencia como zona estratégica. Las Bases en la frontera entre Afganistán y Pakistán sirven a la resistencia para reunir información de inteligencia en ambos países y pasarsela de manera fácil por el acceso a las milicias locales que se pueden mover sin problemas a través de la frontera. La zona de Khost ha sido una de las vías principales de varias que Al Qaeda ha utilizado desde la década de 1990 para ir y venir entre los dos estados ahora en guerra, gracias a la agresión del gobierno Obama a Pakistán.
Hubo un gran campamento de Al Qaeda al sur de Khost hasta agosto de 1998, cuando sus habitantes se vieron obligados a trasladarse a Pakistán después de que Estados Unidos bombardeara el campamento con misiles de crucero en respuesta a los ataques contra las embajadas estadounidenses en África oriental.
Se han producido frecuentes ataques contra las bases estadounidenses en Khost, pero rara vez, o nunca, los atacantes suicidas han llegado más allá de una puerta principal. El ataque del miércoles fue especialmente audaz y preocupante, ya que el atacante logró violar las medidas de seguridad de una base calificada como la más segura, en la que se ejecutan las operaciones más estratégicas contra las guerrillas islamistas en Afganistán y Pakistán. Los talibán han acabado con los responsables del Estado Mayor de la CIA sobre el terreno y han sembrado la duda de hasta donde llega la infiltración afgana entre sus colaboradores a los que EEUU consideró hasta ahora, leales.
«Usted siempre busca técnicas y procedimientos contrainsurgentes nuevos , y si usted cree que una base está protegida y luego no lo está, es preocupante», dijo un portavoz de la OTAN, que habló de forma anónima por la delicadeza de la cuestión.
La C.I.A. está notificando a las la familias de los oficiales muertos en el ataque la noticia. Los nombres de algunos de los muertos no pueden ser divulgados públicamente, porque varios destacados oficiales de la CIA puede haber estado trabajando encubiertos, aspecto este que determina la importancia política estratégica y cualitativa de la acción armada de la resistencia armada.
El ataque tiene similitudes con otros reivindicados por los talibanes a ambos lados de la frontera afgano-pakistaní. En noviembre, cinco soldados británicos murieron a manos de un oficial de la policía afgana con la que estaban trabajando después de abrir fuego contra sus ¿«colegas» ? en un puesto de control conjunto en la provincia de Helmand.
En Pakistán, los grupos de talibanes aliados con Al Qaeda y otros grupos militantes han empleado de forma rutinaria los ataques con suicidas que vestían uniformes de las fuerzas de seguridad de turno. Estos ataques han planteado preocupaciones acerca de la infiltración, así como de la sinceridad en la cooperación de los miembros de los servicios de seguridad locales con la CIA y con la OTAN.
Las bases americanas en Khost, en particular, Camp Salerno, una de las más grandes del país, han sido blanco de frecuentes ataques, esta vez el descrédito de las medidas de seguridad estadounidenses en las zonas en guerra es absoluto. Se ha caído el mito de la omnipotencia de la tecnológia y el espionaje de la CIA, demostrándose lo quimérico de las teorías del control social absoluto. Solo son efectivas estas tésis cuando el terror anula a los pueblos, pero no es el caso ya que las organizaciones que se enfrentan a EEUU, Europa y la OTAN se caracterizan por el uso de la violencia para responer al terror occidental con los aniquilamientos de las tropas occidentales y sus colaboradores en el área en guerra.
En mayo, un atacante suicida hizo estallar un coche bomba cerca de la puerta principal de esta base, matando a 7 civiles relacionados con el aparato norteamericano e hiriendo a otros 21. El atentado tuvo lugar un día después de un ataque de los talibanes coordinada dentro de la ciudad de Khost, la capital provincial, que dejó al menos 7 civiles y 8 insurgentes muertos.
En junio, un hombre en una motocicleta detonó explosivos cerca de una intersección en la ciudad, matando a 7 civiles afganos e hiriendo a otras 44.
La semana pasada, los insurgentes fuertemente armados entraron en un cuartel de policía en Gardez, al norte de Khost, y se enfrentaron fuerzas afganas y de seguridad de Estados Unidos durante más de tres horas. Ese ataque fue atribuido a la red dirigida por los talibanes y encabezada por Sirajuddin Haqqani, cuyo territorio está al sur en el área tribal de Pakistán de Waziristán del Norte.
En las últimas semanas, funcionarios estadounidenses han aumentado la presión sobre Pakistán para acabar con la red de Haqqani, cuyos combatientes plantean una de las mayores amenazas para las fuerzas estadounidenses y tienen gran influencia sobre gran parte de Afganistán, en particular las provincias de Paktia y Khost.
Las autoridades paquistaníes y diplomáticos han dicho que la demanda fue rechazada por los militares paquistaníes, que ya está luchando contra militantes del Talibán que amenazan al Gobierno de Pakistán. Pakistán ha utilizado durante mucho tiempo a los Haqqanis para influir en la configuración futura de Afganistán, una vez que los norteamericanos se vayan de la región. Esto determina que los servicios secretos pakistaníes, tradicionales jugadores a dos bandas, a veces con Al Qeda o el talibán y otras con la OTAN y la CIA analizan ya la posible pérdida de estas guerras por Occidente y se preparan para convivir geopoliticamente con los vencedores de estos conflictos, con la incógnita de la forma institucional que pueda adoptar en un futuro este país estratégico hasta la fecha para occidente en la lucha contra el integrismo islamista del que desconfían ya abiertamente la UE,EEUU y la OTAN, de ahí que Bush buscáse con celeridad reforzar el armamento nuclear y convencional de India, a quien quieren convertir en el guardían de las fronteras y los intereses occidentales en esa parte de Asia.
El eventual ganador de un descalabro militarista occidental será sin lugar a dudas, China. Su fuerte economía y su solidez financiera pueden decantara los gobiernos integristas hacia la cooperación con este gigante asiático que a su vez necesita ir tejiendo su propia red defensiva con el éstado, desde Rusia hasta los gobiernos que surjan después de la retirada de la OTAN. Es sabido que la guía de comportamiento chino se basa en el principio «gato blanco, gato negro, ¡que más da, si caza ratones!. Es decir, a Pekin no lemolesta el carácter rigorista wahabita, con el islamismo coopera ya en Sudán y Somalia sin que esto suponga contratiempo alguno para sus postulados ideológicos.
El gran perdedor de la aventura criminal iniciada por Bush con Blair y Aznar va a ser indudablemente la población norteamericana y europea, por haber permitido el desarrollo de una carniceria imperialista contra los pueblos de Asia que acabará restringiendo los mercados occidentales y la política de monopolio de los precios ya que esta vez sí, empieza a configurarse un polo económico que Occidente no controla con intereses estrágicos que cobrarán forma militar, económica, y con culturas despegadas de los viejos imperios que ven con preocupación el emerger de otros pueblos y proyectos entre, los que hay que contar sin duda alguna a los movimientos indigenistas y socialistas que comienzan a caminar también por América Latina. El tren antiimperialista ha comenzado a coger velocidad, ya que no se detuvo nunca a pesar de las matanzas de sus dirigentes y militantes por occidente de manera directa o a través de guerras instigadas y financiadas por EEUU o Europa misma, los pueblos y la militancia anticapitalista en el primer mundo también ha de resituar sus viejos y moribundos esquemas eurocéntricos. El mundo está cambiando, cambiémos con él en la dirección del derecho a existir y a acabar con las élites oligárquicas que representan los estados de la UE, la oligárquía norteamericana y la oligarquía israelí.
El imperialismo tiene razones para preocuparse, hemos echado a andar.