Sin embargo existen apóstoles mucho más peligroso y dañino para la raza humana, ya que manipulan el Quinto Poder del Conocimiento, atentando contra la verdad y la objetividad, con la intención de fortalecer los cimientos de las mentiras que han sido escritas, porque de saberse la verdad, demolerían los paradigmas de la historia amañada y con ellos caerían también los excelsos historiadores que se consideran dueños de la verdad.
Un ejemplo de la psiquis enfermiza de estos iletrados personajes, o más bien traidores de la intelectualidad, lo significó el caso de Galileo Galilei cuando publicó su libro “Diálogo”, como producto de sus investigaciones astronómicas que demostraban que «La Tierra se mueve alrededor del sol»
Su libro no pasó el filtro de los eruditos intelectuales ortodoxos que tenían la misión de defender los paradigmas de la historia amañada
De inmediato Galileo es condenado por la inquina inquisidora de los Santos Oficios… El jesuita Horazio Grassi fue el más furibundo de todos los detractores de Galileo. Horazio Grassi, a quien yo llamo despectivamente como seudónimo de su nombre el “grasiento” por la manera sagaz y escurridiza como pudo ganarse los favores del Papa, era un erudito catedrático del Colegio Romano, quien defendía la tesis oficial de que «La Tierra está inmóvil porque es el centro del universo»
Aprovechando su influencia religiosa, el “grasiento” pidió la cabeza de Galileo Galilei, y el 22 de junio de 1633 la sentencia de la Inquisición es ratificada por el Papa Urbano VIII:
Galileo fue enclaustrado de por vida por haber asegurado que la tierra se mueve alrededor del sol; sus libros fueron quemados en grandes hogueras; su nombre fue borrado de las academias; y, bajo amenaza de tortura, públicamente debió negar sus afirmaciones, aun cuando murmuró la frase lapidaria «Eppur si muove» que quiere decir: «pero todavía se mueve»
El paradigma de Galileo Galilei es lo que acontece hoy en la Academia Nacional de la Historia, porque está infiltrada de “grasientos” que tienen la misión de ¡¡¡Ocultar la verdad!!! Para defender la historia amañada de sus libros.
Son los zombis de la historia que repiten una y otra vez la mentira de que Simón Bolívar murió por tuberculosis, y condenan a todo aquel que contradiga la «Historia Oficial»
Por esta razón, un paradigma ha significado la publicación del libro La Carta “que cambiará la historia”, que con pruebas y documentos inéditos, denuncia el asesinato del Libertador como resultado de una Conspiración imperialista ordenada y dirigida por el Presidente Andrew Jackson.
¡No importa los documentos ni los eventos de la investigación!
Decir que Bolívar fue asesinado, amenaza con echar al estercolero la mentira que han escrito esos eruditos personajes que se consideran los apóstoles de la historia.
Recientemente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, anunció la recuperación de la “Espada de Combate del Libertador” en un lugar no identificado cercano a Santa Marta, lo cual confirma lo denunciado en el libro La Carta “que cambiará la historia”, en cuando al asesinato de Bolívar. Como era de esperarse, lo dicho por el grupo guerrillero ha generado una nueva confrontación con la Academia Colombiana de la Historia, quien rechaza el Comunicado Oficial de las FARC del 7 de febrero del 2010 que dice:
Presentamos a los pueblos de Nuestra América y del mundo en lucha antiimperialista por la independencia, tres fotografías de la espada de combate del Libertador Simón Bolívar, recuperada por el comando Manuel Marulanda Vélez de las FARC-EP en las adyacencias de la ciudad de Santa Marta. Esta espada es el símbolo del triunfo de la libertad de los pueblos en esta nueva era de Bolívar.
¡Bolívar Vive y la Lucha Sigue!
Bloque Martín Caballero de las FARC-EP
Montañas de Colombia
7 de febrero del 2010
Año bicentenario del grito de independencia
La aparición de la “Espada de Combate del Libertador” confirma las pruebas que se exponen en todos sus detalles en el libro La Carta “que cambiará la historia”, lo cual también en Venezuela ha tenido sus furibundos detractores donde hay “grasientos” infiltrados en el alto gobierno: son personajes que bloquean e impiden que la verdad de la muerte de Bolívar llegue hasta el mito del Panteón Nacional, como bloquearon las investigaciones de la Comisión que el Presidente Chávez había designado, a la cual yo entregué muestras de cabellos del Libertador para los estudios de ADN.
Son los apóstoles que dicen ser los dueños de la intelectualidad y la verdad sobre la muerte del Libertador, que no obstante su terquedad obcecada en insistir que Bolívar murió de tuberculosis, yo digo como Galileo Galilei «Pero fue asesinado»