Los llamados “opositores” en Cuba parecen clonados del ex presidente del gobierno español José María Aznar. Cumplen al pie de la letra las indicaciones de los sectores más ultraconservadores de Estados Unidos, como el ex líder del derechista Partido Popular (PP), y no escatiman un solo segundo en perpetrar campañas anticubanas, como consecuencia de la enfermedad endémica que padecen.
El minúsculo grupúsculo de mercenarios cubanos, similar a Aznar, aprovecha cualquier circunstancia para lanzar una feroz campaña contra la isla caribeña, incluso utilizan el lamentable fallecimiento de un denominado “disidente”, a quien alentaron a la muerte, para conseguir un supuesto mártir, contrario a intentar evitarla como hicieron las autoridades de la mayor de las Antillas al brindarle a esa persona toda la atención médica requerida.
Ninguno de esos desprestigiados “opositores”, como el ex jefe del gobierno de Madrid, condenó la sangrienta invasión a Irak de la cual fue protagonista principal el “caballerito” español, y mucho menos expresaron consternación por la muerte de centenares de miles de ciudadanos de ese país a causa de esa guerra, y otros muchos que fueron y son torturados en campos de concentración, como el que persiste en la base militar de Guantánamo, y cárceles secretas ubicadas en Europa.
Tampoco los mercenarios cubanos, pagados por Washington y por algunos de sus aliados europeos, se han referido en momento alguno a los más de 4 mil cubanos que han fallecido o han resultado mutilados como consecuencia de las continuas acciones terroristas de Estados Unidos contra la isla, desde el triunfo de su Revolución en 1959.
Claro, que de igual forma, los “aznaritos” hacen silencio absoluto ante el bloqueo económico, comercial y financiero que las sucesivas administraciones norteamericanas mantienen hasta hoy contra el pueblo cubano, a pesar del rechazo unánime mundial a esa frustrada política agresiva.
La nueva estrategia de los mismos mercenarios, como la de Aznar y sus secuaces del PP, quienes como era de esperar ya comenzaron a vociferar en Madrid, es utilizar el fallecimiento este martes en La Habana del “disidente” para desatar un nuevo y feroz ataque mediático contra Cuba, con el apoyo de los grandes medios de prensa internacionales al servicio de poderosos emporios derechistas y anticubanos.
Pero los “aznaritos”, sin prestigio alguno ante la opinión pública mundial, como el ex presidente español, no conseguirán el protagonismo que pretenden lograr a costa de la muerte de una persona. Qué vergüenza.