Por cuarto trimestre consecutivo el Estado Español está en recesión. Pero lo mas preocupante con ser esto significativo, no es que el Estado Español siga en recesión, lo mas preocupante es que se sigan haciendo y proponiendo por parte de gobierno y oposición las mismas políticas que nos llevaron a la situación de crisis que se prolonga indefinidamente.
Las consecuencias de esta situación las estamos viendo y sobretodo sintiendo las trabajadoras y trabajadores que estamos pagando en forma de desempleo masivo y empeoramiento de nuestras condiciones de vida y trabajo, la reducción de los presupuestos públicos, el fraude fiscal de los mas ricos y la puesta a disposición de la mejora de la cuenta de resultados de los bancos de una buena porción de los dineros públicos (300.000 millones de euros).
Los gobiernos se rodean de “expertos” empresarios y banqueros que se han hecho y se hacen inmensamente ricos a costa de especular, explotar a sus trabajadoras y trabajadores, monopolizar el mercado y esquilmar los recursos naturales. Nos han arrebatado la capacidad de decidir directamente sobre las cuestiones que nos afectan. Un solo banquero tiene mucha mas capacidad de influir en la orientación de la política económica que el conjunto de ciudadanos y ciudadanas.
Como estas políticas no están dando resultados, como los recursos públicos no son ilimitados y nadie se atreve a abrir el melón de la nefasta política fiscal que prima a las rentas de capital y perjudica gravemente a las rentas de trabajo, como nadie se atreve a investigar de una vez por todas un fraude fiscal estimado en el 25% del PIB, como nadie quiere meter mano en la ingeniería societaria que posibilita que ese fraude se pueda cometer impunemente, como no hay coraje político para decidir que los ricos paguen los impuestos que no pagan y todas las personas tributen en la misma escala impositiva independientemente del origen de sus rentas, la culpa la tienen, las pensiones que son demasiado altas, las personas que gozan de buena salud y viven demasiado tiempo, los trabajadores y las trabajadoras que trabajan poco y cobran mucho, quienes cobran el subsidio de desempleo que son unos vagos y las mujeres que reclaman su derecho a acceder a un empleo de calidad que estarían mucho mejor en su casa.
Contra este estado de cosas mano dura. Reducir el gasto público en servicios sociales, reducir pensiones para fomentar los Fondos privados, reformas laborales para empeorar las condiciones de trabajo y reducir los salarios.
En definitiva, se trata de seguir haciendo lo mismo que hasta ahora para enriquecer a los ricos y empobrecer al resto. La exclusión social se extiende como una balsa de aceite y ni gobierno ni oposición hacen absolutamente nada para evitarlo.
El Estado Español fomenta la insolidaridad y es campeón europeo en niveles de desempleo, siniestralidad y precariedad laboral y disputa con éxito las primeras plazas en déficit de las cuentas públicas, en endeudamiento, en la escasez del gasto en relación al PIB en materia de sanidad, educación, protección social, servicios sociales y en el tan cacareado I+D+i.
El Estado español ha hecho lo imposible para conseguir adhesiones incondicionales por medio de un modelo productivo insolidario que enriquece a los mas ricos, liderado por los grandes bancos, basado en el pelotazo inmobiliario, el cazo, el fraude, la gestión partidista y clientelista de la administración y los servicios público para mantener a flote su proyecto español de pandereta.
El Estado Español nos arrastra a nosotros y nosotras a una situación insostenible.
Si a esto añadimos el enorme déficit democrático que acumula impidiendo a los pueblos que lo componen el libre ejercicio a su derecho de autodeterminación, el incumplimiento de su propia legalidad en beneficio propio, la falta de respeto a las mayorías nacionales y la imposición de leyes y tribunales de excepción la pregunta es evidente ¿Qué pintamos nosotras y nosotros en un Estado como este?
Entretanto aquí, en Hego Euskal Herria las cosas siguen su curso, el PSOE y el PP han decidido imponer la pax romana al conjunto de los territorios vascos, aquí no hacen distinciones, para ellos HE es una identidad territorial y política a la que hay que redimir, reducir y normalizar. Como cónsules del imperio se empeñan en demostrar que las cosas por allí funcionan bien, que las políticas que se aplican son las necesarias y que la calidad democrática es excelente, que las cosas se van a resolver ya, si no es hoy mañana y como muy tarde pasado mañana. Por ello son premiados y agasajados en la capital del reino.
Patxi López pretende hablar, dice, de las cosas que interesan a los ciudadanos y las ciudadanas y sólo farfulla cuestiones identitarias que ni siquiera sabe como se identifican. Patxi López está agazapado en las cuestiones fundamentales que determinan las condiciones de vida y trabajo de vascas y vascos, carece de proyectos propios; si Zapatero crea un equipo de asesores el también, si Zapatero habla de contrato social el también, si hace un plan para vía presupuestos públicos favorecer a los empresarios, el también, si se habla de reformar la sanidad también él habla de ello, si Zapatero estornuda López saca el pañuelo.
Lo dicho ¿Que hace un país como Euskal Herria en un Estado como este?. La respuesta está en los partidos vascos, en la sociedad vasca. Todas las personas que vivimos y trabajamos aquí, independientemente de creencias religiosas y opciones políticas, euskaldunes o inmigrantes, hombres, jóvenes y mujeres tenemos el derecho y la obligación de construir nuestro futuro y revelarnos ante la situación. Nadie puede usurpar nuestra capacidad de decisión. Es la hora de que las cosas cambien de verdad. Quienes han tomado hasta ahora las decisiones por nosotras y nosotros nos están llevando a la ruina.