Tanto a nivel nacional como internacional, por diversas vías pero evidentemente bajo una misma batuta, se hace cada día más palpable el temor que siente la burguesía, en medio de la actual y creciente crisis del sistema capitalista, ante el natural resurgimiento del movimiento obrero a escala mundial.Bien saben los ideólogos burgueses que esa crisis ahora en curso ‑y tal resurgimiento del cual ya se observan las primeras señales en muchos países- de un modo inevitable ha de manifestarse también en el plano político. En otras palabras, al avivarse la lucha de clases se fortalece de inmediato todo partido político que sea intérprete de los intereses y aspiraciones de la clase trabajadora.Como es lógico, igualmente saben la burguesía y sus servidores que son los partidos comunistas, en el mundo entero, los que con mayor firmeza y tenacidad han defendido y continúan defendiendo a carta cabal a los trabajadores, siempre guiados por la consigna legada por Marx y Engels como resumen de su genial Manifiesto: “Trabajadores de todos los países, uníos…!Nada de extraño puede verse en el hecho –fácilmente constatable al sólo leer la prensa, ver TV o escuchar radio en cualquier parte del mundo- de haberse desatado de nuevo en tiempos actuales una tremenda ola de anti-comunismo, y no limitada únicamente al terreno de la mera propaganda. En unos cuantos países ya se ha pasado abiertamente a la represión policial, a los atentados de variada índole, anunciadores de métodos característicos del fascismo, como ha sucedido en épocas anteriores de crisis capitalistas. No hay que olvidar que Hitler y su partido Nazi, por ejemplo, fueron engendros de la gran crisis de los años ’30, la cual desembocó en la II Guerra Mundial y costó la vida a muchos millones de seres humanos. Con natural interés acabamos de leer, por lo tanto, una información proveniente de Moscú sobre una reciente reunión de la dirección del Partido Comunista de la Federación Rusa, en la cual se analizó el problema del anti-comunismo ahora rampante en los países de Europa, estimulado por varios gobiernos de derecha que allí se han instalado en años recientes. Se citan varios casos concretos, pero todos ellos tienen en común sus calumnias anti-soviéticas, distorsionando de un modo grosero la realidad histórica.Acá en Venezuela es igualmente notorio el desarrollo que ha tomado últimamente una campaña similar, centrada también en falsificar el papel que desempeñó la URSS durante toda su existencia como factor de progreso para la humanidad, propiciando procesos como el de una liquidación del colonialismo y el de la lucha de los pueblos por una paz mundial estable y duradera.Ha surgido acá, sin embargo, lo que bien podemos denominar como una izquierda anti-comunista, formada por elementos provenientes de campos diversos, tenidos como revolucionarios años atrás, y también por algunos ex comunistas que salieron del Partido Comunista de Venezuela expulsados por faltas cometidas, o por deserción o abandono.Es bueno aclarar, por cierto, que el PCV no ha practicado nunca la infiltración táctica de otras fuerzas políticas. También conviene que se sepa, dada la actual situación que tenemos aquí, que el PCV viene apoyando al gobierno bolivariano pero no forma ni ha formado parte de dicho gobierno en ningún momento. Es decir, ni hay ni ha habido aquí nunca ministros comunistas. Lo que sí abundan ahora mismo son las acusaciones de comunismo que se lanzan contra este gobierno bolivariano desde la derecha, a fin de chantajearlo y estimular así el anti-comunismo todavía latente en su seno y en el partido gubernamental.
Jeronimo Carrera es presidente del partido comunista de Venezuela